miércoles, 1 de febrero de 2012

LA USURPACION DE MALVINAS


Las circunstancias en que sucedieron la usurpación como la guerra de Malvinas, si bien fueron diferentes, tienen aspectos parecidos. Uno de ellos es que ambos acontecimientos se dieron en medio de enfrentamientos internos entre gobierno y oposición.
Repasamos un poco la historia para refrescar aquellos momentos.
Dentro de poco tiempo se cumplirá este año el 30º aniversario de la Guerra de Malvinas iniciada por el entonces gobierno de facto de la dictadura militar que en ese momento encabezaba el General Leopoldo Fortunato Galtieri, que era el tercer presidente de la Junta Militar en el lapso de seis años.

Pocos meses antes del desembarco en Malvinas, el 1º de abril de 1982, el dictador Galtieri había encabezado el acto de celebración del Centenario del primer pueblo de La Pampa en Victorica.
En esa oportunidad se llevó a cabo en el Cine Teatro “Granada” de aquella localidad, una reunión política entre Galtieri y todos los gobernadores de provincia y demás políticos que acompañaban la gestión militar, buscando la posibilidad de una salida política con una “descendencia” que la cobijara y le garantizara impunidad a las atrocidades cometidas.


Dice Alfredo Mason en el libro "Sindicalismo y Dictadura, una historia poco contada –1976/1983–": "El 30 de marzo de 1982 se produjo una nutrida movilización encabezada por el secretario general de la CGT, Saúl Ubaldini, por lo que la Plaza de Mayo fue cercada por un dispositivo más fuerte que cualquiera conocido hasta entonces; se cortó el puente Pueyrredón con carros de asalto y un fuerte cordón policial. Se reprimió duramente las concentraciones que se efectuaron en los alrededores de Tribunales y en el puerto; por primera vez, empleados y funcionarios de la zona céntrica de Buenos Aires ("cuellos blancos") arrojaban desde balcones y ventanas todo tipo de proyectiles contra los elementos de la represión. En esos días se calculó que hubo cerca de tres mil detenidos, aunque nunca se informaron las cifras oficiales. Hubo una movilización en las ciudades de Mendoza, donde la represión culminó con el asesinato de un sindicalista; en Rosario, dos mil trabajadores recorrieron el centro de la ciudad con consignas contra la dictadura; en Mar del Plata y San Miguel de Tucumán detuvieron a doscientas personas por repudiar al gobierno militar; en Córdoba, el Tercer Cuerpo del Ejército patrulló las calles con columnas de hasta siete vehículos militares por temor a la movilización de los trabajadores".

Ese era el contexto de la realidad política, gremial y social que afrontaba la dictadura. Veamos ahora un pantallazo sintético del contexto en que los ingleses usurparon las Islas Malvinas el año 1833, cuando Argentina era ya una nación soberana e independiente.



 “En Buenos Aires, terminado el primer gobierno de Rosas (1829-1832), que rehusó la reelección, fue designado el general Juan Ramón Balcarce, que estaba en el gobierno cuando los ingleses asaltaron Puerto Soledad. Dos de los ministros que había tenido Rosas, Maza y García de Zúñiga, integraron el gabinete de Balcarce, mientras el Restaurador preparaba la expedición al desierto, juntamente con Quiroga, a cargo de la División Centro y Félix Aldao, al mando de la División Derecha.

El objeto de la expedición era ocupar los lugares claves de la rastrillada o camino de los chilenos, por donde los indios pampas arreaban las miles de cabezas de ganado hacia la cordillera, donde eran compradas por hacendados y comerciantes trasandinos. De esa manera, los malones para arrebatar vacas no tendrían justificación, al no poder comerciarlas.
Rosas partió de su campamento de San Miguel del Monte el 22 de marzo de 1833; el 5 había partido la columna Derecha, al mando de Aldao, desde el fortín San Carlos, Mendoza y el coronel Ruiz Huidobro, mandando la del Centro, había hecho lo mismo desde el fortín Río Quinto, en San Luis. Todo el operativo estaba al mando supremo de Quiroga quien, postrado por el reumatismo, delegó en Ruiz Huidobro la dirección del Centro.




La división derecha llegó a la confluencia de los ríos Limay-Mahuída y luego regresó a Mendoza; la del Centro, diezmada por la falta de caballos, la sed y la inútil persecución a los ranqueles, retornará a Río Cuarto a fines de abril. Sólo queda la División Izquierda, al mando de Rosas, que alcanza los objetivos propuestos.

Mientras la expedición avanza por el desierto rumbo a los ríos Colorado y Negro, en Buenos Aires se desatan las pasiones políticas. Alrededor del ministro de guerra, general Enrique Martínez, se nuclean los opositores a Rosas, liberales y algunos federales doctrinarios (llamados "lomos negros" por ser de la clase alta y usar levita) que enfrenta a los apostólicos o federales netos.

La división se manifiesta al celebrarse elecciones para renovar la Junta de Representantes (legislatura), en la que obtienen la mayoría los federales antirrosistas. El enfrentamiento que sobreviene se prolonga varios meses, culminando con la revolución de los restauradores en octubre, que produce la caída de Balcarce. Es nombrado Juan José Viamonte, que gobernará, con muchas dificultades, hasta octubre de 1834. Es decir, el año que va desde enero de 1833 a 1834 estuvo signado por acontecimientos y situaciones políticas inestables, que influyeron negativamente en la capacidad de acción del gobierno para recuperar las Malvinas.”(1)



Desde hace pocos días se han producido fuertes entredichos entre el gobierno de Inglaterra y de nuestro país por la cerrada negativa de los usurpadores de sentarse a negociar a pesar que todos los Organismos Internacionales, incluida las Naciones Unidas se lo han solicitado.
Nuestra presidente ha dicho una frase con respecto al tema que merece rescatarse. En el tema Malvinas “seremos rigurosos política, jurídica y diplomáticamente”, descartando todo uso de la fuerza. El canciller por su parte ha solicitado a las autoridades inglesas “más diplomacia” para encontrar un camino para desarrollar el diálogo que permita alcanzar algún día un acuerdo satisfactorio para las partes involucradas.

Por eso, vale la pena recordar estos versos del Martín Fierro
“Los hermanos sean unidos
porque esa es la ley primera -
Tengan unión verdadera
en cualquier tiempo que sea -
Porque si entre ellos pelean
los devoran los de afuera.”

FUENTE: (1) “Historia de las Malvinas Argentinas”, GAM Ediciones año 1982.

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