Según el Censo Nacional del año 1895, el rubro Agricultura para el Territorio de La Pampa acusó aún pocas hectáreas cultivadas, siendo los principales cultivos registrados: 5.260 hectáreas de alfalfa, 2.765 de maíz, 495 de cebada y tan sólo escasamente 370 de trigo.
Arados y sembradoras tirados por bueyes. En primer plano el pasto puna. (Foto "Arando en el Desierto" Lassalle-Lluch)
“En su primer abrazo a esta tierra virgen había sido afortunado y parecía haber despertado su fecundidad pero hemos abusado todos sin excepción y no hemos ayudado a la naturaleza en su evolución que venía tan bien, hemos hinchado el valor de los campos, hemos querido hacerle producir un buen interés del capital casi calculado y hemos recargado los campos, falta de tener potreros y dejar en cada uno de ellos semillas, por lo menos una vez cada tres años, de los buenos años vemos invadido lo mejor de los buenos campos por la puna y la paja vizcachera que los animales dejan semillar año tras año. El mismo fenómeno se produce en el mejor de los alfalfares si está destinado a pastoreo y si lo tienen constantemente recargado. Toman fuerza y semillan los yuyos y poco a poco se pierde la alfalfa”.
En tanto que en la edición del mismo diario de fecha 4 de julio del año 1903 en un fragmento de noticias sobre la firma “Capdeville y Ares” de Telén se afirma que “fomentan un centro de agricultura completamente particular que producen en el presente año 400.000 kilogramos de semillas de alfalfa que alcanza el Primer Premio en la Exposición de Agricultura”.
En el mes de julio de 1905 un corresponsal del diario La Capital visita la estancia Telén y en el artículo publicado el día 19 de ese mes y año se puede leer: “De esta manera la agricultura ha progresado en el establecimiento rápidamente y hoy cuenta ya con más de 3.000 hectáreas de espléndidos alfalfares, divididos en 12 potreros perfectamente alambrados. Se continuará la preparación de otros hasta abarcar una extensión de 7.500 hectáreas. Se ha prestado preferente atención a la semilla de alfalfa, de la que se exportaron hasta la fecha correspondiente a la última cosecha: 1904/05 más de 80.000 Kg. Recordamos a este respeto que el Jurado de la Exposición de San Luis (EE.UU.) acordó a la semilla de alfalfa de Telén, el año pasado el premio: Medalla de Oro; distinción de verdadera importancia que comprueba la excelencia de la semilla y demuestra la esmerada labor que allí se dedica a la producción”.
Indudablemente que la fuerte apuesta de Capdeville hacia la agricultura impactó en otros propietarios de la zona, quienes en mayor o menor medida intentaron también sus sembradíos de alfalfa.
Así cabe citar a Alberto Sidebottom en su campo “La Isabel”, don Enrique T. Kenny en su campo “La Fe”, quien trajo desde Santa Fe tres familias de agricultores a los que les asignó a cada uno una pequeña parcela por las que no les cobraba arrendamiento con tal que hicieran la experiencia de sembrar y cosechar alfalfa. Don Armando Lernoud en “La Morocha” y también don Máximo García en la zona de “Carro Quemado”.
Capdeville no sólo adquirió maquinaria, además trajo desde Francia al Ingeniero Alberto Sarrade, quien aportó conocimientos científicos sobre la agricultura, no sólo con la alfalfa y el maíz, sino también con la vid.
En su “Guía de La Pampa Central”, editada por el maestro Miguel Defougéres el año 1906, al abordar el capítulo referido al Séptimo Departamento, (cuya capital era Victorica), expresa en un párrafo descriptivo de la geografía de la zona: “La parte sur, comprendiendo lo demás de los distritos D, Sección XIII y D, Sección VIII, se compone en su mayor parte de pampas bajas, altísimos médanos e importantes isletas de montes. Es la zona de los alfalfares”.
Nota: Todas las fotos pertenecen al libro "Arando en el desierto" que fuera editado el año 2001 por la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa, siendo compiladoras Ana María Lassalle y Andrea Lluch.
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