Desde su nacimiento como entidad política La Pampa ha tenido, en su devenir histórico fundamental, una vinculación muy insidiosa con el agua.
La configuración actual de La Pampa que hoy conocemos, tiene que ver con las decisiones que se tomaron con relación al agua, en tanto elemento indispensable en el desarrollo de los pueblos, en distintos momentos, dentro y fuera de su territorio.
El agua, poca o mucha, los ríos, las lagunas, las lluvias abundantes o la sequía prolongada. El agua pandita o profunda, dulce o salobre, siempre ha estado presente en los momentos cumbres de la historia de nuestra joven comunidad.
Aquí solo enumeraré algunos de esos momentos trascendentales de esta pérfida relación de La Pampa con el agua, que diseña todo un recorrido dramático entre el agua, el suelo y la política.
1.- La fundación del primer pueblo.
Según Massa en su “Historia de las Misiones Salesianas”, la fundación de Victorica –el primer pueblo del territorio-, se hizo en “el lugar no...de lo más apropiado. Si bien es cierto que tenía la ventaja de estar situado cerca de las antiguas rastrilladas a Villa Mercedes y el fuerte Sarmiento; en cambio, muy pronto se agotaría el agua del médano generoso que se la proporcionó por algún tiempo.”
Agrega mas adelante casi como para confirmar su propia afirmación que “los primeros pobladores de Victorica hubieron de sufrir lo indecible; especialmente, por la carencia de agua, que era un problema de muy difícil solución para la incipiente fortaleza.”
Como para aventar toda duda que pudieran generar sus juicios, el Rvdo. Massa cita al franciscano Fray Quirico Porreca, quien en un trabajo sobre El Colegio Franciscano de Río Cuarto alude a la fundación de Victorica en éstos términos: “El lugar donde está construido el pueblo de Victorica es incompatible con el progreso y adelanto material, desde que carece de tierra vegetal y leña, y lo que es más aún, de agua dulce, elemento tan necesario para los pobladores y para las plantas.”
No está en nuestro ánimo debatir sobre lo acertado o no el punto de vista, acerca del lugar que eligiera el Coronel Ernesto Rodríguez para el emplazamiento del pueblo, pero es el mismo Massa quien recuerda que “los calores de enero y febrero hicieron sumamente fatigosa la marcha, entre arenales y guadales, y muchas veces entre lagunas”
Cabe recordar que Victorica fue fundada un 12 de febrero de 1.882 y que el destino original de las tropas era Poitahué, lugar donde había estado el campamento militar en la batida preliminar en 1.879. Sin embargo las lagunas, las lluvias y el cansancio de las familias que acompañaron a las tropas en su gesta poblacional hicieron que se tomara la decisión de retroceder, situando Victorica desde entonces a cinco leguas al sur de Leubucó y seis al norte de Poitahué, entre ambas lagunas.
Si se acepta la hipótesis de Massa, el comandante militar cometió doble error, porque tiempo después de determinó que la tierra en donde asentó a su gente y fundó el fuerte, era de propiedad privada. Pero como eso es parte de otra larga historia y no es objeto de este trabajo, no diré nada más al respecto.
2.- Los límites del territorio.
En 1.884, dos años después de haberse fundado Victorica, se discute un proyecto de Ley para organizar administrativamente los denominados “Territorios Nacionales”, dentro de los cuales estaba la Pampa.
Llegado el momento del tratamiento del artículo 1º del texto del proyecto que trataba sobre la cuestión de los límites de la Gobernación de la Pampa, el Diputado Nacional Puebla, por la provincia de Mendoza, propuso la modificación del proyecto del Poder Ejecutivo con estos argumentos:
“Como he dicho antes, la población de esas provincias no tienen donde extenderse mas que por el sur. Tienen su industria peculiar: la ganadería y la agricultura y necesitan tierras adaptables a este objeto, como son las del sur del Paralelo 35 donde hay dos ríos... La parte utilizable del territorio está toda ocupada por cultivos hasta donde el caudal de agua lo permite; y en cuanto a la ganadería no tiene ya campo donde extenderse, y por eso necesita avanzar hacia el sur, hacia el Paralelo 36 buscando la costa de los ríos y los terrenos fértiles.”
Creo que no se necesita agregar nada más para entender como las viejas provincias de Mendoza y San Luis, aprovechando la debilidad del Estado Nacional se quedaron con gran cantidad de territorio. Córdoba no logró su cometido, porque el Ministro del Interior reconoció que “no se encuentra en las mismas condiciones de necesidad que Mendoza y San Luis.”
La ley 1532 que produjo este abuso a manos de los representantes provinciales se sancionó un 16 de octubre de 1.884. Esa fecha se ha estipulado como “Día de La Pampa”, la que no compartimos en absoluto y que a pesar de haber pasado treinta años sostenemos que es altamente contradictoria.
Sólo cabe agregar, para no extenderme demasiado, que a este cercenamiento de tierras fértiles y con ríos, se le agregó después un segundo abuso por parte del mismo Congreso Nacional, que durante mas de cuatro décadas le negó a La Pampa el derecho que tenía a ser una provincia autónoma. Derecho que había quedado constatado en el Censo Nacional de Población del año 1914 que superaba ampliamente los 60.000 habitantes que exigía la ley para transformarse en provincia autónoma.
Cinco años después del despojo que sufrió el territorio de La Pampa, comienza la operación que terminaría con el despojo de la residencia de la Capital a General Acha.
El Gobernador Ayala en agosto de 1.889 eleva al Ministerio del Interior un informe, el que hace presumir -por su tenor- que ya antes de esa fecha habría existido preocupación sobre el tema.
“En cumplimiento a las órdenes verbales que V.E. se sirvió impartirme para que informe con respecto a la ubicación del pueblo de General Acha, así como la clase de terrenos que forman su ejido, tengo el honor de decirle a V.E. corroborando en todas sus partes los desfavorables informes de que V.E. tiene conocimiento por diferentes conductos, es indudable que el referido pueblo no reúne las condiciones necesarias para servir de centro principal a un territorio tan extenso e importante como lo es el de La Pampa Central.”
Agrega a continuación el Gobernador: “Las causas que más principalmente se oponen al progreso de aquella naciente población, consisten en, a juicio del que suscribe, que su ejido sólo se compone de cuatro leguas kilométricas, de cuya extensión, escasamente la cuarta parte del terreno, puede ser considerado apto para la agricultura, por los médanos, salitrales y altiplanicies de que en general se forman. La planta urbana es la que más dificultades presenta por su situación sobre una pendiente rápida, con suelo blando y guadaloso, lo que es causa de que se formen profundos socavones a lo largo de las calles y pequeños médanos de arena voladora contra los muros de los edificios, los primeros por la acción del agua pluvial que corre con excesiva fuerza de sur a norte por el gran desnivel y los segundos por los fuertes vientos reinantes en aquella zona que impelen de un lado para otro la arena suelta de los médanos próximos y aun de la que se forma el piso del pueblo."
A continuación se agrega un párrafo que después se tomará en los años posteriores como uno de los principales argumentos: “El agua de los pozos en el ejido urbano de que se sirve la población, se encuentra a mucha profundidad del nivel del suelo de la plaza principal y aunque potable, es de un gusto salobre, por la cantidad, y mala calidad de las sales que contiene.”
Sin embargo pasan más de diez años hasta que el tema vuelve al centro de la escena territorial. Para esa época ya se había producido la fundación de Santa Rosa, y Toay se había anotado también en la disputa por la sede de la capital.
El Dr. José Luro apenas asume el cargo de gobernador se preocupa por la cuestión de la capital, en Buenos Aires había adelantado su pensamiento al periodismo en éstos términos: “General Acha es la negación absoluta de las más elementales condiciones de vida. Es un enfermo incurable que llevará perpetuamente una vida anémica, sostenida por el calor artificial que le preste la residencia de las autoridades. No tiene ni tierras, ni agua, ni ambiente, ni caminos.”
El último round de este combate por la capital se dirimió fuera del territorio, con diversas estratagemas y moviendo poderosas influencias personales y de autoridades políticas nacionales. Una de ellas es la de agregarle a Santa Rosa el aditamento de Toay para confundir a las autoridades nacionales ante las que se ocurría. Por eso es que por muchos años Toay sufrió la succión del nombre por su competidora cercana, Santa Rosa, la que pasó a ser citada como “Santa Rosa de Toay”.
Según los antiguos pobladores de Toay el fracaso de su intento se justifica atribuyéndolo a las malas artes de Mason, quien sabiendo que el gobierno nacional basaría su decisión final en la calidad de las aguas, usó un procedimiento maquiavélico.
“Por ser Toay zona de médanos, la misma era excelente, no así en Santa Rosa, localizada al borde de una laguna salitrosa. Fueron tomadas en consecuencia las respectivas muestras, y remitidas a Buenos Aires, para la decisión crucial, pero Tomás Mason de mucho ingenio y picardía que nadie le niega, merced a la complicidad del portador de las muestras, les cambió los rótulos. El engaño permitió a Santa Rosa destacar la buena calidad del agua, en detrimento de Toay y definir sus ventajas decisivas para ser capital del territorio.”
4.- El éxodo poblacional.
La década del 30´ fue para el territorio nacional de La Pampa Central una de las más difíciles de toda su historia, dado que a las repercusiones de la crisis internacional, que produjo gran cantidad de quiebras, en 1.932 se agregó el flagelo de la caída de las cenizas que afectó a los campos más productivos de la zona norte.
Ya en mayo de 1.931 el presidente de la Asamblea Agrícola Ganadera de La Pampa había desvirtuado “el concepto erróneo que ha contribuido a formar en muchas personas el alejamiento de 400 familias de agricultores y que no obedece, como se cree a la esterilidad de la tierra de La Pampa, sino a causas de carácter fortuito como la pertinaz sequía, generalizada en todo el país, la depreciación de los cereales, el mal estado económico que aqueja al mundo entero, imprevisión e incompetencia de los mismos agricultores que se dedican al monocultivo, sin aplicar métodos inteligentes de trabajo en los cultivos de la tierra... No es despoblación sino desalojo voluntario de varias colonias que suman 30.000 hectáreas empobrecidas por falta de método en su explotación.”
Las sequías se sucedieron una tras otra los años 35´ al 37´. El informe que el gobernador presenta el Ministerio del Interior en 1.937 expresa que: “la agricultura y ganadería han sufrido un rudo golpe. La Pampa en 1937 fue asolada por fuertes vientos, que convirtieron lo que en otros años fueron fértiles tierras, espléndidos alfalfares y prados naturales destinados a pastar la hacienda en enormes extensiones de médanos. No se recuerda en los anales de La Pampa una situación igual o parecida.”
Para describir con detalles la compleja situación y motivar la preocupación de las autoridades nacionales el informante agrega: “La irregularidad del régimen de las lluvias había producido en años anteriores prolongados períodos de sequías, pero ninguna ha sido tan general como para afectar la mayor parte del territorio y extenderse a provincias limítrofes...Un hecho curioso y desconocido, da la pauta de las condiciones climáticas por las que se atravesó...El día 5 de diciembre, después de haber soplado durante la mañana y la tarde un fuerte viento norte impregnando la atmósfera con tierra y arena en tal forma que parecía un día nublado, se formó al atardecer una tormenta que precipitó en la Capital, más que siete milímetros de agua, siete milímetros de barro, producido por haber arrastrado el agua en su precipitación, la tierra y arena suspendida en la atmósfera.”
La población de La Pampa descendió de 175.077 habitantes en 1935 a sólo 167.352 en el censo del año 1942. Todos los aspectos negativos se conjugaron en aquellos años de La Pampa seca, que se vieron profundizados también por la Segunda Guerra Mundial.
Como se puede apreciar, la relación del destino de La Pampa con el agua ha sido siempre complicada y sus tierras fueron desde el comienzo objeto de intrigas y especulaciones de todo tipo.
Bibliografía consultada:
Benítez, Norma; Diez, Violeta y Díaz Zorita, Milna de: “La Pampa Total, aspectos históricos 2” Capital Federal Septiembre de 1984. Subsecretaría de Educación y Cultura.
Antonio, Stella y Crochetti, Silvia: “A cien años de la ley de territorios: antecedentes y confirmación de la gobernación de La Pampa”, Santa Rosa junio de 1.984. Dirección General de Cultura.
Fernando E. Araoz: “La Pampa Central entre dos mundos”
Casey, Daniel: “Límites de la provincia de La Pampa”. Revista de Geodesia de la Provincia de Buenos Aires Nº 34 La Plata 1961.
Fototeca Bernardo Graff: Archivo Histórico Provincial "Fernando E. Araoz" de la provincia de La Pampa.
Es interesante el comentario sobre la disputa en base al agua.
ResponderEliminarLa anecdota ya me la habian comentado pero esta es la primera referencia que tengo sobre el tema, con base en bibliografia.
No habra referencias anteriores a 1960?
Como averiguar cuales fueron los responsables del analisis en Buenos Aires? Estara ese datod en la bibliografia?
Soy bioquimico, docente y trabajo en toxicologia de aguas, alimentos y medioambiente. Siempre me interesaron los temas historicos relacionados con mi especialidad. Aparecen muy lindo ejemplos para los estudiantes.
Saludos
Guido Mastrantonio
mastra@biol.unlp.edu.ar
gracias luis! encontré tu blog buscando información para mi tesis de arquitectura que va a girar entorno a la problemática productiva y turística de la provincia como consecuencia , entre varias cosas, de la falta de recursos hidricos. Culminando la investigación, la idea es hacer un proyecto de aprovechamiento del rió colorado con base en Casa de piedra, que si bien ya subsiste, falta un largo trecho para establecerla de manera sustentable como punto turístico y productivo de la provincia.. te dejo mi mail por las dudas!! gracias por tu gran aporte!!! nadia_711@hotmail.com. Saludos!
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