Don Nicolás Marzano, de nacionalidad
italiano, había formado familia y trajo al mundo unos cuantos vástagos. Nació en la península itálica el año 1853.
Arribó a la Argentina
aproximadamente a finales del siglo XIX, cuando comenzaba la gran inmigración italiana a nuestro país y cuando en el oeste del ex Territorio
Nacional de la Pampa Central, el proceso de ocupación de las tierras de las que
habían sido despojados los aborígenes estaba en pleno proceso de puesta en
producción.
Es por eso que esa zona y la primera
población cristiana fundada por el Ejército Nacional el año 1882, eran un foco
de atracción de trabajadores, personas que conocían distintos oficios y sobre
todo de técnicos y profesionales.
En 1890 había llegado a Victorica, la
capital del entonces amplio Departamento 7º, el ciudadano de nacionalidad
francesa don Alfonso Capdeville, quien era el apoderado y representante de la
firma “Ganadera Nacional S.A.”.
Cuando la mencionada Sociedad Anónima se
disolvió Capdeville compró unas cuantas hectáreas con las cuales formó su
estancia llamada Telén, el antiguo paraje “Thanan tué” de los ranqueles.
En la foto tomada al momento de iniciarse el cortejo fúnebre, la columna está encabezada por la Banda de Música de Victorica, cuyos integrantes ejecutaron la música de despedida y dos amigos que portan las Banderas de Italia y de Argentina, la Patria de origen y la que lo acogió y en la que vivió la mayor parte de su vida
Don Nicolás Marzano conoció al francés
Capdeville, según recordaba su hijo Antonio Marzano alrededor de los años
1884/85 en la zona de Epu-Pel, administraba la estancia de la firma que lo
había contratado en el Uruguay. Trabajó con él en la construcción de alambrados,
y años después lo llevaría a la zona de Victorica para alambrar su campo en
Telén.
Varios años después don Nicolás Marzano
ya convertido en contratista, trabaja al norte de Victorica con su cuadrilla
que integraban algunos de sus hijos y otros ayudantes en la tarea de cortar
alfalfa en campos aledaños al paraje “Leuvucó”.
Se había casado y tenía varios hijos
varones, -Miguel, Antonio, Francisco, Julio, Pedro, Nicolás y Luis- la mayoría de los cuales en la fatídica década de 1930 optaron por dejar
Victorica y buscar mejores horizontes en Buenos Aires, algunos en localidades
de la provincia y otros en algún barrio de la Capital Federal. Francisco fue durante largos años periodista del antiguo diario La Prensa, en tanto que Antonio llegó a ser Gerente General de la Cámara de Comercio de Vicente López.
El año 1919 en momentos en que nuestro
abuelo Luis Cesanelli y su cuadrilla estaban terminando de instalar el nuevo
horno para la Panadería que llevaba el nombre de “La Vencedora”, se produce su
fallecimiento.
Subido al tope de la escalera se encuentra nuestro abuelo materno Luis Cesanelli, el que está de chaleco tomando el horno es el técnico Querol de la compañía vendedora que supervisaba la colocación y entre los peones están dos de los hermanos Marzano colaborando en las tareas
Según reza en el acta respectiva y por datos aportados por su sobrino don Isidro Imbelloni, falleció en su domicilio familiar el día 25 de mayo del año 1919, a causa de hepatitis crónica, según el certificado del médico Luis Jiménez.
Era hijo de Miguel Marzano y de Dominga
Lavanca ambos fallecidos en Italia. Firmaron el acta el Juez don Juan
Sansinanea y como testigos el mencionado sobrino Isidro Imbelloni y el
peluquero don Faustino Gil, que vivía frente a la plaza.
El año 1930 figuran registrados en la Guía
Anual Kraft como panaderías las de Juan Acosta, Álvarez Hermanos y la de Juan
Lozada, probablemente este último alquilando el local de los Marzano, dado que
tenía su domicilio en Toay.
El último de sus hijos que vivió en Victorica y que alquilaba el local fue Miguel, que había sido portador del nombre del abuelo italiano y que durante muchos años defendió la personalidad del francés Capdeville que hab´ñia sido Intendente de Victorica entre los años 1891 y 1899, por lo que le había contado su padre y quien bregó para que "Los Pisaderos" se convirtiese en lugar histórico.
Todavía se halla en pie la estructura
del edificio que albergó su casa de familia y el local comercial anexo de la
panadería a la entrada de lo que actualmente es el Parque “Los Pisaderos” en
Victorica.
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