jueves, 16 de abril de 2009

MUSICA DEL SETENTA

EL EXITO DE "CLAN 5"

Los comienzos de la movida Pampeana
En la década del 60, el gran movimiento musical nacional e internacional, llega a la capital pampeana y también a la segunda ciudad y los pueblos más grandes, a través de cuatro vías, las revistas, el cine, los discos y la actuación de algunas orquestas en gira.

En esa década, la mayoría de los clubes de Santa Rosa, tenían su pista al aire libre o salón de baile. Cerquita del centro, como All Boys, Estudiantes, Fortín Roca, Santa Rosa, y en los barrios hacían “capote” Belgrano, Pampa, Argentinos (a escasas cuadras de la vivienda del “Conejo”, inundaba de música las noches de bailes populares), Penales y San Martín. También se bailaba los fines de semana en el corazón del centro santarroseño, en las Confiterías “El Águila” y en la planta alta de “La Capital”.

Recuerdo que en 1964, a la salida de los bailes en “Fortín Roca”, entrábamos a comer unas milanesas “a caballo” al plato, que eran espectaculares, en el “Bar Francia” sobre la calle 9 de Julio casi Villegas.

Las fiestas de la primavera, los bailes de fin de curso y los tradicionales carnavales que en ésa época eran feriados, se sumaban a las clásicas fechas patrias o festividades especiales.

De a poco la nueva música comenzó a desplazar a la orquesta típica y a su complemento la "característica", llevada de la mano por ese movimiento mundial de la juventud, que luego del mayo francés en el 68, quería cambiar el sistema imperante de violencia y dominación. Enarbolaron las banderas de la paz y la libertad, haciendo de la música y las canciones de protesta uno de sus instrumentos preferidos y el movimiento de imitación en La Pampa fue inevitable.

Posteriormente fueron instalándose las llamadas “confiterías bailables” o “discotecas”. Es por esa demanda, que los jóvenes, con inquietudes musicales, se dan cuenta que existe un mercado que puede ser aprovechado. Comienza así a crecer la ebullición de los músicos locales, que van generando distintas agrupaciones.

Según cree el “Negro” Mansilla posiblemente el conjunto “Los del suéter rojo”, haya sido la primera agrupación musical santarroseña en los iniciales años de los sesenta. Se llamaban así porque se vestían justamente con una prenda de ese color. Lo integraban el mismo Mansilla en contrabajo, Hugo Vivona al piano, en guitarra el “Piche” Pérez, Oscar Landaburu en batería y el cantor “Chango” Lucero, quien actualmente reside en Rio de Janeiro, Brasil.

Actuaron en el Teatro Español, para cuya ocasión el profesor Amílcar Evangelista ambientó el escenario con una pintura psicodélica. Es que todo el arte se tiñó de ese movimiento innovador, que puso en gran tensión lo nuevo frente a lo tradicional.

La final del Certamen en el Club Estudiantes, el grupo vibra con la música y el "Conejo" se baja al piso, e interpreta el tema que los convertirá en ganadores de la selección.

Hacia fines de 1969 el “Conejo” Roldán, nacido en Victorica y que había llegado a Santa Rosa en 1963, siendo todavía un niño, se incorpora al grupo musical “Los Violentos”, como cantante, conformado en ese momento por “Pocho” Roldán primera guitarra, “Beto” Urquiza segunda guitarra, Juan Ramón Roldán bajo y “Piojo” Domato
en batería.

El conjunto uruguayo “Los Iracundos” que hacía furor a ambos lados del río de La Plata y se lanzaba a Latinoamérica, pasó más de una vez por Santa Rosa.

La Universidad Provincial de La Pampa, llevaba una década desde su creación y entraba en su fase de expansión, atrayendo a estudiantes no sólo de los distintos pueblos, sino también de las provincias vecinas. La capital pampeana incorporó una pléyade de jóvenes, que venían no sólo a estudiar, sino además con ansias de gozar de los deportes, la música y todas las actividades culturales y de recreación, que ya caracterizaba a la capital pampeana.

Una ciudad chica y hospitalaria, todavía un “pueblo grande” se decía y con toda razón, dado que según el censo nacional, la población de Santa Rosa en 1960 llegaba apenas a 25.273 habitantes, los que ascendieron a 34.885 en el censo de 1970.

También las escuelas secundarias con internados permitieron el encuentro de jóvenes de distintos pueblos pampeanos, que aportaron sus saberes y su oído musical a la movida, aunque la mayoría fueron probablemente autodidactas e intuitivos.

Aunque hay quienes reivindican tres especies de semilleros en donde aprendieron los rudimentos básicos instrumentales y los conocimientos mínimos de teoría y solfeo, por lo menos en Santa Rosa: la Banda dirigida por el italiano Juan Mecca, la banda del Ejército y los “Exploradores de Don Bosco” con el cura Marcos Schneider y el maestro Manuel “chino” Varela.

Indudablemente que en la ciudad de General Pico, como en los pueblos más importantes puede haberse dado algo similar, a lo que hay que agregar además los "Conservatorios" o "Academias" privadas. Las niñas por lo general estudiaban piano y los varoncitos la guitarra o el acordeón a piano.

Ernesto Mansilla, uno de estos músicos, (polifacético e integrante de la mayoría de estos conjuntos) recuerda también que cuando alguien llegaba de Buenos Aires con nuevos discos, se reunían en casa de amigos a escucharlos, "prácticamente gastabamos las puas y se rayaban los discos de tanto ponerlos una y otra vez para sacar los sonidos"

Don Edgar Morisoli me cuenta que Clan 5 ensayaba en la casa del "negro" Roldán, frente a la suya, en el pasaje Pringles.

"Conejo" canta entrecerrando los ojos y lo acompaña el coro de Urquiza y Roldán, para una interpretación inolvidable de "Clan 5". Fuera de la toma el organista cordobés, Julio Onco.

El primer éxito
En el año 1970, la empresa Odeón, realiza en Santa Rosa un Concurso para elegir el mejor grupo “Beat”, al que premiaría con la grabación de un disco en sus estudios de Buenos Aires. El certamen se llevó a cabo en el Club Estudiantes y el “Conejo” Roldán, participa ahora como cantante del nuevo grupo que han bautizado “Clan 5”. Reminiscencias probablemente del “Club del Clan” que había nucleado a nivel nacional a un grupo de jóvenes, que hicieron furor con su voz, la guitarra y sus canciones. Las minifaldas, la bikini, los pantalones Oxford, el cuello “Mao” y el cabello largo era el look del momento.

Fueron ganadores con el tema “Amor de setiembre (y de toda mi vida)”. Esa noche participaron además los conjuntos “The Darling!s” de General Pico, “Los Melódicos” y “Grupo 04”. No se presentó a la final el conjunto “Los Rebeldes”, por compromisos contractuales, según dice la crónica de aquellos días.

"Clan 5" estuvo integrado en esa oportunidad por Juan R. Roldán, primera guitarra, creador y director del conjunto. “Beto” Urquiza, segunda guitarra, que había comenzado con “Los Violentos”, Oscar Zorzi, baterista, Ernesto "Negro" Mansilla que se había iniciado también en “Los Violentos” e integrado después el “Grupo 04”, con la voz del joven cantante de 19 años Oscar Rodolfo “Conejo” Roldán. El “Ruso” Christensen era el “plomo” del conjunto y el promotor fue Mario Boschi, un jóven locutor de radio pampeana.

Esa noche se eligió además la reina del primer Festival Provincial de Música Beat, quien resultó coronada allí mismo fue, Silvia Italiani.

Fueron a grabar a Buenos Aires donde recibieron asistencia técnica de parte de equipos profesionales de la grabadora. Mansilla recuerda que en el mismo master grabaron junto con ellos, “El trío Galleta” y “Tormenta” que recién estaban dando sus primeros pasos.

Saludando al público y en especial a sus seguidores, después de haber obtenido el premio de grabar un simple en los estudios de Odeón. Mario Boschi levanta las manos de Urquiza y Roldán. A la derecha el organista Julio Alberto Onco.

Antonio Carrizo los recibió en su programa de Radio “El Mundo” que se llamaba “Mundo Diez”. El “Conejo” recuerda que Carrizo, estaba obsesionado por el volumen de los equipos de los músicos y les da una orden terminante “no me jodan con el volumen alto” y al momento de comenzar la actuación los muchachos del Clan 5, que iban primero, adecuan la salida al mínimo posible, con lo cual, la voz del cantor no salió con la potencia acostumbrada. Después el grupo siguiente puso los equipos a toda potencia y Carrizo no los pudo reprimir porque ya estaban al aire.

En febrero de 1971 ODEON distribuye su circular de Novedades para todo el país y Latinoamérica, en ella está incluido este párrafo: “CLAN 5, cinco jóvenes músicos pampeanos, que siguen una línea melódica popular dentro del estilo baladista. Dos guitarras, bajo, batería y órgano, más un vocalista, nos demuestran en este su primer simple, donde se incluyen los temas Amor de Setiembre (Y de toda mi vida) y Encontrándonos, toda la fuerza y expresión necesarias para logar un merecido éxito.” Los dos temas habían sido creados por Julio Alberto Onco,
organista del conjunto.

Pasaron por Clan 5 además, el victoriquense, Luis Alberto Rodríguez que reemplazó a Onco, el “Chispa” López que reemplazó a Zorzi y Luiggi Corvalán quien suplió un tiempo al “Conejo” cuando fue llamado a cumplir con el servicio militar.

Posdata: El "Gringo" Zorzi, "Conejo" Roldán y "Negro" Mansilla aún viven en Santa Rosa, Juan Ramón Roldán vive desde hace varios años en España, "Beto" Urquiza falleció en un accidente automovilistico en el sur de Argentina y Julio Onco regresó a su Córdoba natal.

NOTA: Sobre la base de mi artículo publicado en Caldenia (Suplemento Cultural del diario La Arena) de fecha 17 de agosto del 2008.

1 comentario:

  1. Muy buen informe el llamado "Musica del setenta" el éxito de Clan 5! felicitaciones!!

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