1.- Su nombre.
La primera e inicial contradicción con la que choca nuestra querida provincia natal es su propio nombre. El gobierno nacional que organizó los territorios a fines del siglo XIX le dio el nombre a la nueva jurisdicción como “Gobernación del Territorio Nacional de La Pampa Central”.
Luego cuando llegó el momento de alcanzar plena autonomía y convertirnos en provincia, la ley votada por un gobierno elegido democráticamente, le impuso el nombre de Provincia Eva Perón, propuesto por los diputados peronistas, en un acto que sobredimensionó la participación de Evita en el trámite de la norma, que concedió también la autonomía al Chaco, imponiéndole a este como nombre de Provincia, el de Presidente Perón.
Luego de la revolución del 55, las autoridades de facto que dieron el golpe de Estado que derrocó al segundo gobierno peronista histórico, derogaron la constitución nacional y la provincial, decidiendo volver al nombre original y desde allí nos designamos como Provincia de La Pampa.
Pero hete aquí que “pampa” no es un vocablo de uso corriente entre nuestros aborígenes, sino que es un vocablo de origen quechua, que significa: terreno llano, llanura. Es decir sin demasiados accidentes geográficos. Pero la verdad es que nuestro territorio tiene esas características en una parte, pero no en la totalidad y ni siquiera en la mayor extensión.
La primera e inicial contradicción con la que choca nuestra querida provincia natal es su propio nombre. El gobierno nacional que organizó los territorios a fines del siglo XIX le dio el nombre a la nueva jurisdicción como “Gobernación del Territorio Nacional de La Pampa Central”.
Luego cuando llegó el momento de alcanzar plena autonomía y convertirnos en provincia, la ley votada por un gobierno elegido democráticamente, le impuso el nombre de Provincia Eva Perón, propuesto por los diputados peronistas, en un acto que sobredimensionó la participación de Evita en el trámite de la norma, que concedió también la autonomía al Chaco, imponiéndole a este como nombre de Provincia, el de Presidente Perón.
Luego de la revolución del 55, las autoridades de facto que dieron el golpe de Estado que derrocó al segundo gobierno peronista histórico, derogaron la constitución nacional y la provincial, decidiendo volver al nombre original y desde allí nos designamos como Provincia de La Pampa.
Pero hete aquí que “pampa” no es un vocablo de uso corriente entre nuestros aborígenes, sino que es un vocablo de origen quechua, que significa: terreno llano, llanura. Es decir sin demasiados accidentes geográficos. Pero la verdad es que nuestro territorio tiene esas características en una parte, pero no en la totalidad y ni siquiera en la mayor extensión.
Caldén de gran tamaño más de 100 años aproximadamente.Foto Lerc 2008 Santa Rosa (La Pampa)
Tal es la confusión que generalmente se nos identifica con la región geográfica la pampa húmeda, donde el árbol típico es el ombú de hojas grandes y de enormes dimensiones como corresponde al lugar donde vive. Sin embargo nuestro territorio tiene sus dos tercios anclados en la región semiárida y el tercio restante en la pampa subhúmeda. Además nuestro árbol típico es el caldén, un árbol de hojitas pequeñitas y grandes espinas y de pequeño porte por la escasez de las lluvias y los suelos donde habita.
2.- El día elegido para festejar su nacimiento.
La segunda contradicción se la dio otro gobierno de facto al dictar el decreto-acuerdo Nº 709/68, firmado por el Contraalmirante Helvio N. Guozden. En este caso se trata de la fecha elegida para conmemorar “El día de La Pampa”. Como no se podía tomar el día de la provincialización por razones obvias, los dictadores de entonces se valieron de un Centro de Residentes Pampeanos. Entidad formada por un grupo de pampeanos que habían decidido dejar la provincia buscando mejores horizontes en la provincia de Buenos Aires o en la Capital Federal.
Allí en una reunión, se propone que para festejar y conmemorar ese día se tome la fecha en que se sancionó la ley nacional Nº 1532 que organizó los territorios nacionales.
Es decir una fecha que muy poco o casi nada tiene que ver con lo estrictamente pampeano, para nada con su identidad y mucho menos con algo relevante o que tenga sentido para los pampeanos.
Todo lo contrario, se trata de un hecho legislativo que abarcó a todos los territorios nacionales de entonces por igual, pero que en el caso de La Pampa fue nefasta, dado que merced a la mencionada ley, se le cercenaron los territorios mas ricos y diversos que de haberlos mantenido, otra sería seguramente la ubicación de nuestra provincia en el concierto nacional del desarrollo.
Por la citada ley 1532 perdimos los territorios que van desde el río Colorado hasta el río Negro al sur y que se proyectaban hacia la cordillera por los ríos Neuquén y Agrio al sur y Barrancas al norte, que hoy forman parte de las provincias de Río Negro y Mendoza. Perdimos además al noreste toda la franja que va del paralelo 35 al 36 que hoy forman parte de Mendoza y San Luis.
El gobierno provincial elegido por el voto popular, que encabezó don Aquiles José Regazzoli, decidió en 1974 firmar el decreto acuerdo Nº 3273/74 convocar a una consulta popular justamente para testear nuevas propuestas que permitieran elegir libremente entre todos los pampeanos y no por un pequeño grupo, cual era la fecha más representativa para homenajear a los pioneros y conmemorar los hitos fundamentales, de nuestra provincia.
Lamentablemente un nuevo golpe de Estado a principios de 1976 dejó trunca la iniciativa y de allí en más han pasado dos décadas sin que se volviese a hablar del asunto. No obstante hacia finales de la década del 90 una iniciativa del ex Diputado Santiago Giuliano intentó volver a poner en discusión el tema, pero el oficialismo le dio largas al asunto y lo terminó cajoneando cuando al diputado de la iniciativa se le terminó el mandato. El único argumento, que no me convence que se me dio en privado es que el 16 de Octubre era bueno porque estaba cerca del 17, el hito fundacional del peronismo. Lo entiendo, pero no lo comparto en absoluto.
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