lunes, 29 de septiembre de 2008

LA GLOBALIZACION DE LA CRISIS

Voy a comenzar por los probables efectos locales, que tendremos que sufrir a consecuencia del agudizamiento de la crisis financiera internacional.
Argentina estaba obteniendo hasta el momento del inicio de esta crisis tanto superavit comercial como superavit fiscal. ESto quiere decir que exportábamos más de lo que importábamos y que recaudabamos más de lo que gastábamos.
Claro que el superávit comercial era fruto de la combinación de elevados precios de las materias primas y los alimentos, y al crecimiento de la demanda internacional, originada fundamentalmente por el ingreso de China e India al consumo popular.
Por su lado el superavit fiscal estaba siendo fruto de un incremento constante de la recaudación impositiva por un lado, como de la escasez de importaciones de bienes de capital o de consumo durables, dado la alta tasa de cambio hasta el año pasado.
Conviene recordar además que la alta recaudación impositiva nacional se originaba no solamente en el alto crecimiento del producto, sino también de una elevada tasa de inflación.
Por otro lado el superavit nacional estaba cimentado en que el Estado Nacional impuso los llamados "derechos a las exportaciones", conocidos vulgarmente como "retenciones a las exportaciones", que no son coparticipables con las provincias. Asimismo está recaudando uno de los impuestos más distorsivos como el que grava todas las transacciones financieras, conocido vulgarmente como "impuesto al cheque", que tampoco es coparticipable.
Las perspectivas de que la crisis financiera contagie y perjudique la demanda internacional es muy alta. Esto significaría que disminuiría la demanda y por ende el precio de nuestros productos exportables. Lo cual se traduciría en menor recaudación de "retenciones".


El problema debe considerarse verdaderamente complejo, para todo el mundo. Esto incluye a las economías plenamente capitalistas de mercado como para las capitalistas de cuño socialistas o socialdemócratas.


Es altamente probable que del campo de las Finanzas, las complicaciones pasen al campo económico y como esto terminará afectando el campo del tejido social siempre sensible, más temprano que tarde, aparecerán los problemas políticos.

La economía de Brasil, que había otenido hace pocos meses el "grado de inversión", también ha sido afectada. Esto parece expresar que ante tamaña magnitud de la crisis, la misma no hace diferencias entre economías más o menos desarrolladas que otras.


Pero al margen de como le vaya específicamente a Brasil, a China o a Estados Unidos, es que ellos son los principales compradores de nuestros productos tradicionalmente exportables y aún de los nuevos. Es evidente que vamos hacia un escenario internacional de falta de financiamiento, alza de la tasa de interés como consecuencia de esta falta de liquidez, parálisis de los planes de inversión "hasta que aclare" el panorama y posiblemente si la crisis se prolonga demasiado, a caidas de muchas empresas con las secuelas conocidas de desempleo y destrución de riqueza.




No iba a ser fácil la aprobación del pedido de auxilio del Tesoro Norteamericano al Congreso, en un contexto de elecciones presidenciales a la vista, caída de la confianza en el gobierno republicano, puntos de vista diferente entre demócratas y republicanos sobre a quien auxiliar y sobre quien debería recaer el costo de la crisis.


Es que si se "socializan las pérdidas y se privatizan las ganancias" como ha pasado tantas veces en la Argentina y en general en Latinoamérica y los países del "Tercer Mundo", es relativamente sencillo ser empresarios, teniendo siempre como garantía final al Estado, que se debe hacer cargo de las avaricias, de las corrupciones y de las especulaciones del "Mercado".




Aquellos que opinaban que Argentina no iba a ser afectada por este virus de las finanzas internacionales, basándose solamente en que como estamos prácticamente "fuera del mundo internacional de las finanzas", es decir como desde hace varios años "nadie nos presta" y hemos convertido en "banquero de última instancia" al gobierno Venezolano, creo que estaban equivocados.


En este nuevo contexto en el que nos encontramos, el pago al contado al Club de París, usando reservas, aunque sean de libre disponibilidad, aparece cuanto menos como una medida no apropiada. Por otro lado el arreglo con los bonistas, puede ser viable según como se defina. Pero hacer esto sin arreglar el tema del INDEC o poner en marcha un plan creible para controlar la inflación, puede no tener ningun efecto práctico.

Porque lo que tanto la Nación, como las Provincias como las Ciudades, están necesitando son créditos a largo plazo a bajas tasas de interés para financiar obras y esto es justamente lo que no hay, ni habrá por un largo tiempo, hasta que desaparezca el pánico.


En América del Norte, en Sud América, en Europa y en Asia, las mayores Bolsas de Valores del Mundo capitalista globalizado, han sufrido hoy, ante la respuesta negativa al pedido de auxilio financiero al Congreso de los Estados Unidos por parte del presidente Busch, para rescatar a entidades financieras y tratar de frenar la caída.
Más o menos se sabe como empezó, pero nadie sabe, ni los economistas Premio Nobel, como terminará esto, ni cual es la decisión más acertada para parar la gangrena.

Comenzó con la expansión del crédito hipotecario en los Estados Unidos, prosiguió con una polìtica fiscal norteamericana totalmente liberal, mientras el precio del barril de petróleo y los alimentos aumentaban, la Casa Blanca no quiso poner el freno y siguió alimentando el "status de vida norteamericano".

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