La
Guerra de Malvinas desarrollada durante los primeros meses del año 1982, cuando en la
Argentina mandaba la dictadura militar del denominado "Proceso de Reorganización Nacional", derramó mucha sangre de oficiales, suboficiales y soldados conscriptos de familias argentinas. Nuestra
Provincia de La Pampa también se vió enlutada por el sacrificio de la vida de cuatro ciudadanos de distintas localidades, quienes en muy corto tiempo y con una instrucción muy precaria debieron enfrentarse a la tragedia de la guerra, en inferioridad de condiciones.
Monumento a los Héroes de Malvinas levantado en la ciudad de Eduardo Castex (La Pampa) al ingreso al Parque Jurásico En varias de las ciudades de
La Pampa se han conformado Asociaciones de Ex Combatientes y de Veteranos de Guerra, que tratan de ayudar a quienes lograron salvar su vida, pero que llevan en sus memorias las imágenes horribles de aquellos días. Además estas Entidades trabajan para mantener viva la llama del reclamo de la soberanía
Argentina sobre
Malvinas y de conciencizar a las nuevas generaciones acerca de la importancia de conocer la historia de lo que pasó, lo que les pasó particularmente a ellos y nos pasó a todos los argentinos. En la Capital de la Provincia de La Pampa, sobre la Calle Corrientes, cerca de la Cámara de Diputados y del Tribunal Superior de Justicia se encuentra uno de los Monumentos en Homenaje a los
Caídos en Malvinas.
Monumento levantado en la ciudad de General Acha (La Pampa) en Homenaje a los caídos en Malvinas en la Plazoleta del Ferrocarril
También los últimos años se continuan levantando Monumentos y espacios destinados a colocar placas con los nombres de quienes dieron su vida por defender a la Patria en otras ciudades y pueblos de nuestra provincia. Los cuatro jóvenes pampeanos, muertos durante la Guerra de Malvinas, que perdieron su vida en el hundimiento del
Crucero "General Belgrano" por el submarino nuclear inglés fueron: Alberto Edgardo
Amesgaray de General Pico, Daniel Enrique
Lagos de Telén, Hugo Ramón
Gatica y Jorge Delfino
Pardou, nacido en Jacinto Araúz suboficial, los demás eran conscriptos.
“Para muchos hoy es un día más. Pero para quienes estuvimos allí no, porque desde aquel 2 de abril de 1982 nuestras vidas nunca volvieron a ser las mismas. Ese día vive con nosotros en nuestras mentes, en nuestros corazones, cada mañana, y así será eternamente hasta el fin de nuestros días”, dijo hoy
Julio Arancibia, integrante de los Ex Combatientes del Centro de Veteranos de Guerra de Santa Rosa.
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