lunes, 30 de marzo de 2009

LA PAMPA TIENE EL CALDEN

Y escritores de gran valor
Hace varios años atrás, el monopolio Clarín puso en circulación una obra sobre la Argentina que se vendía como suplemento coleccionable en fascículos, para que pudiese estar a la altura del bolsillo de todos los estratos sociales.

A todo color, con ilustraciones, infografías, estadísticas y textos en recuadros para motivar y llamar la atención de todas las edades, el suplemento fue coleccionado en muchos hogares argentinos, entre ellos tambien en nuestra provincia.

Pero hete aquí que cuando apareció el dedicado a nuestra querida provincia de La Pampa, nos encontramos con dos desagradables sorpresas.

La primera fue que para ilustrar la página de portada se utilizó una fotografía a todo color de un gran ombú, tomada en un campo con un tapiz vegetal verde y una cortina de árboles también de la misma tonalidad y tamaño, lo que hace presumir la gran cantidad de milímetros anuales de lluvia. Es decir la fotografía pertenece a la región de la pampa húmeda de la provincia de Buenos Aires u sus alrededores.

El primer reclamo me lo alcanzó el amigo Carlos Alberto “Palo” Medrano a la sazón ministro de asuntos agrarios de La Pampa.

En uno de los párrafos de su carta enviada a la Directora de Clarín, Medrano expresó: “Lo primero que choca a la vista de un lector pampeano es ver en la tapa del suplemento un poderoso ombú, el cual admiro al igual que mis comprovincianos, pero que simplemente no nos representa ni nos identifica.”

Y a continuación agregó contundente el pedido de desagravio: “La Provincia de La Pampa necesita se realice una corrección, una rectificación de tal descuido, pues no sólo se promovió el ombú, sino que se practicó la negación del Caldén amo y señor en nuestra querida provincia.”
La nota con el reclamo-petición del entonces Ministro pampeano fue fechada un 25 de septiembre de 1995. Clarín nunca contestó, ni se dio por aludido y mucho menos rectificó tan grosero error.

Días después en el Suplemento Literario Caldenia, aparece otra crítica al mismo suplemento del diario citado, pero esta vez con motivo del recuadro que en la página 246 del folleto aludido se titula, “La provincia de La Pampa en la literatura.”

Quien ejerce la crítica es el escritor Alejandro Lucero, radicado en San Luis, pero acérrimo defensor de todo lo pampeano.

Copia facsimilar de la portada del Suplemento dedicado a la provincia de La Pampa por el diario Clarín, en el que se cometen errores y omisiones.

El recuadro del Suplemento aludido, comienza con una aseveración desconcertante, cuando no contradictoria dado que se afirma que “La tradición pampeana ha dejado de ser patrimonio de la provincia para convertirse en acervo de toda la Nación.”

A continuación el anónimo periodista hace un listado para aseverar este juicio en donde coloca a Lucio V. Mansilla, al comandante Manuel Prado, al coronel Álvaro Barros, a Eduardo Ramayón, al general Ignacio Garmendia, al ingeniero francés Alfredo Ebelot. Prosigue con Juan Manuel de Rosas, con Estanislao S. Zeballos y la remacha con Domingo Faustino Sarmiento y Ezequiel Martínez Estrada.

Por supuesto que Lucero deja al margen la valoración de las obras literarias de los autores citados, pero el punto central es que el recuadro se cierra sin mencionar a un solo escritor pampeano. La omisión puede ser entendida de dos maneras, o no se valora la obra literaria de los escritores pampeanos o se la ignora, se la desconoce.

Pero Lucero, que sabe bien de lo que habla, le recuerda al diario Clarín que uno de esos autores pampeanos ha sido premiado en el suplemento que el diario publicó con motivo de los 150 años de la Revolución de Mayo.

Y seguidamente el profesor Lucero le hace saber a Clarín y sus periodistas que “La publicación en 1955 de Plumas y pinceles de La Pampa de Rosa Blanca de Morán, y la más reciente del Índice bibliográfico de autores pampeanos por Norma Durango de Martínez Almudévar y Doris Gonzalo de Giles, hace más inexcusable la ignorancia aludida, y barre cualquier tipo de pretexto que pudiera aducirse.”

Pero, agrego yo, para esa época eran ya suficientemente conocidos, no sólo en el país sino también fuera de él, Olga Orozco (nacida en Toay), Horacio Armani (nacido en Trenel, aunque columnista de La Nación) y también Alberto Cortéz (cantautor nacido en Rancul). Todos con libros publicados en editoriales nacionales y con premios obtenidos.

Conclusión los monopolios globalizantes, tienden a pasar por encima de las culturas regionales, a ignorar la literatura de la aldea local y a uniformar los contenidos, con la intención comercial de promover exclusivamente sus negocios editoriales.

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