El fundador, acompañado por varios comerciantes y ex vecinos de Victorica se abocaron a la tarea de edificar en Telén no sólo sus viviendas, sino también sus casas de negocio. A los pocos años este pueblo tenía varios adelantos que lo convirtieron en el más desarrollado de la primera década del siglo XX.
El Ferrocarril del Oeste llegó en el mes de mayo del año 1908, haciendo realidad uno de los adelantos tecnológicos más añorados de la época, que conectó al pueblo con los demás pueblos de La Pampa, y también con los de la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal de la Nación Argentina.
En el cartel que se observa en la foto de arriba se puede leer una advertencia de la Empresa que dice " Está Prohibido transitar por las vías. Artículo - Reglamento General de Ferrocarriles- La Administración", y está encabezado con la sigla F.C.B.A.P. que son las iniciales de la leyenda "Ferro Carril Buenos Aires al Pacífico".
Es que el proyecto original, todavía no descartado en la fecha de llegada, era el de continuar dicha línea hacia el sur de La Pampa, cruzar el río Colorado, atravezar el Neuquén y poner rumbo a la Cordillera de los Andes, para atravesarla y llegar a un puerto de Chile, con lo cual habrían conectado los dos Océanos.
Lamentablemente las condiciones económicas internacionales y nacionales cambiaron, sobre todo cuando el año 1914 se inició en Europa la Primera Guerra Mundial. En ese momento los concesionarios de los ferrocarriles eran empresas de capitales ingleses, que desactivaron sus proyectos de nuevas inversiones. Esa decisión truncó el proyecto de prolongación mencionado y otros.
El año 1909 en Victorica había abierto sus puertas una sucursal del Banco de la Nación Argentina, lo cual motivó la reacción rápida de Capdeville y sus amigos, quienes tomaron la decisión de crear un Banco regional con capitales propios.
Para eso generaron una Sociedad de Responsabilidad Limitada, hicieron la suscripción de capitales en la que intervinieron no sólo vecinos de Telén, sino también algunos amigos inversores que solían visitar "El Alto", la residencia de Capdeville, en la que mientras disfrutaban de los agasajos, en las tertulias de sobremesa, se enteraron del proyecto al que acompañaron.
Pero después de habilitar el Banco de Crédito Rural de Telén, que fue dotado de edificio propio frente a la plaza y a pocos metros de la Municipalidad, comenzaron algunas dificultades. Fue un banco que satisfizo las necesidades de crédito para los propios socios capitalistas. Capdeville abandonó Telén y se radicó en El Sosneado en Mendoza, donde con socios capitalistas se inició en la actividad minera.
La experencia del Banco terminó en un fracaso y fue liquidado por orden judicial. De aquella quijotada, queda como mudo testigo el edificio en el que funcionó el mismo.
Capdeville falleció el año 1920 en Mendoza poco tiempo después sus restos fueron trasladados al cementerio de Telén donde fueron inhumados.
En la actualidad Telén, ha recuperado el frente del edificio de la Municipalidad. Es interesante destacar que las aberturas y las molduras que adornan el frente son originales del año 1926 en que se realizó la obra. Al lado derecho del mismo se encuentra el Edificio del Juzgado construido por la Nación el año 1944 y del lado izquierdo se encuentra actualmente el nuevo edificio de la Comisaría.
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