martes, 22 de septiembre de 2009

SYLVIA ZABZUK

EL RIO SUBYACENTE
Sylvia Zabzuk es una maestra, en el intenso significado de este sustantivo, nacida en la provincia de Misiones, perteneciente a la generación del sesenta. Cuando tenía alrededor de los quince y comenzaba su despertar, nuestra bendita Argentina entraba en la noche más oscura de su etapa del drama político que nos ha tocado vivir.

Sylvia es maestra de música, la que interpreta con distintos instrumentos, aunque preferentemente se acompaña con la guitarra. Pero el mayor instrumento que utiliza es su propia voz y probablemente su vena poética aún esté recién en sus comienzos.
Zabzuk es una de las tantas descendientes de los inmigrantes que colonizaron el entonces Territorio Nacional de Misiones y que trajeron consigo su música, sus canciones y que convivieron en medio de la naturaleza exuberante, pero también en medio de la pobreza más ancestral.

Sylvia Zabzuk sonrie al centro junto a otras dos mujeres con las que comparte hace unos años en Buenos Aires, esa tarea permanente de abrir caminos en los "medios" y subir a escenarios porteños.

De esa convivencia con la naturaleza nace el canto de esta creadora, que ha sido alumna de Carmen Guzmán, esa gran artista mendocina, que tiene más de 200 obras registradas y más de quince discos grabados. Pero Sylvia como toda buena alumna, sabe que su desafío es superar a su maestra y por eso ya está abriendo caminos, en los que está siendo reconocida por sus propios méritos, no sólo en el ámbito pampeano y nacional, sino también en el internacional, al que tan sólo se ha asomado.

Se radicó en La Pampa allá por los principios de la década del noventa creo, talvez buscando ese río bajo el río, que la lleve al mar, que tanto anhela.
“El perfume no es la flor, el atardecer no es el sol. El amor no es el vínculo. El canto no es la voz. A veces percibimos eso otro, esa esencia que late en el fondo de todas las cosas”, expresa Sylvia, que se ha sumergido a explorar el eterno enigma del alma humana.

Una de las fotos que acompaña al insert en la caja del CD con unn perfil de la artista empuñando su inseparable compañera.


Su encanto y su ternura, le permitieron abrir lentamente las puertas de la comunidad musical de Santa Rosa, para escuchar primero y luego iniciar con tímidos pasos, el recorrido en los escenarios lugareños.
Años después y luego de haber fundado una Escuela propia de música y canto, de ser maestra, no sólo de instrumentos, sino compositora e intérprete, presenta su primer trabajo discográfico, el que denomina “Sylvia Zabzuk, a su modo”.

En aquella oportunidad otro artista venido de Córdoba y radicado también hace muchos años en La Pampa, Alberto Suárez, fue su director y el responsable de la grabación del mismo.

El titulo parece querer echar luz sobre las percepciones de su adaptación al medio pampeano. Ella quiere cantar lo que siente, lo que ama intensamente y lo que la conmociona. A los pampeanos los respeta, pero en algunos encuentra que son “como caldenes viejos, cascarudos, retorcidos y espinudos”.

Después vino su segundo CD el que tituló más impersonalmente, “De piedra y agua”, influenciada probablemente por su Misiones natal y su querida maestra mendocina. Su repertorio continúa nutriéndose de creadores de talla nacional, que la han marcado a lo largo de sus años de juventud y de quienes ha seleccionado las canciones que se condicen no sólo con su manera de pensar, sino fundamentalmente con su manera de relacionarse emocionalmente con las cosas.

El diseño de la tapa del CD pertenece a la artista plástica victoriquense radicada en Santa Rosa, Bibiana González.

Además de su madrina artística, Carmen Guzmán, figuran los nombres de Jorge Fandermole, Jorge Marziali, Simón Díaz, Mario Díaz, Roberto Calvo y el propio Alberto Suárez el cordobés pampeanizado. Parte del cancionero nacional de distintas regiones pasa por su afinada garganta y late en su corazón emocionado, que no cesa de asombrarse con lo que va descubriendo en su nueva patria chica.

En este tercer Disco compacto, pampeano de nacimiento, argentino por su producción y universal por su contenido, que presentó el domingo 20 de septiembre por la noche, en el centenario Teatro Español de la ciudad capital de La Pampa, su introspección es más pronunciada. Por eso probablemente desde el título nos va descubriendo su intención: “El río bajo el río” que da nombre al disco es una obra poética que le pertenece y que interpreta acompañada del udu, un instrumento musical que muy pocos pulsan.

La noche de la presentación con una excelente ambientación de luz, imagen y sonido, que le agregaron valor a la puesta en escena, que la sala colmada de publico siguió con silencio y también acompañó con palmas y voces.

El udu es un instrumento musical de percusión de origen africano, que en lenguaje aborigen significa “paz”. La canción, muy bella, tiene la particularidad regional de contar con un coro de pájaros pampeanos, cuyos trinos han sido grabados en la zona de Toay.

Su voz transmite paz y serenidad, no hay estridencias en su canto, ni protestas en sus letras. Los instrumentos son casi acariciados con la precisión necesaria para que suene la nota exacta.

Según las propias palabras de Sylvia “un nuevo disco es una nueva primavera, una flor inédita y precisa, un estallido de savia que pretende tocar el ser del hombre.”

Parte de la intimidad de Zabzuk, queda al descubierto en la canción que dedica a su padre Víctor, el hombre que le dio la vida y que lleva por título “claroscuro”, sobre quien aún conserva esa relación ambivalente que tienen los hijos con los padres.

La autora e interprete Sylvia Zabzuk hace el gesto con su mano de reconocer ante el público a los excelentes músicos que la acompañaron esa noche maravillosa.

Después su intimidad se proyecta en “Luna de agua”, donde la poeta Zabzuk se acompaña en guitarra y su coterráneo el “Chango” Spaciuk complementa el fondo musical con unos suaves tonos en su acordeón.

“Un rastro de luna en el río/ilumina dulcemente el canto mío/ me despierta y vuelvo a ser de nuevo niña, /meciéndome a la orilla de algún sueño”, expresa la primera estrofa.

Sin dudas que Sylvia Zabzuk se encuentra en una etapa ascendente de su proyección como autora e interprete, que no dudo la habrá de llevar a horizontes más altos y fundamentalmente como artista de la cultura nacional y regional. Es para La Pampa una dicha contarla en el ambiente cultural, compartiendo entre nosotros y con nosotros, ese inmenso talento que Dios le ha dado.

1 comentario:

  1. Muy bueno el blog Luis. Felicitaciones. Falta agregar www.orillera.blogspot y www.losyurumies.blogspot en las recomenaciones ja ja, y unos cuantos Caramelos sueltos. Un abrazo. Adriana Lis Maggio

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