miércoles, 9 de junio de 2010

EL FUTURO DE LA PAMPA

La provincia de La Pampa, heredera de las fortalezas y debilidades del ex Territorio Nacional de la Pampa Central a principios de la década del cincuenta, no ha podido aún superar uno de sus grandes problemas estructurales.

Me estoy refiriendo a la escasez de población que vive dentro de su territorio y que viene limitando sus posibilidades potenciales, de alcanzar un mayor grado de desarrollo, de carácter sustentable.

Siguiendo la división del poblamiento en etapas, que utilizó el Profesor Fernando Araoz en su libro sobre “Aspectos Geográficos” de la obra denominada “La Pampa Total”, diremos que la primera “oleada” como él la nombra y que según su criterio abarcaría desde 1880 a 1891, habría provenido de las provincias argentinas, sobre todo las aledañas y fundamentalmente de la Provincia de Buenos Aires.

Desde 1880 porque se considera que antes de las dos fundaciones oficiales que hicieron las tropas del Ejército Nacional el año 1882 (Victorica y General Acha), ya había algunos pobladores cristianos instalados en los alrededores de “Echohué” y de “Quiñé-Malal”, antiguos reductos aborígenes, cuyos sobrevivientes se habían refugiado en la precordillera.
Sobre las antiguas "rastrilladas" aborígenes por donde fluía el tráfico de personas y animales hasta 1878, se abrieron las huellas para los carros primero y luego sobre su base, en la década del treinta se construyeron los caminos


El año 1891 es el de la expansión de la crisis económica nacional de 1890, en la que explota la burbuja especulativa que se había inflado por emisiones clandestinas de los “bancos garantidos”, el excesivo endeudamiento externo, la especulación bursátil y la cesación de pagos en que cae el Estado Argentino. De esa crisis surgirá la creación del Banco de la Nación Argentina bajo la presidencia de Carlos Pellegrini.

De tal forma que los pioneros que pusieron en valor, con su trabajo, las tierras de La Pampa, recién confiscadas al aborigen, fueron peones de “las estancias bonaerenses, algunos estancieros, soldados de la campaña militar aquerenciados, (antes de la ley de “Premios”), indígenas sometidos y apaisanados y algún otro extranjero, con predominio de españoles. Estos últimos no eran básicamente colonos agrícolas, sino comerciantes, acopiadores, etc.” (Araoz, ob.cit)

La segunda etapa u oleada del poblamiento se habría dado entre 1900 y 1914, precedida de lo que el autor citado denomina el “periodo de transición”, el que no consideraré para enfocar específicamente el aspecto que deseo destacar.

En 1900 se produce la reubicación de los aborígenes, algunos que se habían quedado luego de la “Conquista del desierto” y otros que volvieron al territorio y se instalaron en los alrededores de “La Blanca”. Ese año se produce, por imperio de la Ley del Hogar la creación de las Colonias “Pastoriles” de Puelches y Emilio Mitre. Lamentablemente eran tierras marginales de escasa fertilidad y muy poca sobre todo.

La segunda “oleada” entonces, “Representa la época de oro de la colonización agraria, a tal punto que en 1914 el tercer Censo Nacional registra 101.338 habitantes, o sea cuatro veces más que en 1895, diecinueve años atrás. Esto significa duplicar la cantidad de habitantes cada nueve años, crecimiento más que explosivo. Su motor: la agricultura”, expresa el párrafo inicial del acápite.
El mapa muestra las vías de ferrocarriles circulando hasta 1911 y las líneas punteadas marcan los proyectos que tenían las empresas para su expansión, los que se truncaron al llegar la Guerra de 1914

Acotemos que el Censo Nacional de población de 1895 había acusado para el Territorio Nacional de La Pampa la cantidad de 25.914 habitantes. Asimismo que el año 1914 es el comienzo de la primera Gran Guerra europea que incidirá negativamente frenando la decisión sobre los proyectos de inversión que estaban pendientes de desembolso y el éxodo de algunos inmigrantes a su patria de origen.

Destaco que ya en 1914 en el territorio de La Pampa Central estaba planteada la matriz de producción, los ferrocarriles ya habían avanzado con sus líneas dentro de él hasta los límites de la zona agrícola y la red de pequeños pueblos a su alrededor ya estaba mayormente conformada. (Prácticamente después de ese año son muy pocas las fundaciones de nuevos pueblos)

Luego de estas dos “oleadas” de poblamiento le siguen dos etapas en el periodo del Territorio. La primera que Araoz titula como “La estabilización demográfica” iría desde 1915, en plena Primera Guerra Mundial, hasta 1935 cuando todavía se sentían los impactos de la grave crisis internacional de la Gran Depresión Mundial del año 1930 que había comenzado en Estados Unidos y esparcido a todo el mundo.


“En estos años en apariencia negativos, se afianza y consolida lo que desordenada y vertiginosamente se había construido en los primeros años del siglo. Pero sin duda se pierde dinamismo. El crecimiento de población se hace lento, algo mayor que el puramente vegetativo. En realidad durante los años de la gran guerra fue casi nulo.” (Araoz, ob.cit)
Desde 1882, comienzo de la colonización y creación de pueblos, hasta 1912, muchos de ellos a la vera delas líneas férreas que iban llegando, La Pampa arraigó la mayoría de la población hacia el este, para el lado del meridiano quinto, límite con la provincia de Buenos Aires


La segunda etapa de este periodo que Araoz denomina como “La gran crisis y la regresión”, abarca el lapso entre los años que van desde 1935 a 1951 en que acontece la declaración por ley de La Pampa como provincia, convirtiéndose a partir de allí en una más, después de cuatro décadas largas de bregar por su autonomía.

En este periodo se produce la década más dramática tal vez para La Pampa, dado que arranca con la Gran Depresión Mundial, cuyos efectos negativos se prolongarán por años. El año 1932 caen las cenizas volcánicas de “El Descabezado” (Chile) que arruinan muchos campos. La langosta se ha convertido en una plaga temible para los agricultores que están pendientes no sólo de las lluvias sino también de la aparición de estos insectos, que en pocas horas consumían el esfuerzo de las familias.

Luego fueron las sucesivas sequías, intensas y prolongadas a lo largo de varios años y por último en 1939 comienza la Segunda Guerra Mundial en Europa que vuelve a traer problemas a la economía nacional y también a la territoriana.

Estas son algunas de las causas por las que muchos pobladores, sobre todos los descendientes de los inmigrantes de “Alemanes del Volga” deciden dejar La Pampa e irse al Chaco a trabajar en otras colonias.
Los departamentos en color blanco son los que tienen menos de un habitante por kilómetro cuadrado. Si a ellos se le agrega los que tienen menos de dos habitantes por kilómetro cuadrado (Utracán y Hucal) se puede apreciar que la mayor parte de la población está concentrada en pocos departamentos del este provincial.

Por otra parte, hacia fines de la década del cuarenta se produce el corte del escurrimiento de las aguas del rio Atuel, en virtud de la construcción del complejo Hidroeléctrico “Los Nihuiles” en Mendoza, que embalsa las aguas en un gran dique.

Esto genera una disminución de la capacidad receptora de los campos del oeste y paulatinamente las grandes majadas de ovejas van mermando. Lo cual trae como consecuencia una diáspora de población de los departamentos de Chalileo y Chicalcó hacia pueblos más al este. Muchas de esas familias recalaron en las orillas de General Acha, Toay, Santa Rosa y Victorica. Otra corriente de pampeanos termina en el conurbano bonaerense donde encontrarán trabajo en algunas de las industrias en expansión.


Censo Población Urbana - Rural = Total
Año


1960 100.721- 57.771 =158.492 -6,3 //1970 124.910 -47.404 =172.314 8,4
1980
169.307 -37.796 =206.262 21,1 //1991 230.038 -29.996 =260.034 24,8
2001
277.934 -21.360 =299.294 15,1


% V.I.= Variación Intercensal con respecto al Censo anterior.

Datos: Dirección de Estadísticas y Censos de La Pampa.

“Si hubo un estancamiento poblatorio, mantenido durante casi cuarenta años, iniciado a fines de la década del 30 y mantenido hasta hace muy pocos años, (el IVº Censo Nacional de 1947 asignó 169.480 habitantes, el Vº de 1960, 158.493…el VIº Censo Nacional de 1970 computó 172.841), no quiere decir que no se hayan producido cambios significativos”. (Araoz ob.cit.)

Los cambios a los que alude Araoz en el párrafo anterior, no tienen que ver obviamente con la cantidad de población, -dado que entre 1947 y 1960 se produjo una disminución de 10.987 habitantes- sino con otras cualidades y características. Pero al margen de la escasez de población que aún no ha sido superado, el otro gran tema es su desigual distribución dentro del espacio geográfico pampeano, que está gravitando en forma negativa sobre las posibilidades de desarrollo de sus capacidades reales y potenciales.

La gran dispersión de la población que viene de décadas atrás, con localidades que lentamente van perdiendo habitantes y una ciudad capital que crece constantemente, es un problema de larga data sin resolver aún. Pero eso será motivo de otra nota.

Por ahora y para cerrar baste como llamado de atención subrayar el retroceso del índice de variación intercensal, que hace mucho más lento el crecimiento vegetativo de la población, con lo cual la “pirámide” comienza a tomar forma de “urna” funeraria diseño que no augura un futuro mejor.

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