domingo, 25 de agosto de 2013

La versión del Cacique Yancamil sobre Cochicó

SOBRE EL COMBATE DE COCHICO
Según la placa que se halla en una de las caras de la pirámide que las tropas del Ejército Nacional construyera en el centro de la plaza del pueblo de Victorica, antes del año 1887, el enfrentamiento del Piquete de soldados y los lanceros de Yancamil se produjo el 19 de agosto del año 1882.

De este hecho de armas, ocurrido cuando ya había terminado la operación denominada "conquista del desierto", hay dos versiones antagónicas, con distintas variantes.

Una versión es la que se da por parte del Mayor Santerbó que comandó la columna de 150 hombres. Santerbó acampó en el sitio conocido como Paso de los Algarrobos, en los alrededores del río Salado-Chadileuvú, con la mayoría de su tropa. Desde allí desprendió un piquete compuesto por 25 o 26 soldados, comandados por "indios amigos" para que vayan en persecución de Yancamil y su gente a recuperar la caballada que había sido robada en los alrededores de Telén donde estaba pastando.

La otra versión es la que ha sido contada por los sobrevivientes, no ya de la tropa del Regimiento, sino por los indígenas. Aquí transcribiré ahora, la versión muy acotada que le da el propio capitanejo José Gregorio Yancamil al maestro Jarrín de la Colonia Emilio Mitre, Departamento Chalileo, Pampa Central.
Fotografía tomada por el maestro y Director de la Escuela don Manuel Lorenzo Jarrín, en oportunidad que Yancamil, en presencia de su antiguo lugarteniente don Santos Morales, hace su relato y da su propia versión concisa sobre el combate

"Jueves 12 de Febrero de 1914
Del Libro de observaciones diarias y apuntes del Director de la Escuela Nº 58 de la Colonia General Emilio Mitre, Departamento 13.S.VIII. Maestro Manuel Lorenzo Jarrín."

“Después de hablar del tiempo, del campo, de las haciendas, etc., le rogué me narrase el hecho de Cochicó, y para animarlo le leí un artículo aparecido en un periódico, con motivo del Aniversario del combate, cuando hube terminado Yancamill se sonreía y me dice -¡Cuánto se miente, Señor, cuanto se miente!
Voy a referirle, asegurándole que esta es la verdad de lo ocurrido en ese encuentro en el que el salvaje reducido y el salvaje libre hemos luchado con desesperación, unos porque eran soldados y nosotros porque éramos indios, todos defendiendo la vida y eso que la civilización llama honor y la barbarie decíamos derecho:"

"Era el 12 de agosto del año 1882, el cielo encapotado amenazaba descargar un fuerte aguacero, y si fuera ahora que nuestros cuerpos con la civilización se han hecho más delicados tendríamos frío, pero en aquella época, acostumbrados a todos los rigores del tiempo, ni los calores ni los fríos, ni el sol ni el agua hacían impresión en nosotros; hacía varios días que yo y Paineo y 8 compañeros más, habíamos venido del lado del poniente distanciándonos de las tropas que había en la Provincia de Mendoza, al entrar en La Pampa se nos unieron 7 soldados desertores,
Esta fotografía es del paraje Buta Ranquil, Departamento Puelén, (La Pampa), el lugar donde Yancamil tenía su campamento transitorio. Foto de Mario Ziaurriz

componiendo el 12 de agosto un grupo de 17 hombres armados de lanza, boleadora y cuchillo, bastante mal montados a causa de lo largo de la travesía que casi remató nuestros caballos; a poca distancia del paraje llamado Cochicó (agua dulce) avistamos un grupo de soldados que creo eran 23 hombres, indígenas reducidos al servicio del Ejercito Nacional, la sorpresa del encuentro nos obligó al ataque, así como creo que a los soldados los obligó a la defensa, los soldados iban cediendo el campo recostándose hacia el cerro de Cochicó, estaban armados de fusiles arma poco temible en manos de quienes no son diestros en su manejo, de cuchillos y algunos de boleadoras, los mandaban los tenientes indígenas Mora y Simón;  al llegar al cerro, la amenaza de lluvia se cumplió y llovía copiosamente, serían las dos de la tarde, Paineo se precipitó a la lucha antes de tiempo e hizo en los primeros momentos indecisa la victoria; tres horas largas duró el combate, el cansancio de aquella lucha cuerpo a cuerpo empezaba a notarse, 3 o 4 muertos había de cada parte, los insultos se cruzaban, heridas teníamos todos, a la voz de Paineo.

Este fragmento de mapa muestra el asentamiento de las tropas de los Regimientos 9 y 10 en el Fortín Resina, luego Victorica y la red de rastrilladas y huellas auxiliares que conectaban las distintas tolderías antiguamente existentes en Leuvucó, el Quenque, en Poitahue y Nahuel Mapu. Además está señalizado el lugar donde se produjo el Combate en el valle de Cochicó.

“Terminemos de una vez” redoblamos la fuerza del ataque, fue un momento terrible, la noche se hechó encima, eso favoreció el desenlace, 16 soldados aprovechando la oscuridad y contando que no podían ser perseguidos por los pocos que quedábamos y no tener caballos para eso, tomaron precipitadamente sus ensillados y se retiraron hacia el creciente, (1) quedamos pues dueños del campo; curamos lavando nuestras heridas y poniéndoles yuyos curativos, y nos acostamos sin desensillar nuestros caballos por el temor de que viniesen a sorprendernos; al rayar el día todo estaba tranquilo y pudimos reconocer ocho compañeros muertos y 6 soldados muertos y 1 bastante mal herido pero con vida, llamabase José Trainmá, lo auxiliamos, lo cuidé y me figura no ha de estado descontento del trato que se le ha dado pues aunque Paineo quería rematarlo yo me opuse a ello, cosa que motivó nuestra enemistad, pero no lo siento, pues antes, como después y como ahora, tengo la idea firme de que “a enemigo rendido no se le ataca, pero se le cuida.”
El manantial de Cochicó, en el Departamento Puelén (La Pampa) donde Yancamil y sus lanceros lavaron y curaron sus heridas. Foto Juan Pablo Monges.

“-¿A qué atribuye Ud. Señor Yancamill, eso de que 17 paisanos, hubieran vencido a 23 soldados?”, preguntó el maestro Jarrín a lo que el interrogado contestó:
“-Señor, a que un indio libre en aquellas épocas luchando por sostener la libertad, por la tierra que creíamos nos pertenecía, valía por 5 hombres, no temía la muerte y luchaba con coraje, esa es la causa.”

"!Cuanto se miente Señor, cuanto se miente! expresó  enfáticamente don José Gregorio Yancamil, después de 32 años del suceso en las inmediaciones del cerro Cochicó. De ser verdad su versión y ateniéndonos a la realidad de las circunstancias inmediatamente anteriores al Combate, lo más probable es que efectivamente Yancamil nunca pudo haber tenido consigo 400 hombres de pelea, como dice la versión de los militares responsables del desastre.

FUENTE: Tarquini, Claudia Salomón y Lanzillotta, María de los Ángeles "Un quijote en La Pampa" Fondo Editorial Pampeano, colección 2011 tomo 3.

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