martes, 6 de septiembre de 2011

HOMENAJE A EDGAR MORISOLI


El viernes 2 de septiembre próximo pasado, se llevó a cabo en el Teatro Español de la Ciudad de Santa Rosa, el Homenaje al poeta y escritor Edgar Morisoli, organizado por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad y con el auspicio de la Asociación Pampeana de Escritores, de la que es socio fundador y ex presidente, y de La Arena S.A.

Oficiaron de recitadores de sus poemas  los escritores “Basko” Inchaurraga y Armando Lagarejo, que fueron leyendo entre uno y otro número musical. También Nadia Grandón leyó una poesía.
Además de los músicos y cantores que estuvieron en el escenario, participó la bailarina Ana Badillo, quien con sus movimientos acompañó los poemas leídos.
Como cada uno de los libros de Edgar Morisoli contienen en sus páginas ilustraciones, de plásticos, ceramistas y fotógrafos pampeanos, en el Hall de ingreso al Teatro se expusieron algunas  de Dini Calderón, Paula Rivero, Marta Arangoa, Cristina Prado, Raquel Pumilla, Martín Viñes, Osmar Sombra y Jorge Harb.




En el umbral de sus ochenta y un años el poeta pampeano, junto a sus familiares, participó desde la primera fila, de un Teatro colmado de público entre los que se encontraban sus colegas, amigos, camaradas de ruta, lectores y seguidores de su obra.

Muchos de los poemas de Morisoli han sido musicalizados con distintos ritmos e instrumentos por diversos compositores. Según ha dicho el propio poeta el primer músico que le puso música a uno de sus poemas fue el guitarrista Guillermo Mareque.

Los músicos y cantores que se adhirieron con su presencia en el escenario cantando y ejecutando las canciones del Poeta Homenajeado fueron: Roberto Yacomuzzi, “Lalo” Molina, Ernesto del Viso, “Beto” Leguizamón, Daniel Galván y Alberto Acosta entre otros.

El final del capítulo musical estuvo a cargo de la banda Juani y los Grillos desnudos, dirigida por Juani De Pián, con la participación de varios jóvenes músicos. Lo novedoso es el ritmo del folklore urbano de su presentación que contrastó con el folklore del ámbito rural que precedió a las anteriores canciones.

El primer libro de poemas que publicó fue titulado “Salmo Bagual”, editado por la Dirección de Cultura de La Pampa el año 1957, con la presentación de la escritora Rosa Blanca de Morán. Morisoli se afincó en La Pampa el año 1956, es nacido en la localidad de Acebal, provincia de Santa Fe. Está casado con Margarita Monges, también escritora, de cuyo matrimonio nacieron dos hijos: Juan Pablo y Moira.








Su obra es muy prolífica y a pesar de los inconvenientes que tuvo que afrontar, derivada no sólo de situaciones personales, sino también políticas, que le valieron cesantías durante los gobiernos militares, la mayor parte de ella está editada.

“Solar del Viento”, vio la luz el año 1966, año del golpe de Estado de la llamada “Revolución Argentina” que encumbró al General Onganía y que desató una purga en la Universidad Argentina contra los intelectuales de pensamiento marxista.


“Tierra que sé” fue publicado el año 1972, cuando ya se había producido el deshielo de la dictadura, previo “Cordobazo”.
El año 1974, se editó “Al Sur crece tu nombre”, cuando La Pampa y la Argentina asistían a la reposición del sistema democrático, que fue un corto lapso porque en marzo de 1976 se inauguró la dictadura militar,  más feroz, que dejó como saldo miles de muertos y desaparecidos.


La voz del poeta fue obligada a un largo silencio, aunque en el seno de su hogar prosiguió su tarea creativa. Recién veinte años después de su libro anterior da a conocer parte de su producción literaria gestada entre los años 1974 y 1986, bajo el título de “Obra callada”, ilustrada con excelentes grabados de la plástica María del Carmen Pérez Sola.


Una bella obra, en la que campean sus alegatos contra la pobreza, contra las injusticias, contra la impunidad, junto a su canto al amor, a la solidaridad a la cooperación, a la amistad, y donde está presente también la utopía, la tristeza y el dolor. Temas que por otra parte atraviesan toda la inmensa obra poética.
A don Edgar Morisoli lo conocí personalmente cuando se realizó en Santa Rosa, el Primer Encuentro Provincial de las Letras Pampeanas el año 1984. Fue él junto a otros socios de la recientemente fundada APE (Asociación Pampeana de Escritores) que me acercó antecedentes para mi proyecto de Ley del que sería posteriormente el “Fondo Editorial Pampeano”.







Ya recuperado el sistema democrático a partir de fines del año 1983, que lo repone en su cargo en la Administración Pública, Morisoli publica “Cancionero del alto Colorado”, el año 1997. Este poemario contiene el que mereció el Tercer Premio Nacional de Poesía.

El año 1998 publica su nuevo libro “Bordona del Otoño. Palabra de intemperie”, a partir del cual comienza una relación constante con Ediciones Pitanguá de Rubén Evangelista de Santa Rosa.

En este libro están presentes con sus obras varios fotógrafos pampeanos: Eduardo Pérez con la foto de tapa y Joaquín Rodríguez, René De Cristófaro, Eduardo Pérez y Margarita Monges de Morisoli (su esposa) en interiores. El libro está dedicado a “Los dos hijos que me agregó el amor: María Sylvia Peyrán y Oscar Santamarina”.


“Hasta aquí la canción” ve la luz el año 1999, que recopila la mayor parte de su obra poética que ha sido musicalizada.

Dos años después aparece una obra titulada “Cuadernos del Rumbeador” título con el cual inicia las publicaciones en el Siglo XXI, tan diferente al XX que lo vio nacer y tan parecido al año de su nacencia 1930. Es que la Argentina nuestra ha ido de crisis en crisis y los efectos políticos, sociales, económicos,  y culturales impactan en la vida del poeta que va recogiendo hechos, sucesos, acontecimientos y ejemplos de vidas dignas para destacar, para revalorizar desde la perspectiva del humanismo, el compromiso militante y el combate por las causas nobles.


Morisoli, es un gran lector, un incesante investigador en Bibliotecas, Archivos, en reservorios documentales, pero también un constante partícipe de los grandes hitos con que se ha ido definiendo la “pampeanidad”.
“La lección de la diuca” es el libro que apareció el año 2003. Muchas veces los poetas, Morisoli incluso, compusieron versos alrededor de la calandria un pájaro que habita nuestra región y que es un ave canora. El macho sobre todo utiliza su melodiosa voz para atraer a las hembras. Tiene además la gran capacidad de reproducir el trino y el canto de otras aves. Suele cantar durante muchas horas del día.

En cambio la diuca o “yuquita” como la conocemos vulgarmente de niños “no canta porque esté por amanecer. Canta para que amanezca”.


La tapa está ilustrada a toda página por una foto de Gabriel Rojo el fotógrafo de Macachín que ha obtenido ya varios premios nacionales.

En este libro está inserto el poema “El amigo”, dedicado a Juan Ricardo Nervi, el poeta y escritor de Eduardo Castex, que nos dejó hace ya tiempo, pero su espíritu y su profunda obra de pampeanidad está siempre presente.


“Un largo sortilegio” es un libro que camina entre la nostalgia, tiene dos dedicatorias que en realidad son una sola. “A Gustavo Pérez Issa, alma y nervio del Grupo Alpataco, por una carta que conservo y tantos sueños en común.” Y párrafo más abajo agrega don Edgar: “A quienes integraron el Grupo Alpataco, y a la casa de estudiantes de la calle Ameghino, en la Villa Santillán de Santa Rosa, posta de poetas con el mate siempre tibio, la parrilla siempre pronta y el fervor siempre en vela.”
Lo conocí a Gustavo, cuando ingresamos a primer año de la Facultad de Ciencias Económicas el año 1964, el venía de Pehuajó, pero no compartimos más que algunas clases prácticas a las que estaba obligado a ir.



La tapa del libro está ilustrada con una fotografía de la “Cueva de Halada”, tomada por Juan Pablo Morisoli, quien de hace tiempo viene recorriendo y fotografiando aquellos lugares donde han habitado “los antiguos”.

En este libro está insertado el poema que Morisoli ha titulado “Y al final de cuentas”, dónde el escritor se interroga y se contesta, sobre “qué es la poesía”. Este fue uno de los poemas leídos por Armando Inchaurraga la noche del homenaje.

El año 2008 estuvimos presentes en la presentación de “Tabla del náufrago”. El libro está dedicado “A los compañeros de la Asociación Pampeana de Escritores, por 25 años de lucha consecuente y su apoyo fraterno”. La tapa es una foto de su hijo Juan Pablo denominada “Textura caldén”.

Morisoli es el gran nombrador de nuestra región, le ha puesto nombre no sólo a gran parte de la geografía pampeana de los rincones menos conocidos y difundidos, sino también a la geografía humana por esa costumbre, por su profesión de agrimensor de andar de campamento, participar de mateadas en las cocinas, de disfrutar de encuentros en patios al lado de las acequias.

El último libro publicado por Edgar Morisoli fue presentado el año 2010 y lleva por título “Pliegos del amanecer”. La foto de tapa que sirve de ilustración fue tomada por Juan Pablo Morisoli y titulada “Amanecer en las cañas de castilla”
El acto se completó con la proyección de un video realizado por Juan Pablo con fotografías del álbum familiar.
Para finalizar el poeta fue agasajado con varios presentes y la entrega de un pergamino que deja constancia de este Homenaje. Para agradecer el escritor y poeta dijo unas palabras y al final leyó uno de sus poemas con esa voz de timbre tan particular.

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