lunes, 27 de diciembre de 2010

LA FAMILIA PALMIERI

Todavía los pobladores más antiguos de Victorica, deben recordar la familia Palmieri, que tenía la vivienda sobre la calle San Martín, donde actualmente se ha construido un residencial, en la esquina frente a lo de Alfredo Priani y la estación de servicio y comercio de don Tomás Rodríguez Bouciguez.
Allí vivía el matrimonio compuesto por Antonio Palmieri y su esposa, doña Adela Palmieri, italianos ambos. De ese matrimonio, concretado en Italia, en febrero de 1912, nacieron Amadeo, también italiano y Alfonso José, nacido en Luan Toro, Territorio de La Pampa, el año 1924.
Antonio dejó, muy a su pesar, la mujer embarazada en la patria natal, y se largó para la América del Sur, llegando a la Argentina. Recién se reencontró con su esposa y conoció el hijo primogénito, Amadeo, cuando este ya tenía doce años.

Don Antonio había nacido el 1º de mayo del año 1882 en Borrellos, provincia de Chieti, región de Abruzzos de la Italia, frente al mar Adriático.
Su hijo Alfonso nos cuenta, la decisión del padre, quien a los treinta años, resuelve dejar la familia y su patria, antes de participar en otra guerra: “papá se vino escapado, porque él había participado en la guerra del norte de África, cuando Italia se apoderó de Abisinia.
Antonio como casi todos los inmigrantes, desempeñó varias tareas y hasta fue vendedor ambulante de ropa, en los alrededores de Victorica y su amplia zona de influencia, que llegaba al sur de San Luis. Su proveedor era la familia Whertein de la zona de Miguel Riglos.

Cierta vez, en cercanías de La Verde (Sur de la provincia de San Luis) fue asaltado, se defendió a balazo limpio, desde el carro en que se trasladaba. No obstante sufrió dos heridas de bala en sus piernas y le hirieron el caballo. A los asaltantes se le terminaron las balas, pero alcanzaron a robarle las prendas de algodón para hacer cenizas y curarse las heridas. Anechini, el acompañante quería terminar con los asaltantes, pero no fue posible, dado que aún heridos, alcanzaron a huir.

La esposa de don Antonio, se ocupaba además de los quehaceres domésticos de la quinta, en tanto que el jefe de familia recorría las calles del pueblo con una canasta en el brazo en la que llevaba la balanza romana, chacinados caseros, hortalizas y frutas de esa quinta. Los abuelos Palmieri tuvieron durante varios años venta de ataúdes, Alfonso recuerda que cuando niño, una vez hizo una “macana” y se escondió en uno de los cajones para que no lo encontraran.

El tercero desde la izquierda es Amadeo Palmieri, junto a su auto Ford "A" en una carrera de automóviles en la década del sesenta en Victorica

Amantes de los “fierros”.
A fines de la década del cuarenta Amadeo Palmieri, su tío Rafael y sus hijos Edmundo y Rubén se habían asociado para trabajar en un taller de reparación de automóviles, dado el incremento de los autos, camiones y tractores que tuvo la zona.
El administrador era Amadeo, mientras que los mecánicos eran su tío Rafael, y los primos, Edmundo y Rubén. El taller funcionaba en la esquina de las calles Hipólito Irigoyen y Cochicó, frente a la ex Panadería de Rivas.

Amadeo integró, al igual que sus primos y sobrinos, varias de las instituciones de bien público de Victorica. Entre ellas la Asociación Cooperadora de la Escuela Agrotécnica, la Cooperativa de Electricidad y la Sociedad Italiana “Humberto 1º”.
Me tocó iniciar las primeras conversaciones con él, para que la Sociedad Italiana, que tenía una cuantiosa deuda por impuestos municipales y contribuciones de mejoras, entregase el edificio como parte de pago a la Municipalidad. De esta forma se evitó que el mismo pasase al patrimonio de la Confederación Argentina de Sociedades Italianas, designada en los Estatutos como destinataria final, en caso de disolución.

Rubén Palmieri siendo muy joven, estimo fue el primero en tener una moto Gilera en Victorica, a fines de la década del cincuenta. Después probablemente Coco Cesanelli y el “turco” Jorge Moisés hayan sido los seguidores.
En la década del sesenta el parque de motos se incrementó, lo que junto con la “explosión” del karting y la expansión del ciclismo, dio lugar al nacimiento local del “Cycles Motor Club de Victorica”, que integraron.

Por eso el recientemente inaugurado circuito de motos en Victorica ha sido bautizado con el nombre de Rubén Palmieri, también recordado corredor de karting. Sus hijos prosiguen la profesión que abrazó el padre y del cual aprendieron el oficio y también la pasión por los “fierros”. El más grande “Patita”, fue el copiloto del “Paisano” Maldonado cuando se consagraron campeones de automovilismo años atrás.
Alfonzo también fue amante de las motos, primero adquirió una Norton, después una Royal cero kilómetro, luego una Jaguar y por último se dio el gusto de tener una Harley-Davidson usada, la mundialmente famosa motocicleta de fabricación norteamericana. En ellas se venía a Santa Rosa a ver los partidos de fútbol.

Cooperadores de varias Instituciones.Amadeo y su esposa Rosa Nicolás, fueron padres de dos hijas. Lucy la mayor, que se recibió de maestra y ejerció no solo en la escuela primaria Nº 7, sino también en el entonces Instituto de Enseñanza Media Básica “Félix Romero”.
Fue nuestra profesora de castellano en segundo o tercer año y de literatura a comienzos de cuarto año. Y Adela Rosa, que fue nuestra compañera hasta tercer año en el mencionado Instituto.

 Don Antonio Palmieri y su familia, junto a otro italiano Isidro Imbelloni tomada en Luan Toro donde residían y trabajaban en la década del veinte

Hubo unos años en que el Consejo de Administración de la Cooperativa de Electricidad estuvo integrado por Amadeo, Edmundo y su hijo Juan Palmieri.
Amadeo, junto a sus primos y sobrinos fueron parroquianos del Club Social y también amantes del cine y del futbol lugareño. El era quien proyectaba las películas mudas en la Sociedad Italiana, Rubén fue el encargado de las proyecciones en el Cine “Armonía” en la época del “turco” Pentimalle. Luego le enseñó a su amigo “Coco” Cesanelli quien tomó la posta durante varios años.
Edmundo por su parte, llevado por el entusiasmo de Rubén, participaba de la pasión por el automovilismo. La afinación de los motores y la puesta a punto para el arranque, los secretos de la mezcla para los motores de dos tiempos de las motos y karting, tenía en los Palmieri sus cultores y animadores.

El incansable Alfonso.
 Se educó en el Colegio Salesiano de Victorica como alumno externo. Allí aprendió a tocar instrumentos musicales en la Banda de los Boy Scout que se puso en marcha. Es que el proyecto de los salesianos para atraer más alumnos a la Institución que había abierto sus puertas en 1922 incluía mucho deporte, teatro, artes plásticas y la música.
Después integró también la Banda de la Municipalidad de Victorica, aquella que impulsara el maestro Félix Romero y posteriormente la de la Sociedad Italiana cuando la dirigía el maestro Di Benedetto. Alfonso tocaba el bombardino y también el saxo. Asimismo integró la orquesta de Modestino Pérez ejecutando el contrabajo.

Después que terminó la escuela primaria, ingresó como aprendiz en la panadería de don Bautista Viglino, luego de Andrés Figueiro. Allí trabajó varios años en la “cuadra” y cuando llegó a la mayoría de edad se transformó en el chofer del camión con el que se llevaba la galleta a los campos, almacenes de ramos generales y obrajes de la zona, a principios de la década del cuarenta.
Según recuerda, solía llevar en la década del cuarenta, a las hachadas de Molinero en la zona de Luan Toro, cincuenta bolsas de galleta por día. Cada bolsa contenía diez kilos de galleta de campo.
  Alfonso José Palmieri en la casa de su hija, junto al autor de este reportaje. Foto Irma L. Torres 2009

“El año 1937 Victorica quedó medio vacío, me acuerdo muy bien de la miseria que había”, dice Alfonso. Con su camioncito recorría “todo el oeste, llegaba hasta El Odre. En uno de esos viajes conocí a Ibrahim Sarán, esa noche me quedé a dormir en su campo de Meauco”.

Alfonso Palmieri quien ya vivía en Santa Rosa desde hacía varios años, después que publiqué mi libro “Historias de Vida” me hizo llegar una foto del equipo del Club Juventud Unida, que crearon en la década del treinta algunos italianos, dado que la “muchachada” con ansias de jugar al fútbol era numerosa y había un sólo club, el Sportivo Cochicó.
El fue jugador de Juventud Unida, también de Cochicó, después integró el equipo de Rucanelo, e incluso estuvo en Castex donde lo probaron en uno de los clubes. Pero las obligaciones laborales y el servicio militar obligatorio le impidieron continuar. Se hizo hincha de San Lorenzo, porque fue uno de los que conoció en Victorica al fundador de ese Club, el Reverendo Salesiano Lorenzo Massa, que fue catequista en el Colegio Don Bosco. Alfonso integró los equipos de Cochicó entre los años 1939 y alrededor de 1950, su puesto era insider izquierdo.


Más recuerdos.
Alfonso aún retiene en su memoria muchas historias y de la cantera de los recuerdos extrae aquellas que más se le han quedado grabadas, algunas con detalles interesantes y de otras prefiere no acordarse.
Se convirtió en un gran lector. Fue suscriptor del “Círculo Literario” que enviaba por correo el libro elegido del mes, “a veces me quedaba despierto toda la noche leyendo”. Fue un autodidacta, sobre todo en la historia de San Martín. Alrededor del año 1955 fue seleccionado para ir a Buenos Aires al programa “Odol Pregunta” para contestar por su tema favorito, pero su patrón no lo autorizó porque estaban en época de cosecha. En ese momento ya trabajaba en Rucanelo con Recaredo Álvarez.

Fue muy amigo de Pablo Yancamil, uno de los hijos del cacique José Gregorio. Vivían en la misma manzana y los patios internos se conectaban. Nos cuenta algunas de esas conversaciones sobre el combate de Cochicó.
“Yancamil no quería pelear, sólo exigía que se le entregaran algunos caballos para alimentar a su gente. ¿Sabes con que lo curaron a Tránsito Mora de los treinta y tres lanzazos que le pegaron? Con bosta de vaca”
Alfonso se casó con Alicia Anechini el año 1946, una joven oriunda de Arizona, San Luis. De ese matrimonio nacieron dos hijos. Una hija que es profesora y un hijo que es comerciante, ambos viven en Santa Rosa.
A Rucanelo fue a trabajar con un tío de su esposa, que tenía Almacén de Ramos Generales, incluido corralón de leña y postes.

“Llegamos a tener hasta cuarenta y cinco hacheros, trabajando para nosotros. En aquella época, había muchos santiagueños y chilenos. Era tanta la demanda y como escaseaban las chatas del ferrocarril, había que cargar de noche incluso. Nos alumbrábamos con la luz de los camiones.”
“Con el carbón de cooke que venía de Inglaterra las máquinas del ferrocarril arrastraban entre cincuenta a sesenta chatas leñeras. Pero cuando vino la segunda guerra y hubo que emplear leña de caldén como sustituto del carbón inglés, el convoy no sobrepasaba más de cuarenta o cuarenta y cinco vagones de carga. No había suficiente caloría y por lo tanto la caldera de vapor no levantaba la presión necesaria”.

Alfonso José Palmieri fue Comisionado y Juez de Paz de Rucanelo varios años, su secretario fue Nelson Benvenutto, su hermano postizo menor.
Años después se dedicó por cuenta propia al negocio de la leña, los postes, varillas y otros subproductos del caldén. Tal vez el contrato más grande que realizó fue ganar la licitación de Vialidad Nacional distrito Neuquén, con cuyos postes alambraron gran parte de la precordillera. Mandaba leña para las panaderías al sur de La Pampa y también a varias localidades del sur de la provincia de Buenos Aires.
 El corralón de productos forestales de Alfonzo José Palmieri en la década del setenta

Su empresa creció, llegando a tener transporte propio, camioneta y auto para andar en las huellas y los caminos pavimentados. Pero además hizo el curso de piloto en General Pico con Alcayaga. Lo solía acompañar al “Vasco” Berazategui en algunos viajes en avión.

Su mente aún lúcida, evoca todos los nombres del equipo de futbol de Cochicó que salió campeón el año 1934, sin olvidarse ninguno: “Fausto Díaz arquero, Full back Julio Rochereul y Carlos Beneitez, en el medio Enrique Mazucco, Alberto Gesualdi y Evelio Gómez Luna, los delanteros eran Navarro, Regino Gómez Luna, Cristóbal Rodríguez Kessy, José Di Dio y Rafael Gesualdi”.

Alfonso José Palmieri falleció en Santa Rosa un 9 de septiembre del año 2012, habiendo mantenido plena conciencia de sus actos hasta último momento.

Fuente: Reportajes a Alfonso José Palmieri años 2009 y 2010

5 comentarios:

  1. fue muy interesante saber sobre la familia palmieri, yo quisiera poder comunicarme con elllos, debido a que yo tambien soy palmieri, soy jazmin romero palmieri, mi mama es ana palmieri arrollo, mi abuelo era carlo alberto palmieri tesei y bisabuelo era giovanni palmieri screcchi..
    comunicarse al correo jazromero@hotmail.com

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  2. graciosamente descubro que su blog no permite clik derecho... veo que han dedicado mucho mucho tiempo de trabajo al blog y los felicito por ello pero notese que si bien no es posible desplegar el menú que abre el click derecho sí es posible ejecutar los comandos del teclado como Ctrl+c (=copiar)¿porque mejor no ponen que se cite esta fuente cuando se tome material de aquí y se reproduzca?... eso sería mas amistoso y comprendido sería aceptado como justo por los lectores... yo por ejemplo... ya que de compartir se trata el haber subido tanto y tan buen material a la web no es coincidente con este espíritu semejante acto de descortesía como el inhibir el clic derecho, tan fácilmente reemplazable por cierto. Digo esto pues puede interpretarse como un gesto de mezquindad que no creo sea el caso. por favor no lean con mal tono estas palabras pues no hay en ellas ironía o soberbia; solo es un comentario mas de los que hacen a los blog`s. bueno tomo la cita que me interesa sobre Yancamil en cochicó, la citare correctamente en mi trabajo. les agradezco haber aportado esta información a mi investigación y al mundo al ponerla en la web.
    saludos cordiales... Gracias...

    Julio C.

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  3. Julio: Todo el contenido del blog puede ser copiado, si te interesa compartirlo por favor avisanos en donde lo haras, podes escribirme a: sintesisblog@gmail.com Por favor no te olvides citar la fuente. Gracias!
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  4. Acá Gabriel Palmieri, tercera generación en Quilmes.
    También me gustaría estar en contacto.

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  5. Mi abuelo es Palmieri, vivió en quilmes en alguna ocasión me comento anécdotas de su pueblo en Santa Eufemia, no sabe qué sucedió con su casa y sus vecinos.
    Me gustaría poder saber más de sus raíces para contárselo, él está muy mayor ya

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