DIA DEL PERIODISTA

Hoy se celebra en nuestro país el Día del Periodista, vayan nuestros cordiales saludos para todos aquellos que desempeñan esta importante labor.

Como homenaje a todos los hombres y mujeres que diariamente trabajan en los distintos medios de nuestra provincia de La Pampa, escribo estas líneas que me permiten rescatar de la memoria al periodista de más larga trayectoria en el primer pueblo del entonces Territorio Nacional de La Pampa Central.

Me estoy refiriendo a don Juan Gimenez, director fundador y propietario del periódico "El Heraldo" que apareció por primera vez en la localidad de Victorica el 16 de Mayo del año 1909.

Sin lugar a dudas que Juan Gimenez es el primer periodista de Victorica que sostuvo el periódico "El Heraldo" por más de 25 años continuos, compartiendo en algunos tramos de su vida con otros competidores, pero a los cuales logró sobrevivir.

Copia facsimilar de la portada de "El Heraldo" del mes de Octubre del año 1931 donde se puede leer en recuadro Fundado el año 1909 y más abajo dice en números romanos Año XXIII Núm. 1017, sobre el costado izquierdo el nombre del Fundador y Propietario.

Probablemente Juan Gimenez habría arribado a Victorica el año 1904. El primer rastro fidedigno de la participación de Juan Gimenez en la vida cultural de Victorica es su designación como Secretario de la Biblioteca Bartolomé Mitre el año 1907, en cuya Asamblea es elegido como presidente a su fundador, el maestro riojano Félix Romero.

Posteriormente y al momento de crearse en Victorica la "Sociedad de Socorros Mutuos" de los españoles, don Juan Gimenez es electo también como Secretario, siendo el Presidente don Luis Gómez. Era el año 1916 y a la Argentina, al Territorio de La Pampa y a Victorica, la colectividad española se continuaba incrementando, atraída por el acceso a las nuevas tierras, el comercio y la industria.

En la foto 1 Félix Romero, Presidente, 2 Laureano Gonzalez, Bibliotecario, 3 Juan Gimenez, Secretario, 4 Máximo Viniegra Tesorero, 5 Manuel Ricardez, Vicepresidente, 6 Vocal no identificado.

Cuando el año 1922, asume la Intendencia Municipal don Jaime Sidebottom, lleva a la administración comunal en el cargo de Secretario-Tesorero al señor Juan Gimenez, que había demostrado en la comunidad sus condiciones de administrador y sobre todo de hombre preocupado por el desarrollo cultural y económico del pueblo.

El Periódico "El Heraldo" era del tamaño denominado "sábana", se imprimía en imprenta de General Pico y se distribuía en Victorica y su amplia zona de influencia por suscripciones, aprovechando el correo y el ferrocarril. Tenía unas muy importantes páginas de avisos comerciales, de distintos tamaños, lo que suponemos permitía perfectamente la subsistencia del medio.

El semanario "El Heraldo" tenía su administración en la calle Hipólito Yrigoyen, que es la que pasa por el frente de la Municipalidad que da a la plaza Cochicó. Según algunos viejos pobladores el domicilio de Gimenez habría sido más allá del domicilio de don Máximo García (esquina frente a la Iglesia) en una casa que años después habría habitado la familia Petrichín.

Es probable que las relaciones y vinculaciones políticas y comerciales que trabó Gimenez, quien se desempeñó en la vida privada como Martillero Público, ayudaron a solventar la dilatada trayectoria de "El Heraldo", el que estimamos estuvo en circulación hasta más allá de 1931.

El 12 de febrero del año 1932, cuando Victorica arriba al Cincuentenario de su fundación, el Presidente de la Comisión de Festejos, que le toca hacer los honores a las autoridades y decir el discurso de práctica es a don Juan Giménez.

La crisis de la década de 1930 comienza a hacerse sentir con más intensidad luego de la caída de las cenizas en el año 1932, el desempleo y la pobreza avanzan y las acciones de caridad y solidaridad para con los enfermos y las personas más humildes, hacen que Juan Gimenez proyecto su figura en el terreno político.

Se presenta como candidato a Juez de Paz y es electo el año 1935 para desempeñar dicho cargo. Para ésa época era propietario de una chacra, además de su vivienda.

Su fallecimiento se produce a los pocos meses, sus restos son velados en el Salón de la Municipalidad y las autoridades de entonces designan con su nombre la actual calle Nº 9, donde sobre el edificio del inmueble de la familia Nicolás aún se mantiene la placa que lo recuerda.