Hasta fines de la década de 1910 y principios de la de 1920 que fue una de las más benéficas para la producción agropecuaria, el transporte de granos, reses, lanas y otros "frutos del país" era mayoritariamente tracción a sangre.
El camión como medio de transporte terrestre comenzó a difundirse en la década de 1920 aproximadamente en la zona del noroeste del entonces Territorio Nacional de La Pampa Central.
![]() |
Los camiones están detenidos frente al Hotel Francés y en ellos están subidos el equipo de futbol y los directivos del Club Cochicó que se había fundado el año 1923 |
Su aparición trajo la necesidad derivada de abrir caminos, que suplantaran las simples huellas por las que transitaban los carros, sulkys, volantas y las tropas de ganado, de un lugar a otro. Recién el 5 de octubre del año 1932 se promulgó la ley 11.658 por la que se dispuso la creación de la Dirección Nacional de Vialidad a la que se dotó de recursos con afectación específica para la construcción de caminos provenientes de un impuesto de 5 centavos por litro de nafta y un 15 % sobre el valor de los lubricantes.
El año 1896 el Concejo Municipal de la mano del presidente don Alfonso Capdeville autoriza la apertura del camino que uniría Victorica con Toay, a donde estaba previsto la llegada del primer ferrocarril al Territorio. La idea era acercarse a la punta de riel más cercana.
Después de la llegada del ferrocarril del Oeste a Telén el año 1908, la zona tuvo acceso a un camino paralelo a las vías que tenía obligación de construir la empresa concesionaria. Eso conectó a Victorica con Loventuel, Luan Toro, Rucanelo, Conhelo y Eduardo Castex.
De Victorica hacia Santa Isabel y zonas aledañas el camino fue conocido como "la travesía" prácticamente hasta que se pavimentó la ruta a mediados de la década de 1980.
![]() |
El camión del alambrador Rodolfo "Fito" Medina, con varias décadas encima, todavía funcionaba en la década del setenta (Victorica) |
El otro aspecto para el desarrollo del transporte de cargas por camión, fue el acceso a los combustibles y a lugares de reparaciones de los vehículos que con el paso de los años y los malos caminos sufrían roturas y desperfectos muy a menudo. Desde las más simples de pinchar neumáticos, hasta las más comunes de romper palier por los arenales, sobre todo en la década del treinta en delante, con las reiteradas sequías y los ventarrones que tapaban las huellas.
El año 1938 la Guía del Ferrocarril del Oeste registro en Victorica tres talleres mecánicos, a cargo de Gaudencio Pablo, Berasategui Hermanos y Roberto Pagella. El taller de vulcanización lo atendía don Antonio Barreix.
Los primeros automóviles que llegaron a Victorica los vendió la firma Llorens, Antich y Cía. a principios de la década de 1920.
En 1925 los hermanos italianos Imbelloni ya tenían camiones (según puede verse en la foto más arriba)con los que recorrían la zona llevando mercadería a la zona rural donde vivía la mayor parte de la población aún y de vuelta regresaban con lanas, cueros, clinas y otros productos.
![]() |
Este viejo camión "canadiense" se lo ha dotado de una grua y era utilizado por su dueño, que tenía empresa de productos forestales en Victorica a mediados de la década del setenta |
Nuestro abuelo Luis Cesanelli reemplazó el carro con las mulas para llevar los andamios y las herramientas cuando compró el camión usado por el Club Cochicó a mediados de la década del treinta. Era uno marca Rugby, (cuyo representante era Viniegra Hermanos), que supo manejar nuestro padre, que entró a trabajar con él cuando construyó la estancia “Las Vertientes”, y el Atelier al pintor Ortiz Echagüe.
La explotación del lanar en gran escala, sobre todo hasta que funcionó el sistema del Atuel-Salado a fines de la década de 1940 produjo gran cantidad de ovejas, corderos y de lanas que se traían hasta Telén o Victorica donde se vendían en las Ferias o se embarcaban hacia los ya tradicionales mercados de Avellaneda y Liniers.
Después que comenzó la segunda Guerra Mundial se reactivó la deforestación del bosque de caldén que había comenzado fuertemente durante la primera Gran Guerra que le hizo decir a Wenceslao Jaime Molins, el enviado del diario La Nación en 1917:
“está la comarca en plena explotación. La leña, en parvas interminables, se alinea junto a los alambres del ferrocarril. En Luan Toro, el stock de consideración aguarda tren rodante para volcarse en la Capital Federal. Cruzamos las hachadas de Marti, de Paz y Tronconi. Las industrias agropecuarias poca vitalidad dan todavía a la zona. Se está en la faena primitiva de descuajar el bosque para entregar los campos a la roturación.”
Después de terminada la Segunda Guerra en Europa, el gobierno nacional importa material utilizado en la misma como camiones “Ford canadienses” 4x4 y los “Studebaker” también 4x4, dado que ambos eran “guerreros”, empleados especialmente en las zonas desérticas y/o montañosas, de los cuales llegan algunos a la zona del noroeste que se utilizaron para trabajos en los campos hasta entrada la década del setenta.
![]() |
Actualmente los modernos camiones y sus equipos gozan de un lugar especial, preparado frente a la Estación de Servicios "Victorica" (2009) |
Los nuevos camiones de la empresa Ford, -década 1960- fueron vendidos en la zona de Victorica por la firma de don Gaudencio Pablo (continuador de la ex firma de Juan Llorens) que tenía la Agencia Ford y por vendedores de General Alvear (Mendoza) que recorrían desde Santa Isabel hasta la zona de Victorica y sus alrededores.
Hoy es el día del Camionero, en aquellas épocas que hemos descripto no existía en la zona una agremiación y tampoco una empresa de transporte de cargas por camión las que recién aparecieron en la década del 1960 de la mano de Juan Pagella y otros, que paulatinamente fueron ganando terreno en la medida que el Ferrocarril perdía eficiencia y que se quedaron con la totalidad del mercado a partir del año 1978 en que se menguaron los viajes semanales desde Once a Telén, hasta desaparecer definitivamente a mediados de la década de 1990.
No hay comentarios:
Publicar un comentario