Para los acuerdos del Bicentenario, no de la revolución de mayo, sino para el de Declaración de la Independencia, sería importante transformar a fondo el sistema educativo argentino.
He aquí una propuesta, que podrá ser mejorada o complementada con otras, pero que estoy persuadido que si no hacemos algo de esto, dentro de diez años estaremos debatiendo nuevamente el fracaso.
Estimo que entre los cambios fundamentales que se necesitan para producir un fuerte impacto positivo en la calidad de la educación de nuestros niños y jóvenes, los gobiernos y la sociedad debieran estar dispuestos a poner en marcha este conjunto de medidas:
1º.- Hacer universalmente obligatoria la educación inicial desde los 4 años.
2º.- Transformar gradualmente todos los establecimientos educacionales de los distintos niveles (inicial, media y secundaria) en escuelas de doble jornada. Complementariamente el calendrio escolar deberá incrementar gradualmente el periodo para llevarlo a 200 días de clase efectivos.
3º.- Designar a los docentes por cargos, eliminando la designación por horas cátedra. De modo que habrá cargos full time equivalentes a 24 o 36 horas y cargos part time de 12 o 18 horas. A la par se deberá poner en marcha un programa de concentración de tareas para los que ya están designados.
4º.- Implementar un sistema de capacitación obligatoria para los docentes de todos los niveles que combine investigación, capacitación y acción. Para ello cada docente tendrá, cada cinco años afectada la mitad de su carga horaria para asistir a un Centro de Investigación Pedagógica, donde junto a sus colegas estudiarán y diagnosticarán los problemas comunes, no sólo de la enseñanza, sino fundamentalmente del aprendizaje. Porque el problema fundamental no es como se enseñan contenidos, sino como los niños del siglo veintiuno y de la era informática aprenden. Luego diseñarán soluciones a los problemas detectados que se irán testeando en las aulas y monitoreando las mejoras que se logran. El ajuste final y las conclusiones debidamente comprobadas en el aula tendrán, de esta forma, asegurada la eficacia.
5º.- Cambiar la formación docente inicial, introduciendo en los aspirantes a cursar la carrera un test vocacional como primera medida. En segundo, lugar el perfil del docente que egresará dentro de un lustro, deberá entre otras cosas manejar no sólo los nuevos contenidos, sino fundamentalmente los nuevos lenguajes de la comunicación y esencialmente los instrumentos de la informática, porque ya solo con la tiza y el pizarrón no alcanza.
La nueva ley de educación y la de financiamiento en vigencia se quedan a mitad de camino. Hay que convencerse que lo que necesitamos en más y mejor educación y para ello es necesario e impostergable una inversión creciente en los próximos veinte años.
muy buena la nota!!
ResponderEliminary la foto espectacular!
dónde y quiénes son??