martes, 29 de diciembre de 2009

ESCUELA PROVINCIAL "FELIX ROMERO"

PARTICIPACION DE LOS ALUMNOS
LA FORMACIÓN INTEGRAL

Este es el año del Cincuenta Aniversario de la creación de la Escuela Provincial de Comercio “Félix Romero” de Victorica, a la que ya he dedicado unas cuantas notas anteriormente.

Deseo destacar en este caso, siempre sintéticamente por supuesto, parte de sus actividades de formación integral de los alumnos y alumnas, en el campo de la educación física, donde los profesores y profesoras se preocuparon siempre, aún en medio de las carencias de los primeros años, donde se recurría a las instalaciones del Club Cochicó, para que los ejercicios de desarrollo de la capacidad física, la práctica de deportesy las actividades gimnásticas, se realizaran con la participación de todos.
Un grupo de alumnas danzan al compás de la música en el acto especial de presentación de los logros obtenidos en el campo de la educación física.

Las fiestas anuales de la Educación Física, donde se presentaban los logros del año académico se hicieron una costumbre en la década del setenta y se consolidaron a partir de la del ochenta con la puesta en funcionamiento del importante Gimnasio con instalaciones adecuadas y elementos para la práctica de deportes y otras actividades físicas.

También la educación musical cumplió su cometido con el Coro Escolar y la interpretación de algunos instrumentos por parte de alumnos como guitarra, bombo, flauta dulce y otros. Algunos alumnos que traían conocimientos adquiridos en la escuela primaria y en su hogar, encontraban en las clases de música un momento propicio para destacarse ante los demás, a la par que perfeccionaban sus habilidades.
La profesora de música Norma Lobato dirigiendo el Coro el día del acto central de conmemoración del 25º Aniversario de la fundación de la Escuela.

Además de la música, los alumnos han tenido en algunas décadas activa participación en el campo del teatro, actuando dirigidos por profesoras del establecimiento o de otros colegios y aún con la participación de padres y exalumnos que se brindaban apoyando una vertiente que permite a la Escuela proyectarse en la Comunidad, de la cual se nutre.

A veces los actos escolares que se desarrollaban intra muros de la escuela, eran conocidos por los profesores y algunos padres que solían concurrir a los mismos, generalmente miembros de la Asociación Cooperadora.

Cuando los alumnos eran suficientemente motivados y se les despertaba el entusiasmo acicateados por profesores y profesoras, para que estudiasen los temas a representar, solían darse algunos actos de alto valor pedagógico, no sólo para quienes los actuaban directamente, sino para el resto del alumnado que los presenciaba.

No hago nombre de profesoras o profesores, por temor a cometer alguna injusticia al no poder recordarlos a todos, los titulares que permanecieron por varios años y se jubilaron allí, hay suficiente memoria acumulada, pero los que han pasado fugazmente algunos años también pusieron su granito de arena y merecen el mismo recuerdo, pero a veces la memoria tiene sus meandros. Parte de los alumnos con pancartas alusivas a la representación, algunos caracterizados como maestras y profesores.


Uno de esos actos del que tenemos recuerdos y testimonios fotográficos fue el realizado el año 1986 con motivo del 1º de Mayo, día en que se celebra al Trabajador, pero también el de la Constitución Nacional.

Los alumnos que participaron en gran cantidad, dieron rienda suelta no sólo a lo aprendido, sino también a sus talentos y dotes naturales, algunos desempeñando sus papeles incluso con improvisaciones del momento.

De esa forma los primeros gratificados fueron los propios alumnos, algunos de los cuales vencieron la timidez para actuar en público, otros para elaborar las consignas, otros para preparar los carteles y la mayoría para maquillarse y vestirse adecuadamente para la representación que debían asumir.
Otros alumnos representando al sector de obreros y empleados de distintas actividades

Los sorprendidos fuimos varios de los profesores, que veíamos como alumnos que a lo mejor tenían dificultades en algunas disciplinas se desempeñaban correctamente en el papel y hasta actuaban con iniciativa desconocida en el aula en otra situación.

De esa forma los profesores también aprendíamos que, si la educación era verdaderamente integral de la persona del alumno, la evaluación final del mismo, sobre todo cuando se elaboraban los conceptos, debía tener en cuenta justamente todas las actividades dentro de las cuales participaban, no solamente dentro del aula, sino en el Gimnasio, en los actos escolares, en los actos Comunitarios y extracurriculares.
En esta toma se visualiza la representación del sector de los empleados de diversos servicios públicos y privados.

Porque los alumnos aprenden participando de un Centro de Estudiantes, en un campo de deportes, en una tarea comunitaria solidaria, no sólo dentro de la escuela sino fuera de ella con otros pares del pueblo o de la provincia. Recién hacía dos años y medio que se había recuperado el funcionamiento de las instituciones democráticas en las que tiene representación el pueblo como los Concejos Deliberantes, las Cámaras de Diputados provinciales y el Congreso Nacional, como lo disponía la Constitución Nacional o Provincial, ámbitos que habían sido silenciados durante la dictadura que imperó hasta fines de 1983.
Todos los sectores unidos en la manifestación de protesta por las injusticias y la defensa de los derechos constitucionales del trabajador.

Hacía muy poco tiempo que los gremios y los partidos políticos se habían puesto en marcha nuevamente y todo eso representaron los alumnos aquel día con una actuación que muchos de ellos recordarán, porque fueron los primeros pasos estudiantiles también para la democratización de las entidades educativas.

Varios de estos alumnos prosiguieron años después la carrera del magisterio y del profesorado en distintas disciplinas y estoy seguro que mucho de lo que aprendieron en éstas áreas en la Escuela “Félix Romero” debe haberles resultado útil para sus estudios terciarios o universitarios.

domingo, 27 de diciembre de 2009

EL APORTE VICTORIQUENSE

AL CANCIONERO DE LA PAMPA

Días pasados en la sala del Concejo Deliberante de la ciudad de Santa Rosa se llevó a cabo el acto de presentación del nuevo libro de Rubén R. L. Evangelista, titulado “Historia del Cancionero Folklórico Contemporáneo de La Pampa”.

Contratapa del libro citado en la cual se han agregado para la ilustración doce fotografías, de las cuales, por lo menos cinco muestran la presencia de artistas victoriquenses proyectados desde su lugar de origen o en otras ciudades y poblaciones pampeanas.

El mismo tiene un subtítulo que arroja algunas pistas sobre el contenido de esta obra que fue, ampliamente elogiada por los presentadores, y que dice “Biografías artísticas de autores y compositores. Selección de textos del repertorio regional.”

En esta nota no me voy a referir en sí a la obra del reconocido autor y compositor, sino que voy a focalizarme sintéticamente en los diversos aportes que distintas personas, conjuntos, poetas, músicos e interpretes nativos de Victorica o criados o educados en aquella antigua población, han realizado a dicho Cancionero Pampeano.
Los hermanos Carlos y Roberto Morán, ejecutando una de las tradicionales piezas del repertorio de su padre de quien aprendieron las mismas.

En primer lugar voy a recordar que en el anterior libro de Evangelista titulado “Folklore y Música popular en La Pampa. Cantores, guitarreros y músicos populares”, publicado el año 1987 por la ley del Fondo Editorial Pampeano, cuyo proyecto de ley redacté en mi época de diputado provincial, había incluido ya varios testimonios de antiguos aportes a este tema de la comunidad de Victorica.
El duo "Los Pampas" integrado por Agustín Borthiry y Alfredo Gesualdi en su época de estudiantes del Instituto San Juan Bosco.

Vaya como ejemplo la magnífica fotografía del año 1908, inserta en la página 42, tomada en la casa de la familia de doña Gabriela Lemme de Lemme, donde en una velada, de la que participan entre otros el Director de la Escuela 7 Hildebrando Ortiz y el maestro Félix Romero, las guitarras criollas alternan con las mandolinas que aún pulsaban los inmigrantes italianos.

Traigo a colación además que cuando el general Juan Pistarini, hijo de Victorica, llegó por primera vez en el año 1949, uno de los actos con los que se lo agasajó fue la danza del Pericón Nacional bailada por un grupo de parejas especialmente preparadas y ensayadas para la ocasión.

Uno de los cantores y guitarreros que ejecutan el repertorio del cancionero pampeano y regional, con una forma muy particular y auténticamente paisana.

Por otra parte ya en la década del 50 se había radicado en Victorica la familia de Orlando Martín y María de los Ángeles Piorno, amantes de lo criollo y del folklore nacional, que tendrían luego un rol fundamental en este aspecto.

Efectivamente, el año 1961 en la primera edición del Festival de Cosquín, integrando la delegación de La Pampa, estaría presente el recitador Daniel Martín, quien fue objeto de elogiosos comentarios en la revista Folklore de aquellos tiempos, dado su destacada participación en las peñas, en las siete lunas de enero.

Julio Ortíz hijo de una familia de guitarreros del oeste que recalaron en Victorica en la década del cincuenta y que luego de unos años de actuación en Victorica se trasladó a General Pico donde vive y actua desde hace tiempo en distintos conjuntos.

Pero no quiero dejar pasar sin mencionar, algo que en mi opinión, ha tenido gran importancia para que Victorica se convirtiera con el tiempo en esa cantera de poetas, músicos y ejecutantes o bailarines del folklore.

Es la gran motivación que ponían los maestros para que los niños y niñas amaran la música y se formaran no sólo para escucharla, sino también para interpretarla. Prueba de ello es el discurso de Félix Romero proponiendo la continuidad de la creación de una banda de música allá por 1904.
Luis Gimenez ejecutando del acordeón a piano es uno de los integrantes jóvenes de la nueva generación de Victorica que hizo su aparición también en la década del setenta y que desde hace tiempo tambien vive y actúa esporádicamente en General Pico.

A ello se agregarían en la década del veinte la apertura de los Colegios Salesianos, el “Don Bosco” para varones y el “María Auxiliadora” para niñas, ambos con internado.
En ambos colegios, algunos curas y monjas que provenían de otros lugares traían consigo los conocimientos y el entusiasmo por la música, que transmitían en el aula, pero fundamentalmente en las horas de recreación y en las veladas de teatro o en los distintos actos escolares.

Luis Gesualdi, hermano de Alfredo Gesualdi integró durante varios años el dúo "Las Voces del pueblo". Dueño de una voz muy dulce ha participado desde la década del setenta en distintas formaciones, que ejecutan el cancionero regional pampeano.

Recordemos que también los “Exploradores de Don Bosco” supieron tener su Banda de Música propia y asimismo que la Sociedad Italiana fundó la suya. Por lo cual es probable que en algunos años haya habido por lo menos dos bandas en funcionamiento al mismo tiempo, lo cual da una idea del efecto multiplicador.

Para las niñas, sobre todo las de clase media acomodada el estudio de piano era una de las actividades extracurriculares a las que asistían, enviadas por su familia. En Victorica supo haber por lo menos, en distintas épocas dos academias particulares de piano. Cito solo algunas, Hermanas Viglino, Adelina Sarranz, Norma Lobato, Dora Zapata.

En 1952 con la puesta en marcha de la Escuela de Agricultura y Ganadería, que tenía internado también para los alumnos que provenían de fuera de Victorica, fue un lugar propicio donde el folklore nacional y regional hiciera su aparición, de la mano de profesores y alumnos que provenían de distintos puntos del país.
El "Negro" Tello, hijo de un humilde trabajador municipal desde la escuela primaria se destacaba por su voz, por lo que era seleccionado para los números vivos. Se fue a vivir a General Pico a principios de la década del sesenta, incorporándose años después a conjunto de larga trayectoria "Los Labradores Pampeanos".

Obviamente siempre la guitarra y el bombo fueron los instrumentos principales presentes, para acompañar las letras de ese repertorio, que comenzaba a desarrollarse como un gran suceso nacional y después el piano.

Pero al margen de estos trayectos pedagógicos que se daban en la escuela o en las academias particulares, también ejercieron su influencia, como en todos lados la creación de Peñas y de conjuntos de baile y música folklórica.

Así en los finales de la década del cincuenta fue creado “Pampa y Cielo” conjunto de danzas folklóricas de larga trayectoria en la que se integraron además de los hermanos Carlos y Daniel Martín, Coco Cesanelli y Dora Zapata, “Gaucho” Borthiry, Irma Becerra, Rosita Ricarde y algunos otros.

También han tenido mucha importancia los espacios de encuentro de cantores, guitarreros, poetas, recitadores, los boliches, que supieron existir en Victorica, algunos tambien de larga trayectoria y de recordada importancia por la convocatoria que supieron tener en su momento de apogeo.

El joven Pedro Cabal hizo su aparición también como cantor y guitarrero en la década del setenta y con el transcurso de los años, además de interprete del cancionero regional se ha convertido en un destacado representante de los temas sureros.

Y aquí comienzo a tomar los ejemplos que el libro de Evangelista rescata, como es el tradicional boliche “La Posta” de don Valentín Ramos y su esposa. A media cuadra del mismo vivía la familia Sejas y a media cuadra de la otra calle, la familia Morán, que participaban de las reuniones con guitarras y acordeón.

En el “Documental Folklórico de la Provincia de La Pampa”, investigación perteneciente a Ercilia Moreno Chá y publicado el año 1975, aparecen grabados una polca ejecutada por Carlos Morán en acordeón tipo “verdulera” de ocho bajos y su hermano Roberto en guitarra junto a Julio Cortés.

El "Trio Voces", es tal vez hoy, junto con las "Voces del Pueblo" el de más larga trayectoria, dado que hace más de veinticinco años, que con distintos integrantes vienen cantando folklore y ejecutando algunas piezas muy seleccionadas del cancionero regional que se ajustan a su estilo y repertorio.

En ese “Documental”, que Ruben Evangelista o "Cacho Arenas", cita in extenso en su primer libro y que está en la bibliografía de esta “Historia” que lo complementa, también se citan entre otros a Roberto “Chicho” Sejas, músico y compositor no vidente, quien grabó una ranchera acompañado de su acordeón y de las guitarras de Roberto Morán y Julio Cortés.

También "Chicho" canta un estilo. Ejecuta una milonga con voz y guitarra Félix Priani. Asimismo Generoso Argentino Muñoz, uno de los dueños del boliche “La pobrecita”, entona con voz y guitarra la Milonga de Calfuán, que relata la desaparición de este paisano en los alrededores de Telén.

Humberto Urquiza es nacido en Telén, hermano de Carlos Urquiza y folkloristas desde la década del sesenta en distintas agrupaciones. Su familia se afincó en Victorica cuando se puso en marcha el servicio reducido de agua potable de Obras Sanitarias de la Nación, donde trabajaba su padre. Es uno de los más destacados cantautores del folklore regional pampeano.

Cito también al Boliche “El Diablo Rojo” de Jofré, quien tuvo una presencia importante en las décadas del 60 y del 70, con bailes amenizados por algunos de estos músicos, más la presencia de José María Etcheveste que tocaba el acordeón a piano. Néstor Massolo ha escrito varios poemas donde recoge el ambiente y los personajes que rondaban estos boliches, sus pistas de baile y sus encuentros folklóricos.

A ellos se fueron sumando los jóvenes egresados de las escuelas secundarias en busca de ambientes propicios para el desarrollo de sus propias inclinaciones. Mientras estudiaban guitarra con los maestros que venían desde Santa Rosa enviados por la Dirección de Cultura de La Pampa, se iban arrimando despacito al folklore de las orillas, que se hace más regional y luego se hará local.

Daniel Martín lleva más de cuarenta años de subirse a los escenarios, locales, provinciales y regionales para recitar o para bailar música folklórica nacional y temas criollos y fundamentalmente del ámbito rural.

Y así aparecen las jóvenes voces de Alfredito Gesualdi, Pedro Cabal, Agustín Borthiry, Luis Gesualdi, Humberto Mario Dasso, el poeta Eduardo Sosa, Julio Ortíz en guitarra, Luis Gimenez en acordeón.

A esta actividad vino a sumarse la creación de la “Fiesta Provincial de la Ganadería del Oeste Pampeano”, instituida con una semana cultural y una gran noche de folklore a partir del año 1968 en que se produce con gran éxito su inauguración, llevando más de treinta y cinco años de realización

NOTA: Todas las fotografías incluídas han sido tomadas del libro citado de Ruben L. Evangelista, a quien agradezco la dedicatoria afectuosa que hizo en su libro para quien esto escribe.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

NUESTRA PROFESORA DE INGLES

Lucita Schulte de Kenny

Cuando ingresamos a primer año del entonces Instituto Secundario de Nivel Medio “Félix Romero” en Victorica, conocimos a la profesora de inglés, alguien que nos comenzó a hablar en un idioma que no entendíamos y que sería de allí en más una obligación estudiar para aprender.

Era Lucía E. Schulte, nacida en Buenos Aires el año 1916. Había obtenido el título de Maestra Normal en 1935 y de Profesora de Inglés en 1938 en el Instituto Nacional en Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernández”.

Se casó en 1940 con Emilio Kenny uno de los hijos del Irlandés Tomás E. Kenny afincado en la zona de Telén a principios del siglo XX y con él se vino a vivir a La Pampa.
Fue maestra de sus hijos mayores, hasta que en 1954 se trasladaron del campo a vivir en Telén. A la vez que las niñas y niños se integraban a la escuela del pueblo, Lucía ingresó a formar parte del plantel docente como maestra de 5º grado.

Como era la madre de uno de nuestros compañeros, Gerardo Kenny, alguno de nosotros pensó que eso le daría cierta ventaja como estudiante, dado que en su hogar se hablaba inglés.

Tres de las profesoras fundadoras -entre ellas la señora de Kenny a la izquierda- sostienen entre sus manos la medalla recordatoria del 25º Aniversario de la creación de la Escuela Secundaria, que sostuvieron con su dedicación, y en muchos casos ad honorem por más de tres años.

Además provenía de una familia propietaria de campo, con altos ingresos. Su padre don Emilio Kenny había trabado amistad con el entonces gerente del Banco de la Nación Argentina Sucursal Victorica, quien era el presidente de la Entidad Propietaria, por lo que Gerardo se hospedaba de lunes a viernes en la casa de la familia Villegas.


La profesora de inglés vivía con su familia en Telén, la localidad vecina a la que se llegaba por el camino de tierra que iba entre los campos y chacras, que era una huella, en la que había que ceder la mano para no encajarse.

Lucita como le decíamos al comienzo, era una mujer adelantada para aquella época, dado que sabía manejar camioneta y automóvil, lo cual le facilitaba no depender de otra persona para el traslado.

Obviamente que era el ama de casa de su familia numerosa, la que después de atender sus obligaciones hogareñas, llegaba a Victorica para dictar su clase de inglés.

Hasta que conseguimos los primeros libros pasaron varias semanas, de modo que había que copiar lo que ella escribía en el pizarrón, palabras que para la mayoría de nosotros eran desconocidas.

Ella tenía una voz suave y muy dulce con una pronunciación que nos hacía recordar las películas que veíamos en el cine. También era portadora de una infinita paciencia para insistir con los alumnos más rebeldes o desapegados al estudio del idioma de Shakespeare.

En primer año éramos alrededor de cuarenta alumnos, algunos con más y otros con menos aptitud para la pronunciación como la profesora pretendía. Muchas veces la deficiente pronunciación y sobre todo la improvisación de algunos, poco estudiosos, hacían desatar la risa de toda la clase, cuando ella corregía.

En el patio de la Municipalidad donde funcionaba por entonces la Escuela de Comercio, se llevó a cabo la entrega de diplomas a fines de abril de 1963. La Directora Nélida Suarez de de la Torre observa el momento en que "Madam" Lucita entrega al Perito Mercantil Luis E. Roldán.

En las otras asignaturas, algunos que estudiaban de memoria podían recitar, casi desde la primera frase a la última, la lección, pero en inglés eso era de relativa ayuda, dado que además de recordar el significado de las palabras, había que lograr dos objetivos más. Escribirlas correctamente y pronunciar fonéticamente con exactitud cada vocablo, para expresar lo que estaba escrito.

A todo esto el idioma tenía otra dificultad, que la construcción de la oración era totalmente distinta a la del castellano materno, lo que lo hacía más complicado aún y por lo cual muchos alumnos se sentían frustrados.

Lucita a medida que pasaron los meses, y con el correr de ellos se fue produciendo el natural desgranamiento, se esmeraba en la preparación de las ayudas didácticas para favorecer la comprensión de nosotros y motivarnos para amigarnos con su materia.

Cuando llegó el día del estudiante fuimos invitados por ella y su familia al campo “La Pradera” a realizar el picnic, lo que después se hizo una costumbre anual.

Al llegar a tercer año aquellos casi cuarenta alumnos nos habíamos reducido a solo catorce compañeras y compañeros entre los que estaban la abanderada y escoltas y algunos integrantes del Cuadro de Honor, que eran estudiantes de mayor rendimiento, a los que nos costaba seguir el ritmo de cumplimiento sobre todo a quienes trabajábamos al tiempo que estudiábamos.

En la foto posan los primeros egresados junto a la primera Directora María Bazán de Ares, al Presidente de la Cooperadora Angel Silvestre Villegas y a los profesores Domingo Frois, Sara Santamarina, Celia Santamarina y Lucía E. Schulte de Kenny, a la derecha.

Doña Lucita había sentido en carne propia la desilusión del abandono de Gerardo, quien se dedicó a las tareas rurales, pero conservaba la esperanza con el resto de la familia, lo que efectivamente sucedió.

Con el transcurso de los años Lucita se convirtió en “Madam”, para todos los alumnos, a quienes acompaño en más de una oportunidad a los Viajes de fin de Curso a los Egresados que obtenían el diploma de Peritos Mercantiles. Me tocó compartir uno de ellos a Carlos Paz integrando la delegación como profesor.

Algunas de sus anécdotas podrán ser escuchadas expresadas por su propia voz, (clikear más arriba Lucía F. Schulte subrayado) en los recuerdos que desgranó en las palabras que dirigió al auditorio, en ocasión del 25º Aniversario de la Escuela en septiembre de 1984.

Doña Lucita se había jubilado en 1979 después de 20 años continuados de ejercer la cátedra de Inglés en los distintos cursos de la Escuela “Félix Romero”. En 1963 había renunciado al cargo de maestra para dedicarse exclusivamente a su cátedra de Inglés, idioma que había tenido ocasión de escuchar de niña en la casa materna, dado que si bien el padre era hijo de alemanes, su madre en cambio era descendiente de irlandeses.

Lucía E. Schulte de Kenny acompaña del brazo a María Bazán de Ares, encabezando el ingreso al salón del Gimnasio de la Escuela Provincial de Comercio "Félix Romero" donde se efectuó el acto central de la conmemoración del 25º Aniversario de la fundación.


Fue además maestra catequista en Telén y en la Escuela Hogar Nº 115, dado que al decir de ella misma “siempre amé a los niños y a los jóvenes”.

Antes de su fallecimiento dio a conocer una novela que había salido de su pluma, a la que tituló “Las hijas de Tyrrell”. En el prólogo dejó escrito “Al escribir estas historias no ambiciono más que transmitir a mis hijos y nietos el pantallazo de una época que vislumbré a través de las narraciones de mis mayores, sobre todo de mi amada madre.”
Es una de las profesoras a las que varias generaciones de egresados recuerdan con mucho afecto y respeto.

domingo, 13 de diciembre de 2009

MARIA F. BUSTOS BAZÁN DE ARES

EL HOMENAJE AL MAESTRO FELIX ROMERO

La maestra María Fredesbinda Bustos Bazán, era la Directora de la entonces Escuela Nacional Nº 7 de Victorica cuando la Comisión Propietaria que fundó el Instituto de Enseñanza Media Básica "Félix Romero", la designó Rectora de la naciente escuela secundaria.
El entonces Interventor Federal de La Pampa Dr. Ismael Amit, escucha atentamente las palabras de María B. de Ares, a su lado el presidente del Instituto "Félix Romero" don Angel Silvestre Villegas

Se había casado con Eduardo Ares otro maestro, que fue exalumno de Félix Romero y que años más tarde se desempeñaría en la Escuela de las "Chacras de Loventuel", la misma en la que fue primer director el riojano autodidacta.

A la Directora le tocó fundamentar las razones para solicitar la adscripción del mencionado Instituto a la Enseñanza Oficial, dado el carácter de privado de sus primeros tiempos. Esa adscripción se realizó al Colegio Nacional "República del Salvador" de General Pico. Este Colegio había sido también en su momento fundado como privado por el maestro de Félix Romero, el francés Miguel de Fougéres.

En el acto central de la conmemoración del 25º Aniversario de la fundación de la Escuela Provincial de Comercio Félix Romero de Victorica, le hago entrega a nuestra primera Directora un folleto con una síntesis de la historia de la misma. Fue el 8 de Septiembre de 1984.

Doña María Bustos de Ares había expresado entre otros medulosos conceptos en un discurso del mes de agosto del año 1962, algunos de los rasgos biográficos de la personalidad del fallecido maestro Félix Romero.

Lo recordó como "Un apostol del bien, que al tener fe en las potencias morales del hombre, por ellas quemó su vida. Un hombre bueno, un constructor fecundo y un idealista práctico: La Sociedad de Beneficencia "María de las Mercedes", la Sala de Primeros Auxilios, célula inicial del Hospital de Victorica, las Bibliotecas de Victorica y de Telén por él fundadas, las instituciones, el periodismo, la tribuna, lo atestiguan".

"Fue en suma, un maestro humilde y pobre, y totalmente, con la más elevada de las jerarquías, que halló su ocaso en la ciudad de Mendoza, el 7 de diciembre de 1934. Así recordamos y así honramos a don Félix Romero, ya hecho espíritu de su pueblo."

Vayan esta serie de testimonios y recuerdos como nuestro aporte a la memoria de la fascinante personalidad de Félix Romero un sarmientino de ley, quien dejara de existir hace 75 años y también a la conmemoración de los primeros cincuenta años (Aniversario de Oro) de la creación y puesta en funcionamiento del ex Instituto y ahora Escuela Provincial de Comercio "Félix Romero", donde tuvimos la dicha de formarnos y educarnos.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

FELIX ROMERO

RECONOCIMIENTO POSTUMO
A SETENTA Y CINCO AÑOS DE SU MUERTE

Félix Romero, nacido en la provincia de La Rioja el año 1878, llegó con sus padres a Victorica, después de haber vivido en Villa Mercedes (San Luis) unos cuantos años, donde había cursado algunos grados de la escuela primaria de entonces.

En Victorica terminó de cursar el resto y de la mano del maestro francés Miguel De Fougéres, se convirtió en ayudante no diplomado de la escuela de varones Nº 7.

Entre 1905 y 1914 “Romerito” como lo llamaban cariñosamente sus amigos, ejerce la docencia en la primera escuela de La Pampa.

Luego cuando se crea en la zona de Loventuel la que se conoció como la “Escuela de las Chacras”, una escuela rural, para acercar más la educación a los niños de las familias que vivían mayoritariamente en los campos, Félix Romero es designado maestro y Director de la misma en 1914 por el entonces Consejo Nacional de Educación.
Foto tomada al retrato del patrono de la Escuela Provincial de Comercio Félix Romero de Victorica, con motivo de conmemorarse el Aniversario de Plata el año 1984.

Se casó en Victorica con una maestra, María Julia Quintana el año 1917,quien no sólo fue su esposa y digna compañera, sino también destacada dirigente de entidades de bien público.
Al año siguiente tuvo una de sus grandes penas. El ver desalojada judicialmente la Biblioteca Popular Bartolomé Mitre que había fundado junto a Pedro Telmo Lobo y el Comisario Hernández. Recién se vería gratificado cuando la Biblioteca pudo inaugurar su edificio propio en el año 1927.

Félix Romero se había jubilado el año 1921 y como su esposa había sido designada directora de la Escuela de Telén, fue que durante la década del veinte se radicaron en aquella localidad.
Allí también Félix Romero dedicó sus últimos años a fundar y escribir periódicos, creó una Biblioteca Popular también en Telén. Se asoció y fue cofundador de la Asociación de Maestros Pampeanos.

La noticia de su fallecimiento llegó a Victorica el 7 de diciembre de 1934, su deceso se había producido en Mendoza. Lo despidió, en el entierro de sus restos en el cementerio, su colega y amigo don Laureano González, quien había sido maestro en Victorica y luego designado director de la escuela de Luan Toro.

Un grupo de maestros y exalumnos solicitaron a las autoridades de educación de entonces que se le impusiera a un aula de la escuela Nº 7 el nombre de Félix Romero, pedido que no fue acogido favorablemente.

Félix Romero en la Escuela de las "Chacras de Loventuel" observa como los niños hacen cestos y escobas.

Es que Félix Romero era un maestro en el verdadero sentido de la palabra, pero no se había diplomado en ninguna escuela de formación docente. Sin embargo su vida en la docencia y en la cultura de los pueblos de Victorica y su zona estuvo siempre al servicio de los demás y sobre todo de los más desposeídos.

No sólo fundó bibliotecas y periódicos, sino que también fue quien fomentó la creación de una banda de música, quien ayudó a fundar la Asociación de Beneficencia, de la que fue presidenta su esposa.

Estuvo también entre los socios fundadores del Club Social en 1918, del que fuera su presidente, fue concejal electo por el Partido Socialista, cargo desde el cual logró que se aprobaran varios proyectos de su autoría para mejorar la calidad de vida de la sociedad victoriquense de entonces.

El matrimonio Félix Romero y María Julia Quintana, grandes benefactores de las comunidades del oeste pampeano preferentemente Victorica, Telén, Loventuel. Esforzados trabadores de la cultura y la educación lugareña.

La Comisión Directiva de la Biblioteca Popular Bartolomé Mitre de Victorica escribió en la pizarra que exhibió en la vereda: “Félix Romero: fundador de ésta Biblioteca, falleció ayer en Mendoza a la edad de 56 años. Autodidacta, luchó sin desmayos por la cultura pública y los humildes. Hombre del pueblo, lo que fue se debió a su propio esfuerzo y desde peón de calle llegó así a ser maestro de la niñez y juventud. Su vida fue una lección constante de lo que puede la voluntad del hombre puesta al servicio de altos ideales.”

Cuando años después varios vecinos, amigos y exalumnos quisieron traer a Victorica sus restos, no pudieron porque éstos habían sido enviados al osario del cementerio mendocino por falta de pago de los derechos.

Félix Romero participando activamente de la vida política de Victorica en las décadas del 10 y del 20.

Recién varios lustros después se haría justicia a su obra y su labor otorgándosele un reconocimiento que perdurará para siempre en el tiempo. La escuela Secundaria que formó los primeros Peritos Mercantiles en Victorica fue bautizada con su nombre hace cincuenta años. Efectivamente, un vecino, propuso en una reunión a la Asociación Fundadora que se impusiese su nombre a la nueva Institución Educativa en formación.

El espíritu y la impronta de Félix Romero están presentes no solo en la Biblioteca que sigue creciendo, sino también en el solar donde está actualmente la Escuela 7 y en la Escuela Provincial de Comercio, donde otros docentes trabajan para darles a esta niñez y juventud actual las mismas oportunidades que él pensó para los de las primeras décadas del siglo XX.
Probablemente su espíritu aún ande sobrevolando los campos de las chacras de los alrededores de Loventuel donde pasó talvez sus años más felices junto a los niños, las familias y la naturaleza.

martes, 8 de diciembre de 2009

EDUARDO FERMA II

RECONOCIMIENTO
En el mes de mayo pasado del presente año, el destacado hombre de la cultura pampeana Eduardo Ferma, participó con gran satisfacción de la imposición de su nombre a un sector de la Galería del Centro Municipal de Cultura de Santa Rosa (La Pampa).
Ahora el talentoso dibujante y pintor, maestro Eduardo Ferma, ha sido nominado por la Junta Directiva del Consejo Profesional de Ciencias Naturales, aprobando de esa forma la
postulación efectuada oportunamente por el Presidente Honorario de la entidad, Doctor Augusto Calmels, para recibir el Premio "Perito Agusto Tapia" en su décima sexta entrega.


La mencionada entrega del merecido premio se llevará a cabo en el Acto Académico que realizará la Institución el próximo 11 de diciembre de 2009.



La importantísima y dilatada obra artística del pampeano Eduardo Ferma, se encuentra en pinacotecas privadas de La Pampa y en renombrados Museos de Argentina y del mundo.



Después de una enfermedad que lo mantuvo alejado durante unos cuantos años, el maestro Ferma ha vuelto los últimos tiempos a seguir en el camino del arte, que tantas satisfacciones humanas le ha reportado.




miércoles, 2 de diciembre de 2009

FAMILIA LLORENS

ULTIMA PARTE: Después de la Gran Depresión y la Segunda Guerra.


Durante la década del veinte, después de terminada la Primera “Guerra Mundial”, se reactivó el consumo, y el clima favoreció con un ciclo favorable a la agricultura y la ganadería.
La educación expandió las posibilidades a las familias numerosas, que sin dejar de vivir en el campo, pudieron enviar a sus hijas e hijos a los internados que abrieron en Victorica la congregación Salesiana.
El deporte, sobre todo el futbol, el más popular de todos, produjo la creación de clubes como Cochicó y Juventud Unida.La salud publica dio un paso adelante con la radicación de nuevos profesionales del campo de la medicina y la creación de una Sala de Primeros Auxilios, llevada adelante por la Asociación de Beneficencia.

Don Juan José Llorens con una de sus nietas y el hijo del encargado de "La Porteña", el puestero Salinas.


La firma originaria, Llorens, Antich & Cía, aprovechó esa expansión para instalarse en la Isla del “Chalileo”, la zona de la confluencia de los rios Atuel y Salado muy apetecible para quienes se dedicaban a la crianza de lanares, caprinos, mulares, equinos y en menor escala bovinos. Fue un esfuerzo importante, que tuvo sus frutos. Había que recorrer miles de kilómetros por caminos de huella con carros y camiones que muchas veces quedaban varados en los medanales de la travesía.


Y había que competir con varios acopiadores, algunos instalados en la propia Santa Isabel y otros en Telen y Victorica que también operaban con Consignatarios en Avellaneda y tenían sus Barracas en aquellas localidades.





Copia de documentos comerciales de la empresa Juan José Llorens y Cía. conteniendo sus logos y marca registrada para Victorica.


Un antiguo poblador de Victorica ha recordado que don Juan José Llorens era hincha fanático del club River Plate y que cuando la Comisión del Club Cochicó le solicitó una colaboración, él les regaló un equipo completo a los integrantes del plantel de futbol, con la misma camiseta que utilizaba el club de sus amores.


Antes de desmenbrarse la última sociedad, cuando aún el antiguo Almacén de Ramos Generales, mostraba todavía su potencia comercial para Victorica y la zona.



Esto hizo que Cochicó cambiara la camiseta blanca y el pantalón azul por la camiseta blanca y la banda roja, que adoptó de allí en más como distintiva del equipo.
En ese equipo formaron parte varios de sus empleados como Julio Cirilo Rochereul, los Romero y también algunos de los hijos de su socio Nicomedes Gómez.


Los antiguos carros tirados por mulas cargados de lanas y cueros, frente a la barraca de la Sucursal en Santa Isabel, Departamento Chalileo, Territorio Nacional de La Pampa. Década del veinte.



Algunas otras personas han recordado que la firma de la “Casa Llorens”, regalaba a cada una de las mujeres embarazadas, sobre todo a las primerizas, un libro conteniendo toda una serie de recomendaciones y consejos a tener en cuenta antes, durante y después del parto, para un alumbramiento sin dificultades y para la crianza del bebé. El libro había sido publicado por la Editorial Ateneo, su autor había sido el Dr. Aníbal Olaranchans y se titulaba “Higiene y alimentación del niño”


A estas acciones educativas y de difusión de la nueva cultura que iba desplazando y cambiando lentamente de la mano de la ciencia y los adelantos tecnológicos, se sumaban otras de colaboración con las demás entidades de bien público del pueblo, o la impresión para regalar a su amplia clientela elementos útiles para el hogar o para la empresa familiar.




Uno de esos fue la edición de un mapa de la Republica Argentina de gran tamaño, impreso el año 1928, que aún se pueden encontrar en los archivos familiares de los abuelos o bisabuelos que lo atesoraron.
La Sucursal de Santa Isabel funcionó hasta el año 1929, el año en que el mundo, tendría la noticia del comienzo de una gran crisis mundial, que se inició en los Estados Unidos, pero que se expandió a todo el mundo.

Isidoro Orgales era el gerente de la Sucursal Santa Isabel de la firma Llorens, Antich y Cía. Esta fotografía fue tomada por el fotografo que viajó desde Trenque Lauquen en ocasión de la entrega de los primeros automóviles vendidos en Victorica y Santa Isabel.



La década del treinta fue de muchas complicaciones no solo por los efectos negativos del impacto de la profunda crisis, que llevó a la quiebra a comercios e industrias, y una ola de desocupación que afectó al consumo. Sino porque a ella se sumó en La Pampa, un clima adverso que incluyó sequías prolongadas, vientos, la caída de ceniza de un volcán chileno que afectó muchos campos del Territorio, la plaga de la langosta y la voladura de la capa fértil del suelo.


Para completar este panoramadesolador, a fines de la década del treinta dará comienzo en Europa la “Segunda Guerra Mundial”, con la cual los flujos de intercambio comercial vuelven a atascarse.




A mediados de la década del cuarenta se instala en Victorica una sucursal de la firma Federico Calandri y Cía con casa Central en Eduardo Castex, otro competidor para la firma Llorens. Los hermanos Romero, ex empleados, habían abierto una despensa, lo mismo había sucedido antes con José Eguía. Los comercios crecían, pero la población estaba estancada. Así quedó registrado en el Censo de Población de 1947 donde se verificó una disminución de habitantes con respecto al censo anterior.


Años después se produce la segunda reconversión de la empresa J.J. Llorens y Cía. En esta oportunidad la liquidación hace que don Vidal Sáenz se quede con la que era la Sección Tienda, don Gaudencio Pablo es adjudicatario de la Sección Almacén y con ella la Agencia Ford y don Juan José Llorens se queda con la Barraca.

Quien está parado al lado del primer auto es don Pedro Nicomedes Gómez, socio de la firma Juan J. Llorens, J. Antich y Cía. En la caja del camión se alcanza a leer la razón social. La Sucursal Santa Isabel funcionó entre 1920 y 1929.

En 1951 don Juan José LLorens forma una nueva Sociedad, en este caso de Responsabilidad Limitada que se denomina VIC SRL con el señor Manuel Serra y otros. Con dicha sociedad adquieren los campos “La Porteña” y “La Esperanza”, ubicados al sur de San Luis en el límite con La Pampa.


“La Porteña” había pertenecido al español Máximo García, que fue propietario muchos años de la casa en la esquina de la plaza frente a la Iglesia y al Almacén de Llorens.


Don Juan José Llorens en una de las fotos de sus últimos años, apoyado en la tranquera del campo mira la cámara.

Por su parte “la Esperanza” había sido de Ramón Galíndez Orueta, otro inmigrante español, quienes los habían adquirido entre 1885 y 1887. Ambos provenían de campos de la zona de Benito Juárez (Prov. De Buenos Aires), donde los Llorens también habían realizado actividades agropecuarias y comerciales.


La filiación política de Juan José Llorens fue su militancia en el socialismo. Era suscriptor del diario “La Vanguardia”. Su familia recuerda que en ocasión de negarse a realizar una donación para la Fundación Eva Perón, la policía lo detuvo en Trenque Lauquen. Sus argumentos habían sido que él sabía a quien se debía ayudar. Muchos de sus amistades organizaron manifestaciones de repudio, e iban a llevarle comida a la cárcel hasta que lo pusieron en libertad.


Este espejo que ahora forma parte del Patrimonio Histórico Municipal, estuvo durante muchos años expuesto en la Confitería, que funcionaba al lado del Cine Armonía y que regenteaba el recordado "Gato" Lamónica.

Don Juan José Llorens dejó de existir el año 1964, se había casado con Gracia Bassa de cuyo matrimonio nacieron seis hijos: Juan Jacinto, Luis, Sara Angela, Irene, Emilia Luisa y María Monserrat.

Sin dudas que Juan José Llorens, siguiendo el camino de su padre y tíos inmigrantes, que con su esfuerzo aportaron al crecimiento de la Argentina del Centenario, el también contribuyó con el suyo a la grandeza de La Pampa.
En la Municipalidad de Victorica se conserva un gran espejo con la marca registrada de “Casa Llorens” y en la esquina donde existió el Almacén, actualmente funciona un Café, talvez alguien pueda colocar alguna placa en esa esquina por donde pasó tanta historia lugareña.


PD: Agradezco especialmente a la familia de don Juan José Llorens por facilitar acceso a datos familiares, a "Mita" Peirone y su hija Lía por su gran colaboración y la cesión de fotos y también a Rubén Gómez Luna quien gentilmente ha compartido fotografías de su album familiar.
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