martes, 14 de octubre de 2008

¿ATRAPADOS SIN SALIDA?

¿Esta crisis global, es solamente financiera o también afectará la economía real?
Si afectará la economía global, los efectos serán macro o también microeconómicos? ¿Quién está en mejores condiciones, los países deudores o los acreedores? ¿Si la crisis llegará finalmente a la micro, que conviene hacer a nivel familias?
Conviene comprar o vender? ¿En que conviene ahorrar? ¿Tendremos capacidad de ahorro los de la clase media? ¿Vale apostar al dólar para esquivarle a la inflación? ¿Cuánto durará esta crisis? ¿Me conviene reservar ya mi lugar de vacaciones? ¿Qué hago si no me alcanza el sueldo, me financio con la tarjeta?
¿Me ofrecieron en la empresa un retiro voluntario, lo tomo? ¿Conviene invertir en acciones o bonos públicos ahora que están baratos?
¿Qué pasará con la tasa de interés para los ahorristas, conviene poner plazo fijo en los Bancos? ¿Si esto se prolongara por dos o tres años, que conviene más alquilar o construir? ¿Hay peligro de una devaluación? ¿La Argentina está mejor que Brasil y Chile?



La Presidenta y los Gobernadores ¿cómo harán para evitar caer nuevamente en déficit?

Esta lista de preguntas puede ser completada con las inquietudes de cada familia y dentro de ella, las de cada persona en particular. El que no tiene preguntas y no se hace problemas, es porque no tiene demasiados conocimientos de lo que realmente está sucediendo o realmente le da lo mismo porque no tiene demasiado patrimonio que perder.
La verdad de la milanesa es que nadie tiene aún la receta para solucionar esta tremenda hecatombe, que a diferencia de las anteriores de las últimas décadas, se ha originado en el centro financiero del poder global.
El que diga realmente que conviene hacer con fundamento y alguna perspectiva de acertar, podría llevarse el premio Nobel del año 2008 el año que viene. Pero por lo general la mayoría no le da bolillas y mucho menos los poderosos que dirigen la batuta del poder internacional, cuando llegan las advertencias.
Esto es lo que justamente hizo hace varios años atrás Paúl Krugman, el economista norteamericano definido totalmente en contra de la política norteamericana llevad a cabo por Bush. El advirtió que el crédito fácil, la economía de guerra, que el incremento del déficit público iba a producir esto que estamos viviendo.
Pero bajemos un poco a nuestro país. Krugman visitó la Argentina a mediados de la década del 90 en la época de la convertibilidad y pronosticó que el esquema era altamente riesgoso. Pero nadie tomó demasiado en cuenta sus advertencias. Krugman ha sido galardonado recientemente con el premio Nobel por sus contribuciones en el campo de la economía relacionados con el comportamiento global.



Las exportaciones y las ventas al mercado interno de automotores disminuirán. Como evitar el desempleo, el cierre o el traslado a Brasil?



Muchas de las preguntas aún no pueden tener respuesta, porque la crisis está en plena evolución. El virus todavía no ha sido aislado y los antídotos utilizados hasta el momento han dado resultados relativos, pero exclusivamente en el campo de las finanzas.
Obviamente que no se trata de entrar en pánico, pero un razonable temor es bueno para sobrevivir en todos los aspectos. El primer temor que yo tengo es que el gobierno realmente no tenga un plan estratégico para afrontar esta compleja y profunda fluctuación.
El segundo temor y esto tiene que ver con nuestra experiencia, es que con tal de defender el “modelo”, el gobierno, por no pagar costos políticos, nos haga pagar a quienes dependemos de un salario, jubilación o renta fija.
Hace unos días atrás algún periodista escribió que el Plan Nacional incluiría estas medidas: 1) sostener el dólar; 2) ajustar las tarifas de los servicios públicos; 3) promover créditos productivos al 12% de interés a 5 años de plazo a través del Banco de la Nación Argentina; 4) incrementar el superavit y 5) renegociar la deuda pública.
Supongamos que este fuese el Plan, y veamos que impacto podrían tener estas medidas sobre nuestra economía familiar-individual.
En primer lugar, digamos que la política del Banco Central, al frente del cual está el Licenciado en Economía Martín Redrado, ha elegido una política cambiaria que se ha designado como “administrada”. Esto quiere decir que no estamos ni en flotación libre ni en control de cambios que son las dos políticas clásicas. Es decir esto no es ni “chicha ni limonada”. Con lo cual estoy diciendo que los especuladores están midiendo el poder de “fuego” y la intención de utilizarla para frenar una “corrida cambiaria”. Redrado ha dicho que prefiere no hacer como Brasil que dejó que el dólar trepara estos días libremente. Pero lo que ha trascendido estos días es que hay dudas de operadores internacionales sobre la verdadera suma de Reservas que tiene el Banco Central. Primera conclusión: creo que el público seguirá comprando dólares. El tema es luego ¿Qué hacer con los dólares?



Producción de leche derramada, porque las Plantas de Almacenaje no tienen capacidad para absorverla, debido a la retracción de las ventas. ¿Entenderá el problema sectorial el Gobierno?



El ajuste de tarifas, se está llevando a cabo con la complicidad de los grandes medios de comunicación que casi no le han dado importancia. El retraso de las tarifas durante estos cinco años lo terminaremos pagando ahora y todo de golpe, con lo cual nuestros ingresos se deteriorarán.
Si la tasa de inflación que se espera para el 2008 oscila entre el 20 y el 25 %, entonces es negocio tomar los préstamos del Banco Nación. Pero el tema es que no son préstamos personales ni familiares, salvo que tengamos en vista algún emprendimiento productivo. Por otro lado tomar crédito ahora para ¿producir que?, porque lo más probable es que el consumo se restrinja y la producción también, lo cual obviamente hará caer las ventas. Mi abuelo y mi suegro solían decir, que en época de crisis había que estar lejos de los Bancos.
La verdad que no me imagino como hará el Gobierno para incrementar el superávit, que ya se venía cayendo antes del inicio de la crisis. Porque esto significaría tres alternativas posibles: la 1era, incrementar la recaudación impositiva, lo cual me parece poco probable si vamos hacia una recesión (por lo pronto el frío en la actividad económica general ya se nota); la 2da, será bajar el gasto global del sector estatal, este remedio sería peor que la enfermedad, porque sería pro cíclico. Con esto se favorecería el “frenazo”. Los organismos internacionales y algunos expertos nacionales ya están ajustando las pautas de crecimiento del 2008 y por ende las del 2009. Los más optimistas (como el Gobierno) apuestan al 4 %, en tanto los más pesimistas dicen que si alcanzamos el 2% nos podríamos dar por contentos.


Los precios de los granos y las oleaginosas se deprimirán con respecto a los niveles de los últimos años. Lo cual significará menores ingresos para los productores y el Estado.


La 3era opción sería una combinación de ambas medidas, que parece más improbable aún en un año electoral como el que ya está comenzando.
¿Qué tenemos que ver nosotros con la renegociación de la Deuda? Aunque a Ud. le parezca que es una cosa del Estado o de las empresas endeudadas, debo decirle que en realidad toda la pelea con “el campo” durante cuatro meses por las retenciones fue porque se quería hacer “caja fiscal” para poder pagar los vencimientos de la deuda del 2009.
Además de cómo se resuelva el tema de pagarle al Club de París y a los acreedores que no entraron en el canje del 2006 por la quita que se impuso, tendrá mucho que ver con los riesgos que asumirá el país que somos todos nosotros. Si pagamos usando reservas del Banco Central como se hizo con la deuda del FMI estaremos llevando adelante una política altamente riesgosa. Si no pagamos y si no logramos diseñar una propuesta que acepten los acreedores, no podremos conseguir volver al mundo de las finanzas internacionales.
Claro que Ud. dirá y con toda razón y ¿para que queremos volver ahora con este descalabro que hay? Bueno por dos cuestiones. Una porque hay que estar mejor posicionados para cuando la crisis amaine y dos porque ya está circulando por el mundo que vamos a una nueva “cesación de pagos” para el 2009 o 2010. Por algo el riesgo país tiene un indicador que pasa los 1.000 puntos. Si volvemos a ese lugar de donde salimos el 2002 estaremos atrapados sin salida, por lo que lo más coherente sería hacer los esfuerzos por coordinar todas las políticas y estrategias con todos los sectores políticos, productivos y sociales. El aislamiento nacional e internacional del gobierno no es la receta más adecuada en estos momentos de alta incertidumbre. Esperemos que los gobernantes estén a la altura de las circunstancias

1 comentario:

  1. De hecho esta afectando toda la economia mundial, hasta los mercados asiaticos se encuentran afectados por la misma.

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