domingo, 23 de enero de 2011

Familia López Scala de Victorica

A principios de la década de 1930, se instaló en Victorica (Territorio Nacional de la Pampa Central), el médico Adolfo López Seoane, quien al poco tiempo se integró, como contratado, a la entonces Sala de Primeros Auxilios, a cargo de la Asociación de Beneficencia “María de las Mercedes”.

Tenía su casa de familia y consultorio particular, en la década del cuarenta, en la vivienda que perteneciera de don Francisco Lemme, frente al hogar de los Lamónica, sobre la calle San Martín (actual 15). Nuestro abuelo Luis Cesanelli, constructor, le hizo refacciones y ampliaciones en varias oportunidades para dotarla de las comodidades necesarias para una familia que crecía.

Allí acompañé una tarde a nuestra mamá Trinidad, quien tenía turno. Luego de un rato en la sala de espera y de hojear algunas revistas sobre una mesita, el doctor Seoane, como se lo conocía, hizo pasar a nuestra madre y me dijo que me quedara aguardando en la sala.
Recuerdo que cuando estábamos en la vereda y luego de avanzar unos cuantos pasos, como para evitar que alguien la escuchara, nuestra madre me comentó “está loco este si cree que yo me voy a operar”. Yo no sabía de qué, pero efectivamente doña Trinidad nunca se operó de la dolencia que la tenía a mal traer y vivió largas décadas. Es que ella se había criado al lado de su abuela Juana Paz, una de las mujeres cuarteleras y seguidoras de don Pancho Sierra, el curandero boenaerense muy idolatrado por los criollos.

A mi me tocó ser operado por el doctor López Seoane en el Hospital “Luisa Pedemonte de Pistarini” de amígdalas, cuando tenía cinco o seis años, por aquellos tiempos parece que la prescripción de la comunidad médica indicaba correcto extirparlas, cosa que no se aconseja en la actualidad.
En la escuela primaria fuimos compañeros de una de sus hijas. La menor de la familia bautizada como María Angélica, de sobrenombre “Maty”. La mayor, Teresa, se había recibido de docente y fue nuestra maestra de segundo grado en la Escuela Nacional Nº 7. Ella nos preparó en la casa familiar, al grupo que tomamos la primera comunión en aquellos años.

Los varones de la familia López Scala fueron Luis Alberto, Adolfo “Negro”, Guillermo Martín, José María, Carlos y Miguel Ángel “Micky” el más pequeño de los varones, que se recibió y ejerció de abogado.
Los hijos e hijas de la familia López Scala, animaron a su debido momento la vida social y cultural de Victorica, participando de algún deporte practicado dentro de la barra de amigos.
Los cinco hermanos varones, junto a su hermana menor María Angélica "Maty" en el corredor de la casa paterna

Por aquellos tiempos era común la organización de picnics en campos cercanos, donde era buena ocasión para el chapuzón en los tanques de los molinos cerca de las casas. Andar a caballo y gozar de algún asado a la criolla en la casa de los padres de sus amistades o salir a cazar, eran otras diversiones en la naturaleza.
Fueron asiduos concurrentes, durante los veranos, cuando regresaban a Victorica, desde la ciudad donde estaban estudiando, del Bar que frente a la plaza atendía por aquellos años “Nené” Amat.

Eran los que llevaban los últimos discos long play que habían adquirido, a veces para escucharlos y tararear su música y otras para bailar con ellos en los fines de semana de matiné o en algunas de las tantas fiestas de agasajo que se organizaban allí.

El único que siguió la profesión del padre fue Adolfo Manuel López Scala, quien luego de recibirse y de hacer alguna práctica en Capital Federal volvió a Victorica. Había estudiado el primer grado en el Colegio Salesiano y luego los restantes en la Escuela 7. Posteriormente fue a estudiar el secundario en San Isidro, de donde egresó en 1950 y luego ingresó en la Facultad de Medicina de la UBA., en la que se recibió en diciembre de 1958.

Regresó a Victorica a fines de 1959, comenzando a ejercer en el consultorio de su padre y viajando también a Luan Toro, donde no había por aquellos años médicos instalados. Su padre le prestaba el auto con el que había ejercido su profesión de médico rural durante tantos años.
Recuerdo que lo tuvimos de profesor en el Instituto Félix Romero en tercer año, en la materia, que en aquellos tiempos se llamaba Zoología. Un día se apareció con una rana y nos explicó todo el sistema nervioso, la que fue una clase bastante ilustrativa y práctica.

Don Adolfo López Seoane fue intendente municipal en la década del cuarenta en dos oportunidades. La primera entre agosto de 1940 y agosto de 1941, la segunda desde abril de 1943 hasta noviembre de 1944.

Fue además, Director del Hospital Luisa Pedemonte de Pistarini y uno de los médicos más recordados por su vocación de servicio, no sólo en Victorica sino en los alrededores de la amplia zona rural. Él fue quien hizo ingresar como enfermeras a varias jóvenes de la localidad a quienes previamente les dictó un curso preparatorio, entre ellas estaba nuestra tía Rosa Cesanelli, Leandra Navarro, Estela Moisés, Elisa Pomphile y otras.

Su hijo Luis Alberto, fue Secretario General del Poder Ejecutivo de La Pampa en la época en que la gobernación estuvo a cargo de don Ángel Benjamín Santos Trapaglia, el hombre oriundo de Victorica afincado luego en el vecino pueblo de Telén.

El menor de los varones, Miguel Ángel, se recibió de abogado y ejerció su profesión en Santa Rosa. También su hija más pequeña se había recibido años antes de abogada y había comenzado a ejercer la profesión en Santa Rosa y Victorica a donde viajaba periódicamente. Lamentablemente en uno de esos viajes de regreso, un accidente automovilístico que la tuvo como protagonista, tronchó su vida a temprana edad, dejando sumida a la familia en inmensa tristeza.

A Teresita, como la llamaban a nuestra maestra, a quien le regalé los cuadernos de segundo grado a su pedido, la volví a ver muchos años después. Regresó a Victorica por una invitación nuestra para presenciar la presentación de mi libro “Historias de Vida” en febrero de 1999 en el salón del Club Cochicó, acompañada por su hermano “Micky”. Allí tuve la oportunidad de saludarla y entregarle un ejemplar del mismo.

Adolfo “el Negro” ya instalado en Santa Rosa fue el médico que asistió en casi todos los partos a mi esposa Sara García, oportunidad en la que nos encontrábamos en el Sanatorio, donde trabajó hasta hace pocos años.
Adolfo López Seoane era casado con Lía Scala, una pampeana oriunda del pueblo de Uriburu, quien integró varias Instituciones de Victorica, como la Comisión de la Biblioteca Popular Bartolomé Mitre y la Asociación de Beneficencia.
Teresita López Scala sostiene en sus brazos a su hermana menor, al lado izquierdo Adela Irma Saenz y del otro lado el "Negro" López Scala

Le gustaban las flores las que cultivaba en su jardín. Era católica practicante de continuada participación en la misa diaria. En su casa solía recibir a sus amigas, con quienes departía tomando el té con masas finas y jugando a las cartas, la lotería de cartones o leyendo revistas o simplemente platicando acerca de las películas que se anunciaban próximamente en los cines, una de las salidas de fin de semana, mientras degustaban unos deliciosos bombones que casi nunca faltaban.

Parece que aún la veo en las tardes de verano sentada en la vereda, como era la costumbre en aquellos años de la década del cincuenta, junto a sus visitas, la señorita Clementina Maggioni, la señorita Rojo, la señora Antonia Ubalda Ortiz de Sáenz, la señora Susana Viñas de Frois, y otras amigas como María Bustos de Ares y Rosa Viniegra de Rebollo.
Los amigos de una cuadra alrededor de la plaza, en su etapa de la niñez.  Jorge Capello, López Scala, Alfredo Garzaniti y otros no identificados

Con la familia de Vidal Sáenz y Antonia Ortiz, los López Scala fueron además de amigos, compadres y en muchas ocasiones en que doña Antonia que sabía conducir vehículos, visitaba el campo “Los Eucaliptus” o “La Porteña” de Juan Llorens, solía llevar de visita a alguno de sus preferidos.

Doña Lía sabía “tirar las cartas”, lo que hacía entre sus amistades. Cierta vez doña Antonia Ortiz de Sáenz le solicitó que lo hiciera para ella. De la interpretación de lo que significaban las cartas, fue que en la familia alguien se vería afectado por una grave enfermedad. Efectivamente al poco tiempo don Vidal Sáenz recibió el diagnóstico de cáncer. A partir de ese momento doña Lía dejó de hacer este entretenimiento.

Como nuestra casa paterna quedaba sobre la misma calle dos cuadras más abajo, cerca de Los Pisaderos, muy a menudo me tocaba ir o venir por la misma, de vuelta de los mandados, de modo que tengo muy presente los recuerdos, por ejemplo del auto Ford "BB” color verde del médico, estacionado frente a la casa.
De izquierda a derecha: Dr. López Seoane, Eduardo Reyna Gerente Banco de la Nación, Lía Scala, maestra Antonia Camona, Marta Scala esposa de Interguglielmo, el maestro Interguglielmo director del periódico "Caldén", Teresita López Scala y Adela Irma Saenz, a la salida de misa probablemente domingo. El niño es Guillermo López Scala.

Ese auto que lo acompañó durante muchos años y con el cual pudo asistir a enfermos o accidentados en la comarca rural de Victorica y amplia zona de influencia incluyendo el sur de San Luis, cuando todos los caminos de esa amplia comarca eran de tierra y algunos solo huellas arenosas, imposibles de transitar cuando era tiempo de sequía o con grandes lagunas, cuando las copiosas lluvias llegaban al oeste generosamente.

O me parece ver a la fiel enfermera Inés Medina, que trabajó junto a él durante muchos años, vestida de impecable delantal blanco con cofia y zapatillas blancas inmaculadas. Ella cumplía meticulosa y rigurosamente las indicaciones y las enseñanzas que había recibido de su jefe, en la época en que no existían los descartables y había que desinfectar todo el instrumental.

En cierta ocasión vino un paisano al consultorio con una herida en una mano. Cuando López Seoane lo recibe siente inmediatamente un olor penetrante. Le pregunta que es ése olor a lo que el enfermo le dice que es guano de animal. Pero el médico, que tenía muchos años de combatir contra el curanderismo y la automedicación, que todavía a principios de la década del cincuenta era muy fuerte, se dio cuenta de que eso provenía de un animal de dos patas. Lo que el sujeto tenía aplicado era excremento humano. Lo despachó inmediatamente diciéndole que primero se lavara bien y que luego regresara.

  Don Vidal Saenz junto a su esposa Antonia Ubalda Ortíz, acompañando a la señora Lía Scala de López en el centro de la calle Coronel Ernesto Rodriguez (actual Nº 17)

Después que todos sus hijos se fueron del pueblo y el médico ya retirado de la profesión, los esposos López Scala se vinieron a vivir a Santa Rosa, donde pasaron sus últimos años en compañía de algunos de sus hijos y nietos.

Allí recibió una distinción del Colegio Médico de La Pampa, junto a otros colegas, que habían desarrollado su profesión en otros pueblos de nuestra provincia, con la misma dedicación y el mismo esfuerzo de las primeras décadas de aquel Territorio Nacional de la Pampa Central.

Fotos: Dejo constancia y mi agradecimiento a la señora Adela Irma Saenz viuda de Peirone, quien me facilitó copias de todas las fotos que ilustran esta nota.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

CANCIONERO PAMPEANO

Hace algunas semanas atrás fue presentado en Santa Rosa, capital de La Pampa y en Buenos Aires una selección de Música Pampeana bajo el título “La Pampa es un viejo mar”.
Aportaron para esta obra, contenida y registrada en tres discos compactos, que está destinada a la difusión y promoción de nuestra música y sus creadores, en Argentina y en el exterior, el Consejo Federal de Inversiones, el Gobierno de la Provincia de La Pampa y la Fundación Patagonia.

Se trata de una recopilación de sesenta y cuatro temas musicales, que fueron seleccionadas de entre más de trescientos cincuenta temas del cancionero popular pampeano, por Miguel Ángel Gutiérrez, Horacio “Chiquito” Díaz y Osvaldo Lagos.
El proyecto se desarrolló bajo la dirección general de Horacio Díaz, los textos a cargo de “Negra” Alvarado, Silvia Martins y Pamela Díaz, en tanto que la recopilación fotográfica corrió por cuenta de Ricardo Echaniz.

Lamentablemente Miguel Ángel Gutiérrez, cuya madre había nacido en tierra pampeana, falleció antes de la presentación de la obra, que se había comenzado a gestar cinco años atrás.

El título elegido tiene que ver con un poema que escribiera el escritor y poeta pampeano Juan Ricardo Nervi y que lleva precisamente ese nombre, que a los no enterados de las joyas del folklore pampeano, puede sorprenderlos.
Recordó Adriana Nervi, la hija del poeta, en declaraciones a la periodista de La Arena, cuyo artículo quedó publicado en el suplemento Caldenia del año 2004, cómo y en qué circunstancias su padre había evocado las primeras imágenes de este poema hoy convertido en emblemático.





“Cuando vivíamos en México, papá daba cursos de perfeccionamiento docente en varios puntos del país y viajaba constantemente. Yo lo acompañaba según los lugares a los que iba y del tiempo del que yo disponía. En una oportunidad me pidió que lo acompañara a Campeche, frente al golfo de México. Cuando terminó la jornada fuimos con unas alumnas a un restaurante con vista al mar, un lugar realmente paradisíaco. Y se puso a hablar con las alumnas y a decirles que La Pampa era como el océano, como el mar, que había gaviotas, que se parecía por su inmensidad. Y a partir de esas analogías que él hacía surgió la canción La Pampa es un viejo mar”.

Y agrega Adriana a continuación: “Esas comparaciones que él hacía a mi me sacaban de quicio, porque las alumnas le creían todo lo que les decía, entonces me daban ganas de decirles, no, La Pampa es campo no es mar. Pero papá vivía siempre pensando en La Pampa, era muy nostálgico. A pesar de que amaba México, porque es un país que le ha dado muchísimo, él vivía escuchando tangos, hablando de La Pampa y escribiendo cartas a sus amigos de aquí”.

A esta canción le puso música y la grabó hace ya unos cuantos años el cantautor, también pampeano, nacido en Rancul, Alberto Cortez.
Precisamente la primera página de los textos biográficos, después de la página de “Chiquito” Díaz destinada a recordar a Miguel Ángel Gutiérrez, está destinada a Alberto Cortez, quien además escribe en la contratapa un párrafo sobre “Ser Pampeano”.

“Yo vengo de La Pampa larga y ancha, llanura abierta al cielo, tierra brava que pueblan unos hombres que en la noche se ponen a cantarle a las estrellas al son de acompasados guitarrones.
“Pero ¿cómo somos los pampeanos? Abiertos como la tierra que nos vio nacer, abiertos y apasionados, al punto de llevar la pasión hasta extremos peligrosos para la convivencia. Hay un atisbo de arrogancia en cada pampeano, arrogancia que sin dudas deriva de la inmensa llanura de la que provenimos.
“Ser pampeano es una constante convocatoria a la poesía. Los que hemos nacido en la llanura total de la pampa tenemos que entrecerrar los ojos para divisar el horizonte”.



Algo de eso hay, pero puede que algunos no estén de acuerdo con esta semblanza que realiza Cortez.
Para mi precisamente, lo de arrogante es muy fuerte como para aceptarlo como común denominador, de lo que significa ser pampeano. Creo que la mayoría de los pampeanos, salvando las excepciones, por supuesto y que pueden encuadrar en lo que dice Cortez, no somos orgullosos, ni altaneros o soberbios.

Tampoco tratamos con desdén, insolencia o falta de respeto al otro. Que puede ser otro pampeano o venido de otras tierras. Al contrario creo que si hay algo que distingue al pampeano es justamente esa apertura de la que habla el mismo Cortez, para franquearle la puerta y brindarle hospitalidad, tanto al que viene de paso, como al que decide aquerenciarse en nuestra tierra.

La idea de llevar adelante este proyecto y convertirlo en realidad es un gran acierto que a no dudar dará sus frutos con el transcurso del tiempo. Tanto Cortéz, como Delfor Sombra que viven permanentemente en el exterior se han comprometido a difundir esta selección en los medios y entre los periodistas especializados o incluso entre las grabadoras.

Es nuestro deseo que lo que se siembre pueda ser cosechado por los músicos y cantores, sobre todo los de la nueva generación, que necesitan de este tipo de difusión.

lunes, 27 de diciembre de 2010

LA FAMILIA PALMIERI

Todavía los pobladores más antiguos de Victorica, deben recordar la familia Palmieri, que tenía la vivienda sobre la calle San Martín, donde actualmente se ha construido un residencial, en la esquina frente a lo de Alfredo Priani y la estación de servicio y comercio de don Tomás Rodríguez Bouciguez.
Allí vivía el matrimonio compuesto por Antonio Palmieri y su esposa, doña Adela Palmieri, italianos ambos. De ese matrimonio, concretado en Italia, en febrero de 1912, nacieron Amadeo, también italiano y Alfonso José, nacido en Luan Toro, Territorio de La Pampa, el año 1924.
Antonio dejó, muy a su pesar, la mujer embarazada en la patria natal, y se largó para la América del Sur, llegando a la Argentina. Recién se reencontró con su esposa y conoció el hijo primogénito, Amadeo, cuando este ya tenía doce años.

Don Antonio había nacido el 1º de mayo del año 1882 en Borrellos, provincia de Chieti, región de Abruzzos de la Italia, frente al mar Adriático.
Su hijo Alfonso nos cuenta, la decisión del padre, quien a los treinta años, resuelve dejar la familia y su patria, antes de participar en otra guerra: “papá se vino escapado, porque él había participado en la guerra del norte de África, cuando Italia se apoderó de Abisinia.
Antonio como casi todos los inmigrantes, desempeñó varias tareas y hasta fue vendedor ambulante de ropa, en los alrededores de Victorica y su amplia zona de influencia, que llegaba al sur de San Luis. Su proveedor era la familia Whertein de la zona de Miguel Riglos.

Cierta vez, en cercanías de La Verde (Sur de la provincia de San Luis) fue asaltado, se defendió a balazo limpio, desde el carro en que se trasladaba. No obstante sufrió dos heridas de bala en sus piernas y le hirieron el caballo. A los asaltantes se le terminaron las balas, pero alcanzaron a robarle las prendas de algodón para hacer cenizas y curarse las heridas. Anechini, el acompañante quería terminar con los asaltantes, pero no fue posible, dado que aún heridos, alcanzaron a huir.

La esposa de don Antonio, se ocupaba además de los quehaceres domésticos de la quinta, en tanto que el jefe de familia recorría las calles del pueblo con una canasta en el brazo en la que llevaba la balanza romana, chacinados caseros, hortalizas y frutas de esa quinta. Los abuelos Palmieri tuvieron durante varios años venta de ataúdes, Alfonso recuerda que cuando niño, una vez hizo una “macana” y se escondió en uno de los cajones para que no lo encontraran.

El tercero desde la izquierda es Amadeo Palmieri, junto a su auto Ford "A" en una carrera de automóviles en la década del sesenta en Victorica

Amantes de los “fierros”.
A fines de la década del cuarenta Amadeo Palmieri, su tío Rafael y sus hijos Edmundo y Rubén se habían asociado para trabajar en un taller de reparación de automóviles, dado el incremento de los autos, camiones y tractores que tuvo la zona.
El administrador era Amadeo, mientras que los mecánicos eran su tío Rafael, y los primos, Edmundo y Rubén. El taller funcionaba en la esquina de las calles Hipólito Irigoyen y Cochicó, frente a la ex Panadería de Rivas.

Amadeo integró, al igual que sus primos y sobrinos, varias de las instituciones de bien público de Victorica. Entre ellas la Asociación Cooperadora de la Escuela Agrotécnica, la Cooperativa de Electricidad y la Sociedad Italiana “Humberto 1º”.
Me tocó iniciar las primeras conversaciones con él, para que la Sociedad Italiana, que tenía una cuantiosa deuda por impuestos municipales y contribuciones de mejoras, entregase el edificio como parte de pago a la Municipalidad. De esta forma se evitó que el mismo pasase al patrimonio de la Confederación Argentina de Sociedades Italianas, designada en los Estatutos como destinataria final, en caso de disolución.

Rubén Palmieri siendo muy joven, estimo fue el primero en tener una moto Gilera en Victorica, a fines de la década del cincuenta. Después probablemente Coco Cesanelli y el “turco” Jorge Moisés hayan sido los seguidores.
En la década del sesenta el parque de motos se incrementó, lo que junto con la “explosión” del karting y la expansión del ciclismo, dio lugar al nacimiento local del “Cycles Motor Club de Victorica”, que integraron.

Por eso el recientemente inaugurado circuito de motos en Victorica ha sido bautizado con el nombre de Rubén Palmieri, también recordado corredor de karting. Sus hijos prosiguen la profesión que abrazó el padre y del cual aprendieron el oficio y también la pasión por los “fierros”. El más grande “Patita”, fue el copiloto del “Paisano” Maldonado cuando se consagraron campeones de automovilismo años atrás.
Alfonzo también fue amante de las motos, primero adquirió una Norton, después una Royal cero kilómetro, luego una Jaguar y por último se dio el gusto de tener una Harley-Davidson usada, la mundialmente famosa motocicleta de fabricación norteamericana. En ellas se venía a Santa Rosa a ver los partidos de fútbol.

Cooperadores de varias Instituciones.Amadeo y su esposa Rosa Nicolás, fueron padres de dos hijas. Lucy la mayor, que se recibió de maestra y ejerció no solo en la escuela primaria Nº 7, sino también en el entonces Instituto de Enseñanza Media Básica “Félix Romero”.
Fue nuestra profesora de castellano en segundo o tercer año y de literatura a comienzos de cuarto año. Y Adela Rosa, que fue nuestra compañera hasta tercer año en el mencionado Instituto.

 Don Antonio Palmieri y su familia, junto a otro italiano Isidro Imbelloni tomada en Luan Toro donde residían y trabajaban en la década del veinte

Hubo unos años en que el Consejo de Administración de la Cooperativa de Electricidad estuvo integrado por Amadeo, Edmundo y su hijo Juan Palmieri.
Amadeo, junto a sus primos y sobrinos fueron parroquianos del Club Social y también amantes del cine y del futbol lugareño. El era quien proyectaba las películas mudas en la Sociedad Italiana, Rubén fue el encargado de las proyecciones en el Cine “Armonía” en la época del “turco” Pentimalle. Luego le enseñó a su amigo “Coco” Cesanelli quien tomó la posta durante varios años.
Edmundo por su parte, llevado por el entusiasmo de Rubén, participaba de la pasión por el automovilismo. La afinación de los motores y la puesta a punto para el arranque, los secretos de la mezcla para los motores de dos tiempos de las motos y karting, tenía en los Palmieri sus cultores y animadores.

El incansable Alfonso.
 Se educó en el Colegio Salesiano de Victorica como alumno externo. Allí aprendió a tocar instrumentos musicales en la Banda de los Boy Scout que se puso en marcha. Es que el proyecto de los salesianos para atraer más alumnos a la Institución que había abierto sus puertas en 1922 incluía mucho deporte, teatro, artes plásticas y la música.
Después integró también la Banda de la Municipalidad de Victorica, aquella que impulsara el maestro Félix Romero y posteriormente la de la Sociedad Italiana cuando la dirigía el maestro Di Benedetto. Alfonso tocaba el bombardino y también el saxo. Asimismo integró la orquesta de Modestino Pérez ejecutando el contrabajo.

Después que terminó la escuela primaria, ingresó como aprendiz en la panadería de don Bautista Viglino, luego de Andrés Figueiro. Allí trabajó varios años en la “cuadra” y cuando llegó a la mayoría de edad se transformó en el chofer del camión con el que se llevaba la galleta a los campos, almacenes de ramos generales y obrajes de la zona, a principios de la década del cuarenta.
Según recuerda, solía llevar en la década del cuarenta, a las hachadas de Molinero en la zona de Luan Toro, cincuenta bolsas de galleta por día. Cada bolsa contenía diez kilos de galleta de campo.
  Alfonso José Palmieri en la casa de su hija, junto al autor de este reportaje. Foto Irma L. Torres 2009

“El año 1937 Victorica quedó medio vacío, me acuerdo muy bien de la miseria que había”, dice Alfonso. Con su camioncito recorría “todo el oeste, llegaba hasta El Odre. En uno de esos viajes conocí a Ibrahim Sarán, esa noche me quedé a dormir en su campo de Meauco”.

Alfonso Palmieri quien ya vivía en Santa Rosa desde hacía varios años, después que publiqué mi libro “Historias de Vida” me hizo llegar una foto del equipo del Club Juventud Unida, que crearon en la década del treinta algunos italianos, dado que la “muchachada” con ansias de jugar al fútbol era numerosa y había un sólo club, el Sportivo Cochicó.
El fue jugador de Juventud Unida, también de Cochicó, después integró el equipo de Rucanelo, e incluso estuvo en Castex donde lo probaron en uno de los clubes. Pero las obligaciones laborales y el servicio militar obligatorio le impidieron continuar. Se hizo hincha de San Lorenzo, porque fue uno de los que conoció en Victorica al fundador de ese Club, el Reverendo Salesiano Lorenzo Massa, que fue catequista en el Colegio Don Bosco. Alfonso integró los equipos de Cochicó entre los años 1939 y alrededor de 1950, su puesto era insider izquierdo.


Más recuerdos.
Alfonso aún retiene en su memoria muchas historias y de la cantera de los recuerdos extrae aquellas que más se le han quedado grabadas, algunas con detalles interesantes y de otras prefiere no acordarse.
Se convirtió en un gran lector. Fue suscriptor del “Círculo Literario” que enviaba por correo el libro elegido del mes, “a veces me quedaba despierto toda la noche leyendo”. Fue un autodidacta, sobre todo en la historia de San Martín. Alrededor del año 1955 fue seleccionado para ir a Buenos Aires al programa “Odol Pregunta” para contestar por su tema favorito, pero su patrón no lo autorizó porque estaban en época de cosecha. En ese momento ya trabajaba en Rucanelo con Recaredo Álvarez.

Fue muy amigo de Pablo Yancamil, uno de los hijos del cacique José Gregorio. Vivían en la misma manzana y los patios internos se conectaban. Nos cuenta algunas de esas conversaciones sobre el combate de Cochicó.
“Yancamil no quería pelear, sólo exigía que se le entregaran algunos caballos para alimentar a su gente. ¿Sabes con que lo curaron a Tránsito Mora de los treinta y tres lanzazos que le pegaron? Con bosta de vaca”
Alfonso se casó con Alicia Anechini el año 1946, una joven oriunda de Arizona, San Luis. De ese matrimonio nacieron dos hijos. Una hija que es profesora y un hijo que es comerciante, ambos viven en Santa Rosa.
A Rucanelo fue a trabajar con un tío de su esposa, que tenía Almacén de Ramos Generales, incluido corralón de leña y postes.

“Llegamos a tener hasta cuarenta y cinco hacheros, trabajando para nosotros. En aquella época, había muchos santiagueños y chilenos. Era tanta la demanda y como escaseaban las chatas del ferrocarril, había que cargar de noche incluso. Nos alumbrábamos con la luz de los camiones.”
“Con el carbón de cooke que venía de Inglaterra las máquinas del ferrocarril arrastraban entre cincuenta a sesenta chatas leñeras. Pero cuando vino la segunda guerra y hubo que emplear leña de caldén como sustituto del carbón inglés, el convoy no sobrepasaba más de cuarenta o cuarenta y cinco vagones de carga. No había suficiente caloría y por lo tanto la caldera de vapor no levantaba la presión necesaria”.

Alfonso José Palmieri fue Comisionado y Juez de Paz de Rucanelo varios años, su secretario fue Nelson Benvenutto, su hermano postizo menor.
Años después se dedicó por cuenta propia al negocio de la leña, los postes, varillas y otros subproductos del caldén. Tal vez el contrato más grande que realizó fue ganar la licitación de Vialidad Nacional distrito Neuquén, con cuyos postes alambraron gran parte de la precordillera. Mandaba leña para las panaderías al sur de La Pampa y también a varias localidades del sur de la provincia de Buenos Aires.
 El corralón de productos forestales de Alfonzo José Palmieri en la década del setenta

Su empresa creció, llegando a tener transporte propio, camioneta y auto para andar en las huellas y los caminos pavimentados. Pero además hizo el curso de piloto en General Pico con Alcayaga. Lo solía acompañar al “Vasco” Berazategui en algunos viajes en avión.

Su mente aún lúcida, evoca todos los nombres del equipo de futbol de Cochicó que salió campeón el año 1934, sin olvidarse ninguno: “Fausto Díaz arquero, Full back Julio Rochereul y Carlos Beneitez, en el medio Enrique Mazucco, Alberto Gesualdi y Evelio Gómez Luna, los delanteros eran Navarro, Regino Gómez Luna, Cristóbal Rodríguez Kessy, José Di Dio y Rafael Gesualdi”.

Alfonso José Palmieri falleció en Santa Rosa un 9 de septiembre del año 2012, habiendo mantenido plena conciencia de sus actos hasta último momento.

Fuente: Reportajes a Alfonso José Palmieri años 2009 y 2010

viernes, 17 de diciembre de 2010

¿CIUDAD ABIERTA O CERRADA?

Ayer por la tarde se llevó a cabo, en el Salón Azul del primer piso de la Universidad Nacional de La Pampa, el encuentro relacionado con el proyecto de urbanización denominado “Villa Pampa” y su impacto sobre el acuífero Anguil-Santa Rosa.
La metodología que diseñó la Secretaria de Cultura y Extensión Universitaria para abordar el tema que había aprobado el Consejo Superior, fue la de invitar a distintas Facultades de la Universidad local y además cursó invitaciones a la Municipalidad de Santa Rosa, a la Caja Forense promotora de la inversión, a la Fundación Chadileuvú y a la Fundación Alihuen.



Bosquejo publicitario del anteproyecto promovido por la Caja Forense de La Pampa

No estuvieron presentes representantes de los promotores del proyecto de urbanización, tampoco del Departamento Ejecutivo de la Municipalidad, ni de la Fundación Chadileuvú, quienes expusieron distintos motivos para fundamentar la ausencia, como asimismo no asistieron funcionarios de la Administración Provincial del Agua.


Primero expusieron los representantes de las Facultades de Ciencias Exactas, de Agronomía y de Humanas, luego lo hizo el de la Consultora de la Universidad de La Pampa y por último expuso Leandro Altolaguirre, por la Fundación Alihuen.
En realidad no fue un foro de debate propiamente dicho, dado que no hubo debate. Se trató de una introducción informativa al tema, que todos coincidieron es bastante complejo por cierto.


Jorge Scarone, Ingeniero especializado en temas ambientales, expuso los pros y los contras:
“en torno a las contras de la iniciativa mencionó su percepción de que se trataría de una urbanización socialmente excluyente, la ausencia (en el ante-proyecto) de un plan de contingencia y monitoreo ambiental y la duda respecto a quién y cómo garantizará que lo proyectado en el papel, se cumpla en la práctica”.



Imagen proyectada por la Fundación Alihuen para ilustrar la exposición de su Presidente, Ingeniero Altolaguirre

Por su parte el geólogo Marino explicó
“que al impermeabilizar una mayor parte de la superficie disminuirá la recarga y que si se realizan perforaciones sin control se corre el riesgo de deprimir las napas freáticas, empeorando la calidad del agua”.


Acerca del riesgo de contaminación del acuífero, que sobrevoló toda la reunión se dijo:
“Sobre el riesgo de contaminación con efluentes (aguas grises y negras), el ingeniero químico Miguel Muñoz, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, sostuvo que siempre existe, aunque en la actualidad hay tecnologías para evitarlo”.


Por su parte Carlos Schulz, otro geólogo de Exactas y Naturales, explicó que "el agua subterránea es propiedad de los estados provinciales y que la Administración Provincial del Agua es el órgano con poder de policía para autorizar exploraciones y explotaciones de ese recurso. Sostuvo que el 95% de las perforaciones que existen en la provincia no están autorizadas, incluso las realizadas por muchos municipios. Definió la situación hídrica de La Pampa como de anarquía".


La docente de la Facultad de Ciencias Humanas, Profesora Beatriz Dillon, “sostuvo que el proyecto de la Caja Forense se inscribe en un concepto neoliberal de ciudad dual, donde determinados grupos sociales se repliegan a un estilo de vida privatizado y crean una ciudad al interior de otra. "Esto los fragmenta del resto y se contrapone con el concepto de ciudad abierta",

El Ingeniero Jorge Scarone al momento de su presentación. En primera fila el Rector de la Universidad y el Presidente del Concejo Deliberante de Santa Rosa.


Por su parte el actual Concejal del Frepam y presidente de la Fundación Alihuen que apoyó su exposición con imágenes del área que se pretende urbanizar, explicó que según el Código de Urbanización actual el área está considerada rural, en virtud de lo cual concluyó que "en Villa Pampa quieren reglas a medida".


Por lo que se escuchó de la lectura de las cartas de las entidades que se leyeron, por las exposiciones de los representantes presentes en el Foro y las respuestas que dieron a la docena de preguntas que se formularon por escrito, se puede hacer un balance provisorio.
En primer lugar los promotores del proyecto, las autoridades que deben aprobarlo y los responsables de organismos provinciales y municipales no estuvieron presentes con dirigentes o funcionarios, con excepción del Concejal Altolaguirre, que participó activamente.


En segundo término y más allá de las precauciones que cada uno de los expositores tomaron, acotados por los diez minutos escasos que se les asignó, lo que quedó más claro son la cantidad de preguntas y dudas que genera el aludido anteproyecto, que ninguno de los expositores pudo responder.


Otra de las imágenes con la que se apoyó la exposición del presidente de la Fundación Alihuén

Y por último a modo de síntesis quienes fuimos a escuchar para saber de qué se trata, nos quedamos sumamente preocupados al enterarnos, de la falta de normas provinciales y municipales que regulen con claridad. Por la necesidad de construir obra pública que generará el proyecto y que será costeada con recursos de todos los contribuyentes. Por la posibilidad que uno de los efectos sea la afectación de la zona de recarga del acuífero y en última instancia de disminución de la calidad del agua.

Y lo más preocupante, porque hace a la historia institucional y a la idiosincrasia de los pampeanos y los argentinos, tanto de gobernantes como de administrados, trasuntado en la duda del Ingeniero Scarone cuando subraya la ausencia en el anteproyecto de “un plan de contingencia y monitoreo ambiental”. Por si esto fuese poco nos taladra con el interrogante clave, que es también el nuestro, preguntándose ¿“quién y cómo garantizará que lo proyectado en el papel se cumpla en la práctica”?

miércoles, 8 de diciembre de 2010

CENTENARIO DE UNANUE

La localidad de Unanue, se encuentra situada en el Departamento Utracán, en cuyo valle se fundó General Acha (1882), que fuera primera capital del Territorio Nacional y sede de la Gobernación de Pampa Central. Su altura sobre el nivel del mar es de 235,36 metros, rodeado de un suelo llano y boscoso.

Muy cerca de allí, hacía el sur, están dos antiguas estaciones del Ferrocarril del Sud, que ingresó a la zona proveniente desde el Puerto de Bahía Blanca. Ellas son Epupel al sureste y Gamay al noroeste, aproximadamente 20 kilómetros. Allí en Epupel estuvo haciendo sus primeras armas en el campo pampeano don Alfonso Capdeville, luego intendente de Victorica y posteriormente fundador de Telén.

En tanto que la Estación Gamay se ubicó en tierras entre Unanue y General Acha, que habrían pertenecido a una familia francesa de apellido Simón o Salomón. Gamay habría sido la zona de origen del donante de las tierras, dado que esa es una de las variedades más importantes de uva de la región vitivinícola por excelencia de Francia.



Antigua Estación del ex Ferrocarril del Sud habilitada con el nombre de Unanue el año 1895

La prestación del servicio ferroviario ordinario hasta Epupel quedó habilitada el 31 de julio del año 1895. Aprovechando justamente el ingreso del ferrocarril, se desarrollaron las primeras estancias en la zona, dedicadas fundamentalmente al ovino, que era demandado internacionalmente por la lana. La primera estación en suelo pampeano fue Jacinto Arauz y luego de otras, Unanue, de allí la vía continua rumbo a General Acha y posteriormente vuelve hacia el noreste buscando Toay, donde llegaría en 1898.

Después fue denominado Ferrocarril Bahía Blanca al Noroeste, indicando su nombre la intención empresarial de cruzar el Territorio de La Pampa para llegar a la provincia de Mendoza, pasando por Victorica. Pero la Primera Guerra Mundial iniciada en 1914 congeló esos ambiciosos proyectos. Después la línea, cuando se rebautizaron en la década de 1940, pasó a llamarse Ferrocarril General Roca.

Recién el 10 de diciembre del año del Primer Centenario de Argentina en 1910, se produjo la fundación del pueblo, decisión llevada adelante por un grupo de agricultores, en tierras cuyo propietario era Agustín Reguera.

Se le impuso el nombre de Unanue en homenaje a José Hipólito Unanue un reconocido hombre de ciencia y político notable de la época de la Independencia del Perú. Unanue fue médico, naturalista, meteorólogo y político, nacido en el Perú, fue uno de los criollos que participó desde los inicios de las conversaciones con emisarios del General San Martín. Proclamada la Independencia fue designado Secretario de Hacienda del nuevo país que se ponía en marcha. Falleció el año 1833, dejando varios libros escritos y habiendo participado incluso en el proceso de reforma del sistema universitario de su país, del cual fue profesor.

Años atrás quedó habilitado el acceso pavimentado a la ruta nacional Nº 35. Por allí pasa asimismo la ruta provincial 9 y desde Alpachiri llega también la ruta Nº 20.
A la par del ovino y a medida que se producía el desmonte, que se vio acelerado con la Primera Guerra Mundial, que impulsó la empresa ferroviaria para utilizar la leña del bosque de caldén como combustible sustituto del que provenía de Inglaterra, se desarrolló la agricultura.

En este mapa del Territorio se puede observar la traza del Ferrocarril del Sud, desde Bahía Blanca (Buenos Aires) hasta Santa Rosa

Por su parte, la explotación forestal aprovechó el impulso que le dio a la zona el ingreso de la línea ferroviaria. La leña era llevada hacia Bahía Blanca para las panaderías y los usos familiares. Los postes, varillas y varillones sirvieron para alambrar los campos.

La estación recibió además el aporte de los cereales cultivados en una amplia zona de influencia, entre ellas la Colonia “Santa Teresa” desde donde los alemanes del Volga, llegaban con sus carros transportando el cereal hasta el ferrocarril, dado que la Colonia nunca estuvo servida con una línea férrea más próxima.

El año 1911 se produce la creación y puesta en funcionamiento del Juzgado de Paz y posteriormente Registro Civil, dado la gran cantidad de familias que vivían en la zona y sus aledaños que demandaban ese servicio. Para el censo del año 1947, todavía en la etapa territoriana, Unanue contenía en el espacio urbano la cantidad de 147 habitantes.

Según el Censo Nacional de Población del año 2001 en su Ejido, habitaban un total de 220 personas, 77 en el sector urbano y 143 en el área rural. El primer Juez de Paz titular fue don Pedro Azcueta.
El Consejo Nacional de Educación creó la escuela Nº 144 el año 1922 que lleva el nombre de “Segundo Hansen” un reconocido maestro y director de La Pampa, fallecido en 1948.


Fragmento del mapa de la Provincia de La Pampa donde se observa a Unanue en el Departamento Utracán

La Comisión de Fomento del lugar se creó el año 1927, siendo designado como primer presidente don Luis A. Fieg. Actualmente el Presidente de la misma es el señor Manuel María Costoya.

En la actualidad, la explotación ganadera, centrada ahora en el bovino, complementada con un poco de agricultura, se alterna con algunos Cotos de Caza y por sus caminos de tierra ha sabido pasar el Rally Dakar estos últimos años.
L a Estafeta y la subcomisaria se instalaron posteriormente, el edificio de ésta última se inauguró en 1940. La Capilla San Juan Bosco fue inaugurada en 1941. El año 1952 se creó el Club Deportivo Unanue, cuando todavía la población rural de la zona y las familias numerosas del centro urbano, apoyaron la iniciativa para fomentar el deporte entre los jóvenes y niños.

Actualmente Unanue, que según las cifras del último Censo Nacional de Población disponible solo contaba en el radio urbano con 77 habitantes, goza de Posta Sanitaria en el lugar y está provista de energía eléctrica por la interconexión con la línea desde General Acha.




El segundo desde la izquierda es el actual Intendente de Unanue don Manuel María Costoya, durante una rueda de prensa con el subsecretario de turismo de La Pampa

El promedio de las precipitaciones en el periodo que va desde 1921 a 1980 marca para Unanue 519 milímetros, sobrepasando levemente la isohieta de los 500 milímetros que reclama la agricultura, para tener alguna posibilidad sustentable. No obstante esa media, la década del treinta golpeó implacable con varios años de sequía, registrándose solo 284 milímetros en 1935, 289 en 1937, escasísimos 221 al año siguiente y 421 el año 1939.

Indudablemente que el despoblamiento del campo, sobre todo por efecto de los “años malos”, de los que han quedado grabadas la gran nevada del año 1923 y las cenizas del año 1932, implicaron muchas dificultades que influyeron en el ánimo de los pioneros. El fracaso de las cosechas y sobre todo la cancelación de los servicios del ferrocarril, han incidido para no hacer propicia la posibilidad de retener a los jóvenes, que emigran en busca de educación y trabajo hacia los centros más grandes y aún fuera de la provincia.

martes, 30 de noviembre de 2010

SALON PAMPEANO ARTES PLASTICAS

El viernes 26 de noviembre quedó inaugurado el Salón Pampeano de Artes Plásticas 2010 de Cerámica, en sus especialidades Alfarería, Escultura, Mural y Diseño Utilitario. Acompañando la muestra también se puede apreciar una selección de la Pinacoteca del Museo, de pinturas de distintas épocas y corrientes.

La muestra está expuesta en las salas del Museo de Artes de La Pampa situado en la esquina de las calles 9 de Julio y Villegas. La exposición de las obras seleccionadas y premiadas pernanecerá hasta el próximo 13 de diciembre, día de la clausura.


Para la inauguración hizo uso de la palabra la Directora del Museo de Artes, la profesora María Estela Jorge, quien junto con parte del Jurado entregó los premios y certificados.


En las fotos agregadas que han sido tomadas del Catálogo de la Exposición, se pueden observar las obras premiadas en las distintas categorías.


En casi todas las especialidades ganaron el primer premio artistas no pampeanos, con excepción de la categoría Escultura que fue para Claudia Zolecio de Santa Rosa (La Pampa), ubicándose como ganadores de los segundos premios, los artistas plásticos pampeanos en la rama de la cerámica demuestran que están en su etapa de pleno crecimiento.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

TIEMPO DE RECUERDOS

Días pasados asistimos al Salón Azul del primer piso de la Universidad Nacional de La Pampa en su edificio de la calle Gil, oportunidad en la cual se presentó el libro titulado "Tiempo de Recuerdos" de Juan Carlos Carassay, una persona íntimamente vinculada al deporte en varias de sus manifestaciones en nuestra provincia.

Se puede leer en la portada que se trata de un libro básicamente de "Historias y Anécdotas del Deporte Pampeano", al que debajo tímidamente se le ha consignado un I que suponemos intenta decir que este tiene la intención de ser el volumen I, editado el año 2010.

Son doscientas veintisiete páginas escritas con el lenguaje coloquial, y aunque no tiene ninguna ilustración, su lectura es amena y llevadera.

El fútbol, el motociclismo, el boxeo, el automovilismo, la pelota a paleta, el softbol, la pelota al cesto, la natación, el basquet, con sus practicantes, hinchadas y promotores están presentes, en este libro que es casi una autobiografía, porque muchas de las historias y anécdotas lo han tenido como observador o protagonista directo.




Carassay dice tener "un sueño", por el que seguirá bregando cual es "la creación del Museo Provincial del Deporte."

Expresa en un párrafo del Prólogo del libro Juan Carlos Carassay: "Como empezar a narrar -me pregunto- tantos acontecimientos vividos en más de 50 años, primero con ojos asombrados de niño interesado en los deportes; luego como protagonista muy mediocre en varias actividades pero mezclado con muchos grandes por la gracia de Dios y finalmente como periodista y relator deportivo."

En la presentación aquella noche lo acompañaron entre el público no sólo sus familiares y amigos, sino también una gran cantidad de antiguos deportistas y también algunos de sus colegas y maestros.

Para la presentación invitó a hacer uso de la palabra a José de los Arcos Vidaurreta amigo de la infancia y compañero de colegio y luego al señor Mario Galdín quien junto con Julio Heredia lo llevaron a la radio Nacional de Santa Rosa.

jueves, 18 de noviembre de 2010

¿QUIEN FUE ADOLFO CORBALAN?

En Victorica, capital del Departamento Loventué, situado en el noroeste de la provincia de La Pampa, la actual calle que lleva el número 10 desde la década del setenta, había sido bautizada anteriormente con el nombre de Adolfo Corbalán o Corvalán.

Sabemos que Corbalán nació en la provincia de Salta, al norte de Argentina, donde ingresó al Ejército en su carácter de Aspirante en el arma de Caballería, un 2 de abril del año 1872, pasando a revistar en la frontera chaqueña de Salta.
Al año siguiente se graduó como Alférez. Posteriormente desempeñó el cumplimiento de su deber con la patria en el Territorio del Chaco y en la provincia de Santa Fe, destino éste último donde alcanzó la graduación de Teniente Primero, en el mes de mayo del año 1879, cuando culminaba la denominada “Conquista del Desierto”.

Inmediatamente es asignado al Escuadrón 12 de Caballería, en la frontera oeste de la provincia de Buenos Aires, donde el año 1880 se le otorga el grado de Capitán de Caballería.



Luego del ataque a la Municipalidad, el Intendente Capdeville fue detenido y secuestrado durante unas horas en un comercio local de Imaz y Galarreta

Recordemos que desde 1881 ya había algunos núcleos de cristianos que se habían quedado entre Poitahué y Leuvucó, aprovechando la dispersión y muerte de los aborígenes de las distintas tribus, que habían convivido en esos parajes durante muchas generaciones.


El Coronel Ernesto Rodríguez recibe órdenes de desplazarse desde San Luis, al mando del Regimiento 9º de Caballería y otro Regimiento de Infantería, para asegurar la zona, definitivamente y evitar que volvieran los antiguos moradores.
Fruto de esas órdenes es la fundación del Fortín Resina realizado un 12 de febrero del año 1882, según el parte militar.
Algunos aborígenes que merodeaban entre Leuvucó, la antigua capital ranquelina y las costas del río Salado, al mando del pehuenche Yancamil, son perseguidos por un piquete, cayendo en la emboscada que le tiende el jefe indio y su gente en Cochicó. Es el mes de Agosto del año 1882, mueren varios soldados y también muchos aborígenes.


A consecuencia de este conflicto armado que origina un sumario militar para establecer responsabilidades por el combate de Cochicó. Esa derrota sangrienta, que le había infligido Yancamil al Regimiento 9º, en ausencia de su comandante, el Coronel Rodríguez, produce movimientos en la comandancia.

Pedro Telmo Lobo junto a Félix Romero y el Comisario Hernandez crearon en 1905 la Biblioteca Popular


Uno de esos movimientos será la llegada en el mes de junio del año 1883 del Capitán Adolfo Corbalán, quien pasará a revistar en la plana de conducción del mismo con asiento en Victorica, todavía al mando del Coronel Rodríguez.
En 1885 Adolfo Corbalán encabeza una comisión que se llega hasta las colinas de Cochicó para exhumar los restos de los soldados muertos y trasladarlos al cementerio de Victorica.


El 9 de julio del año 1886 el Capitán Corbalán es ascendido a Mayor. Entre esa fecha y el año 1891 desempeña varias comisiones en Buenos Aires y también en Resistencia (Chaco).
El Coronel José Daza, al firmar el traslado desde Resistencia en 1891 a la convulsionada Buenos Aires, que está todavía envuelta en los reacomodamientos de la Revolución de 1890, deja constancia en su legajo personal estos párrafos, diciendo que el mencionado oficial, “es ajeno a todas las anarquías y circunstancias que han afectado al nombre del Regimiento, y es un Jefe que ha prestado, importantes servicios, haciéndose acreedor por su competencia y méritos a la más alta consideración.”


Luego es comisionado a San Luis, desde cuyo asiento será destinado nuevamente al Regimiento 9º el año 1895 para secundar al entonces Gobernador del Territorio Nacional de La Pampa Central, General Eduardo Pico, en las tareas de enrolamiento para la Guardia Nacional, que efectuaba la función de policía dentro de los Territorios.
Es en ésa época en que se instala con su esposa Isolina en Victorica, donde se hace propietario y comienza a desarrollar no sólo sus vínculos sociales sino también políticos, con la pequeña burguesía de la zona.


En ésos años viajará generalmente una vez por año a Buenos Aires, probablemente a visitar antiguas amistades. Ya las tropas del Regimiento, que en su última etapa habían quedado al mando de Froilán Leyría, se habían retirado definitivamente de Victorica con rumbo a su destino de los cuarteles de San Luis.


El asalto a la Municipalidad visto por el dibujante Carlos Alberto Riela, publicado en el Album del Centenario de Victorica


Es en esos tiempos en que Pedro Telmo Lobo, hijo del Juez de Paz Departamental, con asiento en Victorica, don Ángel Lobo, santiagueño, lo conoce el año 1901, después que ha sucedido el enfrentamiento contra el intendente de la localidad, el francés Alfonso Capdeville. En su casa se reunían a matear y platicar estos dos santiagueños, el riojano Félix Romero y este salteño que tenía conocidos y amigos en varias provincias.


El año 1911 en la carta firmada por el ex intendente de Victorica, destituido en 1899 por los hechos de violencia del asalto a la Municipalidad, dirigida al Director del periódico “La Voz de Victorica”, Tulio Navarro Sarmiento, don Alfonso intercala este párrafo, que Corbalán no pudo leer, porque ya había muerto.


“En Victorica, principio y fin de las hazañas de los del complot, unos pocos vecinos, jóvenes casi todos, fueron seducidos y engañados y hasta se llegó a comprometer este caballeresco mayor Corbalán, quien vino a ser la verdadera víctima de esos sucesos, como víctima han sido el pueblo de Victorica y su comercio.”


Como consecuencia de su participación en el sangriento asalto a la Municipalidad de Victorica, que le costó la vida a tres personas y dejó una docena de heridos, entre los que se encontraba el propio Corbalán, este fue declarado en disponibilidad en febrero de 1899.


En el libro de actas de la Municipalidad victoriquense, el 17 de diciembre de 1901, aparece el nombre de Adolfo Corbalán como un miembro más del Consejo local, aunque no hay antecedentes de cómo se produjo su elección. Inmediatamente se lo designa Vicepresidente del Cuerpo. En cambio en el acta que registra la constitución del nuevo Consejo electo por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional, registrada el 30 de julio de 1904, el presidente será Enrique Alonso, el Vice don Lucas Viniegra, en tanto que Adolfo Corbalán figura como Concejal nuevamente. El señor Pedro Telmo Lobo es designado como Secretario Tesorero.


El edificio de la esquina, ya demolido, fue el que se atacó, cuando dentro estaba reunido el Intendente con el Consejo Municipal


Corbalán se habría suicidado el 13 de junio del año 1905, desconociéndose los motivos que le habrían inducido a tal determinación.


Una hija del Mayor Corbalán se casó con el maestro francés Miguel Defougéres. Dice Pedro Telmo Lobo en sus memorias: “Don Miguel contrajo nupcias con una hija del mayor de caballería del ejército nacional expedicionario al desierto y actor en la conquista pampeana don Adolfo Corbalán, radicado con la familia hasta que murió en Victorica.”
Doña Isolina su viuda, habría permanecido en Victorica hasta el año 1910. El Gobierno Nacional decidió reconocer los servicios prestados por el Mayor Adolfo Corbalán, incrementando la pensión a su heredera.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Aniversario de Speluzzi (La Pampa)

El pasado 11 de Noviembre se cumplió un año más de Speluzzi uno de los pueblos del norte de la Provincia de La Pampa.

¿Quién fue Speluzzi?“El ingeniero y matemático Bernardino Speluzzi nació en Milán en 1835 y falleció en Roma en 1898. En 1865 llegó a la Argentina contratado por el rector de la Universidad de Buenos Aires, Juan María Gutiérrez, por intermedio del médico italiano Paolo Mantegazza.

Fue profesor de matemáticas en el departamento de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Buenos Aires y se desempeñó en diversas cátedras hasta 1885. Miembro Honorario de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas, fue nombrado cónsul en Roma por el gobierno argentino”.
Escudo de la localidad puesto en vigencia a partir del año 1990

Se tiene oficialmente como fecha de fundación del pueblo, que hoy se designa como Speluzzi, en el Departamento Maracó, el 11 de noviembre del año 1907, momento en que se lotearon los terrenos, se hicieron los planos y se trazó el ejido urbano.

En los primeros tiempos la localidad llevó el nombre de Tomás Devoto y el apellido Speluzzi, de un ingeniero italiano, se le había impuesto como homenaje, a la estación del Ferrocarril.
Pero como pocos kilómetros más allá se había habilitado en 1910 otra estación ferroviaria con el nombre de Ceballos, en esos primeros tiempos Ceballos que se transformó en pueblo, daba el nombre a toda la zona, por eso finalmente se adoptó el nombre de la estación Speluzzi, también para la nueva planta urbana.

Según los antecedentes municipales la promotora de la fundación habría sido la empresa Balvini y Cía, vinculada a la gran empresa del terrateniente Tomás Devoto, el italiano que llegó a concentrar en sus manos más de 350.000 hectáreas, cuya administración de “Estancias y Colonias Trenel” funcionaba  en el pueblo de Trenel, del entonces Territorio Nacional de la Pampa Central.
Acceso al pueblo pavimentado y arbolado con distintas especies de la zona subhúmeda
Escuelas.
Dado la cantidad de familias en la zona rural, el Consejo Nacional de Educación creó en 1909 la escuela que lleva el número 40. Posteriormente se crearon otras escuelas en la planta urbana y en las colonias adyacentes para facilitar el acceso a la educación de los niños de las numerosas familias que mayoritariamente vivían en el campo, entre ellas la 167 de Colonia “La Argentina”, la Nº 126, la Nº 166, camino a Trenel y la Nº 224.

Recién el año 1926 se creó la Comisión de Fomento, y se puso en funcionamiento el servicio de Policía

Población.La evolución de la población de la localidad es un calco prácticamente de lo que sucedió con el entonces Territorio Nacional de La Pampa Central. La mayor cantidad de habitantes se registró en los primeros años de la década del treinta en que habían superado los 1.000 habitantes aproximadamente en todo el ejido. Según el Censo de Población del año 1947 Speluzzi contaba con sólo 209 habitantes en la planta urbana.
En el Censo Nacional de Población de 1980 la localidad acusó en la planta urbana la escasa cifra de 173 pobladores. En tanto que para el último cuyas cifras están publicadas, del año 2001 Speluzzi alcanzó los 353 habitantes, de los cuales 258 vivían en la planta urbana y los 95 restantes lo hacían en la zona rural. En el último censo del año 2010 se registraron 367 habitantes.

La situación de los chacareros es la común que vivieron todos los que se iniciaron en esa actividad al promediar el Centenario de la Argentina que se proyectaba como "Granero del Mundo". La propiedad de la tierra recién cambió en la década del cuarenta, cuando el Banco de la Nación Argentina puso en vigencia préstamos a largo plazo y bajas tasas de interés, con los cuales muchos pasaron de arrendatarios a propietarios.
La antigua Estación del Ferrocarril, cuyos servicios de pasajeros fueron restringidos y desactivados finalmente en la década del noventa

Lluvias registradas.En cuanto a los registros pluviométricos, el más antiguo que conocemos, nos informa que se anotaron en 1921 la cantidad de 855 milímetros anuales, siendo el año 1926 la máxima de la década del veinte con 944 milímetros de lluvia.

El año 1935 se registra una sequía con un mínimo de 372 milímetros. La década del treinta implica el fracaso de las cosechas y el retiro de muchas familias. En la década del cuarenta se mejoran las posibilidades, pero de todos modos hay tres años con lluvias por debajo de los 500 milímetros.

El ciclo húmedo llegará en la década del setenta con registros pluviométricos que sobrepasan los 1.000 milímetros anuales, en cuatro años diferentes, en tanto que en 1974 se alcanzan los 951 por lo cual es una década muy buena para la agricultura.
El promedio general anual desde 1921 a 1980 da para Speluzzi la cantidad de 670,8 milímetros anuales.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

DIA DE LA TRADICION


El Día de la Tradición en nuestro país es el 10 de Noviembre, en homenaje al poeta, periodista y político José Hernandez, quien nació ese día, pero el año 1834.


De su pluma salió este alegato sobre el gaucho, escrita en verso, que está considerada como la obra cumbre de la literatura argentina. Vayan algunos versos de la misma como adhesión a este día.

LA IDA
Aquí me pongo a cantar
Al compás de la vigüela,
Que al hombre que lo desvela
Una pena extraordinaria,
Como la ave solitaria
Con el cantar se consuela.

Pido a los santos del cielo
Que ayuden mi pensamiento:
Les pido en este momento
Que voy a cantar mi historia
Me refresquen la memoria
Y aclaren mi entendimiento.

LA VUELTA
Atención pido al silencio
Y silencio a la atención,
Que voy en esta ocasión,
Si me ayuda la memoria,
A mostrarles que a mi historia
Le faltaba lo mejor.




Viene uno como dormido
Cuando vuelve del desierto;
Veré si a explicarme acierto
Entre gente tan bizarra, y si al sentir la guitarra
De mi sueño me dispierto.

Consejos de Martín Fierro a sus hijos.Un padre que da consejos
Más que padre es un amigo;
Ansí, como tal les digo
Que vivan con precaución:
Naides sabe en que rincón
Se oculta el que es su enemigo.

Yo nunca tuve otra escuela
Que una vida desgraciada;
No estrañen si en la jugada
Alguna vez me equivoco,
Pues debe saber muy poco
Aquel que no aprendió nada.

Del Poema “El Gaucho Martín Fierro”
Del Poeta José Hernandez.

sábado, 6 de noviembre de 2010

PRIMER SALON DE FOTOGRAFIA

Ayer viernes 5 de noviembre del 2010, en las instalaciones de la Fundación del Banco de La Pampa en la calle Pellegrini quedó inaugurado el "Primer Salón de Fotografía".
Según se anunció, participaron más de cuatrocientas obras, entre las cuales el Jurado seleccionó alrededor de 70 para acceder y competir por los premios.
Para dejar inaugurado el mismo hizo uso de la palabra el Director Hernandez, quien destacó la aceptación de este Primer Salón y agradeció la presencia del publico.

El Salón estaba dividido en dos Secciones. Una destinada a "Naturaleza Pampeana" y otra destinada al "Paisaje Pampeano".
El primer Premio adquisición, en la Sección Naturaleza le fue adjudicado a la obra titulada "Benteveo y presa" del fotógrafo Juan Mariano Erro.



Gran cantidad de publico, entre el que se encontraban familiares y amigos de los exponentes y muchos de los fotógrafos seleccionados, algunos conocidos y otros que recién comienzan a realizar sus primeras experiencias de participar.

Uno de esos casos fue el de Pablo Daniel Alvarez, quien estaba gratamente sorprendido por haber obtenido el primer premio en la sección Paisaje Pampeano, con su obra titulada "Caldenes", siendo esta su primera presentación en competencias.

El segundo premio en la Sección Naturaleza Pampeana le fue otorgado por el Jurado (miembros de la Federación Nacional de Fotógrafas) a la obra titulada "Cacholote" perteneciente al fotógrafo Fernando Lucas Diez.

En tanto que el segundo premio en la Sección Paisaje Pampeano lo obtuvo la obra "A lo de Tomasa" del fotógrafo Martín Dario Fernández.

Se otorgaron además varias menciones. Entre ellas, dos obras de nuestro coterráneo Fabián Adolfo Hugo Muñóz merecieron esa distinción del Jurado. Una fue por su obra "Ojito de Agua".

miércoles, 3 de noviembre de 2010

AUTOMOVILES EN SANTA ROSA

Cuando llegan los festejos del primer Centenario de los pueblos y ciudades de nuestra provincia de La Pampa, que cuenta (en su etapa del poblamiento cristiano) con algo menos de ciento treinta años, se realiza una mirada retrospectiva buscando los hitos importantes del "progreso".
No pocas veces, la ausencia de testimonios escritos, entraña las discusiones acerca de la temporalidad de ciertos echos, dado que muchas veces se recurre a los testimonios orales.
Uno de esos casos en los que no hay unanimidad al respecto, es el relacionado con la llegada del primer automóvil a Santa Rosa (La Pampa)
"La familia Pracilio y el señor Francisco Felice afirman que el primer automóvil fue traído por el señor Federico Pracilio.
Otros, entre ellos la señora Elena Colombato de Damico, dicen que el primer automóvil fue el Cadillac del Dr. Pedro Olegario Luro, que según su hijo fue adquirido en 1905. El de Pracilio llegó en 1911"
"La confusión radica en que el de Luro estaba en San Huberto (hoy Parque Luro) y aparecía esporádicamente en Santa Rosa; en cambio, el de Pracilio estaba permanentemente en el pueblo y era utilizado como taxi entre Santa Rosa y Castex (o) Santa Rosa y Uriburu"

El automóvil del señor Pracilio saliendo de la Estancia "La Malvina" de Tomás Mason

"Para llegar a esta (última) localidad tardaba casi una hora. Era un Mitchel con faroles a gas, ruedas macizas y cambio con palanca lateral externa del lado derecho.

El señor Pracilio hacía viajes a Buenos Aires llevando al Gobernador Centeno, y a jueces y otros funcionarios del Juzgado.

Cuando el Presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt visitó nuestro país, fue a las Cataratas del Iguazú en automóvil, acompañado de una larga caravana entre la que iba don Federico Pracilio con su Mitchel.

Cuando la Gobernación (del entonces Territorio Nacional) tuvo su auto propio, Pracilio se desempeñó como chofer oficial."

La presente nota fue escrita por Hilda Elena Paris en el Volumen II del libro del "Centenario de Santa Rosa 1892-1992". La señorita Paris cita como fuente a la señora Celedonia Pracilio de Di Nardo. Al final de la misma agregó la siguiente Nota.

"Estos apuntes fueron escritos en 1976 y publicados en La Capital en 1977 con motivo del 85º Aniversario de Santa Rosa. Posteriormente una nota del señor Walter Cazenave publicada también en La Capital, confirma que el primer automóvil que recorrió las calles del pueblo, fue el del Dr. Luro, que fue traído en tren y descargado en la estación local y que luego de un breve paseo por Santa Rosa, y después de haber cargado algunas latas de gasolina, se dirigió a La Segunda en Potrillo Oscuro, que era la estancia de su suegro, don Ataliva Roca y desde allí a San Huberto.

"Esto hace que se considere al Mitchel de los Pracilio como el primer auto de Santa Rosa. Según Cazenave, no era un Mitchel, sino un robusto Mercedes."

viernes, 22 de octubre de 2010

CONSTITUCION DE LA PAMPA

Libro editado por la Cámara de Diputados de la Provincia de La Pampa como adhesión a los actos del Año del Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810.

En la tapa se aprecia un "Paisaje" rural, obra del pintor pampeano Nicolás Castellini.

En la investigación, análisis, diseño y diagramación intervinieron las profesoras Stella Maris Antonio y Norma Girotti.
La publicación ha sido distribuída por el Departamento de Extensión Parlamentaria a todas las Bibliotecas Populares y Escolares de nuestra provincia.


La mencionada obra, cuenta con importantes contenidos reunidos en Volumen con formato libro por primera vez y está ilustrada con fotos históricas, mapas, cuadros informativos y otros elementos que hacen muy atractiva su lectura.


Pero tal vez lo más interesante sea que se han agregado una serie de actividades pensadas para que los profesores trabajen con sus alumnos en las escuelas secundarias, ex polimodal, todos y cada uno de los contenidos referidos a la Constitución Provincial y cada uno de sus capítulos.

Interesante trabajo que debería facilitar la labor de enseñanza-aprendizaje en las escuelas, de un tema no sólo jurídico, sino histórico, de instrucción cívica y de formación para los futuros ciudadanos.

jueves, 21 de octubre de 2010

TURISMO REGIONAL

Días pasados en ocasión de la apertura de la muestra anual de la Sociedad Rural de Santa Rosa, se presentó una iniciativa de turismo regional para el noroeste de La Pampa.
Se trata de un trabajo conjunto de los pueblos que componen el Departamento Loventué, al que han denominado "Latidos del Caldenal", dado que esa es la zona occidental del bosque de caldén.
Al circuito diseñado se puede acceder por la ruta nacional 35 y luego en el cruce de Winifreda tomar hacia el oeste la ruta provincial 10. También se lo puede hacer desde Santa Rosa saliendo por Toay tomando la ruta 14 hacia el oeste, entrando en el paraje "El Durazno" hacia el norte.


Quienes aún no conocen aquella zona de nuestra provincia de La Pampa, tendrán oportunidad de conocer y disfrutar de muchas actividades en contacto con la naturaleza, al aire libre, en automovil o a caballo.
Se encontrarán con la historia de La Pampa aborígen, dado que 25 kilómetros al norte de Victorica se encuentra el paraje "Leuvucó", otrora reducto de los últimos rankeles.
Pero además con la propia historia del poblamiento pampeano en la etapa cristiana, sintetizada en los cinco pueblos que la componen en donde la cultura, la economía y la política han dejado sus huellas y han perfilado algunos rasgos identitarios.
Buena iniciativa de trabajo cooperativo, solidario y colectivo de los dirigentes de las asociaciones civiles, la actividad empresarial y los municipios que seguramente dará sus frutos en mejorar la presencia en la oferta provincial de turismo.

martes, 19 de octubre de 2010

FIESTA PROVINCIAL DEL TEATRO

Anoche 19 de Octubre, dio comienzo la "Fiesta Provincial del Teatro La Pampa". El acto inaugural de la misma se llevó a cabo en Santa Rosa, capital de nuestra provincia, en el Aula Magna de la Universidad Nacional de La Pampa.

El espectáculo, totalmente gratuito, no logró colmar la amplia Sala, que si bien no es un teatro propiamente dicho, tiene instalaciones y tecnología preparada para este tipo de espectáculos, aunque a veces no brinden el mejor sonido o iluminación por diversos motivos que no comentaré, pero que perjudican la comprensión.
Si pudimos observar muchos jóvenes. Algunos de ellos estaban fomentando la firma de adhesiones para que el CREAR (Centro Regional de Educación Artística) abra la carrera para estudiar teatro a nivel terciario.

En la noche inaugural pudimos apreciar la puesta en escena de la obra "La Casa de Bernarda Alba", presentada por el Grupo "La Escalera" de Santa Rosa, pero que no compite sino que participa en la muestra.
Un elenco importante, con algunos roles destacados en los primeros papeles. Estimo que podrían alcanzar más como conjunto, más allá de las individualidades.
Mañana podremos apreciar el Grupo "La Cumbrera" de Victorica, dirigida por Gustavo Pérez, que también se presenta fuera de competencia, con la obra "Silencio de familia"
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