miércoles, 28 de enero de 2009

LOS BERAZATEGUI

UNA FAMILIA DE INTREPIDOS INNOVADORES.

El 10 de febrero de 2002 Caldenia publicó una nota con mi firma titulada “Entre los pozos y el cielo”, referida a la familia de inmigrantes españoles Berazategui, residentes en Victorica.

Como siempre queda material, tanto fotos como anécdotas u otros textos, hoy me vuelvo a referir a ellos por este medio, intentando ver si algún pariente u otros antiguos vecinos pueden continuar completando la historia de esta familia.


El primero que llegó desde España a Victorica fue don Félix viejo, después vino Francisco “Paco” y por último Félix o “Felucho” el más chico de todos.
Según cuenta en una nota publicada en Caldenia Juan Carlos García, hijo de Felucho con Simona Zamudio, “Paco” habría sido el impulsor de la construcción de un avión en Victorica. Había traído los planos desde Europa de un avión francés Morane Saulnier de la Primera Guerra Mundial.

En Victorica tuvo la oportunidad de llevar a cabo su sueño, adquiriendo en Arizona (San Luis) un motor marca Gnome Rhone diseñado en 1909 por los hermanos franceses Laurent y Luis Seguin. El motor era radial rotatorio de nueve cilindros y se refrigeraba a si mismo girando sus cilindros al máximo de 1.000 rpm.

El aviador "Felucho" Berazategui tiene en sus brazos a la niña Yolanda Huarte, mientras el resto del publico rodea el avión. (circa 1950)

Corría el año 1935 cuando los hermanos Berazategui comienzan la construcción con sus propias manos del avión. Las estructuras las fabrican de tubo, el fuselaje tipo cajón, le colocan ruedas de Ford “T” e instalan el motor, haciendo inmediatamente una prueba allí mismo en un terreno contiguo a la Herrería de la calle Cochicó, frente a la cancha de pelota a paleta de los Reale.

César Máximo Viniegra un espectador de ese día memorable nos contó la experiencia: “Felucho impulsaba con sus brazos la hélice, mientras “Paco” tiraba de un acelerador improvisado. De repente el motor arrancó envolviendo a todos en una nube de polvo. Dio un respingo, parecía que se elevaría hasta el techo con toda su potencia, pero se produjo un “estertor” y se paró. Todos habían quedado envueltos por la arena, el polvo, el olor a la combustión con la consiguiente mezcla de susto, emoción y alegría no exenta de sorpresa, combinada con algo de pavura.”

El edificio de la Herrería de los Berazategui en Victorica donde armaron el avión con sus propias manos y con plano francés en 1935.

Felucho” cursa como piloto en Trenque Lauquen, recibiéndose en 1947. El año siguiente aprovechando la ausencia del hermano mayor de viaje en Europa, dice Omar Becerra, “Felucho” compra el avión usado en $ 22.000, importado desde Estados Unidos. Se trata de un avión marca Luzcombe que tras una serie de accidentes lo termina vendiendo a principios de los 60.

Cuando regresa de Europa su hermano mayor “Felucho” le da la bienvenida sobrevolando el tren desde Luan Toro a Victorica.

El último avión que adquiere “Felucho” es un Luzcombe-Silvaire, adquirido en Mendoza, que le dura escasamente cuarenta días dado que el 27 de julio de 1963 regresando con el desde Bahía Blanca tiene un accidente donde pierde la vida

"Felucho" toma del brazo al Misionero RPS José Durando en los agasajos de 1952 en Victorica.

Había ido a Bahía Blanca a buscar el Gerente de YPF para que hiciese la inspección a la Estación de Servicio y aprobara los planos cuya ejecución se disponían a llevar adelante los hermanos Berazategui.

Hace escala en General Acha, pero al momento de intentar despegar para continuar a Victorica, la intensa niebla, le impide ver los médanos que rodean a esta ciudad y un error de cálculo hace que se los lleve por delante.

Félix Viejo se había dedicado a la Herrería y también a la instalación de molinos y a realizar pozos o eventualmente alambrados, en los campos de los alrededores.

“Paco” quedó a cargo de la Estación de Servicio de YPF, la única que existía en aquellos años en Victorica, junto a un negocio de repuestos para molinos y automotores.

Don Felix Berazategui conversa con el General Galtieri el dia del Centenario de Victorica, frente a la Municipalidad. (12 de febrero de 1982)





El último que sobrevivió fue don Félix “viejo”, quien tuvo la oportunidad de saludar al presidente de facto General Galtieri cuando llegó a Victorica el 12 de febrero de 1982 para celebrar el Centenario de nuestra localidad y primer pueblo de La Pampa.

Del libro Álbum del Centenario con textos del profesor Cazenave extraigo esta anécdota de don Félix a quien todos conocían en los alrededores de Victorica por “El Vasco”, “tenía un toldo armado al oeste de Telén, mientras con un compañero, concluían unos corrales. Un buen día se presentan dos jinetes y piden trabajo por lo que se les indica que hachen postes en una isleta cercana. Eran el “Oriental” Crevani y El “Francesito”, lo que por entonces era como decir “Satanás y Mandinga”; asesinos sin entrañas y que no podían vivir sin ver sangre. Dos psicópatas para los actuales moldes de conducta.

“Pero don Félix no los conocía. Trabajaron durante unos días y una noche, a eso de las tres de la mañana, lo despertaron con el revólver al pecho: querían que les arreglara las cuentas. El vasco razonó sobre lo intempestivo de la hora, pero no atendieron razones. Entonces les dio un vale por lo ganado –ni un peso más- y aquellos hombres se dieron por conformes y se marcharon, llevándose tan sólo unos lindos caballos del dueño del campo”.

Acoto que el “Oriental” Crevanni murió cerca del Boliche de “El Carbón” después de un intenso tiroteo entre el bandido y los dueños del establecimiento. Sus restos estarían enterrados por aquellos lugares del “Far West” pampeano en tiempos de la crisis del treinta.

1 comentario:

  1. Luis, tenia unas cuantas lineas escritas, pero simplemente lo resumo todo en un GRACIAS!! Pense en enviarle un mail, pero ya lo dijo ud.: “Sin comentarios, un blog no es un blog”.
    Mario "Felix" Garcia Irastorza.

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