miércoles, 27 de mayo de 2009

LOS EUCALIPTUS DE SANTA ROSA

Cuando el viajero entra a Santa Rosa, capital de la Provincia de La Pampa, República Argentina, por la ruta Nacional Nº 5, que comienza en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como cuando lo hace por la ruta nacional Nº 35, que nace en Córdoba, atraviesa La Pampa y termina en el puerto de Bahía Blanca (Pcia. de Buenos Aires), a la vera del camino se encuentra con hermosos ejemplares de añosos eucaliptus, que en algunos tramos ofrecen un buen reparo a los vientos y el abrasador sol en el verano.

Cuando se construyó el complejo edilicio del Centro Cívico y la Terminal de Omnibus, (inicios década del 60) se varió la entrada a la Capital. De aquellos antiguos eucaliptus ha quedado, en el centro de la ciudad, éste que logró salvarse y unos pocos más que subsisten en el lugar donde actualmente funciona una parte del Poder Judicial.

En la Plazoleta Mitre, enclavada en el corazón del "Barrio Fitte", también existe un ejemplar de aquellos tiempos, que aún perdura. Eran momentos fuertes, de una arraigada "cultura del árbol". Los vecinos, las autoridades municipales, el gobierno provincial, (a travéz de Vialidad y Asuntos Agrarios) las instituciones, sobre todo los maestros y la escuela, todos pusieron su granito de arena para este "boom" del eucaliptus.

Incluso las abuelas que tenían la costumbre de poner en un recipiente con agua que se calentaba en la cocina, o en la estufa a leña o en los braseros, ramitas con hojas de eucaliptus para facilitar la dilatación de los pulmones y aromatizar las cocinas y los comedores.

También se utilizaba la corteza para hacer tizanas con azúcar tostada para que los niños lo bebieran y les aliviase la tos.

El estadio de fútbol del Club Atlético Santa Rosa, situado sobre la Avenida Ameghino, también estaba rodeada en sus cuatro costados por eucaliptus. Algo similar por supuesto a la cancha de Belgrano y la de All Boys, porque era una cortina vegetal de doble o triple propósito en los años iniciales en que las mejoras eran precarias.

Los problemas económicos que debió afrontar la Institución deportiva, la década pasada, obligaron a sus autoridades a desprendarse de parte del predio. En la parte vendida se está por inaugurar un complejo habitacional construído por la Cooperativa de Vivienda.

Cuando sus moradores abran sus ventanas podrán percibir el aroma de estas plantas. De esas percepciones nos habla esta poesía de Julio Domínguez ("El Bardino"), quien fuera portero de una escuela, hasta que el gobierno del "Proceso" lo dejó cesante en 1976.

EUCALIPTUS

Escuela 314

He compartido domingos
a orillas de Santa Rosa
con la compañía silenciosa de los eucaliptos;
Sus hojas, han perfumado mi pecho
con el milagro único que tiene la madera.
Están en mi ventana cual pájaros amigos
y yo por su corteza canto, lloro y río.

Madera tierna como el pecho de las águilas
déjame penetrar en tus honduras
como a un vientre violado
y que vengan las calandrias del Oeste
y me perdonen si es que he pecado.

Como no voy a nombrar tu generosa sombra
si estás en los patios de las escuelas
como un amigo milagroso, los sapos te miran
con ojos asombrados como un gigante inalcanzable,
pero a veces tus gajos se inclinan
como una centenaria cabellera sobre otra madera;
ésta que llevo en mis brazos.

Julio Domínguez, El “Bardino” (1933-2007)

Lo que es actualmente el "Parque Recreativo de la Laguna Don Tomás", al que se ingresa por la Avenida Uruguay o por la Avenida Roca, era hace medio siglo un salitral.
Allí estaban afincados los sectores más pobres, muchos expulsados del campo por la crisis del 30, de la seca y de los vientos, que a La Pampa también le produjo un profundo daño social y otros de la diaspora "Saladina", de la década del cuarenta.

Como el eucaliptus es una planta apta para secar pantanos, se entiende en parte la decisión de plantar semejante cantidad de estos árboles, en los alrededores de la laguna del salitral.

La ruta que une Santa Rosa, con la vecina localidad de Toay, tenía hasta hace unos años atrás, antes que se realizara la obra de ensanchamiento y repavimentación una vía de doble mano y a sus costados una hilera de eucaliptus, donde más de una vez hubo accidentes automovilísticos, algunos de trágicas consecuencias.

En virtud de ello es que la nueva arteria no tiene aucaliptus, dado que fueron eliminados. Solamente queda el tramo viejo del camino que pasa delante del Regimiento. Recuerdo que cuando el colectivo que venía de Victorica, pasaba por Carro Quemado, entraba a Santa Rosa por Toay y observábamos sorprendidos toda la Avenida Uruguay-España con esa doble fila de eucaliptus al centro.

También han sido prácticamente eliminados en las escuelas, por diversos motivos, algunos atendibles y otros no tanto. En los últimos tiempos estamos viendo tronchar estos corpulentos árboles para que su ramaje y su follaje no interfiera los innumerables cables que cruzan la ciudad. Los de electricidad, los de la televisión, los de la telefónica y todas las empresas que tienen negocios aéreos, desguazan sin piedad este patrimonio natural y con ello tiran abajo también historias, anécdotas y recuerdos que forman parte del patrimonio intangible de la ciudad.

Ingresando al Parque y recorriendo el camino que circunvala a la laguna, hacia el oeste se accede a la tranquera de la residencia de campo del fundador de la ciudad don Tomás Mason, quien en homenaje a su hija bautizó la estancia con el nombre "La Malvina".


El público puede recorrer la propiedad, que ha sido reacondicionada y restaurada, donde actualmente se realizan exposiciones de diversa índole, relacionadas con la cultura regional. Subiendo la loma que rodea a la residencia se puede apreciar y recorrer un bosquecillo de eucaliptus, desde donde se puede observar la Santa Rosa actual, que crece hacia arriba, como emulando a los eucaliptus.

NOTA: Todas las fotos que ilustran la presente me pertenecen y fueron obtenidas los años 2008/9

martes, 26 de mayo de 2009

UN GRAN POETA PAMPEANO

La editorial Amerindia de Santa Rosa (La Pampa), presentó en diciembre de 2008, la primera edición de la obra Canto Quetral/Tomo 1, perteneciente al poeta Juan Carlos Bustriazo Ortíz, una de las voces mayores de resonancia nacional, de la lírica pampeana.

Este tomo inicial, recopila los primeros seis libros de poemas escritos por Bustriazo en la década entre 1954 y 1964. Hasta ese momento sólo se conocían unos pocos libros editados de una bastísima producción que aún permanece inédita.

El haber dejado impreso en la tapa el número del tomo hace suponer que la editorial tiene la intención de continuar publicando la obra de este valiso hombre de las letras pampeanas, quien después de muchos años, recien puede alegrarse con la difusión de su obra, que hasta hace algunos años sólo conocían muy pocos sectores. Su mayor difusión se había logrado gracias al cancionero pampeano y grupos como "Confluencia" que editaron en la década del 0chenta un cassette con parte de la misma.

La edición tiene una introducción del poeta Edgar Morisoli, otro de los grandes escritores pampeanos y amigo de Bustriazo, quien se refiere al universo y lenguaje poéticos del "Penca" como le conocen sus amigos más íntimos. Morisoli comienza su introito, con una cita de otro de los grandes poetas que ha dado La Pampa, el desaparecido Juan Ricardo Nervi.

Le sigue un prólogo un poco más extenso de la profesora y escritora Dora Batistón, una estudiosa de la obra de Bustriazo y también amiga del poeta.

Para quienes no conocen la obra de Bustriazo el contexto que dan estas palabras iniciales de Morisoli y Batistón, son muy didácticas. Ambos coinciden sobre la trascendencia de la obra de este escritor que ha realizado un aporte fundamental en la búsqueda de nuestra identidad y a la "pampeanidad" de nuestro acerbo cultural.



Cochi-Có

Anda la sangre viajando
con el aura mata verde,
y por el rémington zumba
la muerte del huinca malo.

Cuando la luna se anocha
de fantasmas pueleneros,
los invasores ya pisan
la tierra del Agua Dulce...

Cochi-Có!...
Cochi-Có!...
Tu grito cobre retumba,
y un penacho colorado
está sangrando en la luna!...
II
El queupú de la batalla
rompe los huesos del blanco
y la punta de la chuza
se encristiana y arrebola.

La voz de Tránsito Mora
gime en el piedral mojado,
y Yancamil no perdona
a los huincas brilladores...

Cochi-Có!...
Cochi-Có!...
Tu grito cobre retumba,
y un penacho colorado
está sangrando en la luna!...



Se editaron mil ejemplares y el tomo cuenta con 410 páginas. Al final se le ha agregado la bibliografía utilizada, un índice de vocablos y un índice que clasifica los poemas, distinguiendo los que han sido musicalizados.

La tapa contiene la imágen del óleo del pintor Arquitecto Miguel García que titulara "Lobocó, tierra baya".

Se ha intercalado además algunas fotos y copias de fragmentos de los manuscritos que el poeta utilizara como borradores originales en los que escribió de su puño y letra las poesías.

Más sobre Bustriazo Ortiz en este enlace y aquí

viernes, 22 de mayo de 2009

EDUARDO FERMA

UN SEÑOR ARTISTA

La Directora actual del Centro Municipal de Cultura impulsó la idea de nominar el ala izquierda de la Galería que rodea el auditorio del Centro Municipal de Cultura de Santa Rosa "Julio Colombato", con el nombre de Eduardo Ferma, uno de los plásticos pampeanos con vida, de mayor trascendencia.

"Nos interesa destacar que, el Sr. Eduardo FERMA, encarna el virtuosismo y el reconocimiento técnico extremo de las Artes Plásticas, y nos parece un ejemplo para nosotros y las nuevas generaciones, para que nunca nos olvidemos de que el arte debe ser sostenido por estos factores, además del sustento ideológico y espiritual siempre presentes, siempre magníficos en la obra de este ser maravilloso."

Estas palabras han sido escritas por la Directora del Centro en el catálogo que acompañó la presentación el día 22 de mayo de 2009 fecha del bautismo del espacio en homenaje a Ferma.
Junto a Eduardo Ferma el día que su nombre quedó inaugurado como merecido reconocimiento en un sector de la Galería donde expuso alguna de sus obras. La foto pertenece al artista plástico Gustavo Gaggero.


El acto de inauguración contó con la participación de bailarinas de la Escuela de Noemí Chejolán y de la cantante lírica Lily Susvielles acompañada al piano por su esoso Rubén Capdevielle. La obra "Giselle" del artista nominado, ilustró el momento de la danza.

Estube conversando con la esposa del desaparecido pintor victoriquense "Pocho" Riela, quien participó del homenaje a un eximio colega al que su esposo admiraba.

"Los trabajos de este artista, se nos presentan como apariciones de un trasmundo, que él lleva consigo y que tienden a fijarse en la naturaleza visible. En él los tres mundos del artista: la imaginación, la inspiración y la intuición crean, desde lo eterno que hay en el hombre, dando formas a una estética que anhela revelar la esencia desconocida del ser y la realidad..."

Estas palabras pertenecen al profesor Humberto Mariotti crítico de arte y están referidas a la obra de Ferma y a sus condiciones como creador de cultura y fueron leídas por Marcelino Botto con su inconfundible voz de locutor de radio y televisión desde la década del setenta.

Eduardo Ferma nació en Jacinto Arauz al sudeste de La Pampa. Allí conoció y se hizo amigo del Doctor René Favaloro, cuando este y su hermano tuvieron una clínica en la década del sesenta.

"Elevación" es el título de esta obra de Eduardo Ferma, una de las varias que están colgadas en el sector izquierdo de la Galería que ahora lleva su nombre.

Eduardo Ferma comenzó a dibujar, a pintar, en fin a crear estas inconfundibles obras de arte en la década del sesenta. Hoy en su alocusión recordó a sus maestros en la escuela primaria y las profesoras de academia que lo impulsaron. Ferma es un hombre sencillo, humilde, austero y querible por todos, no sólo en su ámbito sino también fuera de él.

Eduardo Ferma estuvo acompañado por su esposa y sus hijas, quien profundamente emocionado, dirigió unas palabras a la gran cantidad de público que se dió cita a las 19,30 horas en el Centro Municipal de Cultura, para acompañarlo en este merecido reconocimiento.

miércoles, 20 de mayo de 2009

BENEDETTI

HOMENAJE AL HOMBRE Y SU PALABRA

Mario Benedetti nació en el Sur de América, pero su poesía es universal. Entendible, comprensible para todas las edades y las clases sociales. Para todas las sensaciones y todos los sentimientos.

Ha dicho Horacio Salas, que en su opinión, Benedetti, es después de Neruda, el poeta más popular de América Latina.

Fue uno de los tantos exiliados, por la dictadura militar de su país, que fue una característica de nuestra vida política en el siglo XX, en esta Latinoamérica, donde el canto a la libertad fue tan perseguido, donde la demanda de justicia fue tan censurada.

¿Quien duda que fue un hombre comprometido con su tiempo, con su pueblo y con sus convicciones?

Pero además de eso fue un poeta traducido a veinticinco idiomas. Muchos de sus poemas se transformaron en canciones, que todos cantamos alguna vez. Sus novelas fueron leídas, llevadas al teatro y al cine y también viajaron por el mundo.

Mario Benedetti ha dejado este mundo, que hubiese sido sin él mucho más hostil, mucho más desesperante y desesperanzado.

En estos tiempos, en que necesitamos de más filosofía vital, de más poesía existencial, su ausencia se notará, pero nos ha legado el fruto de sus emociones, sus pensamientos y su sentir popular. Vaya entonces nuestro Homenaje con estos dos poemas salidos de su pluma excepcional, que son solo un granito de arena, de esa inmensa montaña que nos dejó (más de ochenta obras)

Benedetti recibe de manos de la reina Sofía de España el premio con que lo distinguió aquel país a su obra escrita en la lengua de Cervantes y traducida a más de veinte idiomas.


Memorándum

Uno llegar e incorporarse al día
Dos respirar para subir la cuesta
Tres no jugarse en una sola apuesta
Cuatro escapar de la melancolía

Cinco aprender la nueva geografía
Seis no quedarse nunca sin la siesta
Siete el futuro no será una fiesta
Y ocho no amilanarse todavía

Nueve vaya a saber quien es el fuerte
Diez no dejar que la paciencia ceda
Once cuidarse de la buena suerte

Doce guardar la última moneda
Trece no tutearse con la muerte
Catorce disfrutar mientras se pueda
(De Preguntas al azar)


Mario Benedetti rodeado de libros en su biblioteca personal, mira a la lente con halo de paz en su cara.



Pausa

De vez en cuando hay que hacer
una pausa

Contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana

Examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa

Y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.
(De Poemas de otros)


Más Poemas de Mario Benedetti aquí

Poemas de Benedetti en su propia voz aquí

domingo, 17 de mayo de 2009

BANCO DE LA PAMPA

CINCUENTENARIO DE SU APERTURA

En el año 1958 se puso en movimiento uno de los proyectos más trascendentes de la primera década, luego de obtenida la provincialización que le dio autonomía plena a La Pampa.
Gobernaba en esos tiempos el Doctor Ismael Amit, enrolado en la corriente nacional del “desarrollismo”.

Durante la etapa del primer gobierno constitucional provincial que encabezara el Doctor Ananía, se había dictado la ley de creación de la entidad, pero el golpe de Estado del año 1955 que dejó trunco el periodo, imposibilitó su puesta en marcha.

El Banco se constituyó bajo el régimen jurídico de las Sociedades de Economía Mixta, por lo cual su capital estuvo integrado por el Estado Provincial y capitales del sector privado de las distintas ciudades y pueblos, empresarios e inversores pampeanos que apostaron con fe a esta joven entidad financiera.

Producto de la suscripción de acciones y del interés demostrado por relacionarse comercialmente con el Banco, fue que algunas localidades se sintieron realmente beneficiadas de entrada con el nacimiento de esta nueva entidad, dado que en esos pueblos no existían más que las antiguas casa de Ramos Generales que eran filiales o que indirectamente oficiaban de “bancos”.

El primer Directorio estuvo integrado por Alfredo Sierra como presidente, Santiago Marzo, Carmen González y Manuel Marcos como titulares por el capital privado y Rogelio Crespo, Raúl Beascochea y Alberto Gesualdi de Victorica, en representación del capital estatal designados por el Interventor Ismael Amit.
Sentados desde Izq. Alberto E. Gesualdi, Carmen Gonzalez, Manuel Marcos, vicepresidente y Raúl Beascochea. Parados I a D Luis Vicondo, Hipólito Echevarría, Alfredo Sierra, Presidente, Juan Carlos Paz, Santiago Marzo, Juan CArlos Arata, Silvestre Ratibel y Rogelio Crespo. Integrantes del primer Directorio (Foto marzo 1959)

El 18 de mayo de 1959 se produjo el acto inaugural, con la asunción de las autoridades y la apertura de las puertas de la casa central situada en el edificio de Rivadavia e Hilario Lagos.

Lindolfo Ruggeri, uno de los primeros empleados, ya jubilado, recuerda que: “los primeros fondos fueron trasladados en bolsas de arpillera.” El dinero fue transportado en una “Estanciera”, desde las sucursales que tenía el Banco de la Nación Argentina en la provincia. Para ello además de Santa Rosa se recurrió a General Pico, General Acha, Victorica, Eduardo Castex e Intendente Alvear.

El Banco de la Nación Argentina era el de mayor antigüedad en las ciudades y los pueblos más importantes de La Pampa, dado que estaba presente desde los primeros años de la década inicial del siglo XX.

Muchos clientes del Banco de la Nación debían recorrer varios kilómetros por caminos de tierra para hacer gestiones en las sucursales. Como el Banco de La Pampa se planteó como una Institución de Fomento del Desarrollo e Integración, territorial y económica, diseñó su red de sucursales teniendo en cuenta esta circunstancia para competir con mejores perspectivas.

De esta manera fue que Telén, la vecina localidad de Victorica se convirtió en sede de una de esas sucursales. Recuerdo, cuando llegué a Victorica a instalarme con mi profesión que a los dos o tres años cuando necesité asistencia crediticia, me fui hasta Telén, como hacían muchos vecinos victoriquenses quienes diariamente recorrían el antiguo camino entre las chacras para cumplir con las obligaciones bancarias.

Momento de la inauguración de la Casa Central en esquina Rivadavia e Hilario Lagos de Santa Rosa. Presente el Dr. Ismael Amit Interventor Federal de La Pampa (izquierda con mano en la cara). (Foto mayo de 1959)

Muchos años después que Telén tuviese la sucursal, a la que luego se la dotó de edificio propio, Victorica logró que se instalase una agencia móvil dependiente de aquella Sucursal
Al cabo de varios lustros, la sucursal de Telén terminó cerrándose por deficitaria y la Agencia de Victorica se transformó en Sucursal, a la que se le dotó de edificio propio.

El Banco de La Pampa afrontó todas las vicisitudes que tubo la Argentina y en particular las del sistema financiero. Convertido a veces en estrella y a veces en villano de los éxitos y fracasos empresariales.

Cuando Martínez de Hoz y el Proceso de Reorganización Nacional pusieron en vigencia la nueva ley de Entidades Financieras, ese esquema jurídico permitió el ingreso a La Pampa de varias entidades a captar los ahorros de pampeanos, que de esa manera se pusieron en distintas canastas.

El Banco quedó atado a su función de fomento, mientras debía hacer frente a una competencia creciente del sector privado, que hacía uso de nuevas tecnologías, de recursos novedosos para captar clientela y de decisiones rápidas, como se necesitaban en un contexto de inflación creciente en la década del ochenta.

Inauguración del nuevo edificio de la Casa Matríz en la calle Pellegrini. Asiste el Gobernador Amit (de sombrero) sus ministros y Directores y Funcionarios del Banco. (Foto 6 junio 1964)

Las normas bancarias y extrabancarias pusieron en jaque varias veces al Banco en una discusión con el cliente, entre lo que se podía hacer y lo que estaba prohibido. Entre lo que era necesario y lo que era posible, dentro de los estrechos márgenes de la economía pampeana, sujeta a los vaivenes de los precios internacionales y de las condiciones climatologicas de la producción agropecuaria.

La Pampa no había podido avanzar en el proceso de industrialización a pesar de los esfuerzos de las distintas políticas de promoción. A mediados del ochenta comenzaron a desmontarse las pocas industrias que se habían instalado en los parques y zonas industriales en la década anterior y que se habían instalado al amparo de créditos subsidiados, exenciones impositivas y apoyo del Estado Provincial y las ciudades donde estaban insertas.

El Banco Nacional de Desarrollo (ex Banco Industrial de la Nación), fue privatizado, dado que era una entidad deficitaria, producto de créditos incobrables que no pudieron ser recuperados de las empresas quebradas o “vaciadas”.

Algo parecido sufrió el Banco de La Pampa, que no analizó con la debida rigurosidad los riesgos de cartera que asumía, en un marco de competencia creciente, de mercado restringido y de inestabilidad, que detonaron crisis económicas, estallidos políticos, cambios de normas y fuga de capitales.

El Dr. Amit (derecha anteojos) escucha las palabras inaugurales en el acto de asunción de las flamantes autoridades del primer Directorio del Banco. (Foto mayo 1959)

El Banco de La Pampa decide dar el salto expansivo en 1995, para salir del cepo de la economía provincial de secano, justo en el momento en que, en los años sucesivos se darán las crisis internacionales del “Tequila”, del sudeste asiático, de Rusia y finalmente la de Brasil, nuestro socio mayoritario del MERCOSUR.

El difícil contexto internacional, sumado a la propia crisis incubada por la convertibilidad y las inundaciones de la región de la pampa húmeda, más las quiebras de empresas industriales, tiñeron de rojo los resultados de los balances del Banco, como la mayoría de las entidades pequeñas y medianas.

Pero el Banco pudo mantenerse en pie, porque no era prestamista del Estado Provincial, ni de los Municipios, ni de grandes grupos que lo pudiesen arrastrar al fondo del abismo.

Cuando el gobierno de la Alianza encabezado por de la Rua y con el ministro de economía Domingo Cavallo impusieron el “corralito” a los depósitos bancarios, se desencadenó una de las crisis mas profundas del sistema financiero argentino.

A pesar de todas las dificultades el Banco de La Pampa, no necesitó recurrir al Banco Central solicitando redescuentos para hacer frente a la salida de depósitos. Sin embargo sufrió la misma desconfianza que se le tubo esos años a todas las entidades financieras en general y en especial a las del sector público.

Copia Facsimilar de la Memoria y Balance del Ejercicio Nº 7 cerrado el año 1965. En la portada copia del Título Nominativo que representaba cinco acciones de Cien pesos moneda nacional.

No obstante, con esfuerzo de todos los sectores, involucrando ellos a los propietarios del Banco, uno de los pocos no privatizados, a la línea gerencial y los empleados, a la clientela que supo ser consecuente y al propio Estado Provincial que se decidió a capitalizar oportunamente a la Entidad, ésta pudo capear el temporal.

Producto de esos esfuerzos y del plan estratégico de reposicionamiento de que lo dotamos fue que el Banco de La Pampa sería la primera entidad en devolver la totalidad de los depósitos a sus clientes, antes que expirara incluso los plazos impuestos por las normas.

Después el publico se enteró que las entidades financieras extranjeras no tenían más garantías y respaldos que los que tenía el Banco de La Pampa. Ahora con esta tremenda crisis financiera y económica internacional, sirve también para entender que, a pesar de todas las dificultades y los problemas que han existido en estos cincuenta años, nuestro Banco, es una de las Instituciones más sólidas del sistema financiero argentino.

sábado, 16 de mayo de 2009

SALON PAMPEANO PINTURA 2009

El 15 de mayo del 2009 a las 20 horas quedó inaugurado el Salón Pampeano de Artes Plásticas en la especialidad Pintura.

Se presentaron 71 obras de diversos autores de distintos puntos del país. De ellas el jurado seleccionó 40, las que fueron aceptadas para integrar el Salón.

El Primer Premio “Subsecretaria de Cultura de la Provincia de La Pampa” (adquisición), le correspondió al tucumano Marcelo Floreal Lazarte, por su obra titulada “Camino a las nubes”.

El Jurado estuvo integrado por los artistas Diego Perrotta, Omar Panossetti y Horacio Paturlane. Recorriendo la muestra conversamos con éste último, también intercambiamos algunas inquietudes con el Subsecretario de Cultura el amigo Ángel Cirilo Aimetta, presente en la inauguración, quien nos informó que el próximo jueves estaría inaugurando en Victorica, la muestra Homenaje al Ingeniero Juan Carlos Lassalle, el primer director organizador de la Escuela Agrotécnica de aquella localidad. Se trata de la misma “Instalación” que pudimos apreciar hace algunas semanas atrás en el Museo santarroseño.

En el catálogo que se distribuyó, el artista Miguel de la Cruz escribe sintéticas pinceladas sobre los rasgos de las obras premiadas. Así refiriéndose a la obra de Lazarte dice en la frase final del segundo párrafo “No hay últimos planos que ocupen por completo el fondo, cada parte es un detalle de otra oculta. Es una imagen emparentada con la historieta, como las de Sosa, González y Watson.”

En tanto que en el cuarto párrafo de la Cruz agrega: “Más definidos, por tratarse de personajes frontales, retratados sobre una fuerte estructura, son los otros premios a las pinturas de Sosa, González y Collaud.”

Estaba comenzando a mirar las obras a la entrada del Museo de Artes (conocido comúnmente como el “Museo Verde”) situado en la intersección de las esquinas de 9 de Julio y Villegas de la ciudad capital de La Pampa, cuando me saludó un conocido amigo de Victorica, que hacía tiempo no veía.

Bibiana junto a sus padres, sostiene entre sus manos el testimonio del premio a la obra que está colgada en la entrada del Museo. Abajo uno de sus hijos. Foto de Pablo Datri.

Nos encontramos en la década del 70 cuando él era el sobrestante de Vialidad Nacional en Victorica y yo a principios de 1971 me hice cargo de la Secretaria de la Municipalidad, después del 76 el fue uno de nuestros clientes en la Librería “Zenia”.

Fue el quien me dijo que su hija había ganado un premio, ante lo cual lo felicité y también a su esposa de apellido Jaime.

Después que se entregaron los premios le solicité una foto familiar a la artista junto a su obra, a lo que accedió. Su esposo es Pablo Datri, editor del suplemento ECO, (¿tendrá alguna conexión las charlas hogareñas con la definición de la temática y los contenidos de la obra de la artista?), quien se ofreció gentilmente a tomarnos las fotos.

El padre y la madre orgullosos del reconocimiento que había obtenido su hija, en uno de los Salones más importantes de la Pintura que organiza La Pampa. Allí también estaban sus dos hijos varones, jugueteando entre los distintos espacios donde está colgada la muestra.

Bibiana González, de carácter humilde, pasa casi desapercibida, prefiere ponerse en segunda plano entre los artistas premiados. Usa anteojos permanentes, su abrigo parece reflejar algo del fondo de la tela sobre la que insertó las imágenes. Obtuvo el premio a la Mejor Obra de Autor Pampeano (adquisición) por su obra a la que tituló “Espacio Verde”.

Parados se encuentran todos los artistas premiados. Detrás de Andrea Sosa y con la cabeza baja se encuentra la artista victoriquense Bibiana González. (Foto Lerc 15-05-2009)

Ella nació en Victorica y vivió sus primeros años junto a sus padres y el resto de la familia en una casa al lado de la de nuestro abuelo Luis Cesanelli. Después su padre fue trasladado a Santa Rosa, cuando lo que quedaba del antiguo campamento de Vialidad Nacional fue llevado a Santa Isabel.

Esta nueva residencia le dio la oportunidad de ingresar a la Escuela de Artes, estudiar, aprender, practicar, trabajar, casarse, formar una familia. Continuar estudiando y trabajando, exponer, intentar una y otra vez.
Sabemos que el camino del arte no es fácil y que para las mujeres es mucho más complicado aún. Si a eso le sumamos las estrecheces de medios y recursos que limitan a veces las ganas de participar, se entiende porque Jóvenes como Bibiana González, no pueden mostrar mas a menudo el universo de sus creaciones.

No es menor el espaldarazo del Jurado que ha recibido Bibiana González, que compitió en esta oportunidad con artistas pampeanos de basta y reconocida trayectoria. Esperemos que esto le sirva para incentivarla no sólo para crear más, sino fundamentalmente para animarse a exponer más el producto de su imaginario.

miércoles, 13 de mayo de 2009

EL RESECO RIO ATUEL

"La Pampa tenía un río/yo no se si lo tendrá,
lo habrá tapado la arena/Santa Isabel más allá" (Julio Dominguez "el Bardino)

Ya en otras oportunidades me he referido a este tema del Río Atuel (ver en este Blog "El rio interior"). Uno de los temas de discusión entre dos provincias que llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la década del 70 y cuyo fallo reconoció la interprovincialidad del Río Atuel.

Han pasado más de dos décadas de la sentencia referida que recomendó a los Estados Provinciales a ponerse de acuerdo a los efectos de aprovechar las aguas del mismo.

Los gobiernos mendocinos de distintos signo político a lo largo de estas dos décadas y media de recuperación del sistema democrático, no han consentido nunca, respetar las obligaciones que le han sido impuestas por las leyes y aún por el fallo judicial.

Una de esas obligaciones es la de las sueltas anuales, impuesta a la provincia cuyana luego de la construcción del Complejo Los Nihuiles que endica las aguas para la producción de hidroelectricidad y para regular justamente el cauce del río y hacer más racional el riego.

El año 2008 en la ciudad capital de Mendoza se firmó un acuerdo entre ambas provincias y el Estado Nacional Argentino para la realización de distintas obras e inversiones que serían financiadas por el Tesoro Nacional.


Si bien la cláusula sexta de dicho convenio establece un cronograma de ejecución tentativo a desarrollar en un plazo total de cuatro (4) años, ya se esta por cumplir el primer año, sin que haya demasiadas concreciones. Comenzando que Mendoza no ha aprobado por su Legislatura el Convenio firmado por el Gobernador.

Ahora por estos días se ha conocido de boca de algún funcionario nacional, que responsabiliza de la demora a ciertas actitudes del ex gobernador de Mendoza y actual Vicepresidente de la Nación Julio Cobos, quien habría criticado el tenor del convenio.

La Pampa está atravesando una de las sequías mas profundas de los últimos cincuenta años. El único río que atraviesa su territorio desde noroeste a sureste es el Atuel, que luego de concluir con el Río Salado toma el nombre de Chadileuvú-Curacó.

Cuando las aguas del Atuel merman, el contenido salino se incrementa por la influencia del Río Salado que pasa por las Salinas del Bebedero en la provincia de San Luis y allí se carga de sal.

La Pampa para no perjudicar justamente a las provincias abajeñas, consintió hacer un tapón para evitar que esas aguas lleguen al Río Colorado y dañen la producción fruti hortícola de las vecinas condóminos de Río Negro y Buenos Aires.

Pero ningún gesto de buena voluntad, cooperación y colaboración de La Pampa ha sido contestado con uno similar de parte de la condómina Mendoza en el caso del Atuel. Dado que este año el Río dejó de traer agua y su cauce está totalmente seco.


Demás está decir que el convenio al que hemos aludido menciona en una de sus cláusulas que parte de las obras a realizar es justamente para asegurarle a La Pampa 5 metros cúbicos por segundo para uso agropecuario.

Las aguas dejaron de fluir desde el pasado 24 de enero del 2009 y a pesar de las gestiones oficiales y de las quejas de los productores afectados, el gobierno de Mendoza no se da por aludido.

El funcionario nacional, José Luis Barbier, subsecretario de Desarrollo y Fomento Provincial del Ministerio del Interior, que vio con sus propios ojos el desastre ecológico en el oeste pampeano, expresó “es un tema por el cual debemos dialogar hasta lograr armónicamente el uso del río Atuel y así solucionar el problema de las comunas de la zona y de los productores agropecuarios, los cuales no pueden planificar ya que el agua se corta y vuelve, repentinamente. Además este hecho también produce una degradación del medioambiente.”

domingo, 10 de mayo de 2009

NUESTRA MAESTRA DE 6º GRADO

“Chichí” Urbano
El año 1957 éramos treinta y nueve alumnos y alumnas (dieciocho varones y veintiuna mujeres) que comenzamos a cursar el 6º grado, que en esa época era el terminal del nivel primario. Lo hicimos en la por entonces Escuela Nacional, que lleva el Nº 7, de Victorica, provincia de La Pampa.

Era Directora a cargo de la misma, la maestra María F.Bustos Bazán de Ares y tuvimos como maestra de ese último año, a Elsa Beatriz Urbano, nacida en Ingeniero Luiggi.


Esta es la nómina completa del curso: Ragone, Raúl P., Barboza, José R., Muñóz, Adolfo V., Abdala, Héctor A., Vergez, Héctor P., Raful, Braulio R., Acosta Adolfo, Sosa, José M., Aguiar, Rolando H., Ramos, Orlando V., Pagella, Emilio R., Vallejos, Rosario D., Morán Alberto C., Martínez Sanz Félix, Roldán Luis E., Pérez Erineo, Sejas Samuel N., Villapán, Julio J., Benítez Celedonio, Cañón Marcelino D., Spadini Teresa E., Miranda Sixta M., Quevedo Ángela E., Aguiar Edith C., Muñóz Ilda A., Sidebottom Adela O., Palmieri Adela R., Ávila María D., Zapata Margarita V.,Arias Teodora C., Beneitez Marta E., Pagella Olga I., Carripí Rufina, Valle Regina, López Scala María A., Tobio Eufemia, Pérez Irma Y., Ayala Dominga, y Kenny María C. M.

Algunos eran repitentes y otros provenían de distinto colegio. Ese año compartió también el aula con nosotros, luego que consiguiera autorización, Carlitos Viñas, un chico, cuya madre trabajaba y el también en el circo "América", que hacía varios meses que estaba en Victorica y decidió quedarse todo el año.
 Foto tomada en el patio cubierto de la Escuela Nº 7 de Victorica, Beatríz sonriente como siempre.

Beatriz, “Chichí” de sobrenombre, fue nuestra última maestra en el nivel primario, de la cual guardamos los recuerdos más indelebles, por haber impregnado nuestra memoria de niños casi adolescentes, de tanta pujanza, cordialidad, alegría y sobre todo ese espíritu de justicia.

Cuando llegó a Victorica, ese primer año de su estadía, se hospedó en la casa de la familia Manso. Fue maestra de Jardín de Infantes también, así que tenía bastante paciencia para trabajar con los más chiquitos y con los más grandes. En 6º la dispersión de edades iba de alumnos de 12 años cumplidos a 18 los mayores.

Pocos años después puso una librería frente a la plaza, que administró durante varios años,con ella trabajó nuestra prima Selva Angélica Spadini. Cuando me fui de Victorica ella seguía en esas actividades, cuando volví siete años después ya no estaba.

Nos volvimos a encontrar después de muchos años que ella había dejado La Pampa para radicarse en Buenos Aires.

En esta etapa de su vida, en la que se separó de su esposo el amigo “Tito” Rebollo, con quien tuvo un hijo y una hija, Beatriz continuaba todavía desempeñando la docencia en el nivel de adultos en Buenos Aires.

Pero a la par de esa profesión que no se resignaba a dejar del todo, se había dedicado todos esos años a tomar diversos tipos de cursos para hacer lo que realmente le atraía. Una de esas capacitaciones ha sido la de tomar clases de dibujo y pintura con diversos profesores. Beatriz solía recordar sus inicios en el dibujo junto a Cecilia Palmieri y Ester Cayssials.

Ella reconocía que aún con varios años más, se sentía siempre joven, lo que expresaba en el colorido de sus obras, y tenía para si un preaviso, “me daré cuenta del paso del tiempo cuando comience a pintar óleos sin luminosidad”.

Beatriz Urbano obtuvo “Mención Especial” en el Círculo de Bellas Artes de la Capital Federal en agosto del año 1996. Ha expuesto sus obras en Ingeniero Luiggi, en Victorica y en el Centro Municipal de Cultura de Santa Rosa entre otros.
En una de sus últimas visitas a Victorica, fuimos a la Escuela Agrotécnica, donde compartimos un acto. A la salida de la misma conversamos sobre la posibilidad de que trabajara sobre una idea propia de algún paisaje pampeano, para incorporar a nuestra pinacoteca familiar.
A las pocas semanas de regreso en Buenos Aires, Beatriz me avisa a través de nuestra común amiga Irma Lidia Torres, que ha terminado el óleo y lo está enviando a Santa Rosa.
Es un camino con caldenes a los costados y pasto puna, bien pampeano, que está compartiendo el lugar con otros pintores regionales. Beatriz Urbano, al cumplir nuestros cincuenta años de egresados, nos acompañó, al puñadito de exalumnos que nos reunimos allí en la Escuela de Victorica.

Entre ellos estábamos Braulio Raful que viajó desde Chubut donde está radicado hace años. Olga Sidebottom que vino desde Córdoba donde se encuentra viviendo hace varios años. Mi prima Teresa Spadini, Carlos Viñas y yo de Santa Rosa y Adolfo Acosta, Ángela Quevedo, Dominga Ayala y Julio Villapán de Victorica también estuvimos compartiendo el acto de reencuentro.

Nuestra querida maestra emprendió su viaje hacia la Paz del Señor un 7 de noviembre del año 2017. Queda con nosotros ese espíritu de luchadora incansable y el aporte que hizo a la cultura pampeana con sus obras, una de las cuales está a la entrada de la escuela Nº 7.

miércoles, 6 de mayo de 2009

CURANDERISMO Y REMEDIOS CASEROS

En todos los pueblos de La Pampa, se han mezclado los conocimientos de los aborígenes, los criollos y los inmigrantes con respecto a la forma de tratar distintas enfermedades, afecciones, dolores y los remedios a utilizar para controlar cada dolencia, cada malestar, a veces alimentados por sugestiones o problemas psicológicos.

El curanderismo le ha ganado no pocas veces la partida a la ciencia, propagándose de boca a boca, de una generación a otra, basándose o amparándose en la ignorancia por una parte y en la pobreza por otra.

La tradición oral, corregida, aumentada y mezclada con creencias y costumbres ha afianzado a lo largo de las décadas, muchas curas a veces con la palabra, otras con instrumentos caseros y otras con el empleo de distintos placebos. Es que la “ojeadura”, el “gualicho”, el “empacho” y otras manifestaciones parecidas. O el dolor de muelas, las lumbalgias, las verrugas o los orzuelos, han tenido practicantes con los más diversos resultados.

Los jóvenes médicos, que recalaban en los pueblos, tenían a menudo una opción de hierro: le declaraban la guerra abierta a través de la denuncia de éstas prácticas no autorizadas y que en muchos casos ponían en peligro la vida de las personas y de la salud pública, o trataban de comprender el fenómeno y de encauzarlo, distinguiendo lo que tenía sustento vital y que ayudaba al enfermo a superar el trauma, de aquello que era puro y vil comercio en boca de inescrupulosos, charlatanes que aparecían de vez en cuando ofreciendo curas milagrosas.
El chañar, es una de las tantas plantas, que conviven dentro del bosque del caldenal. Su corteza que envuelve el tronco era usado por nuestras abuelas para hacer té con azucar tostada para la tos. (Foto Emanuel Roldán febrero 2009)

DOÑA MARIA
Frente a la puerta de acceso al cementerio de Victorica estaba situada la manzana donde tenía su ranchito doña María. Paredes de adobe, techo de chapa, cielorraso de arpillera blanqueada a la cal, piso de tierra, canaletas para juntar agua llovida en un tambor. Gallinero, donde se mezclaban gallinas, gallinetas, patos y hasta un hermoso pavo real que era el atractivo de grandes y chicos cuando abría su inmensa y multicolor cola. Una chiva lechera y un macho cabrío junto a algunos cabritos en el corral, dos perros y montón de leña en el patio que estaba prolijamente cercado con ramas. Algunos chañares, molles, caldenes y tamariscos rodeaban el ranchito protegiéndolo de los vientos.

Doña María era una criolla catamarqueña, de modo que desde allá le mandaban algunas hierbas no conocidas en La Pampa y que ella empleaba para las tisanas, ungüentos o friegas.

Un poco más atrás desde donde tomé esta foto estaba el ranchito de doña María, que fue demolido hace muchos años. Pero en los abuelos aún quedan los recuerdos de esta "manosanta". (Foto Lerc enero 2009)

Era experta en preparados en los que mezclaba grasas de distintos animales, alcohol fino, hierbas y ciertos granos. En la habitación donde practicaba sus curaciones había un olor intenso a estos elementos combinados además con aromas de alcanfor, azufre y otros olores como el de la lámpara a kerosén con la que se alumbraba. En las paredes había estampitas de la virgen María y de la virgen del Valle, del sagrado corazón de Jesús y algunos santos. También cabellera humana de donde pendían algunos peines.

De un enorme baúl doña María extraía envoltorios de trapo blanco, a veces papeles o bolsas de papel madera, otras algodones o gasas donde tenía almacenados a resguardo del calor o del frío según fuese la época, los productos de su farmacopea y herboristería. Carqueja, poleo, malva rubia (para lavativas y afecciones del pecho), cepa caballo (utilizada por los indígenas como diurético y para tumores o heridas) y pelo de choclo (infusión que limpia las vías renales) eran algunos de los tantos. En unos estantes de madera una doble fila de frascos y frasquitos conteniendo pastillas, cenizas, líquidos, granos y yuyos: carqueja, buche de avestruz, buchina, manzanilla, lino, hinojo, cáscaras de naranja y limón. Molle, cebada, untura y pomada blanca, talco, agua oxigenada, aspirinas y sellos o cápsulas, preparadas por algún farmacéutico amigo.

Por supuesto que doña María no cobraba, pero aceptaba lo que el paciente dejara a voluntad. Aunque hacía saber cuánto le habían costado conseguir el envío de los yuyos milagrosos como para orientar al agradecido paciente. En ciertas ocasiones los más gratificados le hacían algún regalo, que ella se encargaba de mostrarlo a los demás visitantes para que sirviese de ejemplo.

EL ESPAÑOL DEL AGUA FRIA
Don Benito Iglesias era un español de esos tantos inmigrantes que recalaron en las primeras décadas del siglo veinte en Victorica, atraídos seguramente por las mentas del futuro porvenir comentado por viajantes de comercio y ferroviarios.

La patriarcal figura de don "Pancho" Sierra, el mentado bonaerense que ejercía la cura mediante la hidroterapia. En casa de la abuela Jacinta había un cuadro con su figura, al que se lo beneraba como un santo.

Su capacidad para las curaciones estaba relacionada con el uso del agua fría, lo cual le daba un atractivo particular, porque se salía de las curas tradicionales con hierbas, la palabra o diversos placebos.

Tenía su casa a dos o tres cuadras de la plaza para el lado del barrio de los Nicolás. Lo más atractivo que seguramente contribuyó a la expansión de su fama no fueron los baños de inmersión, ni los paños de agua fría, sino la utilización de botellas llenas de agua fría que aplicaba a sus pacientes achacados de distintos dolores.

Su tratamiento había superado el de las rodajas de papas en ambas sienes y se había impuesto como eficaz sobre todo para las cefaleas profundas y para migrañas complejas de esas que “parten la cabeza”, que toman el ojo con un dolor intenso y que dejan de cama desde los niños, pasando por jóvenes hasta los adultos.

Seguramente don Benito tendría en su consultorio una fotografía del legendario manosanta bonaerense don Pancho Sierra, maestro de la hidroterapia con agua fría. La gente no sólo de Victorica, sino del ámbito rural y de los pueblos vecinos acudía a sus terapias dentro de las que ofrecía también las ventosas, a las que una porción del pueblo era muy afecta en aquella época.

Alfonso Palmieri recordaba que siendo repartidor de la panadería de don Andrés Figueiro, cierta vez iba a los campos de la zona de Carro Quemado y Loventuel a entregar galleta y llevaba una damajuana de “agua curativa” que mandaba Iglesias para el señor Piorno que según él tenía una enfermedad incurable. Como el camión levantó temperatura y el radiador se le quedó casi sin agua, echó mano de la damajuana para salir del paso. La vació en el radiador y así pudo continuar el reparto, en la primera “bebida” que encontró, la volvió a llenar y así se la entregó a don Piorno que jamás se enteró del cambio de agua.

viernes, 1 de mayo de 2009

HUNDIMIENTO "GENERAL BELGRANO"

El 2 de Mayo del año 1982, la Guerra de Malvinas estaba en pleno desarrollo en el teatro de operaciones en el Atlántico Sur.

Ese día el submarino inglés "Conqueror", recibió la orden de hundir la nave argentina. Con esta decisión la "Dama de Hierro", Margaret Tachter, primera ministra de Inglaterra, se aseguró la victoria.


Víctimas Pampeanas

Dentro de los 323 muertos, víctimas de esta tragedia, hubo algunos pampeanos. Entre ellos un jóven de la localidad de Telén del noroeste de la provincia de La Pampa. Su nombre era Daniel Enrique Lagos y pertenecía a una humilde familia.

Una placa en la plazoleta de Telén recuerda el hecho infortunado que se cobró la vida de este jóven, que tenía sueños, esperanzas y ganas de vivir.

Hacía menos de dos meses que el entonces presidente de facto, el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri, había estado en Victorica para los festejos del Centenario del primer pueblo de La Pampa, fundado por el Ejército Nacional a fines del siglo XIX.

Su locura por sostener el proyecto político del ya desgastado gobierno militar del denominado "Proceso de Reorganización Nacional", desembocó en esta tragedia, que costó la vida de muchos jóvenes argentinos enrolados obligatoriamente como conscriptos.

Otro de los muertos fué Alberto Amesgaray de General Pico. Uno de los sobrevivientes de aquella ciudad, Jorge Gaitán, en un reciente reportaje cuenta algunos detalles de la peripecia.
"El domingo, cuando recibimos la orden de regresar porque la flota inglesa no estaba cerca, esos dos barcos se alejan y el submarino aprovecha para ubicarse en posición de dispararnos. El sonar de uno de nuestros barcos alcanzó a detectarlo pero cuando ya los tres torpedos venían en curso, de los cuales dos hacen impacto, el primero en la proa y el segundo en la popa, y el tercero pasó por el mismo lugar del que impactó en la proa."

" Dispararon de cerca de 40 kilómetros, y el torpedo que más daño hizo fue el de popa, alcanzó la sala de máquinas y al pegar en una segunda coraza que tenía el crucero, se desvió hacia arriba y en ese trayecto arrasó la cocina, donde había muchos tomando mate. Justo había sido el cambio de guardia, a las 4 de la tarde, y a las 4 y un minuto fue el impacto”, detalla.

"Lo que siguió también es conocido: la orden de arrojar al mar las balsas, la odisea de casi cuarenta horas en esas condiciones, con olas de hasta veinte metros y un frío que ya empezaba a hacer efecto sin que se dieran demasiada cuenta, cuando el martes 4 de mayo fueron rescatados.

"Algunos que llegaron al continente sumamente graves, falleciendo después. Otros que perdieron la vida en esas balsas. La anécdota que cuenta el caso de un soldado que, seguramente para que lo vieran desde el aire, se recostó en el techo de la balsa, y allí fue hallado sin vida, congelado. “Después nos dimos cuenta de que otra noche en esas condiciones no hubiéramos podido resistir", recordó Gaitán de los Veteranos de Guerra de General Pico ante el periodista del diario La Reforma.

El Crucero de la Armada de la República Argentina bautizado con el nombre del creador de la Bandera Nacional "General Belgrano", había participado de la Segunda Guerra Mundial con bandera de los Estados Unidos.


La tripulación de la nave al momento de su hundimniento era de 1.093 oficiales, suboficiales y conscriptos de la fuerza Armada Argentina.

Como se puede apreciar en este mapa la ubicación del ARA General Belgrano al momento de ser bombardeado, era fuera de la denominada "Zona de Exclusión".

La dictadura militar trató de encuadrar el caso como un "Crimen de Guerra", pero el comandante de la nave, recientemente fallecido, Capitán Elías Bonzo, discrepó desde el inicio de los reclamos de esa etiqueta. Para él fue un hecho de guerra y agregó "si nosotros hubiésemos podido habríamos hecho lo mismo".

Tuve la oportunidad de conversar con el Capitán Bonzo cuando visitó La Pampa, en su tarea de difundir la verdad de los hechos y evitar que el olvido terminara dejando en la penunbra, tanto heroismo y valentía por parte de hombres que lucharon en inferioridad de condiciones. Vino en compañía de los miembros del Centro Veteranos de Malvinas de La Pampa con sede en Santa Rosa, quienes como los de General Pico lo apreciaban mucho por sus virtudes humanitarias.

El "General Belgrano" comienza a hundirse. La foto muestra a las lanchas de rescate en la que se alejaron de la zona de la tragedia 770 sobrevivientes.

Es el único caso de hundimiento de un barco por un submarino nuclear.



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