viernes, 28 de octubre de 2011

CENTENARIO DE CALEUFU

Acerca del topónimo

Dice Federico Barbará en su “Manual de la lengua pampa” (primera edición 1879) que Calcoufú significa “Arroyo de la lana”.

"Ca Leufú (otro río) Etimología. Sobre el significado de este topónimo no existen dudas: Ca, otro; Leufú, río. La grafía que expongo es la que conviene siguiendo las normas establecidas."

"En cuanto al origen, es muy importante observar que en esta región no hubo nunca ríos que pudieran justificar la existencia del topónimo.

"Lo más probable es que sus primeros habitantes fueran aborígenes procedentes del Ca Leufú neuquino, que le dieron la denominación para perpetuar el nombre de su lugar de origen, costumbre que se evidencia en la presencia de otros topónimos de La Pampa”, expresa Alberto Vúletin en su obra “La Pampa Grafías y etimologías Toponímicas Aborígenes” editado por EUDEBA el año 1972 en su primera edición.


Enrique Stieben por su parte sostiene que “Ca: otro/a, otra cosa, Leuvú: corriente, río. Otro río; en la región no existe accidente topográfico que justifique la denominación. Debe tratarse de un toponímico neuquino llamado así que ha inmigrado”.

Caleufu “Otra corriente de sangre", traduce Eliseo Tello. De ca: otra y leu o leo: contracción de leuvú y fu, corruptela de fun la que es contracción de mollvún: sangre. Aclara (ET) que según una tradición indígena este nombre se debe a que, en un lugar impreciso de la zona que quedaba como a seis leguas al norte de Conhelo, fue degollada una gran cantidad de indios ranqueles, prisioneros de las fuerzas de Rosas, los que, siguiendo las prácticas de los conquistadores de no mantener bocas inútiles, se deshicieron así de sus prisioneros, pretextando que la gente que tenían que distraer para su custodia era necesaria para perseguir al famoso cacique Yanquetruz. Como a causa de esta masacre en el lugar corriera abundante sangre fue el motivo que dio origen a este nombre que ha sido tomado en corruptela por el F.C. Sud para su estación “Río con gaviotas” o “Gaviotas de río” sería otra traducción, basada en caleu: gaviota y leuvü: río.
 Otra interpretación posible es la de tomar ca: otro y leuvü: río lo que significaría “otro río” u “otra corriente de agua”. G. Álvarez estima que la voz Caleufu significa por antonomasia “el río”, dada la importancia que este río Caleufu tuvo en la vida de las tribus. Dejamos a futuros investigadores la traducción y la interpretación correcta de este topónimo. Enrique Udaondo traduce “Arroyo de la lana” que fue el significado adjudicado por la empresa inglesa del F.C. Sud cuando denominó la estación, difiriendo con Eliseo Tello en ese tema.”

La extensa cita anterior, pertenece a don Esteban Erize, quien la transcribe en el tomo 4 de su obra “Mapuche”, editado en Buenos Aires el año 1988 por la Editorial Yepun.

Por su parte el profesor Rodolfo Casamiquela en su obra “Toponimia Indígena de la Provincia de La Pampa", editada por el Ministerio de Cultura y Educación de La Pampa y la Cooperativa Popular de Electricidad de Santa Rosa en noviembre del año 2005, ha dejado expresado lo siguiente.

“Análisis y Significado: La partícula ka en araucano es iterativa, da idea de pluralidad, pero también, aplicada a sustantivos, puede expresar la idea de continuo, “largo”. Aunque poco usada en toponimia, es correcto desde el punto de vista gramatical que aparezca antepuesta a un nombre como lleufü, río para indicar extensión, río extenso. Parece no obstante, no ser aplicable al terreno sin arroyos en la actualidad. El todo: Río (o arroyo) continuo, largo”.


Tapa libro del Centenario
Pioneros
El núcleo urbano se fundó el 29 de octubre de 1911, en tierras que están a 178 metros sobre el nivel del mar, dentro de una superficie total de 450 mm2, a pocos kilómetros de la provincia de Córdoba, en el entonces Territorio Nacional de la Gobernación de la Pampa Central.

Caleufú se encuentra situado al sur del Departamento Rancul. En el mes de Julio del año 1911 llegó el ferrocarril y recién tres meses más tarde se inicia la fundación del núcleo urbano, dentro del contexto rural en el que se mantuvo el pueblo hasta la década del sesenta.

Entre los pioneros que impulsaron el nucleamiento inicial de Caleufú, en sus orígenes se recuerda a don Albino Baffini, quien había estado radicado antes en Simpson (actual Maisonave) y posteriormente participó también en las fundaciones de Ingeniero Luiggi y Pichi Huinca.

Otro de los promotores de la comunidad nacida el año 1911 fue don Manuel Esnal, quien en 1912 formó parte del primer grupo de chacareros. Esnal había trabajado anteriormente como panadero en General Pico y Quemú Quemú.

En el aspecto educacional, la primera escuela particular la regenteó el maestro italiano Antonio Gianantonio, hasta que cuando llegó el año 1914 se puso en marcha la Escuela Nº 75, al frente de la cual, el Consejo Nacional de Educación designó a Calixto Mendoza.

El año 1919, al término de la primera Guerra Mundial se crean la Sociedad Española y la Sociedad Italiana “20 de Septiembre”, ambas dedicadas a trabajar solidariamente para atender a los más necesitados de cada colectividad de inmigrantes.

Servicios

Luego del ferrocarril y de la escuela, los dirigentes fundacionales se abocaron a dotar a la pequeña aldea de otros servicios, que mejoraran las condiciones de vida de las familias. Así surgió en 1917 la puesta en marcha de la usina, para producir electricidad, mediante el motor a vapor de una trilladora. Se recuerda como encargado durante muchos años a don Teófilo Blanc y la casilla donde se llevaba a cabo la actividad.

Caleufú, como todos los antiguos pueblos del Territorio Nacional de La Pampa Central tuvo periódicos, de los cuales el más antiguo fue “La Tribuna" que salió a luz el año 1923, dirigido por don Pascual D!Elia.

El año 1948 se puso en funcionamiento un pequeño Hospital Rural, del que es continuador el actual que fue bautizado con el nombre de “Luis A. Petrelli”.

Parroquia de San Antonio
Producción y población

En un principio, la principal fuente de riqueza eran las majadas de lanares, que producían y daban trabajo a mucha gente. Era la época en que el precio de la lana y la relación de la Argentina con Inglaterra daban buenas ganancias vía exportaciones.

Cuando llegó el año 1914 y se da comienzo a la Primera Guerra Mundial, la zona comenzó a explotar el bosque de caldén para abastecer de leña a los Ferrocarriles que fueron los grandes compradores.

Luego de una década más o menos favorable para la agricultura, llegó la crisis del treinta, que a la caída de los precios internacionales de las carnes y los granos, se agregó la sequía y el flagelo de las cenizas y de la langosta, que junto a los grandes ventarrones, produjeron la voladura de la capa fértil de muchos campos.

Luego llegaría la Segunda Guerra Mundial entre 1939 y 1945, en la cual la actividad forestal volvió a reactivarse y darle actividad a la zona.
Cuando se realizó el Censo Nacional de Población del año 1947 Caleufú contaba con 1.197 habitantes. Al cumplir los ochenta años de su fundación la localidad tenía 1857 personas viviendo dentro de su ejido municipal. Y según las últimas cifras disponibles del Censo Nacional de Población del 2001 se registraron un total de 2.396 habitantes, de los cuales 280 vivían en el ámbito rural y 1.229 eran varones. En el último Censo Nacional de Población realizado el año 2010 se registraron 2014 habitantes.


domingo, 23 de octubre de 2011

INAUGURACIONES MUSEO DE ARTE

Quedó inaugurada en las salas del Museo Provincial de Artes de La Pampa, situado en la tradicional esquina de las calles 9 de Julio y Villegas, la muestra "Redenciones" que comparten el Fotógrafo Jimmy Rodríguez y el Artista Visual/ Escultor Raúl Fernández Olivi, ambos pampeanos.

"La clave del misterio está en la metáfora. Tal vez logremos descifrarla si nos entregamos al sonido del viento", así termina Julieta Mansilla su mirada sobre las obras que componen esta presentación de  arte de muy bien nivel, tal cual lo reconoció explicitamente Zulema Maza, quien comparte con ellos su propia muestra.

Dice la enciclopedia que Redención es la "acción  y efecto de redimir". En tanto que redimir, tiene varias acepciones: 1) "rescatar al cautivo mediante precio, 2) comprar de nuevo una cosa que se había vendido o empeñado, 3) dejar libre una cosa hipotecada o empeñada, 4) librar de una obligación, o extinguirla y en sentido figurativo 5) poner término a un dolor, adversidad o molestia."

Las obras de estos dos renombrados y prestigiosos creadores de significados "son relatos que parten del compromiso que los artistas mantienen con el presente".

En Raúl Fernández Olivi, su relato tiene origen en una semilla y parece concluir en sus plantas de raíces al descubierto y ampulosas frondas en sus copas que nos plantea el interrogante, sobre  el elemento vital para el ser humano y nos plantea una advertencia en esa oquedad creciente de la semilla manipulada genéticamente sin resguardos para la vida.


El relato de Jimmy Rodríguez está armado en distintos trípticos en los que ha utilizado la figura humana femenina, terciando entre dos situaciones del pasado. ¿Qué símbolo representan estas mujeres? ¿Será un simil de la imágen de la Justicia? ¿O será la intuición femenina, que habituada a las tinieblas y la penumbra, logra redimir su dolor en este mundo injusto y asegurar la procreación para garantizar la especie?

¿Esta mujer que descansa frente a un caldenar en invierno desprovisto de follaje, es el símbolo de la fertilidad femenina? ¿El alambre de pua que encierra un páramo, es el sueño vano del hombre de querer producir más allá de los límites de la naturaleza? El contraste entre un hombre excesivamente racional, consumido por la ambición de dominar el ambiente, artífice de la erosión y la sensualidad y erotismo de la mujer, parece redimir esa adversidad.

"El Desierto No Cumple Pactos:
reclama lo suyo,
rayo sin lluvia"
Dicen los primeros versos de Alejandro Acosta, al lado del cual Jimmy Rodríguez expone el esqueleto de un cardo ruso, que parece dar cuenta de esa parte del relato de la adversidad.

"Esta es la ley del médano.
La escribieron los dioses miserables sobre la piel del páramo.
Nadie pudo infringir jamás sus mandamientos,
so pena de extinción en la locura o el tenebroso exilio del suicidio".
Esta es la primera frase del poema "Ley del Médano", que ilustra la muestra, del escritor pampeano Juan José Sena, que aunque escrito sobre la experiencia del pasado territoriano de La Pampa seca, tiene plena vigencia nacional y universal para el contexto de la cultura dominante de un ser humano que profanó sus mandamientos.



"Por lo general la obra de Zulema Maza posee un doble registro. El primero es, con toda evidencia, lo que se ve en esa búsqueda de seducción y belleza tan palpable en rostros que nos miran, poseídos por algo que se desplaza siempre en el punto justo.
Lo que allí serpentea y podría tal vez enseñorearse de la totalidad de las figuras, es indicio de otra dimensión. De una energética orgánica que las recorre, que las define no solamente en su diseño sino en una vida profunda simil a una planta. Es lo que ella percibe como núcleo del universo: el alma del mundo, verde, femenina."(1)



Tal cual lo expresó Zulema Maza las dos muestras se complementan perfectamente. Su visión es distinta, ella proviene de Buenos Aires, donde la naturaleza humana es el todo en su relato y  lo industrial está  omnipresente en su estética. La semilla, el bosque, el viento no están a la vista, porque estas mujeres provienen de una jungla de cemento, que es otro tipo de desierto, donde estas mujeres-plantas deben disociarse para volverse a vincular en la búsqueda de un universo más plural.

También participaron de la apertura de la Muestra un trio musical que se adhirió cantando y ejecutando canciones no demasiado conocidas para nosotros.

(1) Ravera, Rosa María: Académica de Número. Presidente de la Asociación Argentina de Estética.

lunes, 17 de octubre de 2011

17 de Octubre de 1945

Los sucesos que culminaron en la noche del 17 de Octubre del año 1945 en  la Plaza de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires, habían comenzado el 8 y 9 de octubre de ese año con el desplazamiento y posterior confinamiento a la isla Martín García, del entonces Coronel Juan Domingo Perón.


Los matutinos de ese día hacían alusión en los grandes titulares a la formación de nuevo gabinete, luego de la salida forzada de Perón, quien renunció a sus cargos de Ministro de Guerra, Vicepresidente y Secretario de Trabajo y Previsión.



Algunos vespertinos anunciaban que la CGT (Confederación General del Trabajo) había decidido una huelga general de 24 horas pero recién para el día 18. Por otro lado se mencionaba que Perón había sido internado en el Hospital Militar, donde había sido derivado de una supuesta dolencia. Ahora se sabe que fue una estratagema de sus amigos para tenerlo más cerca del teatro de operaciones donde se estaba cocinando la crisis.


CIPRIANO REYES COMENTA

(Dirigente sindical del gremio de la Carne)

"La columna más maravillosa fue la que partió de Berisso. Estaba integrada por más de cinco mil compañeros; por el camino iban requisando todo lo que pudiera servir como medio de transporte: autos, colectivos, carros, también pedían a la gente que se sumaran a la marcha. Llegamos a eso de las cuatro de la tarde, antes había estado trabajando en la movilización. Yo viajaba en un coche con el compañero Ernesto Cleve. Cuando llegamos a puente Barracas nos encontramos con mucha gente, ya que habían levantado el puente y no se podía seguir. Los compañeros se largaban al agua como podían, usaban los botes, los transbordadores de los frigoríficos, tiraban bancos viejos o cualquier cosa que flotara para hacer balsas, otros simplemente nadaban en las sucias aguas del Riachuelo.

Así era el ansia por pasar al otro lado. Les dije que fueran por el puente del ferrocarril. A los pocos minutos bajaron puente Barracas gente se aprestó a cruzar. La policía intentó cerrar el paso e hizo una descarga cerrada al aire. Escuché decir a un oficial a sus subordinados: "¡Déjenlos pasar!…¿Quién ataja esto?".

Nos desplazamos por Barracas, tomando la avenida Montes de Oca hasta Constitución, donde hubo una concentración parcial. Volvimos a Bernardo de Irigoyen para avanzar sobre Plaza de Mayo. En cada cuadra se incorporaban más hombres y mujeres a la manifestación, desde los balcones nos aplaudían. Fue maravilloso."

(De "La Jornada del 17 de octubre", libro compilado por Fermín Chávez).


La quinta edición del vespertino La Razón ya refleja gran parte de lo que sucedió ese día. La policía levantó los puentes para evitar que pasaran desde los barrios hacia el centro de la ciudad, los numerosos grupos que iban a pedir la liberación de Perón.


LEOPOLDO MARECHAL
Era muy de mañana, y yo acababa de ponerle a mi mujer una inyección de morfina (sus dolores lo hacían necesario cada tres horas). El coronel Perón había sido traído ya desde Martín García. Mi domicilio era este mismo departamento de calle Rivadavia. De pronto me llegó desde el Oeste un rumor como de multitudes que avanzaban gritando y cantando por la calle Rivadavia: el rumor fue creciendo y agigantándose, hasta que reconocí primero la música de una canción popular y, enseguida, su letra:


"Yo te daré/

te daré, Patria hermosa,/

te daré una cosa,/

una cosa que empieza con P/

Perooón".

Y aquel "Perón" resonaba periódicamente como un cañonazo.

Me vestí apresuradamente, bajé a la calle y me uní a la multitud que avanzaba rumbo a la Plaza de Mayo. Vi, reconocí, y amé los miles de rostros que la integraban no había rencor en ellos, sino la alegría de salir a la visibilidad en reclamo de su líder. Era la Argentina "invisible" que algunos habían anunciado literariamente, sin conocer ni amar sus millones de caras concretas, y que no bien las conocieron les dieron la espalda. Desde aquellas horas me hice peronista.

(Palabras con Leopoldo Marechal, por Alfredo Andrés, 1968. Extraído del libro: "La Jornada del 17 de octubre" compilado por Fermín Chávez


Entre los jóvenes que refrescan sus pies en la fuente ese día 17 de Octubre del año 1945, de traje se encuentra el pampeano Arturo García, fallecido en Santa Rosa hace poco tiempo 



RAUL SCALABRINI ORTIZ

"Un pujante palpitar sacudía la entraña de la ciudad. Un hálito áspero crecía en densas vaharadas, mientras las multitudes iban llegando. Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los Talleres de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones de acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas... Hermanados en el mismo grito y en la misma fe, iban el peón de tambo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor el mecánico de automóviles, el tejedor, la hilandera y el peón. Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la nación que asomaba"


Perón acompañado del presidente Farrel, en el balcón de la casa Rosada, esperando el momento de dirigir la palabra a la muchedumbre reunida ese día y que esperó pacientemente hasta que apareciera el Coronel. Después de escucharlo recien se desconcentraron en orden hacia sus hogares hacia la medianoche.

JUAN JOSE HERNANDEZ ARREGUI

"El proceso de industrialización que venía de la Primera Guerra Mundial y acrecentado rápidamente en el transcurso de la Segunda, había dado origen a un proletariado industrial destinado a una decisiva experiencia histórica en medio del pánico de los partidos directa o indirectamente complicados con el pasado. Esas masas, decepcionadas del socialismo, ajeno a la realidad nacional, del radicalismo en plena descomposición histórica después de la muerte de su gran caudillo Hipólito Yrigoyen, y del comunismo, cuyas consignas nunca entroncaron con demandas populares del país, carecían de compromisos. El 17 de octubre no sólo fue una lección histórica para las fuerzas del antiguo orden sino la gigantesca voluntad política de la clase obrera. Su adhesión a un jefe no se fundó en artes demagógicas sino en las condiciones históricas maduras que rompían con las antiguas relaciones económicas del régimen de la producción agropecuaria, que superaban los programas de los partidos pequeño burgueses de centro izquierda. La revolución política exigía la reforma social. La recuperación de la economía, enajenada al extranjero y la elevación del nivel de vida del hombre argentino explotado, son la doble faz de un mismo fenómeno: la toma de conciencia histórica de las masas. Todo el problema político de la Argentina actual se reduce a esta irrupción consciente de los trabajadores en la historia nacional."

(Extracto del libro: "La Jornada del 17 de octubre" compilado por Fermín Chávez)

martes, 11 de octubre de 2011

CANUHE VIDA Y OBRA

Carlos Germán Canuhé, nació el 28 del mes de mayo del año 1932 en una de las chacras de la "Colonia Butaló" del Departamento Chicalcó, del entonces Territorio Nacional  Pampa Central. Ese fue el año de la caída de la ceniza proveniente de la erupción del complejo volcánico "El Descabezado", de la VII Región de Chile.

 La gran crisis de la década de 1930 afectó toda la Pampa Central, porque después de la ceniza, llegó el ciclo de la sequía y de los grandes ventarrones. A eso se le sumó la plaga de la langosta y los periódicos incendios de los campos. Esa década es conocida como de "los años malos", porque a esas calamidades climáticas se sumaron además las consecuencias económicas de la gran depresión mundial, que afectó negativamente al mercado de Pampa Central, porque a la caída de los precios internacionales de la lana, la carne y los cereales, se deprimió el mercado laboral, creció el desempleo y como consecuencia se elevaron los índices de pobreza e indigencia.

Su abuelo paterno fue Miguel Canué, (sic) o Canuhé, quien convivía con Manuela Cabral, una hija de  la cautiva cordobesa Fermina Zárate y del Cacique Ramón Cabral, "El Platero" de los ranqueles, antes que el coronel Eduardo Racedo arrasara contra las tolderías de Leuvucó y los alrededores el año 1879.


Germán y sus hermanos, junto a su familia se desarraigaron del terruño nativo, cuando el sistema del río y bañados del Atuel dejó de funcionar, como consecuencia de la construcción en Mendoza del Complejo Hidroeléctrico "Los Nihuiles".

Su padre Roberto Canuhé, bautizado el año 1914 en la Colonia Emilio Mitre, por el RPS Antonio Luzkar, se había casado con Julia Domínguez, familia de la zona de Telén, así que se largaron para los pagos del francés Alfonso Capdeville y allí se afincaron para que los niños fueran a la escuela. Su hermano menor Roberto Mario fue un recordado ciclista y futbolista del Club Telén. El otro hermano, Gerardo Raúl, con quienes compartimos desde la década de 1970 en Victorica,  fue Juez de Paz en la Colonia Emilio Mitre y activo militante político. Su hermana Hilda, que aún vive, se casó con Arce de Victorica y reside actualmente en la ciudad de General Pico.
Germán formó familia con Rosa Mendiara descendiente de vascos franceses, de cuyo matrimonio nacieron tres hijos -Oscar, María Inés y Marcelo-, quienes le dieron la dicha  y la felicidad de disfrutar de diez nietos y un bisnieto.

Germán Canhué se convirtió, por su preparación autodidacta y su forma de ser, en un líder natural de los ranqueles que desde la reposición del sistema democrático en 1983, comenzaron a bregar nuevamente para ser escuchados y luchar por sus derechos, muchas décadas postergados. Regresó a Victorica, cuando se jubiló de la Marina Argentina, en la que trabajó largos años. Allí me lo presentó su hermano Gerardo en 1984, a partir de cuyo momento iniciamos una relación de amigos que cultivamos y conservamos aún en medio de debates y discusiones intensas.

Su lema favorito fue  "Como indios...nos conocieron..como indios...nos conquistaron...como indios nos liberaremos...". Su filosofía de vida fue la de actuar siempre como uno más, no como un jefe, sino como un maestro.

Carlos Germán Canuhé falleció en octubbre del año 2012 imprevistamente en la ciudad de Olavarría, (Buenos Aires), donde estaba participando de unas Jornadas en la Facultad de Ciencias Sociales sobre Antropología. Desde hacía más de dos décadas que se había convertido paulatinamente en uno de los referentes fundamentales de los descendientes de los Rankülches, que vienen luchando por recuperar su cultura y defender sus derechos.

Casi todas las iniciativas importantes contaron con la presencia, la palabra o la pluma de Germán Canuhé, quien promovió la creación de muchas de las comunidades aborígenes que se han fundado en varios pueblos de nuestra  provincia de La Pampa.
Peregrinó no sólo nuestro territorio provincial, sino que se desplazó a varias provincias y aún fuera de nuestro país, participando de, Reuniones, Asambleas, Congresos, Jornadas y Encuentros sobre los Pueblos Originarios, llevando la visión de un descendiente del pueblo ranquel. Siempre dejó en claro que respetaba a quienes se designan mapuches, pero dejando en claro que él y sus hermanos y hermanas pertenecían a la Nación Rankulche, por esos las comunidades que se han fundado llevan el nombre de lonkos de la etnia de los ranquelinos.


Germán recordó sus años de niño y describió sus experiencias de trabajo familiar en el Oeste Pampeano, en este texto que transcribo.
"  Hasta los años 1944, el oeste pampeano era un lugar digno para vivir. Había fauna por doquier, perdices, martinetas, ñandúes, liebres, vizcachas, piches, peludos. Muchos pájaros y aves acuáticas. El verde campeaba por todas partes, los muchachos nos entreteníamos revolviendo los tréboles para tratar de encontrar alguno de 4 hojas, decían que traía suerte.
  Las chivas, las ovejas, los caballos, todos gordos. Las chivas daban chivitos y abundante leche que nos servía para nuestro consumo, para fabricar quesillos, para comerciar el excedente en el pueblo, que estaba ahí nomas. Las ovejas su lana, sus corderos, su carne. También fabricábamos otros productos como pasteles, tabletas, hoy llamados alfajores, pan casero, en el pueblo había dinero, todos vivían de alguna actividad.

  Las fiestas populares eran un gusto. Los 25 de Mayo, los 9 de Julio, eran dos, tres, cuatro días de continuo jolgorio, cuadreras, taba, sortija, palo enjabonado, de noche baile. Y juego clandestino. El mus, el truco, la liga. Se formaban y deshacían parejas. Las carpas, alrededor del boliche de Olivera, eran un gusto. Nuestra gente producía y vendía tortas fritas, pasteles, frituras y otras ricuras. Eso en Santa Isabel. Ni hablemos de las que se hacían en Paso de los Algarrobos, El Paso y en otros lugares. Mercachifles con carros llenos de mercaderías, que generalmente vendían en su totalidad y luego la gastaban en las mismas fiestas. Aparecían familias por centenares, mayoritariamente indias, de todo el oeste".

  "Los fines de semana íbamos a pescar. Siempre había un remanso disponible. Con hilo de albañil. Anzuelos, un corcho, una tuerca como plomada. Y algo de no creer, la carnada tanto para las truchas como para los pejerreyes era...un pedazo de carne. Volvíamos con nuestra cosecha de pescado a disfrutarla en familia.

  "Los varios camiones que venían regularmente de Telén y los que venían de Mendoza, nos traían mercadería, correspondencia y pasajeros. De Santa Isabel salían otros, locales, hacia las zonas rurales. Todos volvían llenos de la producción de la región, lana, cueros, plumas. Que embarcaban en Telén, punta de rieles del ferrocarril que hacía el recorrido regular hasta Once. O en Gral. Alvear, Mendoza.

   "Fabricábamos adobes, que vendíamos. A los muchachos siempre nos contrataban para algo, aunque más no sea para proveer de agua potable de una bomba que estaba en los médanos, que acarreábamos con un barril al que le fijábamos dos ejes, uno en cada extremo, donde poníamos dos tiros de cadena unida al frente. Así lo hacíamos rodar.

   "En el campo la actividad era la señalada, la yerra, la esquila, la cosecha, el arreo, el cuidado de los animales. No había éxodo en ese tiempo. La fauna variada, los frutos de piquillín, algarrobo y chañar, la huerta familiar que teníamos, una granja que nos proveía de carne, huevos, que también nos servía como trueque para nuestros vicios, junto a la zafra de chivos y corderos, y el arte indio, matras, ponchos, riendas y aperos de cuero, hacía que nuestras vidas dependieran de nosotros mismos.

  "Luego en Mendoza cortaron el río, comenzó la sequía. Se alejaron las lluvias, apareció la langosta, enflaquecieron y comenzaron a morirse nuestros animales, dejaron de venir los camiones del intercambio, dejó de funcionar el ferrocarril hasta Telén, se fueron secando nuestros remansos. Cada poblador, con mil, dos mil, tres mil ovejas, se fue quedando sin nada. Al Río Atuel lo habían secado-

 " La vida sustentable no podía seguir. Comenzamos a depender de la fauna, que cada vez quedaba más lejos, más escasa. El estómago de nuestras familias no nos daba tregua. No había trabajo, no había dinero, la leche que comercializábamos era cada vez más escasa, más aguada. Las chivas, las ovejas, se fueron muriendo de hambre, ante la falta de pasto. 

"Al final no quedó nada. Había que emigrar. Por cientos nos fuimos yendo. Algunos a Mendoza. Otros a Telén, VictoricaSanta Rosa, o Buenos Aires. Sin calificación laboral nuestro destino fue y es pasar a conformar cordones de carenciados, a ser una carga para el erario público".



 " Esta depredación sigue. El éxodo que comenzó en aquella época, continúa. La gente joven no tiene destino. “El agua debe volver” un 30% del espacio geográfico de la Provincia de La Pampa, y sus habitantes, la mayoría ranqueles, junto a los que nos fuimos, lo exigimos".(1)

A continuación un párrafo de Canuhé, referido a su crítica permanente a las injusticias de vieja data que debieron sufrir, los miles de paisanos que fueron obligados a tomar el camino del éxodo, en lo que se ha denominado "la diáspora saladina".

"Después de la llamada "Conquista...", el Pueblo Ranquel mayoritariamente se fue afincando en esos desolados parajes, con epicentro en Emilio Mitre, departamento Chalileo. El departamento Chicalcó tiene el triste privilegio de poseer el NBI mas alto del sur Argentino y uno de los más altos del país (79 %) y allí nomas están los departamentos cercanos, Curaco, Puelén, Chalileo, Limay y otros.
" El gobierno actual de la Provincia ha intentado cambiar la realidad del Oeste, pero mientras Nación siga sin cumplir con las leyes que contemplan los derechos Indígenas, (23.302 - 24.071 - Artículo 75 inciso 17 de la Constitución) y nos siga considerando como convidados de piedra, los indígenas de La Pampa y del País seguiremos siendo protagonistas de crónicas de este tipo donde priva la economía de subsistencia,  el hambre, la desnutrición, la falta de atención de la salud, con un mal de chagas que se pretende negar pero nosotros sabemos que está como siempre entre nosotros".

Germán y sus hermanos fueron portadores del mal de chagas, el terrible flagelo de la vinchuca, que se alojaba en las paredes y techos de adobes y jarillas.

Germán Canuhé fue presidente de la Fundación "Willi Kalkín", Presidente de FICAR (Federación Indígena del Centro de Argentina), integrante de la AIRA (Asociación India de la República Argentina), miembro de la Federación India del Centro de Argentina, miembro del Consejo Provincial Aborígen (CPA) y cofundador de CICOR (Centro de Interpretación de la Cultura Originaria Rankulche), este último situado en Santa Rosa, provincia de La Pampa, en Argentina.

Además Germán Canuhé es coautor y compilador del libro "Los Rankulche sobre la huella de Mansilla", editado el año 2010 en la provincia de San Luis.

(1) Texto tomado de la Fundación Alihuén.

lunes, 3 de octubre de 2011

AMERICA PROFUNDA

En el Museo de Artes de La Pampa, se inauguró días pasados una impactante muestra de vitrales y esculturas de vidrio e hierro, cuyo autor es Héctor Chianetta.

"En los vitrales de Chianetta, Evita aparece por fin a traducciones alternativas, que la acercan a otro estado de su propio mito. A un rompecabezas de cristal que forma una guía liturgica y está siempre en la inminencia de recuperar su condición áspera, escindida, desencajada." (Horacio González, Director Biblioteca Nacional)

La exposición de Chianetta, que estará abierta al público hasta el próximo 17 de Octubre, es para no perderse la oportunidad de admirar a un verdadero artista, que ha unido a su talento como escultor y vitralista, el acertado homenaje a uno de los grandes pensadores de América y la inefable Evita que se sumergió en esa profundidad, para devolver dignidad a millones de personas.

El autor de esta magnífica obra vivió entre nosotros en la década del ochenta, después de recuperada la democracia. Se desempeñó en la Cámara de Diputados de La Pampa cuando era muy joven. Después regresó a Buenos Aires, su ciudad natal, donde se dedicó a estudiar y perfeccionarse, sin dejar de participar activamente en política.

Es discípulo del escultor Carlos Herzberg y ha participado en diversas exposiciones y muestras desde el año 2002, entre ellas en la Alianza Francesa, Museo Evita, Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional y en la Biblioteca Nacional.



"En este contexto donde el hombre termina siendo el esclavo del paraíso artificial que ha construido, América profunda indaga en los símbolos de Eva Perón y del maíz. Uno, como emblema femenino de amor incondicional y de liberación personal y social; el otro, como alimento sagrado de América -no mercancía- al encuentro de nuestras semillas y raíces. Es por ello que rendimos un homenaje a Rodolfo Kusch, silenciado por el establishment durante años."

Y agrega a continuación Chianetta en su presentación, refiriéndose a Kusch, a quien rinde un merecido homenaje: "Su amor y honradez intelectual, su enorme flexibilidad espiritual y su rigor científico permitieron demoler prejuicios, condicionamientos y mitos del pensamiento occidental moderno para buscar sin velos al espíritu del hombre americano en las cosmovisiones indígenas."

sábado, 1 de octubre de 2011

NOVELA DE OMAR LOBOS

Esta tarde en la librería de la calle 9 de julio, se llevó a cabo la presentación de la novela histórica del escritor pampeano Omar Lobos, que editara recientemente Colihue.
Hizo una primera aproximación a la obra, el escritor Edgar Morisoli, quien habló en su propio nombre y llevó el saludo de la Asociación Pampeana de Escritores.

Morisoli hizo un extenso comentario de la comparación del texto original que leyó hace aproximadamente una década y el que finalmente se ha publicado. Sus comentarios como siempre cautivaron a los asistentes que colmaban la estrecha sala del local y sirvieron para contextualizar la meritoria obra de Lobos en el rumbo de "la pampeanidad" y de la literatura regional pampeana con proyección nacional.

Posteriormente la escritora Dora Battiston, quien reconoció haber sido su profesora, visiblemente emocionada leyó en primer término el texto de una carta que le enviara al autor el día de la presentación del libro en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires de este año.



Seguidamente hizo uso de la palabra el autor de esta importante y cautivante novela histórica, que tiene dos dedicatorias: "A mi padre Avelino Lobos" y a renglón seguido "A los pampeanos".
El propio Omar Lobos, nacido en Winifreda el año 1964, reconoció estar muy emocionado por la presencia no sólo del publico, entre los que se encontraban familiares, amigos y conocidos, sino fundamentalmente por quienes lo acompañaron en la mesa, entre quienes también estaban el Arquitecto Miguel García, autor del óleo "Juan Calfucurá" que ilustra la tapa del libro, como también de Alberto Acosta, el segundo lector del texto original, quien ofició de coordinador.

Nos sorprendió que su internación en el mundo aborigen haya sido un llamado de su propia conciencia, dado que se produjo en momentos en que estando por viajar a estudiar la cultura Checa y en ocasión de tener que redactar un material para la presentación de un libro, de a poco se va introduciendo en la fuente documental en donde abrevaría para escribir su novela.

En 1996 Omar Lobos ganó el Premio Fortabat en la categoría cuento. Es Licenciado en Letras, se desempeña como docente y ha trabajado como traductor de algunas obras  del ruso Fiódor Dostoievski y de Antón Chéjov. Varios de sus cuentos integran la ediciónde la serie "Parques Nacionales: leelos, cuidalos, disfrutalos".

Actualmente es coordinador de la colección Senderos de los Pueblos Originarios de América en Ediciones del Sol, en la que ha publicado su libro "Los mapuches". También ha colaborado con varios artículos en el suplemento educativo del diario La Arena.

Algunos descendientes de agrupaciones aborígenes que se encontraban en la sala, le agradecieron por su enfoque no discriminatorio con respecto a las cuestiones de nacionalidades y límites políticos que no eran justamente los motivos de diferencias entre los distintos pueblos originarios.

Al momento de solicitarle que nos autografiara el libro, le hicimos saber que lo había leído en unas pocas noches, porque su lectura nos había resultado atrapante, por el grado de verosimilitud con que está narrado.


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