Hace pocos días atrás, en el Salón del Concejo Deliberante de la ciudad de Santa Rosa, se llevó a cabo la presentación de un nuevo libro de autoras pampeanas.
Lleva por título Por la "justicia de nuestra pretensión", habiendo sido editado por el Instituto de Estudios Socio-Históricos de la Facultad de Ciencias Humanas, de la Universidad Nacional de La Pampa.
Según reconocen sus autoras y editoras Ana María Lassalle y Andrea Lluch, su publicación fue posible merced a los aportes financieros de la Municipalidad de Santa Rosa y de la Fundación del Banco de La Pampa y al acceso al expediente que fue facilitado por el Fondo Colombato-Lassalle.
El tema que aborda el libro es el del expediente original sobre la disputa que llevaron a cabo las dirigencias de aquella época de las poblaciones de General Acha, Toay y Santa Rosa, alrededor de la localización de la Capital del Territorio Nacional de la Pampa Central.
En la tapa se lo anuncia como Volumen I, lo que hace suponer que en el futuro habrá otro u otros, relacionados con el tema. La única foto es la que ilustra la tapa, la misma registra la calle Coronel Gil del año 1893 donde se observa la plaza y la Municipalidad de Santa Rosa.
Ya habíamos leído en el libro del Centenario de Santa Rosa presentado el año 1992, un artículo escrito por el Profesor Julio Colombato, el que ha sido incluido en este libro como Prólogo. Por lo que este libro, como le gusta decir a Ana María Lassalle es pariente de aquella obra colectiva y hermano de aquel otro compilado por ella, titulado "La Santa Rosa imaginada en 1902", publicado el año 2003.
Durante la presentación estuvo presente el Intendente de la Municipalidad de Santa Rosa, Luis Larrañaga quien haciendo uso de la palabra, presentó el libro en el marco de los festejos de los 120 años de la fundación de la ciudad capital de La Pampa.
A continuación hizo uso de la palabra una de las editoras Ana María Lassalle, quien reveló que el expediente, original había sido entregado al Profesor Colombato por el señor René Parada, quien habría sido la persona que salvó de la destrucción el mencionado expediente.
"Nos dijo que, desde no recordaba cuántos años atrás, ese Expediente, que es tal vez el personaje más importante de esta narración, había sido depositado en sus manos por una autoridad competente, por su puesto sin imposible "Pase", para salvarlo de un certero destino a cargo del infaltable piromaníaco de turno, al ser hallado en el fondo de un cajón de escritorio, durante una de las innumerables mudanzas de oficina, que como se sabe, se aprovechan concienzudamente para desembarazarse de un montón de trastos inútiles."
El libro contiene copia del expediente Nº 5710/89 cuyo iniciador fue el señor Benito Villanueva, propietario de las tierras de Toay, que está fechado el 13 de agosto del año 1889.
Las autoras, en la presentación dejan constancia que se han permitido "anexar algunas carátulas a modo de guía, pasar en limpio ciertos documentos, sumar una cronología sintética y un croquis."
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