domingo, 17 de mayo de 2009

BANCO DE LA PAMPA

CINCUENTENARIO DE SU APERTURA

En el año 1958 se puso en movimiento uno de los proyectos más trascendentes de la primera década, luego de obtenida la provincialización que le dio autonomía plena a La Pampa.
Gobernaba en esos tiempos el Doctor Ismael Amit, enrolado en la corriente nacional del “desarrollismo”.

Durante la etapa del primer gobierno constitucional provincial que encabezara el Doctor Ananía, se había dictado la ley de creación de la entidad, pero el golpe de Estado del año 1955 que dejó trunco el periodo, imposibilitó su puesta en marcha.

El Banco se constituyó bajo el régimen jurídico de las Sociedades de Economía Mixta, por lo cual su capital estuvo integrado por el Estado Provincial y capitales del sector privado de las distintas ciudades y pueblos, empresarios e inversores pampeanos que apostaron con fe a esta joven entidad financiera.

Producto de la suscripción de acciones y del interés demostrado por relacionarse comercialmente con el Banco, fue que algunas localidades se sintieron realmente beneficiadas de entrada con el nacimiento de esta nueva entidad, dado que en esos pueblos no existían más que las antiguas casa de Ramos Generales que eran filiales o que indirectamente oficiaban de “bancos”.

El primer Directorio estuvo integrado por Alfredo Sierra como presidente, Santiago Marzo, Carmen González y Manuel Marcos como titulares por el capital privado y Rogelio Crespo, Raúl Beascochea y Alberto Gesualdi de Victorica, en representación del capital estatal designados por el Interventor Ismael Amit.
Sentados desde Izq. Alberto E. Gesualdi, Carmen Gonzalez, Manuel Marcos, vicepresidente y Raúl Beascochea. Parados I a D Luis Vicondo, Hipólito Echevarría, Alfredo Sierra, Presidente, Juan Carlos Paz, Santiago Marzo, Juan CArlos Arata, Silvestre Ratibel y Rogelio Crespo. Integrantes del primer Directorio (Foto marzo 1959)

El 18 de mayo de 1959 se produjo el acto inaugural, con la asunción de las autoridades y la apertura de las puertas de la casa central situada en el edificio de Rivadavia e Hilario Lagos.

Lindolfo Ruggeri, uno de los primeros empleados, ya jubilado, recuerda que: “los primeros fondos fueron trasladados en bolsas de arpillera.” El dinero fue transportado en una “Estanciera”, desde las sucursales que tenía el Banco de la Nación Argentina en la provincia. Para ello además de Santa Rosa se recurrió a General Pico, General Acha, Victorica, Eduardo Castex e Intendente Alvear.

El Banco de la Nación Argentina era el de mayor antigüedad en las ciudades y los pueblos más importantes de La Pampa, dado que estaba presente desde los primeros años de la década inicial del siglo XX.

Muchos clientes del Banco de la Nación debían recorrer varios kilómetros por caminos de tierra para hacer gestiones en las sucursales. Como el Banco de La Pampa se planteó como una Institución de Fomento del Desarrollo e Integración, territorial y económica, diseñó su red de sucursales teniendo en cuenta esta circunstancia para competir con mejores perspectivas.

De esta manera fue que Telén, la vecina localidad de Victorica se convirtió en sede de una de esas sucursales. Recuerdo, cuando llegué a Victorica a instalarme con mi profesión que a los dos o tres años cuando necesité asistencia crediticia, me fui hasta Telén, como hacían muchos vecinos victoriquenses quienes diariamente recorrían el antiguo camino entre las chacras para cumplir con las obligaciones bancarias.

Momento de la inauguración de la Casa Central en esquina Rivadavia e Hilario Lagos de Santa Rosa. Presente el Dr. Ismael Amit Interventor Federal de La Pampa (izquierda con mano en la cara). (Foto mayo de 1959)

Muchos años después que Telén tuviese la sucursal, a la que luego se la dotó de edificio propio, Victorica logró que se instalase una agencia móvil dependiente de aquella Sucursal
Al cabo de varios lustros, la sucursal de Telén terminó cerrándose por deficitaria y la Agencia de Victorica se transformó en Sucursal, a la que se le dotó de edificio propio.

El Banco de La Pampa afrontó todas las vicisitudes que tubo la Argentina y en particular las del sistema financiero. Convertido a veces en estrella y a veces en villano de los éxitos y fracasos empresariales.

Cuando Martínez de Hoz y el Proceso de Reorganización Nacional pusieron en vigencia la nueva ley de Entidades Financieras, ese esquema jurídico permitió el ingreso a La Pampa de varias entidades a captar los ahorros de pampeanos, que de esa manera se pusieron en distintas canastas.

El Banco quedó atado a su función de fomento, mientras debía hacer frente a una competencia creciente del sector privado, que hacía uso de nuevas tecnologías, de recursos novedosos para captar clientela y de decisiones rápidas, como se necesitaban en un contexto de inflación creciente en la década del ochenta.

Inauguración del nuevo edificio de la Casa Matríz en la calle Pellegrini. Asiste el Gobernador Amit (de sombrero) sus ministros y Directores y Funcionarios del Banco. (Foto 6 junio 1964)

Las normas bancarias y extrabancarias pusieron en jaque varias veces al Banco en una discusión con el cliente, entre lo que se podía hacer y lo que estaba prohibido. Entre lo que era necesario y lo que era posible, dentro de los estrechos márgenes de la economía pampeana, sujeta a los vaivenes de los precios internacionales y de las condiciones climatologicas de la producción agropecuaria.

La Pampa no había podido avanzar en el proceso de industrialización a pesar de los esfuerzos de las distintas políticas de promoción. A mediados del ochenta comenzaron a desmontarse las pocas industrias que se habían instalado en los parques y zonas industriales en la década anterior y que se habían instalado al amparo de créditos subsidiados, exenciones impositivas y apoyo del Estado Provincial y las ciudades donde estaban insertas.

El Banco Nacional de Desarrollo (ex Banco Industrial de la Nación), fue privatizado, dado que era una entidad deficitaria, producto de créditos incobrables que no pudieron ser recuperados de las empresas quebradas o “vaciadas”.

Algo parecido sufrió el Banco de La Pampa, que no analizó con la debida rigurosidad los riesgos de cartera que asumía, en un marco de competencia creciente, de mercado restringido y de inestabilidad, que detonaron crisis económicas, estallidos políticos, cambios de normas y fuga de capitales.

El Dr. Amit (derecha anteojos) escucha las palabras inaugurales en el acto de asunción de las flamantes autoridades del primer Directorio del Banco. (Foto mayo 1959)

El Banco de La Pampa decide dar el salto expansivo en 1995, para salir del cepo de la economía provincial de secano, justo en el momento en que, en los años sucesivos se darán las crisis internacionales del “Tequila”, del sudeste asiático, de Rusia y finalmente la de Brasil, nuestro socio mayoritario del MERCOSUR.

El difícil contexto internacional, sumado a la propia crisis incubada por la convertibilidad y las inundaciones de la región de la pampa húmeda, más las quiebras de empresas industriales, tiñeron de rojo los resultados de los balances del Banco, como la mayoría de las entidades pequeñas y medianas.

Pero el Banco pudo mantenerse en pie, porque no era prestamista del Estado Provincial, ni de los Municipios, ni de grandes grupos que lo pudiesen arrastrar al fondo del abismo.

Cuando el gobierno de la Alianza encabezado por de la Rua y con el ministro de economía Domingo Cavallo impusieron el “corralito” a los depósitos bancarios, se desencadenó una de las crisis mas profundas del sistema financiero argentino.

A pesar de todas las dificultades el Banco de La Pampa, no necesitó recurrir al Banco Central solicitando redescuentos para hacer frente a la salida de depósitos. Sin embargo sufrió la misma desconfianza que se le tubo esos años a todas las entidades financieras en general y en especial a las del sector público.

Copia Facsimilar de la Memoria y Balance del Ejercicio Nº 7 cerrado el año 1965. En la portada copia del Título Nominativo que representaba cinco acciones de Cien pesos moneda nacional.

No obstante, con esfuerzo de todos los sectores, involucrando ellos a los propietarios del Banco, uno de los pocos no privatizados, a la línea gerencial y los empleados, a la clientela que supo ser consecuente y al propio Estado Provincial que se decidió a capitalizar oportunamente a la Entidad, ésta pudo capear el temporal.

Producto de esos esfuerzos y del plan estratégico de reposicionamiento de que lo dotamos fue que el Banco de La Pampa sería la primera entidad en devolver la totalidad de los depósitos a sus clientes, antes que expirara incluso los plazos impuestos por las normas.

Después el publico se enteró que las entidades financieras extranjeras no tenían más garantías y respaldos que los que tenía el Banco de La Pampa. Ahora con esta tremenda crisis financiera y económica internacional, sirve también para entender que, a pesar de todas las dificultades y los problemas que han existido en estos cincuenta años, nuestro Banco, es una de las Instituciones más sólidas del sistema financiero argentino.

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