miércoles, 28 de octubre de 2009

JUICIO A LOS SETENTA

Julio Bárbaro es hijo de un colchonero, oficio con el cual su padre y su madre hicieron llegar a la Universidad a sus tres hijos. Nació en el barrio de Boedo en Buenos Aires, justo cuando se estaba gestando el peronismo histórico.
Se educó como pupilo en un colegio de curas y luego llegó a la Universidad de donde egresó como Licenciado en Ciencias Políticas.

Fue electo diputado nacional en las elecciones de 1973 cuando Juan Domingo Perón regresó al país, después de dieciocho años de proscripción.

Bárbaro fue Secretario de Cultura de la Nación, durante el gobierno de Carlos Menem y Presidente del Comité Federal de Radiodifusión, en la presidencia de Néstor Kirchner.
Con los dos terminó enfrentado por diferencias en la óptica política aplicada en la gestión, no exclusivamente por temas que lo tuvieron como responsable directo.

Hace pocos meses atrás apareció su último libro titulado “Juicio a los 70” con el subtítulo “La Historia que yo viví”, publicado por la Editorial Sudamericana.
En la primera parte hace una crítica de la violencia como medio para dirimir diferencias en la política. En “Crítica a las armas” hace un muy buen análisis de las diferencias que separan a la razón de la fuerza.

Luego en el largo capitulo que titula “La historia que yo viví” recorre desde su formación educacional en el primario y en el secundario de la vieja escuela, su llegada al peronismo desde la democracia cristiana, su actuación política en la juventud de los setenta, hasta su secuestro a principios de septiembre de 1981, que terminaría con su exilio en Madrid durante dos años.


El libro no es una investigación académica, sino casi una autobiografía, lo cierra con un Apéndice, y no contiene bibliografía citada.
Es uno de los pocos libros que he leído, en los que alguien que ha sido actor, no simple observador, aborda el tema de la guerrilla en la Argentina, se interna en los meandros de las distintas organizaciones armadas y logra una asignación adecuada de responsabilidades a cada uno de los grupos y facciones.

Pero lo más interesante es el deslinde impecable que hace entre los jóvenes, que lucharon por sus ideales y los jefes guerrilleros que los llevaron a un callejón sin salida, donde muchos murieron sin lograr saber el porqué de su lucha.
Bárbaro, que habla desde adentro y que conoce el paño, siente necesidad de escribir sobre estas cuestiones después de más de tres décadas de aquellos sucesos, que lo tuvieron como uno de los protagonistas.

Con mucha claridad pinta a los personajes de la extrema izquierda del peronismo revolucionario y de la extrema derecha del peronismo reaccionario. Señala con precisión las atrocidades cometidas por los Montoneros, algunos de cuyos dirigentes creyeron que el pueblo los seguiría en su escalada de violencia que terminó por abrir la puerta al golpe de Estado y la represión más horrenda.

En el tercer capitulo que ha denominado “El lado oscuro del setentismo”, Julio Bárbaro ensaya su propia autocrítica. Siendo uno de los pocos políticos que se han animado a poner por escrito, como lo hace él, cuales fueron a su juicio las cuotas de responsabilidades que les cupo en aquella década violenta.


Bárbaro incita a la autocrítica, se la pide concretamente a algunos de los más lúcidos ex montoneros que ya han editado sus memorias, pero sin escribir ningún renglón asumiendo sus propias culpas.
En definitiva, este es un libro para leer de una sentada, porque es atrapante. No sólo por lo que sugiere, sino por lo que dice y sobre todo como aborda y sentencia cada uno de los temas en los que incursiona.

Diría que es un juicio equilibrado, no escribe desde la ceguera ideológica. Su pluma no está cargada ni de rencores, ni de adulonería. No ha impregnado sus párrafos con la idolatría al liderazgo del conductor, ni con la venganza ciega que no le permita rescatar lo rescatable, pintar en el contexto en el que se dieron las circunstancias y comprender benignamente las decisiones de la mayoría de aquellas mujeres y hombres tan jóvenes, que derramaron su sangre.

miércoles, 14 de octubre de 2009

DIA DE LA PAMPA

El 16 de Octubre, una fecha con la que varios no estamos de acuerdo, el Estado Provincial sigue colocando en el calendario de las efemérides como “el Día de La Pampa”.

Más allá de esta discrepancia, vaya como evocación a la semana de La Pampa, que a veces suele pasar bastante desapercibida, esta canción, una de las que forma parte de las fundamentales dentro del Cancionero Pampeano y que ya es parte de nuestra identidad.

Dice al respecto Oscar García uno de los autores: " La idea de crear Y el viento va fue en principio mía. Yo creía que podíamos hacer una obra que hablara de nuestra provincia y de nuestra gente, y que deberíamos hacerla sobre una base musical con características hímnicas. Se lo comenté a quien sería el coautor de la obra, Carlos Groisman, quién en ese tiempo era el arreglador de Cantizal, y nos pusimos a trabajar a la distancia y por teléfono. Nos cantábamos fragmentos, sugeríamos y desechábamos versos, y así seguíamos avanzando. La verdad es que fue todo muy rápido.”



Oscar García, Luis Montoya, Andrés Díaz, Omar Urreaga y Osvaldo Di Pietro

“ Enseguida se vislumbró el rumbo y el espíritu de la obra. Después solo fue pulir, hacer el arreglo vocal e instrumental que también realizó Carlos Groisman, y meternos al estudio de grabación. Volvimos de Buenos Aires derecho a grabar el video, que auspició el Banco de La Pampa, para poder cumplir con el compromiso de ponerlo en el aire casi inmediatamente. Era mediado de diciembre del '86, y el video era una suerte de salutación de fin de año para los pampeanos. El impacto popular que produjo fue inmediato. Desde entonces creo que las obras por encargo pueden ser una buena idea, cuando la chispa del talento nos acompaña."



Y EL VIENTO VA
(click en el título para escucharla)

Carlos Groisman y Oscar García


Después del mar quedó la sal,
Después del sol la soledad,
de tanta tierra despoblada,
un suelo solo nada más.




Más que el lugar donde nací,
me importa donde echar raíz.
Ésta es mi tierra. Esta mi gente aquí,
Yo ya elegí donde vivir, donde morir.

La Pampa canta y el viento va en su voz.
Por mucho tiempo lloró lágrimas de sal,
para arrancar sangre del agua y dar,
vida a la paz, porque al dolor, razón al sol.



Mi tierra baya guarda en su corazón,
bajo su piel de espina, roca, viento y sal,
una canción que el agua llevará
a cada amigo, cada esquina, cada hogar.





Desde el caldén hasta el zampal,
desde la barda hasta el trigal,
toda mi gente va templando
sueños y acero por la paz.


La Pampa canta y el viento va en su voz.
Por mucho tiempo lloró lágrimas de sal,
para arrancar sangre del agua y dar,
vida a la paz, porque al dolor, razón al sol.

Mi tierra baya guarda en su corazón
bajo su piel de espina, roca, viento y sal,
bajo su piel una canción…y el viento va...

Canta La Pampa, mi tierra baya.
Lunas enormes flotan sobre el salitral,
y el viento va llevando en su canción,
a cada amigo, cada esquina, cada hogar.



NOTA: Esta canción fue grabada por la agrupación folklórica Cantizal el año 1989 en un cassette que lleva por título el nombre de la misma. Integraban el grupo Cantizal en ese momento, Andrés Díaz, Omar Urreaga. Alfredo Roldán, Oscar García, Osvaldo Di Pietro y Luis Montoya.

Agradecimiento: Agradezco las fotos de Lázaro Pérez, Fabian Muñóz y Oscar García quien también me envio la grabación que Uds. podrán escuchar.

P.D.: Esta letra y música fue declarada la Canción Oficial de Eduardo Castex en la época de la intendencia de Livio Curto.

viernes, 9 de octubre de 2009

Exposición Fotográfica

Cuando llegué a la vieja casona que fuera de propiedad de la familia de don Arturo Castro, convertida ahora en la sede de la Fundación del Banco de La Pampa me encontré con el Subsecretario de Cultura y la secretaria de la Presidenta de la Fundación.

Nunca me imaginé encontrar tanto publico como el que colmó aquella noche la inauguración de esta muestra de un señor fotógrafo del tradicional blanco y negro, que había sido convocado en esta ocasión por el Foto Cine Club Pampeano presidido por uno de los Etchaniz, esa familia de fotografos, quienes lo habían convocado también veinticinco años antes.

Parece increible como a veces las circunstancias que pueden parecer una "desgracia", se convierten para algunos seres humanos en disparadores para etapas innovadoras en sus trayectorias vitales.

Porque ahora Oscar Pintor, ha dejado el blanco y negro tradicional y se ha volcado al color, a partir de un hecho fortuito. Se trata de antiguos negativos de fotos, slides, transparencias, fotos en blanco y negro, a las que la humedad les hizo nacer nuevas formas y a las que este experto fotografo utilizando el sistema digital, las ha coloreado, logrando algunas muy bellas fotografías-pinturas.

Pude conversar con Rafael Etchaniz, funcionario del Banco, con quien compartimos durante cuatro años labores en la entidad financiera, que me anotició de los kilates del expositor. Después hablamos también con Teresita Lopez Lavoine de Etchanbiz, la madre, alrededor del momento de la fundación del Foto Cine Club Pampeano allá por el año 1964 cuando yo llegaba a Santa Rosa para comenzar mi carrera universitaria.

Por último también conversamos con el actual presidente del Foto Cine Club y tambien con su hermano que es fotografo en el Diario La Arena, sobre la necesidad de continuar dandole impulso a esta entidad y aprovechar este espacio de la Fundacion tan propiado para este tipo de eventos.

La Fundación del Banco de La Pampa, dentro de los actos organizados con motivo del Cincuentenario de la Institución Banco de La Pampa, inauguró días pasados esta exposición fotográfica de Oscar Pintor, que se clausura el próximo 15 de Octubre.

Si puede se la recomiendo, dese una vuelta y aproveche además para conocer un lugar que hasta ahora está subutilizado para eventos de caracter cultural.

martes, 6 de octubre de 2009

EL TANGO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

El tango esa música rioplatense que se difundió por toda la Argentina y que luego de triunfar en Europa volvió por sus fueros, asentó también sus reales en el Territorio Nacional de La Pampa Central.

El tango que nació en las “catacumbas”, que proviene de los lugares más recónditos del arrabal, que luego llegó al centro, ahora tiene carta Universal de Humanidad, credencial de ser un Patrimonio Cultural Inmaterial, es de todos y cada uno de los seres humanos.



Poema del gran escritor pampeano Juan Ricardo Nervi, grabado con la voz de quien esto escribe

Ya he mencionado en una entrada anterior a ese singular personaje J. Nirvassed que en una pianola creaba tangos, valses, polkas y mazurcas allá en su Estancia "Santa Camila" en Telén.
Llegó a La Pampa en 1895 y se fue cuando comenzó la primera Guerra Mundial en 1914 a su Francia natal, con el se llevó un álbum de aproximadamente más de 150 partituras, dentro de las cuales había varios tangos.



Dos de los cuatro Neotangos escritos por el polifacético vate pampeano Bustriazo Ortíz.

Aquí agrego ahora algunas otras aportaciones que hicieron pampeanos de distintos pueblos y ciudades a la cultura del tango. Me refiero a los Neotangos que escribiera el poeta Juan Carlos Bustriazo Ortíz y a los "Sonetangos" (click para escuchar), producidos por el poeta nativo de Eduardo Castex, Juan Ricardo Nervi.

Juan Carlos Roldán ese gran investigador y difusor del tango publicó, creo que en Caldenia, dos tangos compuestos por pampeanos y dedicados a Santa Rosa. También Roberto Osmar Casetta registro un tango en SADAIC el año 1986 que tituló "Yo te quiero Santa Rosa", que solía interpretar la orquesta de José Cambareri y cantado por la voz de Bergonzi.

lunes, 5 de octubre de 2009

PARTIO LA NEGRA SOSA

Ayer falleció Mercedes Sosa, conocida popularmente como la “Negra”, una de las cantautoras más sobresalientes que ha dado Tucumán a la cultura Argentina y Latinoamericana.
Vaya nuestro homenaje y nuestro recuerdo a su memoria. Cuando nos debemos referir a estas grandes personalidades de la cultura las palabras sobran. Por eso y como testimonio de este día de duelo nacional, agrego algunas fotos un poema y la reflexión del Secretario de Cultura de la Nación.
Cantando con otras dos mujeres del canto nacional y popular: Liliana Herrero y Teresa Parodi en una presentación, recuperada la democracia, en la Casa Rosada.

Uno de los más bellos trabajos que grabara en 1989. Una investigación histórica de Félix Luna y acompañada del excelente pianista Ariel Ramirez, Mercedes Sosa, nos dejó este magnífico album, en el que se incluye "Alfonsina y el mar".


Una cosa Sosa
Por Juan Sasturain


Mercedes era una cosa Sosa. /Con mayúscula, digo: tucumana/
cantora sola, voz soberana,/ clase de una, negra y golosa.


Pero ante todo, fue generosa/ con el verso y la oreja americana./
Nos cantó a don Ata y a la hermana/ Violeta, al Cuchi y a Zitarrosa.


Mercedes hizo su destino en vida.
Más allá del aplauso y de la fama
encarnó a la Tierra.


Confundida en piedra y consumida en llamas
queda la imagen final, tan parecida
a un Buda criollo, a la Pachamama.

Dos ídolos de la cultura nacional y de la música universal. Mercedes Sosa que nació del ámbito folklórico pero que recorrió varios géneros y Roberto Sanchez "Sandro" el mejor cantautor del género romántico, después de haberse iniciado en el rock.

Mercedes Sosa canta junto con uno de sus tantos entrañables amigos el cantautor argentino Leon Gieco.

Por Jorge Coscia *
Es curioso este viaje que acaba de emprender La Negra Sosa. Porque acaba de soltar sus amarras y, sin embargo, sigue aquí con su gente, atada irremediablemente a nuestra vida. Ni ella acaba de irse ni nosotros dejamos que consume su partida. Permanece callada, quieta como la tierra que nos nutre y contiene. De eso se trata, pues; de una presencia que supera al tiempo.

Es que la esencia del arte de Mercedes no residía en su voz, aunque su voz fuese tan portentosa como única. El signo que verdaderamente la distinguía era esa marca ancestral que la hacía hija del más arcaico horizonte americano. Los antiguos dioses andinos aureolaban su cabeza, dotándola de un poder hermético, mineral. La Pachamama encarnaba en ella con la naturalidad con que el sol sucede a la luna y la luna al sol; era de ese silencio milenario y ritual que brotaba su voz: como una flecha dirigida al cielo, como un trino sutil o como un trueno temblando entre los cerros.

Y si ese origen mítico alumbra su inmenso arte de cantora, su voluntad de mujer comprometida con el pueblo y con la época que le tocaran en suerte nos aclara otras facetas igualmente relevantes de su vida: su denuncia de la injusticia y su repudio a la entrega del país le valdrían la prohibición y el exilio durante la dictadura genocida que hundiera a la Nación en un mar de sangre.

Tanto las virtudes innatas como las adquiridas a través de la más dura experiencia llevarían a La Negra a convertirse en lo que fue durante todos estos años y en lo que continuará siendo para siempre: un símbolo vibrante de la Argentina más profunda y raigal, una conciencia viva del ámbito aun inacabado de la Patria Grande, una intérprete que transformaba las músicas que le entregaban hasta el punto de fundirlas y recrearlas en una dimensión intemporal y mágica, ascendentes como el vuelo de un cóndor, anónimas como un canto abandonado al viento.
* Secretario de Cultura de la Nación.

NOTA: El poema y la nota se han tomado del diario Página 12 y las fotos de "Critica Digital"

sábado, 3 de octubre de 2009

VELADA DE TANGO

EN EL TEATRO ESPAÑOL
Anoche, en el Teatro Español de Santa Rosa (La Pampa), se presentó Adolfo Domínguez, más conocido popularmente como “Terete”.
Para quienes no lo conocen diremos que es sobrino del poeta ya fallecido Julio Domínguez “El Bardino” y que fue criado por su abuela en la casa materna de sus tíos.

En la apertura del espectáculo pudimos apreciar un video preparado especialmente para la ocasión, con una síntesis biográfica del poeta, quien con voz propia fue desgranando recuerdos sobre su vida en Algarrobo del Águila, lugar donde llegó a este mundo y sus comienzos en Santa Rosa que lo vio crecer, allá por la década del cincuenta.

La música de fondo fue la canción que grabara hace unos años atrás Rubén “Cacho” Evangelista, dedicada justamente a la personalidad de Domínguez, quien durante treinta y siete años desempeñó su labor en las calles santarroseñas como canillita.
Terete con una de sus compañeras del Coro a la que agradeció por haber venido desde Trenel para estar presente esa noche.

Fue acompañado de un dúo de guitarras integrado por Jorge Riela y Facundo Santajuliana. A su debido momento “Terete” presentó al público a los jóvenes que hicieron interpretaciones muy ajustadas al repertorio que había seleccionado y que fundamentalmente fueron, tangos, valses y alguna milonga.

Con el gracejo que siempre lo caracteriza y haciendo gala de un humor popular que se nutre de su prodigiosa memoria, fue relatando varias anécdotas de su barrio, de su familia, de sus amigos en el trabajo y de otros personajes que conoció y con los cuales compartió en la Santa Rosa, que lo adoptó para siempre.

"Terete" hace varios años que ha perdido la visión, pero con la ayuda de su compañera Nélida,
ha podido sobrellevar perfectamente esa situación, pero lo más importante es que sus palabras y su forma de relacionarse con la gente es la de una persona en paz, intentando siempre hacer algo más para “gambetearle a la vida” esos momentos difíciles que a veces nos suele presentar.

Terete ejecuta una de las conocidas letras de tango y lo acompañan las guitarras como solía hacerse el tango tradicional a principios de la primera década del siglo XX.

Hizo su homenaje al “Paisano” Santajuliana fallecido hace pocos días y padre del guitarrista que lo acompañaba.

Constantemente se dirigió al público y fue nombrando a quienes creía se encontraban en la sala. Dedicó varias de sus interpretaciones, incluso a personas que ya han fallecido o que no estaban presentes, pero a quienes tiene permanentemente en su memoria.

"Terete" tiene una voz grave, pero además anoche como estaba saliendo de una gripe, sonaba mucho más profunda aún. Recordó sus noches de serenata cuando salía con sus amigos a recorrer el Barrio Tomás Masson donde aún vive desde que llegó a la ciudad capital.

Después de la función le tomamos esta foto "Terete" al centro, rodeado de Guillermo Fernández a la derecha, uno de los grandes difusores del tango desde la propaladora, luego en las radios AM y actualmente en la FM. A la izquierda Carassay, relator de futbol y otros deportes.

También mencionó a sus compañeros del Coro Municipal de Santa Rosa, que integró por varios años y donde seguramente habrá aprovechado para tomar algunas indicaciones del maestro.

Sus ocurrencias y la chispa para inventar situaciones graciosas a partir de hechos reales, tuvieron su momento máximo cuando recitó su poema referido al “Viejo Mercado”, haciendo referencia a cada uno de los personajes que convivieron y trabajaron en el antiguo Mercado Municipal de Abasto, convertido hoy en el Centro Municipal de Cultura.

viernes, 2 de octubre de 2009

EL CENTENARIO DE LA ESCUELA NORMAL

Esta semana luego de dos postergaciones por razones de fuerza mayor, comenzaron los actos de conmemoración y festejos del Primer Centenario de la Escuela Normal de Santa Rosa que lleva el nombre de General Julio Argentino Roca.

Ayer por la tarde en una de sus aulas auditorio se hizo la presentación del “Libro del Centenario”. El libro se abre con unas “Primeras Palabras” de la Comisión Organizadora, continua con un “Mensaje del Ministro de Cultura y Educación de La Pampa” y a continuación se pueden leer las “Palabras de la Directora de la Escuela”.
Las puertas de acceso a la Escuela Normal situada sobre la Avenida Roca, con el cartel del Centenario.

En la contratapa se han insertado fragmentos de un discurso y de un poema que pronunciara el ex maestro y ex alumno (promoción de 1923) de dicha escuela don Julio Neri Rubio.

El primer Director de la Escuela, fundada en 1909, fue el catamarqueño Clemente Andrada, doctor en Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, cuyo nombre lleva hoy la Biblioteca Pública que funciona en la intersección de la calle Villegas y Avenida Roca.
La Comisión Organizadora llevó a cabo varios Concursos uno de ellos fue para seleccionar el isologo que identificará a los festejos del Centenario que ganó el joven Contreras y convocó además a dos Concursos Literarios.

La exalumna y ex docente de larga trayectoria como maestra Emma Winckelmann lee unas palabras alusivas cuando recibe el premio a su evocación de la Normal que le tocó vivir.

Uno de prosa y otro de poesía. En el de pros la ganadora fue la ex alumna y ex docente Emma Winckelmann, egresada de la promoción 1947 y recibió Mención Especial por su trabajo la ex Directora de la Escuela Provincial de Comercio “Félix Romero” de Victorica, Nélida Suárez de de la Torre, quienes participaron del acto.

Realizó la presentación del libro el exalumno José Rufino Villarreal, quien leyó un extenso trabajo con unas muy interesantes pinceladas de recuerdos propios y comentarios acerca de varios de los materiales contenidos en la obra citada.

Al frente la Directora Italiani, el profesor Villarreal y a la izquierda la premiada Nélida Suarez de de la Torre, exalumna de la escuela Normal.

El pequeño auditorio estuvo colmado, con personas paradas que participaron del acto. La Directora anunció que los premios del Concurso de Plástica realizado por la Escuela Primaria dependiente de la Escuela Normal se realizará otro día, justamente por razones de espacio.
Prevalecieron las mujeres, porque la profesión de maestro se convirtió casi desde el principio en un campo mayoritariamente del sexo femenino, tal cual lo recordó Villarreal, mencionando a las maestras norteamericanas que trajo Sarmiento para iniciar su idea de la "Educación Popular"..
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