Nos ha llegado la triste noticia de la partida de nuestro amigo Raúl Horacio Kenny, hijo de Alfredo Kenny y nieto de Tomás Enrique Kenny, el inmigrante irlandés quien a fines del siglo XIX compró varias hectáreas de campo más allá de Victorica, cuando aún no había sido fundada Telén.
Después de cursar sus estudios en el Colegio Salesiano Don Bosco de Victorica y Domingo Savio de Santa Rosa, fue a la Universidad, de donde egresó con el título de Ingeniero Agrónomo. Se instaló en Victorica a principios de la década de 1960 donde comenzó a desarrollar su actividad profesional.
Nos conocimos hace cincuenta años, cuando él se había hecho cargo de la representación de la sucursal de la firma feriera Demetrio Bravo y Cía. Fui recomendado para ese trabajo por Adelina Sarranz nuestra profesora de música en la Escuela "Félix Romero", con quien Raúl formaría su hogar, del que nacieron tres hijos.
Raúl Kenny levanta la mano para saludar al fotógrafo Lázaro Perez, con su ropa de trabajo camisa y bombacha, botas caña alta y sombrero, a su lado "Pocho" Riela, en el parque "Los Pisaderos"Trabajé en el escritorio de la firma bajo su conducción hasta fines de 1963. Me ofreció que me quedara que podría mejorar mi situación, pero le agradecí amablemente y me vine a Santa Rosa a iniciar mi carrera universitaria.
De vuelta en Victorica a principios de 1970, nos volvimos a encontrar, él ya era Intendente Municipal y su hermana Nora la Secretaria Tesorera. Cuando al año siguiente se produce el casamiento y su traslado a Mendoza, Raúl me ofrece ocupar la vacante que dejaba Nora Kenny. Acepté y volvimos a trabajar juntos. No sólo en la Intendencia, sino también en la Comisión de la Fiesta Provincial de la Ganadería, que él presidía y que en 1970 realizaba su tercera edición.
Era un trabajador incansable, recto, que le dio en aquellos años a Victorica un gran impulso, con el pavimento, el comienzo de las obras de agua potable domiciliaria, la eliminación de muchos ranchos que todavía existían en la periferia, las obras en el Club Cochicó y la cooperación con las demás Instituciones del medio. Bajo su gestión se consiguió que el edificio de la Sociedad Italiana no pasara a la Federación Nacional y quedara como patrimonio de la localidad.
Lo vi hace algunos meses por última vez, había venido al médico y estaba en la casa de su hija. Charlamos y medio en chanza me dijo entre otras cosas "che Luis aprendiste algo conmigo no?. Claro que sí le dije, pero no por compromiso, sino porque realmente fue una de las personas que me enseñó las cosas prácticas, porque él tenía esa predisposición. No le interesaba demasiado la teoría, sino resolver prácticamente los problemas. Se había criado en el campo y el sentido del ahorro en las actividades más diversas siempre estaba presente en sus decisiones.
Todos los vecinos de Victorica y el noroeste de La Pampa lo recordarán, porque era de entrar en todas las casas, afable, conversador y hombre de bien, participó e hizo participar a la gente del pueblo y sus entidades. Era lector del escritor norteamericano Dale Carnegie, aplicando muchas de sus reglas y recomendaciones en las relaciones humanas y sobre todo las publicas.
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