En los campos de “La Blanca” se habían
instalado los sobrevivientes de las tribus ranquelinas y araucanas que habían
sido dispersados de la zona de Leuvucó y Poitahué, por la discutida “Conquista
del Desierto” llevada adelante por las tropas del Ejército Nacional.
El 15 de marzo de 1908 llega el
ferrocarril del Oeste, que saliendo desde la estación Once en Buenos Aires,
tendría como estación terminal a Telén, que había sido fundada el año 1901 y
atravesando previamente Victorica, la primera población pampeana fundada por el
Ejército a principios de 1882.
El 29 de abril de 1908, los propietarios
de las tierras, señores Eduardo y Carlos Madero, otorgan poder a Juan Smith
(martillero de Santa Rosa) para vender chacras, solares y quintas de la
“Colonia Lanutor”.
La estación del ferrocarril, que será el
motor del progreso local y regional, queda habilitada el 12 de diciembre de
1908, está situada a 665 kilómetros de la Capital Federal y a 286,68 metros
sobre el nivel del mar, se halla la cota del riel. En tanto que el agua para esa
fecha, según las rigurosas mediciones de los ingleses, se encontraba a unos
44,75 metros de profundidad.
Antes de la fundación, la historia
recoge los nombres de los primeros pobladores que se asentaron en el monte de
caldén aún intacto en toda su magnificencia, incluyendo algarrobos, chañares, piquillines y la Sombra de toro o peje.
Entre otras que han quedado en el anonimato, se menciona a las
familias de Mercado, Noguera, Etchart, Maceda, Carranza, el indio Milán.
Posteriormente y ya puesto en marcha el proceso de urbanización, junto a los
ranchos de adobe y casas de madera o de chapa, se construyen las primeras
edificaciones de ladrillos. Entre los primeros propietarios se menciona a las
familias de Suquía, Echeverría, Iriarte, González, Nahón, Vega, Cisneros,
Zubía, Vaqué, Lucero, Álvarez, García, Ordoñez, Lassallette, Toranzo, Godoy,
Galache, Guerra, Silvera, Gatica, Carripilón (descendiente aborigen), Ponce,
Muñóz, Ferrero, Feito, de Paz y otros cuyos nombres probablemente se han
perdido en los pliegues de la historia.
Inmediatamente surge la necesidad de
contar con una escuela, dado el crecimiento de las familias con niños que se
habían instalado en la joven población. Es por eso que el Consejo Nacional de
Educación, decide crear la escuela a la que le asigna el Nº 55. El 16 de
febrero del año 1909 es designado como director de la misma el maestro puntano
don Laureano González, que hasta ese momento estaba cumpliendo funciones en la
escuela de varones Nº 7 de Victorica. Durante dos décadas el maestro-director será
el gran animador, no sólo de la faz educativa, sino también de la vida social y
cultural de Luan Toro y su zona.
El año 1914 comienza en Europa la
primera Guerra Mundial, por lo cual se producen dos efectos negativos para el
país y para el Territorio Nacional de La Pampa Central, uno es la caída de las
exportaciones de nuestros productos como cereales, carnes y lanas y el otro es
el corte del abastecimiento del carbón que provenía desde Inglaterra para
alimentar las máquinas a vapor de los ferrocarriles.
En reemplazo de ese carbón se empezó a
utilizar leña del bosque de caldén, dando comienzo al proceso de deforestación.
Cuando el año 1916 el periodista enviado por el diario La Nación de Buenos Aires, don Jaime Wenceslao Molins, pasa por la
zona, hizo esta observación desde la ventanilla del tren, que luego plasmó en
su libro “La Pampa”, publicado el año 1918: “La leña, en parvas interminables,
se alinea junto a los alambres del ferrocarril. En Luan Toro, el stock de
consideración aguarda tren rodante para volcarse en la Capital Federal.
Cruzamos las hachadas de Marti, de Paz, y Tronconi. Las industrias
agropecuarias poca vitalidad dan todavía a la zona. Se está en la faena
primitiva de descuajar el bosque para entregar los campos a la roturación.”
Entre los apellidos de los primeros
chacareros que se recuerdan se instalaron con sus familias se menciona,
de ascendencia española a García, Martínez, Domínguez, Carranza, Mariñaque,
Sánchez, Collado, Alzamora, Zarza, Rey, Manzano
(padre de quien fuera años después corredor de Turismo de Carretera), de
ascendencia italiana a Vanni, Cechari, Gaccio, junto a criollos como Pacheco,
Urquiza y otros apellidos de nacionalidad del este europeo como Olizuk, Smijosky.
El año 1921 cayeron 721 milímetros de
lluvia y el quinquenio que va de ese año hasta 1925 con 846 milímetros fue muy
bueno. El quinquenio comprendido entre 1926 y 1930 ya es menos homogéneo y
comienzan a aparecer los primeros años de precipitaciones escasas para la
agricultura. Así el año 1927 solo cayeron 359 y el 1929 escasamente 301
milímetros.
La fatídica década de 1930, también
afectó a la zona de Luan Toro, que está al este del Departamento Loventué, pero que se encuentra en el límite de la isohieta de
500 milímetros promedio anual, necesario
para aspirar a una agricultura con altas probabilidades de cosecha.
Los años 1935, 1936 y 1937, fueron los
"años malos” que descorazonaron a muchos y produjeron el éxodo de unos cuantos
y el abandono de la agricultura por otros. Es que en 1937 tan sólo llovió 253
milímetros y los dos años anteriores por debajo de los 500. Combinándose esa
década con otros problemas climáticos de creciente rigurosidad como fuertes vientos, que volaron la capa fértil del suelo, la caída de la
ceniza del volcán chileno “El Descabezado” y la siempre temible plaga de la
langosta que bajaba desde las provincias del norte argentino.
Aquellos "años malos" terminaron
definitivamente con la agricultura para cosecha, dado que las pérdidas fueron
cuantiosas, llegando en algunos años a superar el 37 % de lo sembrado, con picos
extraordinarios del 50 % la campaña
1930/31, 53 % la campaña 1939/40 y culminando con el máximo del 80 % en los años 1935/6.
Cuando llegó el comienzo de la Segunda
Guerra Mundial el año 1939, la explotación forestal se volvió a poner en marcha
y se limpiaron muchas más hectáreas, que esta vez no quedarían libre para la
agricultura, sino para la ganadería, dado el desastre ambiental producido por los agricultores tempranos sin conocimientos de los suelos y del clima. En principio fue el lanar dada la intima
relación de nuestra economía con la potencia mundial de ese momento: Inglaterra que tenía instalada en su territorio las grandes plantas fabriles producto de las denominadas revolución industrial.
Luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial,
comienza a languidecer la explotación forestal y es el inicio del refinamiento de la ganadería
vacuna cuya explotación extensiva a campo, produjo carnes de buena calidad para
el mercado internacional.
Mientras duró el ciclo de la explotación
ganadera del lanar, con el acompañamiento de la agricultura para cosecha y el
reforzamiento de la explotación forestal, Luan Toro fue creciendo en población,
llegando a su máximo en el censo provincial de 1942 en cuyo año se contabilizaron
298 habitantes en la zona rural y 758 en la zona urbana. Cuando llegó el Censo
Nacional de Población del año 1947 ya se notó la disminución porque tan sólo se
registraron 1.056 habitantes, 230 menos que cinco años antes.
En 1924 se crea la Capilla de la Iglesia
Católica, ofrecida esta vez a “San José”, el santo de los obreros. El Misionero
de la Obra de Don Bosco, el italiano José Durando será el gran impulsor de las
actividades religiosas. Luan Toro ofreció a la Iglesia dos de sus hijos que se
ordenaron sacerdotes, uno de ellos Salvador Galant, (hijo del administrador de
“La Blanca”) fue quien ofrendó la misa en esa oportunidad. Los hijos de Galant habían concurrido al Colegio Don Bosco de Victorica que tenía internado.
El 23 de agosto del año 1930 se crea el
Club Sportivo Luan Toro, que eligió como primer presidente al médico Andrés H.
Montaña Alzaga. Como vicepresidente es electo Héctor González, como secretario
Héctor Petriela, como tesorero Segismundo Lorences y como vocales Juan A.
Cabrera, Orlando Martín (hijo de Amador) y Mario Delbene. En tanto que el señor Presbiterio
Mercado es electo como Seleccionador de Fútbol.
La comunidad de Luan Toro ha trascendido
a nivel regional, provincial y aún nacional a través de algunos de los hijos de
los pioneros. Así en el campo deportivo se puede mencionar el caso de los hermanos
Arnaldo y Rubén Martín (hijos de Antonio y nietos de Amador), que jugaron en el club de su pueblo, pero luego lo hicieron
en Sarmiento y All Boys de Santa Rosa (La Pampa). En el campo futbolístico también brillaron
a nivel provincial Elías Galant y Ricardo Lezcano todos de recordadas y exitosas
trayectorias, el primero como arquero de All Boys y el segundo como mediocampista del Club Sarmiento..
En el campo del boxeo se menciona a Vicente
Espinosa, boxeador y luego entrenador de larga trayectoria.
Y en el ámbito del folklore nacional el nombre
de Víctor Hugo Godoy, integrando “Los 4 de Córdoba” ha recorrido la Argentina y
varios países, volviendo permanentemente a los escenarios de su provincia natal.
Fuente: "Historias de Vida" Roldán, Luis Ernesto, editado el año 1999.
Fotos: Archivo Histórico Provincial y Web
Hola ,buenas noches.Acabo de descubrir el blog y me encantó encontrarlos a traves del aniversario de Luan Toro , pueblo donde nació mi padre ( Jose,tercero de 6 hermanos) hijo de José Guerra y de Escolastica Garcia,ambos españoles, dueños del Hotel La Paz donde funcionaba el único cine del pueblo. Ya les voy a mandar mas info y fotos.Saludos. Beatriz Guerra (nieta de José Guerra).
ResponderEliminarHola Beatriz, buenas tardes, muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarquedamos a la espera de tus aportes, entre tanto recibe nuestro cordial saludo.
Vivi múchos años en Tte Gral Emilio Mitre y me causa alegria y mucha emocion leer historias de la zona,mi permanencia en Mitre de los 6 a 18 añosy conoci gente de Luan Toro
ResponderEliminarSobre todo a los deportistas nombrados ya que en esos tiempos yo con poca edad jugaba para mi pueblo y recuerdo los historicos encuentros con Luan Toro
ResponderEliminarEntre los primeros propietarios como dice ahí. Uno de los apellidos está mal escrito, es Suquia
ResponderEliminarmuchas gracias por el comentario,, me puede decir la fuente?
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