sábado, 2 de noviembre de 2013

DESPEDIDA ALUMNOS 6º GRADO AÑO 1943 ESCUELA Nº 7 VICTORICA

Discurso de despedida a los alumnos de 6º grado, del curso escolar del año 1943 de la Escuela Nacional Nº 7 de Victorica, entonces Territorio Nacional de La Pampa Central.

"Señores, colegas, niños:
Como en los cuentos, hubo una vez un poeta excelso, como en la realidad hubo un hombre poeta que tuvo para el hijo palabras de redención. Las palabras de Rudyard Kipling que nunca son viejas, por que siempre se vuelven a decir:
     "Si entre la turba das a la virtud abrigo;
      si marchando con reyes del orgullo has triunfado;
      si no pueden herirte ni amigos, ni enemigos;
      si eres bueno con todos, pero no demasiado,
      y si puedes llenar los preciosos minutos
      con sesenta segundos de combate bravío,
      tuya es la Tierra y todos sus codiciados frutos
      y lo que más importa, serás HOMBRE, hijo mío..."

"La Escuela en este acto de fin de curso toma las palabras del poeta, antes de abrir las puertas que dan a la vida y las toma por que tienen sabor de Evangelio y verticalidad de plomada, por que son palabras para escribir en el corazón y para llevar de escudo.

Hoy, ya no como en los cuentos, sino en la realidad de la Escuela, estáis vosotros, niños, para escucharlas, abierta el alma y dilatadas las pupilas prometedoras, en esta vuestra fiesta de cosas inolvidables. La Escuela con algo de poeta y mucho de madre, irá destilando gota a gota la última lección; la última que engarce con la primera de vuestra vida.

Es que antes no habéis vivido? -Sí- Pero la vida mis niños, comienza siempre mañana; en vuestro ayer queda lo fácil, las horas que se fueron leves, las noches de una perpetua Nochebuena. Siempre mañana está la vida, están las posibilidades y sea un permanente derramar de vuestro vaso, persiguiendo un ideal...

Servid siempre a un grande ideal de superación. El Dr. José Ingenieros, de ilustre memoria, en su libro "Las fuerzas morales" lo dice: "De jóvenes sin credo se forman cortesanos que mendigan favores en las antesalas, retóricos que hilvanan palabras sin ideas: abúlicos que juzgan la vida sin vivirla; valores negativos que ponen piedras en todos los caminos para evitar que anden otros lo que ellos no pueden andar. Sólo el que ha poblado de ideales su juventud y ha sabido sentirlos con fe entusiasta, puede esperar una madurez serena y sonriente."

Meditad estas palabras y sacad de ellas un provecho real, !vuestro provecho! Un ideal como las montañas o las estrellas os hará levantar la cabeza y por vuestros ojos ahítos de mirar tan alto, entrará en el alma un poco de cielo. !Como quiero deciros que llevéis siempre cielo en las pupilas y en el corazón!...
Tened un ideal y servidle con nobleza. La empresa será dura y terrible, pero es que no se levantan fortalezas con el mismo esfuerzo que se quiebran pajuelas. Las fortalezas quedan, las pajuelas son arrastradas y destruidas...

Que el ideal prendido al alma os proteja, ilumine y guíe. Sé que irán contra vosotros los indiferentes, los ineptos, los mal intencionados, los que aman la vida fácil, pero tenéis armas para vencerlos sin herirlos...dejarlos de lado y seguir... es salir victoriosos. De los caminos que se abren ante vosotros hay uno sólo digno: él del deber. No será por cierto el más cómodo, ni el de las satisfacciones fáciles. No se edifica la Patria con posturas cómodas e indiferentes, ni se construye el propio edificio moral sin sacrificio, ni dolor.

Es ley de la vida y a ésta defendedla como don de Dios, para que sea larga y fecunda. A la verdad buscadla en las cosas y en los hombres, pero más, escrutando precisamente lo que os haga alejaros de las cosas y los hombres; que sea una aspiración permanente que trabaje el oro de vuestro espíritu, aunque tan utópica como la posesión de una estrella.

Desconfiad de los triunfos fáciles o exitosos, casi siempre el éxito es la negación del verdadero triunfo y lleváis la consigna de vivir y de triunfar. Tened los oídos sordos para las falaces voces y como en el "Nocturno de sabiduría", "cierra tu puerta bien"; que todo el oro de tu vida está en tu propio corazón. Niño y Niña argentino; vincula todos tus anhelos con los anhelos de paz. Sobre ti descansará su reinado; prepárate para llevarla por el mundo enloquecido de horror; allí donde los hombres que firman los pactos, la ahogan con intolerencias, la desbaratan o la mercan."


"Tú sabes que el deber cumplido es la paz; lo que sea bondad del corazón y sinceridad será la paz; lo que sepas tolerar y perdonar será la paz y lo que defiendas con altura, sin desmedro del hermano será la paz.
.....Hace bien pocos días, al fundar en nuestro pueblo la Asociación de la "CRUZ ROJA", secundada por un grupo de animosas señoritas, pensé en vosotras mis niñas, como continuadoras de una obra social que apenas tenemos iniciada... !Que promesa magnífica si vuestros esfuerzos, sin egoísmos se fueran volcando con los años en favor de la obra evangélica de dar y dar sin compensaciones!

Alumnos de 6º grado: en esta hora del mundo, hacen falta hombres más buenos y mujeres más nobles. Hombres que crean en la bondad del hermano, por que no agostaron la propia; hombres que amen la paz y vivan en ella con sus semejantes y su conciencia; mujeres animosas y capaces, que sepan hacer un puchero y restaurar una herida, cultivar una flor y dar consejo; mujeres valientes para formar hogares fecundos, porque los hogares fecundos se forman en la paz y solo en ella se multiplican y prolongan.

A vosotros, Padres; la Escuela os devuelve vuestros hijos y mirad como lo hace. No fue nunca indiferente, ni mezquina. Trabajó sus cerebros y sus corazones para el bien de vuestras horas, aun para las de aquellos que miraron con indiferencia desconcertante la labor de todos los días. Padres de Victorica: La Escuela os hace un reclamo muy hondo y muy doloroso y lo hace porque está en juego lo más precioso de vuestra vida: vuestros hijos.

Os quisiera ver todos los días, diligentes en el afán de colaborar con ella, firmes en la corrección y siempre justos y serenos para el juicio de los maestros. El respeto al maestro "que todo lo sabe" debe ser un dogma de fe en cada hogar, si queréis que la Escuela levante en el alma de vuestros hijos, el altar que merecen vuestros sacrificios. Viene al caso recordar lo que cuenta un autor francés: "En una aldea de V" se oyó exclamar a un niño duramente castigado por su padre: "Ah, si lo supiera el Maestro!..."

Dice al autor que el padre detuvo el brazo airado. El niño se había vuelto en su amargura nacía el maestro como hacia la justicia misma y el padre inclinó la frente ante la autoridad moral del maestro. Cuando hayamos conseguido esa posición dentro de cada uno de los hogares, os lo aseguro que la obra de la Escuela será todo lo grande y fundamental que es preciso.

La Escuela espera que colaboréis con ella en afanes y desvelos; nada os justifica ni justificará que os desentandáis al "echar los niños a la Escuela"; si damos hombro contra hombro, en esta hora del reparto espiritual, ambos, Hogar y Escuela reclamarán don iguales derechos, la formación espiritual y cultural de los niños. De otro moto, padres, corréis el riesgo del juicio tremendo de vuestros hijos.

En esta oportunidad la Escuela agradece íntimamente a todos aquellos que se brindaron generosos a su reclamo. Alumnos que egresáis: Abiertas están las puertas que dan a la vida. Mirad de frente, atentos a la última lista que os halla Presentes, presentes que quiere decir dispuestos a cumplir con el deber, según el mandato de la propia conciencia.

Recibid esta credencial de Honor:
Haydée Mafalda Torres
Rosa Rodríguez
Virginia Maldonado
Otilia Guaycochea
Edelmira Moisés
Jaime Busqué
Marcelino Antonio Pérez
Antonio José Alvarez
Ernesto Luis Viniegra
Héctor Galván
Carlos Hadad
Ramón Tito Salinas
Angel Miguel Cura
Julio Cura
Tomás Alfonzo Jofré
Los alumnos Mario Guaycochea y Roberto Torres, este último egresado hace poco de la Escuela, repitieron voluntariamente 6º grado, pues ya poseen el diploma correspondiente. Los que en esta oportunidad acabáis de recibir el premio de vuestros afanes, haceros el juramento íntimo de ser cada vez mejores, de recompensar al Estado lo que él hizo por vosotros, de ser el apoyo de la ancianidad de vuestros padres; los demás prometeros ser mejores el año próximo y lo seréis.

Todos entrad en la vida con la maravillosa carga de vuestras ilusiones, vuestro optimismo y !a luchar y a vencer!... La patria futura está en vosotros; la patria confía en vosotros y la Escuela, la vieja Escuela de vuestros mejores años, queda con los brazos extendidos, viéndoos ir, satisfecha de su obra y de su destino.

Niños: fuertes y tensas las alas... los campanazos finales dieron sobre pechos de bronce... seguid escuchando las voces de !a luchar y a vencer!... Con los votos fervientes de la última de vuestras maestras, que son los de la Escuela, id por los caminos de Dios y que él guíe vuestros pasos!"

FUENTE:
Discurso de la maestra María Fredesbinda Bustos Bazán de Ares.
Fotografía: Rubén Gómez Luna - La maestra Bustos Bazán de Ares aparece con un chal.
NOTA: En el momento del discurso que se ha transcripto la Argentina se debatía si continuaba siendo neutral en la Segunda Guerra Mundial o si entraba por algún bando.

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