miércoles, 14 de abril de 2010

Tomás Manuel de Anchorena, pueblo de La Pampa

EN EL AÑO DEL BICENTENARIO
PRIMER CENTENARIO DEL PUEBLO PAMPEANO


Allá por el año 1910 la Argentina se aprestaba a celebrar el Primer Centenario de la etapa inicial de la Independencia de España. Nuestro país había recibido inversiones extranjeras, que le permitieron contar con ferrocarriles, puertos, silos para trasladar y guardar las cosechas de cereales.

El aporte de la inmigración fue fundamental para poner en marcha el proyecto de agricultura extensiva, que aprovechara la fertilidad de los suelos vírgenes de las tierras que hasta tres décadas antes habían sido el dominio aborigen.

La Pampa, por entonces era uno de los Territorios Nacionales, por lo que su administración dependía del Gobierno Nacional, dado que no tenía autonomía.
El año 1907 se había conformado con representantes de las distintas localidades, un Movimiento Pro Autonomía, intentando sacarse de encima el yugo de las políticas centralistas que no atendían las necesidades regionales específicas.

En los alrededores de la Estación del Ferrocarril comenzó la gesta fundacional.

La Argentina en el esquema del comercio internacional, bajo el dogma del librecambio y la teoría de los costos comparativos que impusieron los representantes de la escuela clásica de economistas ingleses, había aceptado el papel de asumirse como “el Granero del Mundo”.

En ese contexto internacional y nacional, es que en el Territorio Nacional de La Pampa Central, se continuaban fundando poblaciones a la vera del “camino de acero” que aún no había perdido su idea inicial de adentrarse hacia el interior del país profundo donde se producían las carnes, las lanas, los cereales y estaba la riqueza forestal y mineral.

Uno de los ferrocarriles se llamó justamente “del Oeste” y otro “Buenos Aires al Pacífico”, que daban cuenta de las intenciones empresariales con respecto a futuras inversiones en dicho rubro, quedaron truncas cuando llegó la Primera Guerra Mundial en 1914 y las inversiones se paralizaron.
Según el corresponsal que la revista porteña “Caras y Caretas” envió a La Pampa para apoyar el Movimiento Pro Autonomía y que recorrió los principales lugares, entre ellos Victorica, envió estos datos reveladores de la pujanza pampeana por el año 1907: un stock de 8.000.000 de ovejas, 600.000 vacunos, y más de 400.000 hectáreas sembradas.

1.- La fundación
La piedra fundacional de la nueva población se enterró en los terrenos del ferrocarril que venía desde Rivera (Provincia de Buenos Aires) un 14 de abril del año 1910, en plena euforia por los próximos festejos del Centenario de la Argentina.

Retrato de don Tomás Manuel de Anchorena quien fuese Diputado en el Congreso de Tucumán, cuando y donde se declaró nuestra Independencia Nacional de las Provincias Unidas del Sud

Las primeras familias que se instalaron en la zona, antes de la fecha de la fundación oficial, provenían de la provincia de Buenos Aires, cuyo límite interprovincial se encuentra a pocos kilómetros, otras de Santa Fe, muchas de ellas inmigrantes.
Se dedicaron en los primeros tiempos a la oveja e inmediatamente al trigo que en aquella zona de La Pampa se convertiría en el monocultivo por excelencia durante muchas décadas.

El régimen de lluvias para el pueblo de Tomas Manuel de Anchorena registra una media anual entre 1920 y 1980 de 646 milímetros. Habiéndose anotado como año excepcional la precipitación máxima el año 1946 con 979 milímetros y la mínima el año 1937 con solo 356 milímetros.

La del treinta ya sabemos fue la década nefasta de "los años malos", no sólo para La Pampa, sino también para el mundo porque fue el impacto de la Gran Depresión Mundial que comenzó en Estados Unidos (1929) y se expandió a casi todo el orbe, deprimiendo los precios de los cereales, las carnes y todas las materias primas, como la lana de la que Argentina era gran exportadora.

Con el crecimiento de la población rural y urbana Tomás Manuel de Anchorena contó con la Escuela Nacional Nº 252. Luego el año 1918 se instaló la primera autoridad policial, diez años después abriría sus puertas el Registro Civil y una década más tarde en 1938 la Estafeta de Correos.

En una antigua Guía del Ferrocarril del Sud se puede leer que hacia el año 1930 Tomás Manuel de Anchorena contaba con alrededor de 100 habitantes. Que tenía sembradas 30.000 hectáreas de alfalfa, 8.000 de maíz, 5.000 de avena y tan sólo 1.000 de trigo.

Ya había comenzado el proceso de degradación de los suelos y de a poco se configuraba la diversificación de la producción intentando también hacer explotación mixta con algo de ganadería, para tratar de esquivarle a la quiebra. Aquel año la guía registra un stock de aproximadamente 31.000 yeguarizos, 20.000 vacunos y unos 10.000 lanares. La gran cantidad de yeguarizos se justifica en una época de pleno predominio de la tracción a sangre.

2.- El patronímico.Los ingleses acostumbraban poner a las estaciones, alrededor de las cuales se desarrollaban los pequeños pueblos, el nombre del donante de las tierras. En este caso las tierras pertenecían a la familia Anchorena, una de las más poderosas económicamente hablando.
Una de las Iglesias que conserva su diseño original y que forma parte del Patrimonio Arquitectónico e Histórico de La Pampa.

El páter familia Juan Esteban de Anchorena llegó en 1750 al Rio de la Plata y luego de cinco años de trabajar en un comercio, se largó por su cuenta de lleno a las actividades mercantiles en la época del monopolio español y el contrabando en gran escala.

Su capacidad para los negocios lo convirtió rápidamente en comerciante regional, dado que hacia 1770 ya tenía vínculos comerciales con el Virreynato del Perú, llegando con sus actividades también a su España natal, además de Inglaterra, Francia y El Caribe.

En 1775 se casó con Romana López de Anaya y Gámiz de las Cuevas, de cuyo matrimonio nacieron tres hijos, Juan José Cristóbal el primogénito, Tomás Manuel y Mariano Nicolás.
Al morir en 1808 el fundador de la dinastía Anchorena, ya había amasado una fortuna considerada como una de las principales del Rio de la Plata, e incluso de Europa, la que heredaron e incrementaron sus hijos, diversificando las inversiones y aprovechando los numerosos vínculos y relaciones que supo hacer su padre y que ellos continuaron tejiendo.
Tomás Manuel de Anchorena, bautizado el 30 de diciembre de 1783 en la Iglesia "Nuestra Señora de la Merced" de Buenos Aires, fue electo representante de la provincia de Buenos Aires como Congresal para participar de las deliberaciones en el histórico Congreso llevado a cabo en Tucumán y que declaró la Independencia de Argentina un 9 de julio de 1816.

Tomás Manuel había nacido en 1783 y se había doctorado en leyes, compartiendo su labor política junto a Juan José Paso, José Darragueira, Juan Agustín Gascón y Pedro Medrano, todos Doctores en leyes. El y sus hermanos tuvieron muy buena relación con don Juan Manuel de Rosas, quien fue administrador de algunos de sus campos, que los obtuvieron por compras directas que hicieron a la Provincia de Buenos Aires cuando el Brigadier General era su gobernador.

Don Tomás Manuel falleció el año 1847, cuando hacía dos años que había comenzado el bloqueo a los puertos del litoral Argentino por parte de la alianza Anglo-Francesa y que obstruyó el comercio hasta 1.850.
Placa colocada dentro del edificio de la Iglesia el día de la bendición de la misma 28 de abril del 1918

La Iglesia de Tomás Manuel de Anchorena es una de las cuatro que han sido declaradas Patrimonio Histórico Religioso de La Pampa. La Patrona es la Virgen de la Merced existiendo una placa en la que doña Mercedes Riglos, dedica la Capilla a su esposo, el Doctor Tomás S. de Anchorena. El acto de bendición se realizó el 28 de abril del año 1918.

Los Anchorena, se hicieron de tierras en la zona de la pampa seca comprando, como don Ataliva Roca, títulos de la deuda pública, garantizados con las tierras que se iban a conquistar con la denominada “Conquista del Desierto” que llevó a cabo el General Roca cuando fue ministro de Guerra el año 1879.

En el listado de Establecimientos Ganaderos que registra la Guía del Ferrocarril de 1930 mencionada, aparece un Manuel Baldonero de Anchorena (hijo de Tomás S. y de Mercedes Riglos) nacido el 27 de febrero de 1871 como uno de los propietarios, aunque no se consigna con cuantas hectáreas. Su ancestro Nicolás Anchorena, supo tener 306 leguas en la provincia de Buenos Aires, siendo uno de los principales terratenientes en la época de Rosas.

El futbol y otros deportes y actividades sociales y culturales se llevan a cabo en las instalaciones del Club Atlético Numas con más de siete décadas de vida.

Ha quedado en el anecdotario nacional el dicho “más rico que Anchorena”, que modificado o deformado y/o adaptado por nuestros abuelos solíamos escuchar en nuestros hogares cuando nos decían “mira que Anchorena”, sin saber demasiado el porque.

3.- Actividades culturales. Además de la Escuela rural, la juventud de Tomás Manuel de Anchorena tuvo su punto de encuentro todos los fines de semana en el Club Atlético Numas, que fuera creado el año 1937, en plena década seca de La Pampa y de fracaso de las cosechas.

En el frostispicio de la entrada y el escudo que identifica al pueblo, la espiga dorada del bendito trigo, fruto de alegrías y sinsabores.

Aún las poblaciones más pequeñas de La Pampa, tuvieron sus clubes y el Atlético Numas se sumó a la competencia no sólo local sino también regional, con buenos resultados en algunas décadas.

En la década del cuarenta se puso en funcionamiento una Escuela Hogar, para dar albergue a los niños de la amplia campiña donde aún vivían mayoritariamente las familias.
La Comisión de Fomento del pueblo se creó el año 1955 y fue su primer Presidente don Félix Blanc, integrante de una de las familias tradicionales de la zona.
Los primeros vehículos tracción a sangre, uno de los cuales aún se conserva

Luego de haber desaparecido el Ferrocarril, como en toda La Pampa, Tomás Manuel de Anchorena, se conecta con la Capital Santa Rosa por la ruta provincial Nº 14, con salida a la ruta nacional Nº 35.

Las familias actuales tienen acceso a las comunicaciones telefónicas y de Internet, vía satélite, una Biblioteca Pública y otros lugares de esparcimiento. La Estación ha quedado como una antigua postal de la nostalgia del tiempo de los abuelos.

El Censo Nacional de Población del año 1991 registró 293 habitantes en la zona rural y 286 en la zona urbana, arrojando un total de 579 pobladores y habitantes. El Censo posterior del 2001 arrojó un saldo de 416 habitantes, con una proyección de la Dirección General de Estadísticas y Censos de La Pampa, de 305 habitantes para el año 2009.

Nota: agradezco al Grupo Facebook de la localidad por las fotografías que he tomado para ilustrar esta nota. Vaya con el agradecimiento mi deseo de una feliz celebración de este primer centenario.

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