martes, 29 de enero de 2013

VIVERO FORESTAL DE VICTORICA

La provincia de La Pampa en la época del primer gobernador electo de la entonces provincia Eva Perón el Dr. Salvador Ananía, decidió a fines del año 1954 crear un Vivero Forestal en Santa Rosa y otro en General Acha, idea que quedó trunca por la revolución de septiembre de 1955 que destituyó a los gobiernos nacional y provincial de Perón y Ananía.

Será recién en 1956 que se puso en marcha el de Santa Rosa en un predio de 10 hectáreas donde funcionaba anteriormente la Chacra de la Gobernación sobre la ruta nacional Nº 35, al frente del cual se designó al señor Juan Bautista Llinas.

El de General Acha recién comenzará sus actividades a principios de 1959 luego que la provincia adquiriera un predio de 79 hectáreas ubicado sobre la ruta nacional Nº 152 a 19 kilómetros de la ciudad que fuera la primera Capital del Territorio Nacional.

 "El Vivero Forestal en Victorica, fue creado el 22 de diciembre de 1959, con el objeto de promover la forestación en su zona de influencia y en el oeste pampeano. El predio que ocupa el Vivero posee una superficie de 60 hectáreas y está ubicado al sur de la sección chacras de la localidad, lindera al acceso a Victorica de la ruta provincial Nº 10. El mismo fue adquirido al señor Agustín Borthiry en la suma de $ 650.000 moneda nacional, incluyendo las mejoras existentes."

El predio estaba contiguo a las instalaciones de la firma feriera de ese entonces a cargo del martillero Pedro F. Rosolén, cuyo representante era el señor Borthiry, quien fue Intendente de Victorica el primer pueblo de La Pampa fundado por el Ejército Nacional.

"En abril de 1960 se iiciaron las actividades, con una dotación de personal compuesta por un administrativo y doce obreros. Como Jefe del Vivero se designó al autor del presente trabajo, que permaneció en esas funciones hasta fines del año 1969"
 El autor del trabajo que venimos siguiendo fue el recordado Ebel Aldo Torino, egresado de la Escuela de Agricultura y Ganadería de la Nación en Victorica.

 A partir del traslado de Ebel A. Torino a Santa Rosa donde se desempeñó como Jefe del Departamento de Producción de Plantas y Forestación de la Dirección de Recursos Naturales Renovables, llegando a desempeñar la función por algunos años de Director Provincial de Bosques, se hace cargo de la Jefatura del Vivero de Victorica, su hermano Eddie Abdulio Torino, también egresado de la Escuela Agrícola de Victorica con el título de Técnico Agropecuario.  

"Inmediatamente se inicia la provisión de elementos necesarios y se comienza a construir y reacondicionar las instalaciones requeridas para una estable producción de plantas forestales.
"En forma simultánea se realizó un proyecto integral de vivero, que fue desarrollándose en forma ordenada, según prioridades, iniciándose la implantación de cortinas, cercos vivos, plantación para media sombra, parquización, trazado de caminos, etc."

"El suelo del predio que ocupa el vivero es de muy bajo contenido de materia orgánica, sin estructura, textura arenosa y muy permeable, con vegetación espontánea, abundante olivillo y roseta. Por consiguiente, se trató de darle un manejo que evitara voladuras, eliminando el olivillo y fertilizando mediante el cultivo de leguminosas."

"Así, año tras año se fue cumplindo con los objetivos propuestos, llegando al año 1964, periodo en que el vivero, dotado ya con la mayor parte de la infraestructura necesaria, se encontró en plena producción y comenzó su accionar de importancia, como la forestación con productores agropecuarios, municipalidades, entes de bien público, etc. y las parcelas experimentales."
"Los productores agropecuarios y vecinos en general, observando la transformación de ese predio por los trabajos realizados, se interesaron sobre la posibilidad de incorporar, en sus propiedades, cortinas forestales para abrigo, avenidas con fines de protección y ornamentación, macizos, renovación de plantas en la zona urbana con especies adecuadas, etc.; prueba de ello fue la venta de forestales que registra en el año 1964, cuya cantidad ascendió a más de 15.000 ejemplares y la entrega en concepto de donación a escuelas y otras instituciones de bien publico de unas 4.000 plantas."
"Otra tarea que realizó el vivero es el contralor de las explotaciones o trabajos de mejoras en las propiedades de bosques nativos mediante normas emanadas de la Ley Nacional 13.273. Por otra parte, le correspondió la implantación y cuidado de la forestación realizada en la ruta nacional Nº 10, tramo Telén-Luan Toro".

"La producción de plantas llega en la actualidad a unos 50.000 ejemplares por año, de especies con buen comportamiento en la zona."

FUENTE: Agro Pampeano, Revista del Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de La Pampa, Nº 13 del año 1988 (Artículo: "30 años produciendo plantas forestales. Historia de los viveros oficiales pampeanos firmado por Ebel Aldo Torino)
FOTOGRAFIAS: Las fotografías fueron obtenidas por el fotografo Lázaro Pérez de Victorica

lunes, 21 de enero de 2013

SALINAS EN LA PAMPA

En el camino de acceso a Salinas Grandes, que la une con la ruta Nº 1 que sale de Macachín hacia el sur, nos encontramos con este busto y una placa que pusiera el gobierno de la Provincia de La Pampa, el año 1973, cuando recuperada nuevamente la democracia era gobernador don Aquiles José Regazzoli.

Es que al nuevo gobierno le interesaba impulsar fuertes inversiones para generar más trabajo en esta industria extractiva, para transformarla en una industria no sólo de materia prima sino de productos derivados.
El homenajeado fue el señor Walter Stauffacher, quien el año 1967 había escrito un folleto de 70 páginas titulado "Las Salinas Grandes de Hidalgo, La Pampa y su desarrollo", editado por la Compañía Introductora de Buenos Aires S.A. (CIBASA) que estaba explotando el yacimiento por aquellos años.
Esta compañía explotó durante varias décadas el yacimiento de Salinas Grandes, hasta que en la década de 1980 cambio de manos, aunque continúa con la marca registrada "Dos Anclas".

La Provincia de La Pampa según informaciones del año 2004 producía el 75 % de la sal común del país y se aprestaba a poner en mayor producción la salina La Colorada Grande. Esta misma empresa que explota Salinas Grandes tiene en esa zona también una explotación en "Callaqueo", doscientos kilómetros al sur aproximadamente.

"La actividad minera en la provincia de La Pampa se identifica por su producción de sales. En el año 2012, los yacimientos evaporíticos del territorio entregaron al mercado más de 450.000 toneladas de cloruro de sodio o sal común, destinada a diversas industrias como la producción de PVC, cloro-soda y derivados en la industria petroquímica, curtiembres, industria alimenticia, agricultura y otras, lo cual representa un 38% de la producción total país según datos de la Encuesta Nacional Minera 2010. Luego de un marcado descenso de los despachos de este mineral producto del periodo de sequía que afectó a la Provincia y la incidencia de la crisis internacional en los principales consumidores, los yacimientos muestran una tendencia creciente en su producción, que depende en gran medida del factor climático."(Subsecretaría de Hidrocarburos y Minería de La Pampa)

Al lado de ese busto y placa se encuentra emplazada en una pequeña plazoleta una de las varias máquinas a vapor que la mencionada empresa incorporó cuando se hizo cargo entre 1916 y 1920. En realidad el primer empresario que introdujo tres máquinas de este tipo (trocha angosta) del denominado sistema Decauville, fue el señor Castells, un descendiente de ingleses que supo conocer el lugar cuando acompañó al general Julio A. Roca en su campaña al desierto.

Estas máquinas tiraban varias vagonetas cargadas de bolsas de sal, que salían de la planta del yacimiento hacia la estación Hidalgo, una extensión del ramal del ferrocarril que había unido Rivera (Provincia de Buenos Aires) con la localidad de Doblas en el Territorio Nacional de la Pampa Central.

En la actualidad la planta de procesamiento no está más dentro del yacimiento, probablemente como resultado indirecto de aquella larga huelga que los empleados salineros llevaron a cabo con reclamos salariales contra la patronal, en los primeros meses del año 1972. A quienes les interese el tema pueden consultar el libro publicado titulado "Verano del 72: La Gran Huelga Salinera. Memorias, Género y Política", editado por Miño y Dávila de las autoras María Herminia B. Di Liscia, Ana María Lassalle y Paula Lassalle, publicado en febrero del 2011.
Lo que nos llamó poderosamente la atención, en una reciente visita in situ al yacimiento, fue un color rosado intenso que se veía en todo el horizonte de la laguna, que en las próximas semanas cuando baje el agua estará lista para el comienzo de la nueva cosecha.

Cuando le preguntamos al empleado a que se debía ese color nos dijo que esa coloración se la daba la artemia. Resulta ser que la artemia salina es un pequeño crustáceo branquíapodo,. propio de aguas salobres, de tan sólo un centímetro de largo. Como sus huevos tienen la característica de permanecer metabólicamente inactivos durante largos períodos -se habla incluso de hasta diez años- es posible que subsistan en temperaturas muy bajas e incluso durante los largos periodos de sequía que suelen atravesar a veces las salinas.

Los millones y millones de estos crustáceos de color rosado es lo que le da la coloración que se puede observar en la fotografía. Los flamencos que observamos en esta y otras lagunas de La Pampa toman su color rosado en el pelaje tan vistoso, porque se alimentan de este crustáceo que le transmite el pigmento a sus plumas.
En esta última fotografía se observa en primer plano una parva de sal de la cosecha del año anterior (2012), al fondo algunas de las instalaciones que se utilizan en el yacimiento para guardar ciertas herramientas y vehículos y más al fondo la salina con su color rosado. Entre una parva y la otra se ve un canal de escurrimiento del agua de lluvia que está construido para que vuelva a la laguna.

Según nos informaron en la Planta en Macachín por estos meses trabajan aproximadamente alrededor de más de 100 empleados. La firma explota también las Salinas del Bebedero en el sur de la Provincia de San Luis, por donde pasa el río denominado justamente Salado, porque allí se carga de sal e ingresa luego a nuestro territorio, al que kilómetros más abajo se le une el río Atuel cuando trae suficiente caudal y le permite aminorar el tenor salino.

jueves, 17 de enero de 2013

SALINAS GRANDES LA PAMPA

Las denominadas Salinas Grandes, que se encuentran radicadas en la región del este de la actual provincia de La Pampa, cerca del límite del meridiano V con la provincia de Buenos Aires, tienen una larga historia.

En la época de la Colonia, cuando todavía los españoles usufructuaban de las riquezas naturales y de las personas que habitaban este suelo, un indio de los pampas, encuentra las inmensas salinas. Se lo conoce como Pedro Belachichi, un integrante de una antigua familia aborígen que ha sido cristianizada, que residen en el área de la región de Luján (Buenos Aires), que viven y trabajan bajo el regimen de la "encomienda", a las órdenes del famoso Cabral, el "amigo de los indios".

El descubrimiento de don Pedro, quien es hombre de consideración en las esferas del poder que representan al Rey en éstas tierras, le genera aquel año de 1668, hacerse acreedor a un regalo que recibe de manos del gobernador.

Antes de que se produjera este descubrimiento y su posterior comercialización, toda la sal provenía de España, que como se sabe tenía el comercio monopólico con los habitantes de la Colonia. Como el costo de transporte, encarecía los precios, a lo que se sumaba la actitud de los especuladores el Cabildo de Buenos Aires decide llevar sal para las diversas necesidades de los porteños desde las Salinas Grandes de Hidalgo.

La primera expedición a las Salinas Grandes, fue acordada por el Cabildo de Buenos Aires el 9 de septiembre del año 1716. La expedición estaba al mando de un comandante militar, que era designado por el mismo Cabildo. Las carretas que participaban de la misma se concentraban en la Guardia de Luján o en la laguna de Pantelén, desde donde el convoy iniciaba la marcha rumbo a las nuevas Salinas.

El Cabildo percibía una especie de impuesto a la sal que se extraía del lugar, que era pagado por cada dueño de carreta a razón de una fanega del producto.

La expedición del año 1778 estaba formada por 600 carretas, 12.000 bueyes y 2.600 caballos. Al mando del comandante formaban 1.000 hombres más 400 soldados. A ellos se agregaban dos diputados designados por el propio Cabildo que hacían de contralor del cumplimiento de las normas y acuerdos.

En 1786 vuelve a designarse al Maestre de Campo don Manuel de Pinazo, dada la experiencia que había adquirido. Además de la urgencia de lograr el aprovisionamiento de sal, algún otro motivo debe haber incidido para que la formación de la expedición en cuanto a equipamientos y elementos fuese más nutrido que en ocasiones anteriores.

Entre otros se destacan: recursos humanos formados por 200 blandengues, 150 milicianos y 50 pardos para el arreo del ganado. Se llevaban para el consumo de la expedición 700 cabezas de ganado, 80 arrobas de yerba, 12 arrobas de tabaco para los milicianos. Como también integraban el grupode la expedición sacerdotes, se llevaba una tienda de campaña y demás elementos para decir misa, 6 velas de cera de media libra, 2 barriles de vino para misa y refrescos.

Y para los indios, que ya se habían dado cuenta del valor que le daban a la sal los huincas (extranjeros), se portaba 1/3 de yerba, un barril de aguardiente y una arroba de tabaco, a modo de regalo para que los dejasen pasar y poder salir con el cargamento sin mayores problemas.

Pero esta Expedición trajo la novedad de contar con un cirujano y un Piloto de Altura, de nombre Pablo Zizur, que tenía formación nautica y era además portador de conocimientos de astronomía, que había sido enviado por la Corona Española para resolver el problema limítrofe con Portugal por la Colonia del Sacramento.

Pero lo que en realidad le interesaba al Virrey Loreto, era el plano de la región que había sido encargado muy especialmente a Zizur.



Después de los sucesos del 25 de mayo del año 1810, la cuestión de la sal no perdió importancia, por lo cual el primer gobierno patrio encomendó al Coronel Pedro Andrés García para explorar la frontera y ejercer un control sobre el tráfico que blancos e indios realizaban por el camino de la sal.

García hizo prácticamente el mismo itinerario que Pinazo. Registró todo en un diario de campaña en el que ha dejado descripto todo lo sucedido, particularmente de su contacto con los indios, el que fue publicado por Pedro De Angelis bajo el título de "Diario de un ivaje a las Salinas Grandes en los campos del Sud de Buenos Aires"

El año 1833, el Brigadier Juan Manuel de Rosas, lleva adelante su conocida Campaña militar al Colorado. El objetivo de Rosas es múltiple, pero entre ellos está el no menos importante de asegurar la provisión de sal para la provincia de Buenos Aires, de la que había sido designado gobernador. Es sabido que Rosas tenía importantes lazos comerciales con todos los empresarios de los saladeros de aquella provincia.

El año 1834 hace su aparición en la región de las Salinas Grandes el cacique Calfucurá. El valle del Chilihué y las lagunas de las Salinas Grandes cobijaron el cacicazgo de los araucanos durante cuatro décadas y media, hasta que la operación de la batida final del presidente Avellaneda y su ministro de la Guerra el General Julio Argentino Roca los despojaron no solo de las Salinas, sino de todas las tierras que habían ocupado.

Por allí pasó después en su recorrido el abogado Estanislao Zeballos, de cuyo viaje ha dejado su libro "Un viaje al país de los araucanos". La cruz que se ve en la fotografía de arriba es una réplica de la que hiciera construir Zeballos a la gente que lo acompañó con madera del bosque nativo de la zona, que aún es descripta como "una selva".










MALAL Y PINCEN

El topónimo Málal, que tiene como variante Malal para el investigador Dr. Rodolfo Casamiquela "no hay dudas. Malal en araucano es "corral", "cerco", citando a Vúletin dice que su acepción es "coherente". Por su parte don Esteban Erize en el tomo 4 de su colección "Mapuche" expresa "Corral". En el paraje así denominado de la Provincia de La Pampa estuvo establecido el cacique Pincen, en sus últimos años, junto con su familia.

La laguna Malal está situada en la Sección II del Territorio de la actual provincia de La Pampa, en la época que la habitaba Pincén con su familia y su gente, tenían agua de buena calidad, leña en abundancia, y buenos pastos para la caballada, más un buen refugio contra los vientos y las persecuciones.

"En una oportunidad respondió a un emisario del Coronel Conrado Villegas que le ofreció un pedido de sometimiento por parte de su jefe: Si Villegas me quiere, que venga a buscarme y Villegas, el muy toro fue a buscarlo y le tomó prisionero." (Erize ob.cit.)


"¿Qué había en Vuta Lauquen y en Malal cuando llegó Villegas? Lo cuenta el teniente Jorge Rhode con motivo de la expedición llevada a cabo en diciembre: El campamento es un campo con muchos jagüeles, circundado de tapias y cercos de madera hechos por los indios; también se encontraban algunos campos con maíz, etc., corrales y varios aparatos para tejidos."
Vista desde el camino vecinal, en primer plano un sembrado, más allá un sector de la laguna Malal, disminuida por la intensa sequía de los últimos años, al fondo una ceja de monte de caldenes. Foto del autor sepbre. 2012.

Según escribe Juan José Estévez en su libro "Pincén vida y leyenda", el cacique indio "vio las tropas de Villegas acampadas en el monte, bajó de su caballo y, cercado totalmente, buscó ocultarse. Entonces decidió esconderse en una cueva de tigre. Lo había seguido su perro, un cuzco sin raza definida."

"Cuando se acercó el piquete, el perro comenzó a torear y lo vendió al cacique."
"Sigue relatando Schoo Lastra que el soldado Pita seguía al perro; al verlo embravecido, desenvainó el cuchillo y volviéndose a sus compañeros dijo !ha de ser tigre!. El cabo se echó rápidamente la carabina a la cara aprestándose para efectuar un disparo, cosa que advirtió Pincén, y entonces se levantó de entre las plantas un indio flaco y alto, con una criatura en la mano."

"Schoo Lastra señala además que, ante las señas de los soldados, se le aproximaron el Mayor Solís y un trompa. El indígena que iba sirviendo de baqueano al destacamento, al ver al indio aquel, impresionado, no atinaba a hablar. Entonces tuvo lugar el siguiente diálogo:

-¿Quién es éste?- inquirió con energía el Mayor Solís.
-El cacique ... es Picén- respondió el aludido."(1)

En estas circunstancias fue tomado preso Pincén, quien fue trasladado con su familia a Buenos Aires y luego confinado en la Isla Martín García, de donde tiempo después logró huir.
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FUENTE: (1) Estévez, Juan José, obra citada)

martes, 8 de enero de 2013

IGLESIA de Tomás M. de Anchorena Patrimonio Arquitectónico de La Pampa.-




En el interior de la Iglesia de la localidad pampeana de Tomás Manuel de Anchorena, existe un gran cuadro del prócer de la Independencia declarada en Tucumán el año 1816. Este Tomás Manuel de Anchorena, después de la Batalla de Cepeda, fue ministro de Relaciones Exteriores del primer gobierno de don Juan Manuel de Rosas en Buenos Aires.

También existe un busto en bronce, de un miembro de la familia Anchorena, no teniéndose certeza si se trata de Tomás Manuel de Anchorena o de Joaquín de Anchorena, dado que en alguna documentación el nombre de éste aparece también relacionado con la fundación del pueblo.

Descendientes de la familia Anchorena, se apropiaron de tierras en el momento en que se pusieron en circulación títulos emitidos por el Estado Nacional para financiar la denominada “Campaña al desierto”, llevada a cabo por el presidente Nicolás Avellaneda y su Ministro de Guerra el general Julio Argentino Roca.

En parte de esas tierras situadas en el Territorio Nacional de la Pampa Central, muy cerca del meridiano V que nos separa de la provincia de Buenos Aires, que comenzó a poblarse una vez que el aborigen fue despojado y desalojado de las mismas, el año en que Argentina festejó el Primer Centenario de la gesta del 25 de Mayo, se colocó la piedra fundacional de la nueva población, la que se enterró en los terrenos del ferrocarril que venía desde Rivera (Provincia de Buenos Aires), un 14 de abril del año 1910, en plena euforia por los próximos festejos en la Capital Federal.



Según el misionero RPS Ángel Buodo, el señor Tomás Manuel de Anchorena, habría decidido construir dentro de su campo una iglesia para que los colonos, la mayoría de los cuales procedían de la provincia de Santa Fé, pudiesen satisfacer sus necesidades espirituales y religiosas.
Al producirse su fallecimiento el año 1918, su esposa doña Mercedes Riglos de Anchorena, decide, en homenaje a su marido embellecer  la Iglesia dotándola de muebles e imágenes y demás instalaciones accesorias.


La Iglesia había sido ofrendada a la Virgen de la Merced, nombre de la madre del fundador y en su origen estaba continua a un Hospital para el cuidado de la salud de los colonos y de los primeros pobladores de menores recursos del pueblo que lleva el nombre de Tomás M. de Anchorena.

 El 18 de abril del año 1918 fue bautizada en el acto de inauguración por el RPS Juan Farinati, en presencia de los hijos de Tomás Manuel de Anchorena. El primer Capellán fue el RPS Francisco Cid, quien se desempeñó hasta el año 1932, a partir del cual quedó prácticamente cerrada por un largo periodo.

Algunos vecinos antiguos de la localidad todavía suelen recordar que entre esos muebles, instalaciones e imágenes existía un hermoso retablo del conjunto original que hiciera instalar doña Mercedes Riglos, la viuda de Anchorena, pero que en una época no precisa se habría trasladado a la Iglesia de Villa Maza en la Provincia de Buenos Aires, que se halla ubicada a pocos kilómetros de allí.


              Vista actual del frente de la Iglesia, tomada desde la plaza. Fotografía del autor.


La primera vez que la visité fue una noche del año 1987, cuando las inundaciones de la provincia de Buenos Aires y varias poblaciones del este pampeano, habían hecho subir las napas freáticas. Sus paredes tenían humedad en todo su alrededor superando el metro de altura. Tenía en ese momento escasa iluminación y el olor a humedad impregnaba todo el ambiente, por lo que no pude apreciar la belleza de las instalaciones interiores.

Esta Iglesia fue declarada Monumento Histórico Provincial el 16 de septiembre de 1998 según consta en el decreto Nº 1244 del Poder Ejecutivo de la provincia de La Pampa, durante el gobierno del Dr. Ruben Hugo Marín.




Pese a hallarse en propiedad privada, la iglesia siempre estuvo al servicio de la comunidad, que actualmente continúa participando en ella. Debido al alarmante estado de deterioro en que se encontraba el edificio y el consiguiente riesgo para los bienes muebles que allí existían, se  conformó, al respecto, una Asociación Pro Recuperación "Nuestra Señora de la Merced" en la localidad de Tomás Manuel de Anchorena, la que  solicitó hacia mediados del año 2005 un subsidio a la Subsecretaría de Cultura de La Pampa para iniciar los arreglos.

La restauración se produjo en su exterior e interior hace algunos años, lo que ha permitido recuperar para el patrimonio arquitectónico de La Pampa este hermoso edificio de estilo neogótico, único en nuestra provincia por el diseño arquitectónico y por la elevada concepción artística.
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