domingo, 22 de noviembre de 2009

FAMILIA LLORENS

INMIGRANTES PIONEROS DE LA PAMPA ARGENTINA PRIMERA PARTE: Las raíces
Hace algunos años, antes de fallecer, don Florencio Ernesto Peirone, casado con Irma Adela Saenz, hija de Vidal Saenz y Antonia Ortíz, de su puño y letra me sugería que alguien debería escribir sobre los Llorens.
El había conocido y actuado como colaborador de don Juan José Llorens, radicado en Buenos Aires y que periódicamente tomaba el tren en Estación Once que lo traía hasta Victorica, donde tenía una Pick Up Ford de la década del 30, color azul, con la cual se movilizaba hasta el establecimiento de campo, “La Porteña”, donde lo esperaba su fiel encargado Salinas.
Después de todos estos años de tener ese mandato pendiente, retomo aquella sugerencia con la inestimable colaboración de Lia Peirone y su madre “Mita”, quienes han servido de enlace con los descendientes de don Juan José Llorens.
Comenzaré diciendo que las raíces de los Llorens están en España, de donde emigró a la Argentina en 1860 don Joan Llorens Horta un catalán, de jóvenes dieciséis años, siguiendo el rastro de sus hermanos y primos, que ya se habían anticipado a esa aventura que significaba el nuevo mundo, de la América del Sud.
Después de terminada la “Conquista del Desierto”, Joan Llorens, que había adquirido campo en Bolívar, se instaló como productor agropecuario en Lobos y se animó luego a acercarse más hacia la nueva frontera en la Provincia de Buenos Aires. El año 1885 abre en Trenque Lauquen un comercio bajo el nombre “Casa Llorens”, que será el primero en el pueblo y que estará diversificado como “Ramos Generales” y destinado además a los rubros de “Lanas, Cereales y Frutos”.
Una calle de Trenque Lauquen recuerda el nombre de este pionero. La imposición de la denominación fue realizada por las autoridades municipales de aquella ciudad el año 1988. La Ordenanza Nº 44/88 en sus considerandos expresa: "Que el nombrado fue uno de los primeros Empresarios pobladores de Trenque Lauquen y verdadero pionero de la zona. Que la figura de Don JUAN LLORENS merece recordarse, por haber pertenecido a una generación de hombres que, con ilusión frente a la inmensidad del desierto, se sintieron con fuerza, fervor, audacia y entusiasmo para concurrir a civilizarlo e incorporarlo al que hacer productivo, tan útil en todos los órdenes, para el progreso espiritual y material de nuestra Nación." Finalizando los considerandos con esta frase "Que es deber de las Autoridades Municipales mantener el recuerdo de sus hombres destacados."
El negocio prospera, y las ganancias le permiten a Joan abrir una Sucursal en Victorica, el primer pueblo de la Pampa Central, que había sido fundado en 1882. Ya se conocía en Trenque Lauquen la decisión del ferrocarril del Oeste de continuar el tendido de la línea hacia el poniente, con rumbo final hacia el Pacífico.
Entre los años 1884/5, mientras Joan hacía pie en Trenque Lauquen, otro Llorens, Joaquín, se instalaba cerca del Fortín Toay con una Posta y Pulpería.
Joaquín, como Joan había nacido también en Pineda, Comunidad Autónoma de Cataluña, provincia de Barcelona (España) en 1851 y se había recibido de Licenciado en la Universidad de Barcelona.
Joan llega a Victorica a instalar un comercio de “Ramos Generales”, el que abre sus puertas el año 1892, poco tiempo después de la llegada del francés Alfonso Capdeville, quien ya era presidente de la Comisión de Fomento en ese momento.
Hacía diez años que se había fundado Victorica y treinta leguas a la redonda no había otro centro urbano. El Censo Nacional de población del año 1895 determinaría que Victorica era la localidad más importante de toda La Pampa, dado que en su ejido urbano se censaron 1323 habitantes.
La firma J. Llorens, J. Antich & Cía, se instaló, en el centro, frente a la plaza, en un cuarto de manzana, cuya esquina, cruzando la calle daba justo con la Iglesia Católica.
El comercio vino a ser competidor del que había instalado don Lucas Viniegra a una cuadra de la plaza, del de Imaz y Galarreta situado en la otra esquina de la plaza y el de don Gialdino Lemme a dos cuadras, en el corazón del “Barrio latino”.
Como recién el Banco de la Nación Argentina abriría sucursal en Victorica el año 1909, las casas de Ramos Generales como las de Llorens, actuaban, por el sistema de compras de lanas y frutos, como si fuesen Bancos comerciales, dado que la cuenta corriente de cada cliente, se cerraba generalmente una o dos veces al año para determinar el saldo.
Estos comercios estaban organizados por secciones. Una era la sección “Almacén” la que administraba todos los viveres, la mayoría de los cuales en aquellos años se vendía con fraccionamiento en el lugar. Otra era la sección “Tienda” con todos los productos de vestimenta, fundamentalmente para la familia que mayoritariamente vivía en el sector rural. Y la otra sección era la de la “Barraca” que administraba las compras y ventas de lanas y frutos del país que involucraba los cueros, las cerdas, las plumas.
Esto requería contar con gran cantidad de empleados y obreros. Don Joan había realizado su experiencia de organización y administración en Trenque Lauquen, la que trasladó luego a la casa de Victorica. Se trabajaba de sol a sol, los siete días de la semana, tanto en el campo como en el pueblo, recién en 1907, Félix Romero, presidente de la Biblioteca, al escribirle al diputado socialista Alfredo L. Palacios, le hace saber que ha realizado una reunión con los comerciantes del medio para interesarlos sobre el derecho de los trabajadores al descanso dominical.

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