lunes, 18 de julio de 2011

Homenaje a Guillermo Mareque, guitarrista pampeano

Homenaje en el 10º aniversario del fallecimiento de este gran músico pampeano.

En la ciudad de General Pico, la “Chicago Pampeana”, del Territorio Nacional de la Pampa Central de entonces, un 17 de enero del año 1926 nació un niño, al que sus padres bautizaron con los nombres de Guillermo Jesús.

La familia Mareque no imaginó, que ese niño sería, muchos años después, uno de los músicos que con su talento aportaría al nacimiento del Cancionero Regional Pampeano.

Su padre era empleado de Correos y Telecomunicaciones, quien desde General Pico fue trasladado a Trenel. Es allí donde el niño Guillermo con apenas 12 años hace su primera experiencia musical integrando la Banda Municipal de esa localidad interpretando de oído el trombón. Es probable que el director de la Banda en ésa época haya sido el Maestro Salvador Dibenedetto.

Será en esa formación musical que con los años se irá familiarizando con la guitarra como acompañante, interpretando tangos, valses, rancheras, polkas y pasodobles, dado que la Banda amenizaba periódicamente bailes, fiestas y romerías de las colectividades.

Luego su familia se trasladó a Telén, un pueblo del noroeste, donde probablemente haya tomado contacto con los guitarreros y músicos de aquella localidad y pueblos vecinos, que los había y muchos en la década del treinta, hasta que a principios de la del cuarenta se instalan en Santa Rosa, la capital del entonces Territorio Nacional de la Pampa Central.

De la etapa en Telén, Guillermo Mareque recordaba siempre a sus amigos Roberto y Máximo Morán, quienes eran duchos interpretando el bandoneón, quienes supieron tener incluso una orquesta hasta entrada la década del sesenta, que solían amenizar los bailes del Club Independiente de Victorica, donde los escuché varias veces.

Al llegar a Santa Rosa, cuando aún no había alcanzado los veinte años, toma clases de música con el maestro italiano Juan Mecca y poco después ingresa a formar parte de la Banda de Policía del Territorio que dirigía precisamente el italiano Mecca, ejecutando el trombón de canto y el trombón a vara.

Luego con el correr de los años aprendería también a ejecutar otros instrumentos de viento.
Su profunda inclinación hacia la cultura musical lo llevó a tomar clases de piano con don Alfredo Finocchi, quien lo orientó en la ejecución del repertorio popular.

Mareque con su guitarra, sentado el director de la agrupación "Médanos y Luna" el pianista Enrique Fernández Mendía,  Vicente Carnovale con el contrabajo y las voces femenimas de Hilda Mugabure y Ana Luisa Farías de Argañaraz

En el año 1943 una toma fotográfica con otros músicos santarroseños, realizada en el espléndido Hotel Comercio de la Capital Pampeana se puede observar a Guillermo Mareque.
Dos años después en una fotografía obtenida en uno de los galpones del ferrocarril de Santa Rosa, aparece Mareque empuñando una guitarra junto a Anastasio Gandi (bandoneón), Eduardo Vilches (escritor y guitarrista), Enrique F. Mendía, Oscar Fourcade, Leoncio Ramos (guitarrista) el señor Ricci y un violinista que trabajaba en el ferrocarril.

El año 1947 contrajo matrimonio con la joven Anunciata Galluccio, de cuya unión nacerán dos hijos, un varón y una mujer. Ambos fallecieron antes que sus padres. Por eso el poeta Edgar Morisoli le dedicó un poema titulado "El desgajado".

Mientras integraba la Banda de la Policía, Guillermo Mareque, ocupaba un puesto de trabajo en el área de las Comunicaciones de la Policía del Territorio.
En por aquellos años que es invitado a formar parte de la “Delfy Jazz Band” que dirigía don Delfino Nemesio, a la que se suma como pianista.

Posteriormente y en el año 1950 se pone en funcionamiento en Santa Rosa la emisora de radio LRA3 Radio del Estado (Filial Santa Rosa) en la que Guillermo Mareque comienza a interpretar música con la guitarra, la que nunca había abandonado, a pesar de incursionar con los otros instrumentos.

En ese ámbito se encuentra con Enrique Fernández Mendía quien interpretaba el piano. Ambos se unen a Juan B. Caballero quien interpretaba la guitarra y a Vicente Carnovale quien ejecutaba el contrabajo, conformando el conjunto folklórico “Médanos y Luna”.
Esa formación de larga trayectoria y de reconocidas actuaciones duró casi toda la década del cincuenta.

Recuerdo que cuando iba por las tardes a la casa de nuestra abuela Jacinta, solía escuchar la radio y en ciertas ocasiones la presentación de este conjunto por la emisora de Radio Nacional Santa Rosa, filial La Pampa.
También en la carnicería de Orlando Martín, doña María de los Angeles, amante del folklore, le había hecho instalar unos parlantes desde el combinado de su casa, para que su hijo, el recitador Daniel Martín pudiese escuchar, mientras trabajaba, las interpretaciones del recordado conjunto y de otros músicos y recitadores que desfilaban por el recordado programa “Tardecitas Pampeanas”.

En 1954 Mareque le pone música a uno de los poemas de su amigo y compañero de trabajo Juan Carlos Bustriazo Ortíz, eximio poeta pampeano.
Allí nace la versión musicalizada de “La Niebla Puelche”, momento que, según los investigadores, se toma como el inicio del Cancionero Folklórico Contemporáneo de La Pampa.

Dice Rubén Evangelista en su extraordinario libro “Folklore y Musica Popular en La Pampa” “A finales de la década de 1950 Guillermo Mareque pasa fugazmente por la orquesta característica “Los Indios”, compuesta mayoritariamente por los hermanos Mecca, y que abordaba ritmos populares bailables de la época. Allí Guilllermo Mareque vuelve a tocar el trombón, como lo había hecho en la Banda de la Policía”.

La Asociación de Músicos Pampeanos le rindió un gran homenaje a su obra y al cumplirse una década de su ausencia, el año 2011 en el escenario del Teatro Español de Santa Rosa (La Pampa).


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