domingo, 7 de octubre de 2012

JUAN DOMINGO PERON

Muchas veces se especuló con el lugar de nacimiento de quien fuera el hombre que condujo por tres veces los destinos de nuestra República Argentina, en elecciones libres y democráticas. Es que cuando un hombre trasciende a la esfera pública y sobre todo durante tantos años y desempañando los más altos cargos, Perón no pudo escapar a que todos los aspectos de su vida privada se investigaran.

"Mi nacimiento fue tomado con más calma que el de mi hermano Mario, tanto fue así, que mi padre decidió anotarme dos años más tarde. Nunca me preocupó aclararlo, porque básicamente siempre pensé que existen dos tipos de acontecimientos que van dando forma a una vida: los importantes y los otros."
"Así, un día más o un día menos, un año más o un año menos, !qué importancia podía tener! De hecho no la tuvieron durante muchos años, ni mi propio padre, le dio trascendencia y ante la pregunta del secretario del registro civil de Lobos: ¿cuándo nació el niño?; no dudó en responder que había sido en la víspera."
"Y así fue anotado mi nacimiento aquel 8 de octubre de 1895, como acontecido el día inmediatamente anterior. Pero en realidad yo ya tenía dos años para esa fecha, que fue verdaderamente un 7 de octubre, pero de 1893."
"Así constaba en las páginas del registro parroquial, que lamentablemente una gran mancha de tinta, derramada "casualmente", sobre el renglón que daría crédito a mis palabras, se ha encargado de silenciar para siempre. Se afirma que fue el pueblo de Lobos quien me vio nacer. Allí hay una casa, la de mis primeros años, donde gateé, donde comencé a dar mis primeros pasos, pero que con toda seguridad no vio mi alumbramiento, pues éste había acaecido en Roque Pérez, Partido de Saladillo."
Queda claro entonces, según las propias palabras de Juan Domingo Perón a su biógrafo el Dr. Enrique Pavón Pereyra, que su nacimiento se produjo un 7 de Octubre del año 1893.
Incluso se han escrito muchas páginas sobre la maternidad y la paternidad del niño Juan Domingo, que al llegar a jóven consiguió ingresar en el Colegio Militar de la Nación, evitando que trascendiera en aquel momento la situación jurídica irregular por la que había atravesado su vida.
 "Apenas dieciseis años tenía mi madre cuando nació su primer hijo, y veinte cuando nací yo, Juancito Sosa. Ese fue mi primer nombre hasta que distintos motivos, difíciles de evaluar, indujeron a mi progenitor a dar un paso decisivo. El veinticinco de septiembre de 1901, Don Mario se allanó a contraer enlace con Juana, yo tenía ocho años."



"Según la versión que me consta, fue en realidad mi abuela Dominga Dutey quien pidió a mi padre que se pusiera de acuerdo con la religión y la moral pública."

Queda entonces también aclarado el momento en que Juan (Juancito Sosa en principio), pasa a su condición de hijo legítimo, reconocido por su padre don Mario Tomás Perón, al casarse de acuerdo a la ley civil con su madre doña Juana Sosa, descendiente de aborígenes según lo reconoce el mismo ex presidente Perón.

"Soy hijo de un espíritu campesino, casi rural, y de una joven natural de Lobos, Juanita Sosa, con sangre india y parientes de origen santiagueño."
Como se estilaba en aquellos años su primer nombre Juan, deriva de su madre que se llamaba Juana, dado que el nombre del padre le había sido impuesto al primer niño Mario, en tanto que el segundo nombre Domingo, proviene del homenaje de su progenitor a su madre que se llamaba Dominga.
"Para hablar de mi, es necesario que hable de alguien que me precedió. Rememoro a mi madre, una de las personas artífices de Perón. Mujer fuerte, criolla de ley, perteneciente a una antigua familia que provenía de los pagos de Azul, cuyo entronque castellano databa de la época de la colonia. Toledo era el apellido de mi abuela materna, Doña Mercedes."
"Los Sosa eran originarios también de Castilla la Vieja, como mi abuelo Juan Irineo, esposo de Mercedes. La pareja alcanzó cierta notoriedad en el pago al brindar hospitalidad, a quien podríamos denominar como el último gaucho alzado de la historia: Juan Moreira."
"Recuerdo que su calabera fue propiedad de mi abuelo durante largos años, hasta que decidió cederla al Museo de Luján, para evitar que su nieto terminara con ella utilizándola como asustador de sirvientes."
"Mario se llamó mi padre. Luego de ser Juez de Paz en La Plata fue trasladado a la localidad de Lobos con idéntico cargo."
 FUENTE: PAVÓN PEREYRA, Enrique: "Yo Perón" editorial MILSA, Buenos Aires, agosto de 1993.

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