El niño Orlando Martín, nació en Azul, provincia de Buenos Aires, un 24 de abril del año 1908. Allí se habían radicado sus padres, quienes habían llegado a la Argentina procedentes de la provincia de Zamora, situada entre León, Valladolid y Salamanca, (España) lindando con Portugal. Como el alumbramiento se produjo a los tres meses del arribo, se puede deducir que viajó amparado en el vientre de su madre, doña Ángela Mayor, quien tenía 28 años y Amador contaba con 29, ambos españoles. Fueron sus padrinos Luis Crespo y Ramona Vicente ambos españoles residentes en Azul.
En el Azul permanecieron un año aproximadamente y por contactos con otros españoles quienes le hicieron saber por carta de las colonias que se estaban organizando, se trasladaron a Luan Toro, un pueblo nuevito del entonces Territorio Nacional de la Gobernación de la Pampa Central. Hacía pocas semanas que se había fundado el poblado, a la vera del Ferrocarril del Oeste, el que procedente desde la estación Once en Buenos Aires, pasó por General Pico (1905), Eduardo Castex (1908), Conhello y alcanzó Luan Toro, prosiguiendo con rumbo hacia Victorica (1882) y Telén (1901) que se convertiría en punta de riel de ese ramal.
Don Amador ejerció su oficio de zapatero y talabartero en Luan Toro en su local al que bautizó con el nombre comercial de "La Zamorana". En el mismo fabricó bastos, estribos, encimeras y otros arneses para caballos, mulas y bueyes, en la época de la tracción a sangre. Su nieto Daniel conserva un par de estribos con clavos de bronce, confeccionados con las manos del abuelo español.
Orlando era el segundo hijo del matrimonio formado por Amador Martín y Ángela Mayor. Irene fue la primera hija. A los dos mayores se sumaron después, Antonio, Felisa, Eusebio, Florencio, Alipio y Eugenio quien falleció a la corta edad de 16 años.
Conocí a varios de ellos, pero a los que más traté fue a Florencio que tenía un almacén de ramos generales en Luan Toro en la década de 1970 y a su hermano Alipio, quien con su esposa e hijos administraban el antiguo y ya demolido "Hotel París" y luego en el ex Restaurante "Quiroga", ambos en la ciudad de Santa Rosa. Allí vivía también otro de sus hermanos, Antonio que supo tener el Bar "La Perla", en una esquina de la calle Raúl B. Díaz, padre de dos excelentes jugadores de fútbol quienes supieron integrar el equipo de Luan Toro primero y luego del club All Boys de Santa Rosa .
A Orlando, por ser el mayor de los varones, le tocó salir a trabajar al campo desde muy niño, cuando tan sólo contaba con diez años. Se desempeñó como "boyero" en el campo del español Moralejo. Entre otras tareas, le tocó aprender a poner los arneses de trabajo a los caballos, como las pecheras, las anteojeras, las silletas y otros elementos para poder conducirlos en las tareas agropecuarias de arar, sembrar y trillar en ésas tierras vírgenes, que veinte años antes habían estado bajo el dominio del indio. A pocos kilómetros de Luan Toro estaba "La Blanca" el último reducto de las familias aborígenes, antes de ser enviadas a la Colonia "Emilio Mitre" más allá de "La Pastoril".
Luego pasó a trabajar con la familia Ferrero, quienes lo llevaron a la colonia de Arata donde también realizó trabajos de labranza en la época de la tracción a sangre. Esa vinculación desde muy jovencito con los caballos ( de pecho) le permitió adquirir una gran experiencia con dichos animales, tanto de los que se utilizaban para tirar los implementos agrícolas, como los que se utilizaban para andar
Don Orlando habla en el salón de actos de la Municipalidad de Victorica el 25 de mayo de 1973 al asumir el cargo de Intendente Municipal
Orlando cursó la escuela primaria en Luan Toro hasta el tercer grado. En aquellos años con egresar de la "escuela elemental" alcanzaba para aprender a leer y escribir y las costumbres de la época era que había que ir a trabajar cuanto antes, para ayudar a la familia numerosa.
Después fue a trabajar en la estancia de los Molas, campo que luego pasó a propiedad de la familia Ospital. Allí conoció a la joven María de los Ángeles Piorno, -hija de Lucio Piorno y Antonia Chapado ambos españoles de la comarca de Sayago del municipio de Carbellino, (pueblo pequeño entre Almeyda de Sayago y Roelos de Sayago, el que en 1910 tenía 817 habitantes) provincia de Zamora-, con quien se casó en Luan Toro el 10 de abril del año 1932. Él tenía 24 años y en ese momento le declaró al cura José Bonone, que ejercía la profesión de peluquero, ella tenía 19 años. Fueron testigos del matrimonio José A. Martín de 22 años, natural del país, soltero y Cayetano Martín de 39 años, español, casado.
De ese matrimonio nacieron Angelina la primera hija, que concurrió al Colegio María Auxiliadora de Victorica y luego llegó Daniel el primer hijo varón, quien asistió a la escuela de Carro Quemado.
Como el año 1924 se había fundado Carro Quemado, al sur de Victorica y cerca de Luan Toro, esto impulsó la demanda de la apertura de caminos, sobre todo porque ya desde principios de la década de 1920 habían llegado los primeros automotores a la zona.
Vialidad Nacional contrató a Orlando con sus caballos, por la experiencia previa que tenía. Le encomendaron construir, reparar y mantener en estado de transitabilidad el camino entre el paraje "El Durazno" y el límite con San Luis. Allí estará trabajando incansablemente de sol a sol, con los más crudos inviernos y los más calurosos veranos, con lluvia y enormes vientos y ventarrones de aquellos que asolaron la Pampa Central durante toda la década de 1930.
Monolito a la entrada a Victorica por la avenida Agustín Borthiry, donde esá colocada la placa con el nombre de la ruta Intendente Orlando Martín
En el "Puesto de la Morocha", a la vera de la ruta provincial 10, nacieron sus otros dos hijos varones Carlos y Orlando (h), el menor de todos. En los primeros años de la década de 1950 dejó de trabajar para Vialidad Nacional y se instaló con su familia en Victorica, donde abrió una carnicería. Su esposa y su hijo mayor Daniel se hicieron cargo de la carnicería. Él se ocupaba de las compras de ganado junto con su hijo Carlos y de atender el campo "La Yolanda" entre Telén y Colonia "La Pastoril".
En homenaje precisamente a su memoria y por ese trabajo de apertura del camino mencionado, en la década de 1990 durante el gobierno provincial del Dr. Rubén Hugo Marín se puso una placa en un monolito en el nuevo acceso a Victorica, denominando con el nombre Orlando Martín al tramo de la ruta provincial actual Nº 105, ex ruta nacional N° 148.
Su gran amor por los caballos lo llevaron a firmar convenio con la Dirección Nacional de Remonta del Ejército Argentino para criar caballos de raza, tarea que realizó en su campo "La Yolanda", de Telén hacia el oeste, donde solían llegar los inspectores militares.
El 25 de Mayo de 1973 momento de la firma del acta del traspaso del inventario de los bienes de la municipalidad. El intendente saliente Ingeniero Raúl H. Kenny, y el nuevo que asumía Orlando Martín, parado en el extremo izquierdo Alberto Rodríguez, electo juez de paz.
En la década de 1950 fue electo concejal de la Municipalidad de Victorica por el peronismo y el año 1973 fue electo Intendente Municipal, años en los que además presidió la Comisión Organizadora de la Fiesta Provincial de la Ganadería del Oeste Pampeano. Su esposa doña María de los Ángeles lo acompañaba como Concejal y como vocal e integrante fundadora en la misma Comisión.
Participó en varias entidades de bien público como la Comisión Propietaria del Instituto de Enseñanza Privada "Félix Romero", de la Asociación Cooperadora de la Escuela Agrotécnica, la que presidió durante varios años; de la Cooperadora Policial, fue Presidente del Club Cochicó, siendo además integrante, junto con su esposa del Club de Leones, creado el año 1972, del que participó activamente también su hijo menor Orlandito junto a su esposa.
Sus hijos se casaron y le dieron varios nietos. Angelina se casó con "Pichón" Andrada, Daniel lo hizo con Nora Arroyo de General Pico, Carlos contrajo matrimonio con Irma Becerra y Orlandito lo hizo con Nora Aramburu familia oriunda de La Plata donde residió mientras estudiaba su carrera de bioquímico. Algunos de sus nietos, han seguido las huellas de la abuela con la música y el canto y otros las del abuelo, en la política y las actividades comunitarias, sobre todo haciendo honor a su pasión por el turf.
Falleció en Victorica el 25 de octubre del año 1986. A pedido de su esposa dije unas palabras en el cementerio, que luego ella decidió poner en una placa en su tumba.
Se le agradece siempre a Luis Roldan ,de mantener la historia familiar y social del querido abuelo Orlando Martin !Recordado siempre como un hombre de bien.
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