sábado, 3 de abril de 2010

POLICIA DEL TERRITORIO

En la zona de Victorica
Última nota del tema
Desde 1.900 a 1.910

a.- Problemas con el Personal

A principios de febrero del año 1902, el comisario encargado de Victorica remite nota la superioridad, exponiendo un problema que evidentemente tenía a todo el personal bastante molesto.

“Pongo en su conocimiento de V.S. que con motivo de la demora en los sueldos de los agentes de esta comisaría –tres meses cumplidos-, atraviesan estos una situación bien difícil, por lo que ruego a V.S. se sirva tomar en consideración esta circunstancia.”
Pocos días después hace eclosión algún entripado interno que lo lleva al comisario a tomar drásticas medidas, prescindiendo del servicio de dos agentes por los motivos que expone seis días después de la misiva anterior.


Patrulla policial trasladando un delincuente apresado, parece que un agente sufrió heridas en la redada. Además de los caballos, los perros rastreadores integraban también la partida. (foto Caldenia)


“Comunico a Ud. que con fecha 15 del actual han sido dados de baja del personal de esta Comisaría los agentes, (...) el primero por ebrio consuetudinario y el segundo por desobediencia.”


El Comisario cuidaba la imagen de la Institución Policial, sobre todo porque había sido el propio Jefe de Policía del Territorio quien en una Circular se había referido en estos términos a principios del 1900:


“El que suscribe, tiene conocimiento de que algunos empleados superiores, faltando a sus deberes y dando mal ejemplo al personal subalterno, beben con exceso, frecuentan públicamente lugares tolerados, haciendo hábitos de vida en ellos, juegan y contraen deudas en los vecindarios, no satisfaciéndolas al amparo del puesto que desempeñan, dando todo esto lugar a censura justificada, que rebaja la dignidad de la repartición.”(1)


(1) Diez, María A. “Trillar era una fiesta” Tomo II, pág.38. Universidad Nacional de La Pampa. Facultad de Ciencias Humanas. Instituto de Historia Regional. Santa Rosa, agosto de 1.995.




Estas bajas obviamente hacen recrudecer el problema de la escasez de la dotación del personal, por lo que el comisario vuelve a la carga con un antiguo reclamo, aunque esta vez con el argumento que le ha sido provisto por el propio gobernador, que ha estado de visita en Victorica.


“Tengo el honor de elevar a conocimiento de V.S. la necesidad cada vez más urgente de dotar a esta Comisaría con mayor número de personal que el existente. Los dos casos de robo de pequeñas puntas de ovejas, demuestran que la campaña de este departamento necesita de más atención que pueda deparársele a sus 450 leguas con siete agentes y un cabo de que dispongo.”


“Hablando con S.E. el Señor Gobernador Dr. Luque, a este respecto me manifestó que tenía el pensamiento de levantar dos comisarías reduciéndolas a simples destacamentos y que del excedente de una de ellas la de “Lonco Vaca” proveería de esos agentes a esta Comisaría.”




b.- Falta de caballos


Otro de los problemas reiterados a los que debía hacer frente la Comisaría local, era la de falta de caballos en cantidad suficiente y en buen estado para las persecuciones que debían realizar cada vez con más frecuencia.


Con distintos argumentos y mediante variadas estrategias los comisarios de la localidad tratan de suplir estas carencias, sobre todo porque los bandoleros, criminales y ladrones cada vez están más organizados. Es por eso que el pedido de caballos en préstamo a los vecinos se hace casi una costumbre y a veces aunque logran aprehender a los sospechosos, la falta de caballos para remitir a los detenidos a Santa Rosa les obliga a recurrir también a los vecinos.


El comisario Emiliano Toledo en previsión de estos problemas, el 17 de julio de 1902 se dirige al Jefe en éstos términos: “Siendo de imprescindible necesidad para el mejor servicio de esta Comisaría y para el buen desempeño de las comisiones que constantemente se manda a la campaña, el tener caballos en buena condición y listos para los casos dados, solicito al Sr. Jefe autorice un gasto para forraje de diez caballos, que puestos en una chacra alfalfada a razón de 0,10 por día cada uno, hacen la suma de m$n 30 por mes.”



La comisaría de Policía estaba ubicada, los primeros años del siglo XX, en la misma manzana donde estaba el corralón municipal y donde posteriormente se construyeran edificios municipales y el de la Biblioteca.


c.- Los delitos crecen y se diversifican



El año 1.902 se registran en la jurisdicción cinco asesinatos, la mayoría con arma blanca, algunos de ellos con mucha premeditación y alevosía. Llama la atención de este ensañamiento el hallazgo de dos peones atados a un caldén. Los presuntos autores son perseguidos hasta San Luis sin lograr su arresto.


El robo de caballos y de ovejas, delitos contra el patrimonio, se extendieron bastante, amparados en la falta de medios de la policía. Los cuatreros se las ingeniaban para comercializar el producto de sus andanzas merced a la colaboración de algunos comerciantes que no indagaban demasiado sobre su procedencia.


Algunos ladrones preferían cerdear las tropillas y alzarse con ese producto, mucho más fácil de trasladar y de hacer desaparecer, dado que no había marca ni señal que pudiese identificar el origen del mismo.


Los comerciantes pueblerinos también fueron damnificados por hurtos y robos, cuando no por grescas. En enero de 1903 el comisario local consigna en el copiador de correspondencia que: “El detenido F… promovió desorden encontrándose en estado de ebriedad en la casa de negocio de Francisco Gesualdi donde después de provocar a pelear a varias personas que allí se encontraban, hizo destapar varias botellas de cerveza, rompiendo algunas de ellas y al tocar pito el dependiente de la casa llamando a la policía, F… huyó sin pagar cinco botellas las que importan tres pesos moneda nacional.”

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