El día 11 de noviembre del año 1905 se llevó a cabo el acto de colocación bajo tierra de la simbólica piedra del acto fundacional. A dicho acto asistieron expresamente invitados por Chaperouge el entonces Gobernador del Territorio don Diego González con su secretario Juan Lamela, el señor Juez Letrado del Territorio Doctor Baltasar Beltrán, el escribano Juan Forns Artigas y demás integrantes de su comitiva. Hizo también acto de presencia el entonces Intendente de la ciudad de Buenos Aires don Enrique Tomkimson, lo que da la pauta de las relaciones que tenía el fundador.
Es que en esos tiempos Chaperouge se desempeñaba como Diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires. Las tierras donde se realizó la fundación eran de propiedad de don Eduardo Castex, que también era Diputado Nacional, habiendo sido antes integrante del Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires. Como se desprende de estos datos la vinculación entre la política y los negocios inmobiliarios facilitados por las influencias tienen larga data.
Don Eduardo de Chaperouge había nacido en Buenos Aires el año 1855, luego fue enviado a Londres donde prosiguió sus estudios. Posteriormente visitó distintos países de Europa y también recorrió diversas ciudades de los Estados Unidos de América. El día 11 del mes de noviembre del año 1905 llegó el tren especial que se había contratado para trasladar además de las autoridades e invitados especiales, los interesados en adquirir tierras, porque ese mismo día y subsiguientes se realizó el remate y también personas interesadas en conseguir trabajo.
"El 11 de noviembre de 1905, por primera vez veíamos un tren de pasajeros, que era un expreso donde aparte de las primeras autoridades del Territorio,...,venía un millar de personas, que al son de los acordes de una banda de música y disparos de bombas, se encaminaban a ver el trazado del pueblo y eligiendo sus lotes ya preferidos, según el plano."
"No todo, sin embargo, andaba a pedir de boca; entre la concurrencia había personas interesadas en hacer fracasar el remate." "Comenzaron con divulgar la noticia de que el empalme del ferrocarril Pacífico era un sueño y que el pueblo no tendría vida propia; que el nombre de "la Chicago de La Pampa", era una burda superchería: y que los compradores que invertían sus ahorros en estas tierras, tarde o temprano quedarían en la miseria."
"En efecto; el ferrocarril Pacífico había prometido empalmar en el lugar en donde estaba ubicada la estación del ferrocarril Oeste, pero no había pasado de las promesas. Esta demora hacía fracasar una parte de los planes de los compradores. Los ánimos estaban excitados; los emisarios hacían circular malas noticias. Hubo un momento en que se suspendió el remate. El almuerzo no fue alegre, había algo que flotaba en el ambiente: abatimiento, desconfianza... Pero de pronto, alguien lanzó un grito: !llega gente a caballo! son indios, dijeron algunos; no, son coches, vienen al remate.
El señor Chaperouge tenía noticias de que las cuadrillas del ferrocarril Pacífico debían llegar a las 10 de la mañana; eran las 2 de la tarde; tal vez por la falta de caballada no podrían llegar. Poco a poco se divisaron las mulas y los carros cargados de carpas y de herramientas para dar principio al terraplenamiento de la línea, 1.700 hombres, bajo la dirección del ingeniero don Tomás Allan, realzaron los ánimos y todo fue a las mil maravillas."
"En 1907 la revista porteña Caras y Caretas destaca a un curioso corresponsal viajero, quien remite una serie de notas con el evidente propósito de afianzar el movimiento de provincialización. Las cifras que obtiene y da a conocer son elocuentes: por entonces hay 600 mil vacunos y 8 millones de ovejas, mientras que el número de hectáreas sembradas supera las 400 mil."
" El Gobernador, Diego González señala como ejemplos de florecimiento algunos de los nacientes pueblos. Realicó, que a los cinco meses de fundado tiene más de cien casas y General Pico, que a dos años de su loteo y fundación andaba por los mil doscientos habitantes, repartido en más de trescientas casas. Los dos casos son perfectamente lógicos: en ambos lugares se den cruces de ramales del Ferrocarril Oeste y de la línea de Bahía Blanca al Pacífico."
"De las escasas ocasiones en que la nieve blanqueó calles, veredas y plantas en Pico, se recuerdan en especial tres, que tuvieron lugar en los años 1920, 1923 y 1927. De esas nevadas, la de mayor intensidad fue la segunda, acaecida entre el 22 y el 23 de agosto del año mencionado. En esa oportunidad los campos de la zona quedaron cubiertos con un albo manto cuyo espesor alcanzaba de 20 a 25 centímetros."
"Como esa acumulada nieve tardó en derretirse, y los campos carecían en general de cortinas arbóreas que pudieran ofrecer reparo a los animales, éstos, entumecidos por el helado viento y sin poder alimentarse, quedaban inmóviles junto a los alambrados, hasta que comenzaban a caer para no levantarse más. Fue un espectáculo para recordar, que documentó don Domingo Filippini; pero también fue de desastrosas consecuencias para la gente de campo, por la mortandad de animales que ocasionó en breves días."
"Todo hubiera sido pánico aquel día, a no ser por la oportuna intervención del doctor Palau, que comenzó a reunir los vecinos para tranquilizarlos y proponerles soluciones. A todos nos recomendó usar pañuelos y géneros atados a la cara a la manera de caretas para impedir que el polvo aquel nos encegueciera o irritara nuestras fosas nasales."
"A los que querían dejar el pueblo -entre ellos algunos médicos que vacilaban entre quedarse o no- les inspiró confianza y los instó a cumplir cada uno con su obligación. Otras personas sensatas y templadas, en distintos lugares de la ciudad, ayudaron a crear el ánimo para afrontar y superar el problema."
"Yo estaba esa noche en una casa de familia, en un baile. No sé quien salió al patio y dijo: hay algo raro... como un polvillo. Cuando terminó el baile, un muchacho me llevó en sulky hasta mi casa. A los dos nos ardían los ojos. Yo me quedé hasta tarde tomando mate y seguía cayendo. Cuando miré el patio estaba todo blanco de ceniza. Al otro día siguió cayendo hasta las doce. Estaba oscuro completamente."
"Yo me acuerdo que nuestro vecino, el Dr. Lubetkin, quería irse de acá, quería irse a Buenos Aires. Agarró el auto y allá por la rural el motor se le arruinó y tuvo que volver porque no podía seguir. !Tantos hechos pasaron aquel día...! La gente salía asustada y decía "quien sabe que será esto..." El día no aparecía, ...y caían montones y montones de ceniza. Había que descargas los techos porque se podían venir abajo. La juntamos en las calles, después vinieron las zorras y la tiraron cerca de la Rural, en los bajos." (Antonio Gil)
"Yo ya tenía 16 años. Vivimos una noche muy prolongada, porque eran las 13 horas, pasado el mediodía, y esto era una noche oscura totalmente... Fue un volcán del sur de Mendoza, el volcán "El Descabezado" que entró en erupción y empezó a largar cenizas en tal cantidad que llegaron hasta Buenos Aires. Tal vez por una corriente de aire, descargó mucho en esta zona. Llegó a tener una altura de 30 cm. y creó una verdadera angustia porque murieron plantas y animales... Y más, muchas casas corrieron el peligro de hundirse por el peso de las cenizas en los techos. Se formaron, al sacar las cenizas de los techos y de los patios, verdaderas montañas, porque la Municipalidad y Comisiones Vecinales se encargaron de juntarla en el medio de la calle. Después se cargó en carros y se llevó parte al campo, donde se enterró en los caminos, y otra gran parte a Buenos Aires, donde fue industrializada como polvo limpiador." (José Prado)
En realidad las cenizas provenían de la erupción de un volcán del gupo denominado "Los Descabezados", ubicado en la cordillera de los Andes, del lado chileno, que por la acción del viento elevó la nube de polvo y la transportó más de 650 kilómetros hacia el este (en línea recta hasta Gral.Pico), llegando incluso a las cercanías de la Capital Federal de Argentina.
En La Pampa los efectos del fenómeno se notaron con distinta intensidad, además de General Pico en Monte Nievas, Eduardo Castex, Metileo, Caleufú, Trenel, Arata, La Maruja, Ingeniero Foster, Dorila, Speluzzi, Conhello, Winifreda, Catriló, Lonquimay, Uriburu, Trebolares, Intendene Alvear, Vértiz, Rucanelo, La Pastoril, La Puma, Adolfo Van Praet, Agustoni, Villa Mirasol, Victorica, Foeuf, Mauricio Mayer y Santa Rosa.
BIBLIOGRAFIA UTILIZADA
Album Gráfico de General Pico y su Departamento: Brudaglio, Ludovico, editado año 1915/6
Ciudad de General Pico 75 Aniversario 1905 - 1980: Forteza, Armando C. editado año 1980
Ferrocarriles en La Pampa. Biblioteca Pampeana - Serie Folletos Nº 15, editado por Gobierno de La Pampa año 1971
La caída de ceniza en La Pampa: Zanardi de Rivera, Irma editado en General Pico noviembre de 1990
FOTOGRAFIAS: Fototeca Bernardo Graff del Archivo Histórico "Fernando E. Araoz", de la Provincia de La Pampa (Argentina)
Gracias por la información ..ahora conozco un poco mas e la historia de mi ciudad natal
ResponderEliminarMuy linda ciudad y excelente calidad de personas! Estuve trabajando allí mientras desarrollabamos la edición interguia general pico y me encantó
ResponderEliminarExcelente blog. Llegué a él buscando información sobre un hecho trágico acaecido en la década del 50 en Venado Tuerto, mi ciudad, sobre ruta nacional Nº 8 donde perdieron la vida varias personas de una familia de General Pico. No puedo obtener información en los medios locales porque no hay registros públicos. Fue un hecho que conmocionó a toda la población y a mi me quedó grabado el hecho y quisiera registrarlo en mi blog. La familia era de origen judío (según tengo entendido). Quisiera saber si ustedes tienen alguna información al respecto. Muchas gracias. Felicitaciones por este excelente trabajo que me sirve a mí para mejorar el mío. Con afecto, José
ResponderEliminarMi e-mal: josebrendan@gmail.com - josewall3@hotmail.com
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Wayasadas. Lamentablemente los periódicos de la década de 1.950 de G.Pico hay uno solo en funcionamiento pero no tiene el archivo disponible ni hay material subido a internet. Intente en el Archivo de la Biblioteca Estrada de G.Pico o en el Archivo Histórico Fernando Enrique Araoz de Santa Rosa (La Pampa), caso contrario en la Biblioteca de Quemú Quemú, que supo tener en aquellos años algunos periódicos zonales.
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