lunes, 22 de septiembre de 2008

SANGRIA MONETARIA

¿Qué posibilidades tenemos que nuestro dinero no se desvalorice rápidamente?¿Qué conviene hacer para no ser perjudicado por la crisis internacional? ¿Qué perspectivas tiene la Argentina de eludir el impacto de esta crisis global?

Estas preguntas son unas pocas de las tantas que se deben estar planteando los Argentinos que tienen sus ahorros, ingresos, e inversiones en pesos.

Es muy difícil tener respuestas para este tipo de preguntas. Digo respuesta con algun grado de probabilidad de que se acerquen a lo que efectivamente ocurrirá. Porque muchos "analistas", pseudo "asesores" y "expertos" en finanzas le han chingado como a las bochas, en cuanto a los pronósticos.

Así que digamos que como casi nadie sabe lo que va a pasar, estamos librados a nuestro propio "olfato", a nuestra intuición, pero sobre todo a nuestra pericia para saber combinar ciertos aspectos lo más convenientemente.

En primer lugar en la Argentina de hoy con una tasa alta de inflación y con escasez de crédito, lo lógico es que con el dinero se compre lo que realmente se necesita, tratando de conseguir los descuentos por pago contado.

En segundo lugar, si después de haber gastado en los bienes necesarios, en renovar el auto o en arreglar o ampliar el departamento, aún sobran ahorros, habría una primera medida para achicar el riesgo.

Si se prefiere no hacer inversiones en bienes que tienen costo de entrada y salida, y se opta por mantenerse líquido en moneda extranjera, la opción de menor riesgo es hacer una pequeña canasta de monedas: euros, dólares y reales.

En cambio si no preferimos la moneda extranjera, dado las pérdidas de rentabilidad que, con un dólar manejado arbitrariamente por el Banco Central y nos inclinamos por una inversión reproductiva, se pueden tener en cuenta algunas nociones de las más tradicionales.

Siempre el refugio contra la inflación que es la causa de la desvalorización de la moneda, ha sido el acceso a la tierra. Pero si queremos rentabilidad, debemos pensar entonces en propiedades que pueden ser arrendadas o alquiladas.

Claro que en este caso la rentabilidad tiene también un costo de administración, y riesgos de cobranza si no se toman las debidas garantías. La otra cuestión es que el invertir en bienes registrables como inmuebles o automotores es que a partir de allí la mirada de la AFIP se posará sobre ellos y la presión impositiva en ARgentina seguirá subiendo por imperio de las circunstancias.

Por ahora todavía la renta financiera no está gravada, de modo que aunque sea baja, tiene esa ventaja. Aunque es probable que también en el futuro se la termine gravando, ya hay proyectos en el Congreso.

Esto que digo tiene que ver con las posibilidades de un jubilado o pequeño ahorrista. No me refiero a los grandes inversores que tienen otras alternativas para explorar y otras combinaciones, como eludir impuestos, fugar capitales del país, hacer bicicleta financiera, jugar en la Bolsa de Valores, comprar metales preciosos o invertir en Pooles de siembra en gran escala.

Aunque tambien para ellos el "caldo se ha puesto espeso". Porque ¿que me dicen si en Estados Unidos u otro país del G8 terminan inventando alguna especie de "corralito"? Además ¿quien garantiza el precio que tendrán las carnes o los granos o las oleaginosas, incluso el petróleo en el mercado internacional, al momento de vender y liquidar las exportaciones?

Por lo pronto estos sectores ya están pidiendo la rebaja de las retenciones, dado que la presidenta les dijo a los Industriales que no piensa en aumentar el dólar porque eso produciría más inflación.

Seguramente Uds. tendrán acceso a los medios de comunicación en los que ya, hasta el riesgo país que se publica no nos asusta más. Días pasados un amigo me decía me gustaría saber cuanto está el reisgo país en Estados Unidos, aunque sea que lo publiquen una vez, para comparar como estamos nosotros. Pero de eso los personeros locales de los grandes capitales internacionales se ocupan bien de hacerse los distraídos.

La buena noticia es que como vamos hacia una desaceleración de la economía mundial y nacional, la tasa de inflación tenderá a no seguir aumentando. O sea el ritmo de devaluación de nuestro Peso será más lento. Pero esa obviamente no es la solución.

La mala noticia es que hay una alta probabilidad de un frenazo de la actividad económica con incremento nuevamente del desempleo, caída de las ventas y falta de inversiones ante la incertidumbre.

¿Cuanto puede durar la incertidumbre? Bueno tampoco saber cual será la duración de la turbulencia y si esta se transformará finalmente en crisis total o no, es justamente parte de las dificultades que tenemos por delante.

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